martes, 20 de enero de 2009

Porque mi casa no es mi casa

Me encuentro con un amigo bonaerense de paso por Montevideo rumbo al Este, y, como es de costumbre en los porteños y de su visión romántica sobre nuestra capital, me hace elogios casi excesivos sobre la ciudad, sus ramblas, sus bares, su todo. Pero con una cierta vergüenza me dice que, sin embargo, en los cinco años desde que llegó por primera vez a Montevideo, ha notado un cambio que no le parece particularmente atractivo. "No quiero ser atrevido", me dice, "pero, ¿puede ser que esté todo más sucio?". Sí, puede ser.

Durante la primer década de la administración frenteamplista de Montevideo, en la página de editoriales de los diarios de derecha, particularmente la de El País, se repetía mecánicamente la acusación de que la ciudad estaba más sucia que nunca, que la basura se amontonaba en la esquinas, que las ratas eran patronas de las calles. Era como un mantra, absolutamente todos los días se repetía lo mismo "la ciudad está más sucia que nunca", con casi las mismas palabras y como si el trabajo de una intendencia se limitara exclusivamente a la limpieza. Y muchos lectores del diario y políticos conservadores también lo repetían. Pero se daba el absurdo casi gracioso de que sucedía justamente lo contrario; los basurales callejeros habían aparecido durante los últimos años de la dictadura, y se habían multiplicado durante la administración de Elizalde, pero fueron desapareciendo durante los años de Tabaré Vázquez y durante el primer gobierno municipal de Arana eran casi inexistentes. Incluso algunos de los incurablemente mugrientos montevideanos se acostumbraron - como en mi caso- a buscar las papeleras, que ahora eran más numerosas, en lugar de descartar en el piso lo que me estorbara en la mano. Los editoriales seguían en repitiendo en loop, como si fueran los hermanitos de La Gallina Degollada de Quiroga, pero era una mentira evidente para cualquiera que no mirara la ciudad con los lentes de sus intereses partidarios.

Hoy en día los editoriales de El País ya no se preocupan mucho por la grela de la ciudad y se dedican a otros mantras un poco más variados -la tremenda crisis que se viene, la voracidad impositiva de Astori, la maldad infeccionsa de Hugo Chávez-, pero, paradójicamente, la ciudad está realmente sucia, y en verano hiede como fruta podrida al sol.

Los contenedores, en principio una idea perfecta (aunque instrumentada con una brutal indiferencia hacia los vecinos de dichos artefactos) para que los indisciplinados capitalinos administren sus desperdicios, rebosan de basura que se desparrama a su alrededor sin siquiera necesitar la ayuda de la indolencia de los hurgadores; los propios contenedores están deteriorados, rotos, quemados por los vándalos; las bolsas de plástico y los papeles se amontonan sobre el pasto de los parques, las porquerías hacen pila en cada rincón y cada agujero sin rellenar, las fuentes están secas, los monumentos siguen rotos, saqueados, comidos por la voracidad de la otra mugre, la espiritual y humana. Tal vez pocas cosas sean más simbólico de esto que la desagradable imagen -intolerable para mí pero al parecer ya invisible para mis conciudadanos- de ver en pleno 18 de julio a la Biblioteca Nacional con sus paredes de marmol completamente cubiertas de las pintadas políticas mas feas y desagradables que se pueden concebir y con un enjambre de vagabundos acampando entre sus columnas y llenándolas de objetos y mierda. A su lado, la Universidad de la República no está mucho mejor, con sus muros cubiertos de las frases más imbéciles que el cerebro humano pueda articular en letras. Letras feas, escritas como si alguien se hubiera limpiado el culo con las manos y luego la mano en la pared, y al parecer imposibles de cubrir por los notables aumentos presupuestales otorgados a la educación terciaria de este país.

Hace cerca de veinte años que el FA gobierna a Montevideo, la roja, y actualmente lo hace con un gran convencimiento -bastante motivado- de que también lo hará los próximos cinco. Esta prolongadísima administración se debe a una curiosa mezcla de méritos y de identificación acrítica. Como adelantaba arriba, se puede decir que las dos primeras intendencias del FA tuvieron algunas buenas consecuencias inmediatas. Por un lado en el gobierno de Vázquez se hizo -un poco al menos- más cristalino el acceso a los trabajos en la IMM, posiblemente el peor bastión de clientelismo de todo el Estado. Se emprendieron políticas -para algunos críticos excesivamente orientadas a la reforma social, algo que no necesariamente es potestad de un gobierno departamental- que consiguieron hacer foco fuera de los ricos barrios de la costa y el este, ampliando la red de saneamiento y de mejoras infraestructurales a las zonas norteñas y del oeste. El primer gobierno de Arana pudo incluso reflexionar sobre la ciudad en términos urbanísticos, establecer modestas políticas de embellecimiento y de preservación de algunos espacios y edificios amenazados por la anarquía edilicia montevideana. Ambos gobiernos, inexpertamente cándidos, dejaron sin embargo algunas bombas de tiempo que reventarían en la cara a las dos administraciones siguientes. En primer lugar la política de concesiones gratuitas de privilegios absurdos que Vázquez hizo con el gremio de ADEOM -posiblemente tanto por exceso de confianza demagógica como para comprar la tranquilidad del sindicato durante la primer intendencia frentista, la más vigilada-, que no sólo no mejoró el tradicionalmente malo desempeño de los trabjadores municipales, sino que les redujo los horarios laborales y les aumentó los salarios a cambio de nada; y en segundo lugar la tendencia a tolerar la privatización de facto de los espacios públicos. El pánico culposo de la izquierda de tener que, en ocasiones, reprimir el exceso de libertades que la gente de menores recursos se toma con los espacios públicos, aquellos que se definen como públicos justamente por su supuesta imposibilidad de ser apropiados y que su disfrute por naturaleza es en grado de breves préstamos. Fue así que florecieron los micro-asentamientos, en ocasiones unipersonales, en plazas, parques, recovecos arquitectónicos y playas. Fue así que se permitió el deterioro del centro -uno de los barrios con mejor infraestructura edilicia- tolerando la saturación de comercio informal en flagrante competencia desleal con el establecido, generando el ridículo de las galerías desiertas de negocios y las veredas bloqueadas por tiendas improvisadas que generaron tanto una gran industria de trabajo en negro como un ámbito de aglomeración ideal para los rateros, para peor simultáneamente a la creación de los shoppings, que con el centro así de deteriorado no tuvieron casi competencia por parte del tradicional centro comercial.

Lo que también se descentralizó conscientemente fue la propia administración municipal mediante los CCZ (Centros Comunales Zonales), una buena idea en un principio que apuntaría a descongestionar la burocracia del palacio de ladrillo, pero que al no concederles autonomía económica ni capacidad de gestionar trámites se convirtió exactamente en lo contrario: una suerte de comités de base pagos, encargados de mediar propuestas y problemas, y que aumentaron considerablemente el número de empleados municipales, un empleo que por su inamovibilidad, sus escasas responsabilidades y horas de trabajo efectivo y un sinnúmero de beneficios extra se convirtió en un auténtico premio de lotería, y en el caso de los CCZ, una válida recompensa material a los militantes. Es en este período que comienza a darse la paradoja de que un basurero gane más que un catedrático universitario, con todo lo que ello conlleva en el plano simbólico, olvidado por las IMM frentistas desde el momento en que TV decidió que era una buena idea el permitir la instalación de un McDonalds en la explanada municipal.

Las primeras administraciones del FA decidieron, no sin motivos urgentes pero sin auténtica potestad, orientar sus recursos hacia las políticas sociales, para compensar la indiferencia criminal de los gobiernos blancos y colorados hacia las zonas que eufemísticamente se denominan "carenciadas", privilegiando el acceso de las mismas a condiciones dignas de higiene antes que lo ornamentalmente superfluo, como puede ser el cuidado del aspecto de la ciudad -que es, sin embargo, un cometido más específicamente municipal que las políticas sociales-; pero el primer gobierno de Arana apuntó a un cierto punto medio entre ambas prioridades, considerando también que el aspecto de la ciudad no es sólo un tema de importancia para los burgueses maricones, sino que es algo de importancia crucial para establecer la relación de un ciudadano -en el sentido completo del término- con su entorno vital.

Pero todas estas buenas intenciones cuestan dinero y, a pesar de aumentar en forma notoria y dolorosa los impuestos municipales -especialmente los que caen sobre los hombros de la clase media, como la delirante contribución inmobiliaria y las patentes automovilísticas-, la IMM -que los colorados habían dejado cubierta de basura pero con superávit- entró en violento déficit (ayudado también por una cruel y meramente partidaria política diferencial en las ayudas del gobierno central a las intendencias, mediante la cual Montevideo fue olvidada por los gobiernos blancos y colorados a la hora de ser asistida o exonerada de impuestos). Y ese déficit fue pateado hacia adelante hasta que reventó durante la espantosa segunda administración de Arana.

Hay gente que llama al segundo gobierno municipal de Mariano Arana la intendencia de María Julia Muñoz, cuya influencia creció en forma evidente durante ese gobierno hasta el punto de que algunos llaman a dicho período "la intendencia de María Julia". Tal vez sea para exclupar al arquitecto, porque fue una administración horrible, llena de errores imperdonables y con no pocas acusaciones de la más llana corrupción. Alcanza recordar que fueron los años del conflicto entre la IMM (nuestros representantes) y ADEOM (nuestros empleados), por el no-cumplimiento del irresponsable convenio que la administración había firmado con el gremio, por el cual se comprometían a reajustar automáticamente los salarios municipales en relación a los aumentos del IPC -un beneficio que prácticamente ningún otro trabajador público o privado tiene-, y que suponía que -no importa lo que pasara. Los generosos salarios municipales (que permitieron que muchos de nosotros usáramos el ejemplo absurdo de que en Uruguay se le paga más a un basurero que a un catedrático universitario) quedaban así -vaya uno a saber a cambio de qué- totalmente a salvo de crisis de cualquier índole. Y la crisis llegó y fue la más feroz de la historia de Uruguay, y la solidaridad es una palabra bonita en los discursos pero que deja de existir cuando se dirige al bolsillo, y mientras decenas de empresas cerraban, miles de empleados eran enviados al seguro de paro, y la gente se suicidaba por docenas, el gremio de ADEOM se fue a la huelga porque no les aumentaron sus sueldos. Una huelga de hijos de puta ignorantes y privilegiados pero totalmente legal, a diferencia de la ruptura del contrato que hizo la administración Arana, por lo que no sólo la ciudad quedó abandonada durante semanas sino que a la larga la diferencia económica tuvo que ser cubierta por los montevideanos con cifras aumentadas tras un juicio perdido que dejó a un grupo de trabajadores públicos totalmente indiferentes al resto de su país (cada tanto hay que re-pensar además qué quiere decir lo de "trabajadores públicos" o sea, trabajadores supuestamente al servicio de la suma del Estado), con más dinero que nunca y con la seguridad de tener a la patronal (todos nosotros) agarrada de los huevos. Este único error debería haberle costado la Intendencia al FA, pero como si fuera poco estuvo el impresentable escándalo Areán y sus concesiones dudosas, y el principio del escándalo Bengoa, que demostró que en Montevideo los casinos podían dar pérdidas y que el Estado era capaz de subvencionar pérdidas de casinos. Y cómo si fuera poco la ciudad se deterioró en un grado inconcebible a causa de la depredación que un nuevo lumpenaje -generalmente compuesto por fumadores de pasta base convencidos de estar exonerados de cualquier conducta humana- comenzó a efectuar de todos los espacios públicos. Esta fue una culpa compartida con el Ministerio del Interior, pero no deja de asombrar la indiferencia con la que el urbanista Arana reaccionó ante la evidencia de que monumentos de bronce de escultores como Zorrilla eran aserrados lentamente por anormales que vendían el material de las estatuas por el peso de su material. O se robaban los motores de las fuentes de agua. O se comían a los patos de los lagos. O convertían a los espacios verdes en tierras de nadie por las que no se podía cruzar en la noche y hacían sus baños en los areneros dónde lógicamente dejaron de jugar los niños.

La única explicación del triunfo de Ehrlich, ya que luego del segundo gobierno de Arana el FA debió haber sufrido un castigo electoral similar al que sufrió Jorge Batlle, fue una conjunción de automatismo partidario, inercia del entusiasmo de las elecciones presidenciales y la pésima elección de candidatos de la oposición -que además fue a las elecciones dividida, asegurándose de que no hubiera forma de ganar-, que eligió a un clon de Montgomery Burns y al hijo de un dictador aborrecido como opciones. Tan tristes opciones forzaron a muchos -como yo- a votar anulado, pero sin embargo Ricardo Ehrlich fue elegido por un porcentaje aún mayor que el de Arana y en los primeros meses de su gestión pareció que había sido una buena elección. Ehrlich, un hombre de bajo perfil y pocas palabras, inició su gobierno haciendo una cierta purga del círculo de impresentables que se había reunido alrededor de los casinos municipales, proponiendo un catastro más ajustado a la realidad, enfrentando a ADEOM con seriedad y creando un indispensable servicio de guardaparques para impedir que los mismos continuaran su conversión en baldíos devastados y habitados por personajes post-apocalípticos. Hoy, estando cerca del final de su gestión, la administración de Ehrlich parece ser, por lo menos, tan desastrosa como la de Arana-Muñoz.

En primer lugar, el trabajo de limpieza que Ehrlich emprendió sobre el círculo de Bengoa terminó revelándose, más que como una digna autodepuración, como parte de una simple purga partidaria que barrió con casi todos los cuadros municipales de los otros partidos frentistas, especialmente con los de Asamblea Uruguay, gran opositora del MPP de Ehrlich. Entre los purgados se encontraba Alejandra Ostria, Directora General del Departamento de Desarrollo Ambiental de la IMM, quién había tenido una enorme agarrada no ya con Ehrlich sino con la cúpula del MPP entera cuando dio la recomendación de clausurar definitivamente tres curtiembres del barrio Nuevo París - Uruven, Napalan y Corbo- debido a la reiterada contaminación y la falta de garantías para los trabajadores. Las curtiembres, como se sabe, son las principales (no las únicas) responsables de que el arroyo Miguelete y el Pantanoso se hayan vuelto una suerte de cloacas a cielo abierto, y son particularmente la causa de que -según unos escandalosos datos descubiertos (y nunca valorados con la debida gravedad) por el semanario Brecha- buena parte de los habitantes, especialmente los niños, de los terrenos próximos a dichos arroyos tengan un índice de plombemia (contaminación de plomo en la sangre) que posiblemente ya haya alterado en forma irreversible sus capacidades cognitivas. Eso sin mencionar lo que significa para cualquier ser humano vivir en una zona que huele a chancho podrido. Pero aunque el informe de las condiciones de las curtiembres determinaba que existía una "falta total de garantías para los trabajadores, los vecinos de la zona y el ambiente en general" dentro de estas curtiembres estaba Uruven, una empresa recuperada por sus trabajadores que según Luis Polakof, el director de Desarrollo de la Intendencia de Montevideo, tenía "el apoyo del gobierno de Montevideo y nacional, y tiene también un acuerdo con el gobierno de Venezuela para la compra de maquinaria y producción". Y cómo se sabe la basura de los trabajadores que recuperan fábricas ensucia menos que la capitalista. Y si tu hijo tiene el C.I. de un afectado por síndrome de Down sin sufrir de dicho síndrome es por una noble causa trabajadora, y unos cuantos votos agradecidos.

Obviamente la existencia o no de una fuente de trabajo y su desarrollo no es problema de la IMM sino del gobierno central y sus ministerios, pero este caso ilustra bastante bien el absoluto segundo plano al cual cayó el mantenimiento de la ciudad en relación a los intereses de las corporaciones relacionadas con la propia IMM. El impresentable problema de los casinos con pérdidas y la turbia administración de Bengoa reveló que el propio motivo de existencia de casinos municipales -justificados, a pesar de ser claramente un vicio destructivo, como una suerte de impuestos voluntarios que los (supuestos) adinerados otorgan y que se pueden emplear en fines más nobles- había desaparecido, ya que la inviable estructura de costos laborales hacía que los montevideanos no sólo no ganáramos con dichos casinos, sino que además los subvencionáramos para que sus empleados mantuvieran un altísimo modus vivendi.

Otra de las reformas de Ehrlich parece un chiste de mal gusto: instauró la figura de los guardaparques. No es que eso esté mal, al contrario, es que es algo similar a que el Ministerio de Cultura dijera que, luego de 20 años, va a instaurar la figura del maestro. Los parques, dejados a merced de los peores montevideanos se convirtieron en estas décadas -salvo durante un breve tiempo de la primera administración de Arana- en una tierra de nadie, arrasada y privatizada por travestis ejerciendo la prostitución, chorros, vándalos y desamparados. A casi dos años de la instauración de dichos guardaparques, la diferencia es mínima, ya que la autoridad de los mismos es limitadísima y su horario de trabajo también.

Ehrlich puso también en funcionamiento un nuevo catastro orientado a reajustar las contribuciones inmobiliarias en función del famoso y relativista "que pague más el que tiene más". Este nuevo catastro disminuyó levemente las contribuciones de algunas casas y elevó otras a cifras siderales. Aún sabiendo que había zonas, particularmente en Carrasco, que estaban subvaluadas hasta lo risible, esta concepción tosca del "que pague más el que tiene más" se pasó por los huevos la simple realidad de que en las últimas décadas -y especialmente luego de la crisis del 2002- el valor de las casas suele no corresponder ni remotamente con las entradas monetarias de sus ocupantes, siendo estas propiedades su único capital real, un capital además generalmente impregnado de gran valor sentimental, pero que a diferencia de los capitales guardados en los bancos no se le puede enviar al exterior a la primer amenaza impositiva. La contribución inmobiliaria, un impuesto que presupone que todo propietario es adinerado (ignorando que la mayor parte de los propietarios menores de cincuenta años lo son por herencia), es no sólo un impuesto particularmente doloroso -que en mi caso por ejemplo se queda con casi todo mi aguinaldo cada año-, sino que no da nada sensible a cambio, ya que todos los servicios municipales tienen sus impuestos específicos, por lo que -uno supone- los capitales obtenidos por esta contribución debería utilizarse en inversiones de mejora de la ciudad. Se supone.

El diario El País publicó hace un par de meses, no en su página de obcecados editoriales sino en la semi-objetividad de su primera plana, una noticia que de demostrar la oposición alguna señal de vida cerebral debería haber sido aprovechada para defenestrar al gobierno municipal y generar un escándalo auténtico: la IMM le confesó al Tribunal de Cuentas que iba a reducir sus inversiones en un 50% para el año que viene. Es decir; en un panorama que muestra a una ciudad desolada, sucia, rota, la IMM admitió que iba a gastar la mitad de dinero del que gastó -y no se vio- este año. El motivo no puede ser más ruin: es el precio que costó terminar -al menos durante el año electoral- con el conflicto de ADEOM, y la mitad del dinero de inversión -religiosamente cobrado a los montevideanos- se repartirá entre los pocos miles de trabajadores municipales para que se queden tranquilos durante un rato. Trabajadores que ahora son más, ya que la administración Ehrlich aumentó significativamente la planta de municipales durante su gestión, elevando los costos operativos de la Intendencia aún por encima de su absurdo anterior.

Mientras tanto uno camina por 18 de julio viendo arder los tachos de basura; viendo las bolsas de nylon hacer danzas como la de American Beauty pero de a miles, arremolinándose alrededor de la Plaza Independencia; viendo como todas las fuentes de Parque Rodó están secas o cubiertas de mugre; viendo como la diferencia entre los barrios de mayores ingresos -cuidados por servicios privados y con su basura a cargo de empresas tercerizadas- cada vez se diferencian más de los de servicios medios, dejados a su buena suerte o la escasa voluntad de los que en definitiva son nuestros empleados; viendo las baldosas reventadas por las raíces que pedimos hace años que cortaran y a ciclistas aplastados por ramas de deberían haber sido podadas; viendo aves y pequeños mamíferos mutilados en las playas por el ejercicio de rituales umbandistas legalizados de facto y reinvindicados como un derecho por organizaciones partícipes del MPP; viendo la persecución reglamentaria de todo negocio o empresa mediana a la que la voracidad impositiva de la IMM -que como un sátiro perezoso se garcha sólo a lo que no puede moverse, a lo auténticamente ciudadano y local- puso en la mira mientras se tapa el ojo hacia el mundo de lo informal; viendo como artistas disciplinados y empobrecidos ven como el fruto de meses y meses de ensayo es tirado a la basura porque sindicalistas brutales como Mabel Lolo o Anibal Varela decidieron que está bueno usar de tarima de chantajes escenarios a los que nunca podrían subirse por talento propio; viendo como esto es considerado "normal" por quienes deberían defender a los más perjudicados y débiles en estos juegos obscenos; viendo como edificios tugurizados, que deberian ser expropiados ipso facto por el peligro constante que ofrecen como santuario de delincuentes y como elementos de depreciación de zonas ya casigadas, son tolerados por incapacidad de tomar una decisión que pueda ser presentada como impopular o represiva; viendo una y otra vez los muros de la biblioteca estropeados en nombre de reinvindicaciones de la Educación; viendo la desregulación publicitaria que considera que si se paga lo bastante se puede hacer lo que sea, aunque sea una horrenda mano de cartón sosteniendo una botella de alcohol sobre la hermosa silueta de las Canteras; viendo como Montevideo, una ciudad hermosísima, es cada vez más ajena para sus habitantes, cada vez más incapaces de decidir sobre los más mínimos aspectos de su cuidado, cada vez con menos en común con los espacios comunes.

Me preguntan si Montevideo está más sucia; sí, en todos los aspectos, y uno siente de inmediato esa pequeña punzada culposa de estarse lamentando por algo superficial, decorativo, burguesón. Uno se imagina a algún apoderado de la verdad arrugando la nariz e imitándonos con voz nasal diciendo "ay, qué horror, qué sucio que está todo", como si hubieramos bajado de una nube de marfil en polvo y descubriéramos el Uruguay. Pero por mí ese superego sofista -imaginario o real- se puede morir cagando: la pestilencia engendra pestilencia, los ámbitos comunes sucios generan relaciones sucias entre la gente, que deja de tener consciencia de la propia existencia de esos ámbitos comunes. La ciudad es, ante todo, la suma de la interacción de los ciudadanos; si esos carriles apestan es porque están enfermos, y sin dudas que es un problema que supera una mera administración municipal. Pero no hay peor problema que el que no es reconocido como tal, y aquí hay un problema serio: vivimos en una ciudad que nos cobra caro el no ser cuidada y cuyos espacios públicos no son sentidos como tales porque han dejado de serlo. Y esas son las cosas que hacen que uno empiece a odiar a su ciudad. A mí me gusta Montevideo, y prefiero odiar a otros, y ya es hora de hablar claro al respecto. Ya fue bastante tiempo de romance; basta de excusas. Limpien su mugre de una puta vez.

81 comentarios:

Walter Hego dijo...

Benito: Muy lúcido análisis. Estupenda entrada.

Ahora bien: concentrándome en el asunto de la asquerosa falta de higiene que padece Montevideo, y hablando no tanto de la responsabilidad de las instituciones y sus autoridades y jerarcas (asunto que sin duda conocés mucho mejor que yo, probablemente por haberle dedicado bastante más atención), sino de la de los simples montevideanos de a pie, creo que debería cargarse más las tintas y hacerse más hincapié en la responsabilidad de todos y cada uno de nosotros, los montevideanos, en tanto ciudadanos, porque creo que somos los principales culpables de que la mugre sea una realidad cada vez más omnipresente.

Y no me refiero sólo ni especialmente a "travestis, chorros, vándalos y desamparados", ni al "nuevo lumpenaje", que sin duda existen y sin duda contribuyen bastante a que nuestra ciudad esté en el penoso estado en que está. Estoy hablando de gente que dista de ser ninguna de esas cosas. Demasiados montevideanos que no están ni cerca de ser marginados están sin embargo enfermos de esa absoluta falta de conciencia cívica que los lleva a ensuciar los espacios públicos, haciendo cosas que ni se les cruzaría por la cabeza hacer en sus espacios privados.

No sé si nuestra enfermedad tiene cura, pero creo que habría que poner en práctica una campaña de educación muy en serio, la cuál debería empezar por tratar de hacer que los montevideanos tomáramos conciencia de nosotros mismos y nuestros actos, mostrarnos a los montevideanos cómo somos los montevideanos. Precisamos urgentemente que se nos plante ante la jeta un espejo.

benito dijo...

Sin dudas que la tendencia a la mugre propia de los montevideanos -pero no única, he visto demostraciones increíbles de desidia ciudadana en sitios tan disímiles como New York o Río de Janeiro- es parte intrínseca del problema. Cuesta imaginarse qué le pasa por la cabeza al pelotudo que quema un contenedor o a los graffiteros de edificios históricos. Hace poco vi caer (varios metros adelante mío, así que ni siquiera era un intento de agresión) una bolsa desde un piso alto de un edificio. Al pasar a su lado comprobé que estaba llena de mierda, pañales sucios y restos de comida. Me quedé pensando en qué clase de animal tiene uno que haberse convertido para arrojar una bolsa así por la ventana del frente de un edificio, a la calle. No, el Montevideano es increíble.

Pero esa conducta es inversamente proporcional al sentimiento de propiedad que se tiene con respecto a la ciudad, un ciudadano concientizado del valor del espacio público e identificado con él no lo degrada, y suele impedir su degradación. Es un tipo de conciencia cívica no del todo natural entre los latinos o los pueblos del mediterráneo, pero que puede ser estimulada mediante la concientización o el castigo desde los ámbitos de autoridad. En cambio la desidia evidente, la degradación de espacios emblemáticos, la degradación simbólica, opera exactamente en la dirección opuesta.

Yo recuerdo que durante la intendencia de TV, había una cierta militancia entre los frenteamplistas para tratar de respetar la ciudad (y había también un desinterés voluntario de los opositores en hacerlo), pero eso era claramente un interés político propagandístico. Sin embargo, durante la primer intendencia de Arana, que tuvo un efecto notorio sobre la imagen de la ciudad, me pareció notar una cierta concientización de que, estando la ciudad tan bien (o tan bien en comparación) era una cagada deteriorarla. Recuerdo que algunas propiedades públicas que eran eternas víctimas de los vándalos, comenzaron a ser relativamente respetadas.

Pero cuando vos tenés bustos decapitados, fuentes secas y llenas de tierra, cartelería pública graffiteada y edificios de cultura con olor a verga, es difícil decirle al tipo que está tirando su caja de cigarrillos al piso que camine una cuadra antes de hacerlo porque -en una de esas- hay una papelera, si no la quemaron.

Anónimo dijo...

Se me hace difícil recordar a quien voté en las municipales. Creo que al señor Burns, pero no estoy bien seguro si no voté al PI o a Erlich. Fue una elección sin mucho atractivo porque el resultado era visto. No había un candidato posible del FA que pudiera ni a propósito hacer perder la elección. Es digno de estudiarse, si no se ha hecho, el porque en las elecciones municipales no salta, de forma definida al menos, el voto castigo.
Incluso me acuerdo que en el último programa de Lanata antes de la elección hizo un debate entre los candidatos y puso una enorme foto de Erlich en la mesa y se dedicó durante varios minutos a ridiculizarlo por no haber querido ir a debatir con los otros. Los otros candidatos se cagaban de la risa pero ni siquiera con el fabuloso medio de automatización mental a favor, que es la televisión, pudieron emparejar la elección.

Erlich me cae bien, me cae tremendamente bien la llegada de gente de ciencia a la administración. Estoy podrido de escuchar gente que se las sabe todas y como el caso De posadas, decirte con absoluta franqueza que ante tal o cual circunstancia aplicaba las recetas del fondo monetario internacional, sin el menor remordimiento por no hacer el mínimo esfuerzo de adaptación o aportar valor a un modelo foráneo.
El científico es el tipo que te puede contestar un "No sé" para ponerse a averiguar como se hace en el siguiente instante. Y prefiero gente así. Me es difícil evaluar a Erlich porque la verdad, tiene un perfil bajísimo, pero tampoco hay que negar las evidencias. La mugre avanza. Es correcto pedirle a alguien que como medio de subsistencia se tiene que introducir en esos depósitos de miasmas urbanas, que sea ordenado y deje todo como estaba antes de tocarlo? Es una buena idea pero no funcionó, la realidad es evidente. En mi barrio cada volqueta es el centro de un basural. Y como decís los días de viento ves pasar un caudal importante de bolsas voladoras (parentesis: cuesta tanto prohibir las bolsas de materiales altamente persistentes? Es tan difícil, es un costo que hay que asumir le duela al que le duela, pero ya! hace como 15 años que se habla de esto).
En mi barrio hay más o menos tres o cuatro basurales por manzana, no porque los vecinos no comprendan el sistema y no sean limpios, sino por la existencia de gente que no tiene otro modo para vivir que transitar la ciudad y revolver esa basura para juntar unas chirolas al final del día.
A mi lo que me preocupa es que si vos decís que sos de Montevideo, una pregunta válida que te pueden hacer es si sos del sur o sos del norte. Porque ya no son los mismos montevideanos, pueden llegar a ser tan diferentes como un judío y un palestino. El slogan de "que paguen más los que más" tienen fue un rotundo fracaso porque tendió a hacer más obras a los que tienen más y pagaron más, para poder seguirles cobrando más y eso fracturó aun más la ciudad. La ciudad está enferma porque están enfermas sus células (nosotros). Y honestamente es mucho para Erlich o para cualquiera. Lo único que se le puede pedir es que no haga grandes cagadas, porque cuando menos creo que se trata de gente honesta. Y no es poco aunque no alcance.

Walter Hego dijo...

Benito: Es cierto, pero si ni vos ni yo mutilamos monumentos; ni secamos las fuentes y las llenamos de tierra; ni hacemos grafitos en los carteles públicos; ni meamos en los frentes de los edificios de cultura (y mucho menos en el interior de los mismos, salvo que lo hagamos en los baños públicos), tenemos todo el derecho a exigirle al tipo que se abstenga de tirar la caja de cigarrillos vacía al piso, aun si la papelera en la que podría arrojar el desperdicio está quemada o rota, ya que, en ese caso, lo único que cabe es que el pinta se meta la caja en el bolsillo, o en la mochila, o en el portafolios hasta encontrar otro recipiente adonde tirarla.

Lo penoso es que prácticamente a ningún montevideano se le ocurre la posibilidad de cargar un rato más con la cajilla hasta dar con una papelera (en el estado de conservación que sea).

Y un caso aparte son los imbéciles que lo hacen adrede, en desafío a vaya uno a saber qué mierda (que serán los menos, por cierto, pero que también los hay). Esos sí dan ganas de meterles su basura en el ojete.

Walter Hego dijo...

Robertö: Preguntás si "es correcto pedirle a alguien que como medio de subsistencia se tiene que introducir en esos depósitos de miasmas urbanas, que sea ordenado y deje todo como estaba antes de tocarlo".

La respuesta, como vos mismo diste a entender al agregar que "es una buena idea pero no funcionó", es que sí.

Pero fijate además que en el caso de los hurgadores, que es al que nos estamos refiriendo en este momento, ese ser ordenados y ese volver a dejar todo como lo encontraron, que en la formulación de tu pregunta parecen connotar una tarea engorrosa y ardua, es simplemente volver a meter en el contenedor los desperdicios que no se van a llevar. Me parece que no es ninguna exigencia desmedida.

Por otro lado, ¿estás seguro de que todos tus vecinos comprenden el sistema y son limpios? Acá en la parte Sur de Montevideo, donde vivo, veo todos los días a infinidad de ciudadanos que a todas luces no son hurgadores ni muchísimo menos, pero que sin embargo van regando la calle con todo tipo de desperdicios.

Insisto con que los montevideanos precisamos una campaña de educación cívica en serio,* la cuál quizá podría constar, grosso modo, de tres etapas: una de educación a secas; otra que agregaría la información de que está prevista la instauración de sanciones para los infractores; y una tercera en que, sin detener la parte educativa, las sanciones empezaran a aplicarse. Una cosa gradual, pero firme y en serio.


* Me refiero a educación cívica general, no sólo en lo relativo a la higiene. Porque el tránsito (tanto de vehículos como de peatones) y los ruidos molestos, por mencionar otros dos asuntos, también son áreas en que los montevideanos damos pena. Primero indignación, claro, pero cuando pasa un poco la indignación, pena.

Roberto Carlos dijo...

Benito:

Muy, muy bueno, el post.

La verdad desde hace un tiempo, (que coincide en parte con una pasantía que hice ahí), cada vez que pienso en la IMM lo que me surge fundamentalmente es una tremenda calentura. Calentura y luego un poco de tristeza.

Francamente no le puedo perdonar casi nada a esta administración.

En cuanto al tema de la basura, de las bolsas, de esa mugre que anda como volando por ahí esperando para caerte encima. Cada uno de los montevideanos tenemos algo de responsabilidad, pero no se si tanta como para sacarsela entonces la IMM. O sea, ta todo bien, somos mugrientos pero no tanto. Por poner un ejemplo, yo muchas veces tengo los bolsillos del saco o de la mochila llenos de boletos que no tiro ni en el bondi ni en la yeca. Supongo que tal vez no sea el montevideano promedio pero tampoco el único.

Ahora, el tema no es solo la mugre voladora, como vos decís están rotos los monumentos, están rotas las veredas, las calles, y bueno ya no se que más. Creo que de la vía pública lo que se salva es el alumbrado, que al menos por donde ando yo, en general estan en muy buenas condiciones.

En fin, esta administración con la colaboración de las anteriores ha sido una "mugre".

Más allá de lo específico, concuerdo contigo conque el estado de la ciudad es terrible.
Y pensando en lo que decís sobre como "...la pestilencia engendra pestilencia...", etc. Yo he pensado varias veces en eso, en cuanto a la ciudad y no le encontraba respuesta. No estaba seguro de que el estado de las veredas, las calles, etc., el estado físico de la ciudad influyera en nosotros, y bueno, luego nosotros en ella. Sin embargo ahora leyendo eso que vos ponés, me vino a la memoria algo que ví en la tele hace unos meses.

Era el programa de Aldo Sila, "Código País", (o era el de Sotelo ese?), bueh no se. La cosa es que estaba Aldo Silva con Alejandro Zavala el Secretario General de la IMM. Estaban tratando una serie de temas y llegaron al de los contenedores.
Ahí hablan de las bolsas rotas y la mugre que dejan muchas veces los hurgadores. Entonces, en un momento Zavala le dice algo así como "y bueno imaginemonos, ellos estan acostumbrados a eso. Para ellos es normal, porque bueno, en sus vidas diarias conviven de esa forma con la basura, etc, etc". Las palabras exactas no me acuerdo, pero la idea que queda es que como esas personas estan acostumbradas a tratar tan cercanamente con la basura, que es dificil en un principio que respeten la norma de no tirar basura en cualquier lado.
Entonces eso, que en aquel entonces me pareció de bastante sentido común, ahora lo asocio con el estado de la ciudad y su influencia en nosotros, y la relación me parece más o menos evidente. Si todos vivimos en una ciudad mugrienta, entonces seguramente también nos habituemos a la mugre, y probablemente cada vez miraremos menos las reglas de higiene. En el ejemplo de Zavala la relación causa-consecuencia me surgió inmediatamente. Con respecto a mi y la ciudad, me costo bastante más parece aceptar que eso era posible, pero hoy recordando esa entrevista me parece clarisimo.
Habría que ver si para Zavala es claro también, o si es tan o más lento que yo para este tipo de razonamientos.

Mirá, pasando a algo menos municipal,te tiro algo que me vino a la cabeza y es interesante y un poco gracioso incluso. Creo que es en la esquina de L.A. de Herrera y Cádiz, estoy 99% seguro que es esa esquina, que hay un Supermercadito. Uno de esos chiquitos, estilo de dueños familiares y bien del barrio nomás. Muchas veces el bondi en el que voy frena en una parada ahí. La cosa es que el Supermercadito tiene un muro en el costado hermosamente pintado con un fondo verdecito y su logo en en el centro. Esta regalado, ideal como para que lo caguen de inmediato con algún cartel o pintarrajeada estilo "Jose te amo yo". Sin embargo, el muro tiene algo más. Sobre un costado aparece escrita una leyenda. No es ni muy chica ni muy grande, digamos del tamaño suficiente como para que llame la atención y se lea. Dice así textual: "Demuestre su cultura cívica: No escriba leyendas en el muro". Faaa. La primera vez que lo leí dije, "ta,a este tipo le van pintar el muro ya. Ta muerto, otra que graffiti le van a hacer. Jackson Pollock un poroto" Sin embargo ahí ta el murito. Yo que se, suerte, educación,verguenza, una mano de pintura todas la mañanas tal vez. No se, pero la cosa es que el murito sigue ahí limpito, como si nada.

Saludos

k dijo...

Hola Benito, excelente post! No podría estar más de acuerdo.
De hecho me hizo acordar a una foto que saqué hace un par de meses(www.flickr.com/photos/alejandro_keller/3216224623) y que después de leerlo en cierta forma hasta se resignificó; ahora la veo con otros ojos, la desolación de esos tachos de basura a la deriva por la rambla, cual versión decadente de R2D2 o parientes lejanos de Wall-e que, desde luego, hace rato dejaron de funcionar. Saludos.

Anónimo dijo...

Los Centros Comunales realmente no sirven para nada y no es sólo por su fala de autonomía económica. No resuelven cuestiones mínimas porque no se les da la gana. Las plazas están llenas de jeringas, forros usados y mierda de perros. Llevar a un nene a jugar a una plaza es un riesgo porque se puede lastimar y agarrar cualquier peste. Los perros andan sueltos por la ciudad. Son un peligro por la trasmisión de enfermedades y porque pueden atacar a las personas pero no hay ningún control. Por el contrario, se han vuelto parte del pasaje habitual. Las playas se llenan de perros, algunos incluso los llevan los dueños a pesar de que hay carteles por todos lados de que está prohibido entrar perros a la playa. Los marineros tampoco los sacan. Mirá si van a molestarse. En Montevideo el perro es un ciudadano más.

No mencionás tampoco el tema de los accidentes de tránsito que se está volviendo cada vez más grave. No tengo idea si es porque los montevideanos manejan peor o porque estos ladrones invierten cada vez menos en el control del tránsito. Conociendo el panorama no me extrañaría que fuera esto último. Yo no se si es sólo un tema de mala gestión y de falta de responsabilidad de los funcionarios municipales (cada vez más una suerte de mafia) o también hay un problema de falta de inversión. De algún lado hay que sacar plata para la campaña de Mujica.

isma_mushotoku dijo...

Es una cagada si, como el vandalismo y la mugre han estropeado unos cuantos lugares. Personalemnte me parece que montevideo es una ciudad hermosa, cuando voy al trabajo en moto por la rambla siempre me maravillo con el paisaje.

También está el tema de la inseguridad que hace que uno esté con los ojos en la nuca por momentos, y que hace que uno disfrute menos la ciudad. Y no lo digo por el machaque de cabeza de lso medios, sino por las estadísticas que uno mismo lleva en relación a sus seres queridos y cercanos.

Otro gran problema son los limpiadores de vidrio en los semáforos, que cada dia parecen estar mas agresivos. un porcentaje relevante de ellos te limpian el vidrio a prepo y despues si no le das nada te patotean.

Lo de ADEOM una verguenza la verdad. Bueno no se si me fui un poco de tema, pero creo que todo esto hace al espacio citadino.

Saludos benito, muy buena entrada.

Walter Hego dijo...

Maru: Decís que el problema de los accidentes de tránsito es cada vez más grave, cosa que es verdad, y agregás: "No tengo idea si es porque los montevideanos manejan peor o porque estos ladrones invierten cada vez menos en el control del tránsito".

Si hablamos del tránsito, no nos olvidemos de los peatones. Los peatones montevideanos somos más ignorantes de las reglas de tránsito que los automovilistas, y lo poquito que sabemos de las mismas nos chupa un huevo (aun más que a quienes manejan vehículos). No tengo por qué suponer que vos ignorás que para caminar por una ciudad también deben respetarse ciertas normas, y probablemente sepas cuáles son y cumplas con las mismas, pero si es así, sos bastante excepcional.

Que se necesita más control y represión de las infracciones es verdad, pero si primero se invirtiera en una buena campaña de educación, es probable que la inversión que luego habría que hacer en control y represión fuera bastante menor que la que habría que hacer sin educación previa, ya que se precisaría controlar menos y habría menos infracciones que reprimir.

Stephanie Biscomb dijo...

Muy bueno el post. Realmente da para pensar, especialmente eso de que "...la pestilencia engendra pestilencia...".

Esto no tiene mucho que ver con nada, pero me vino a la cabeza por el comentario de Maru:

El otro día, volviendo de afuera, me paró la policía caminera justo en la entrada a la interbalnearia que va al aeropuerto. El señor me tuvo UNA HORA por reloj. UNA HORA. Me pidió la libreta de conducir, la del auto y después se puso a charlar. Y no paró hasta que, una hora después, me dice "¿Para qué te paré? ¿Tenés las luces prendidas? Ah, ta, entonces era un control. Chau."

Wtf? Quizás si no se tomaran una hora al día para charlar con quienes paran 'por control', podrían ser un poquitito más eficientes.

Anónimo dijo...

Rompo el silencio, es menester que se re-lea esto:

Entrevista a Ehrlich

Estuve a punto de hacer un top ten de las frases más surrealistas, pero desistí. No creo que Blogger me permita transcribir tantos sueños.

En lo personal, me quedo con este par de jóvenes promesas:

"vamos a largar una campaña de comunicación cuando la IMM se vea más plantada firmemente en la calle con el tema de la limpieza."

"¿cómo hace la población de Montevideo para defenderse frente a la acumulación de basura en las esquinas?

No puedo anticipar respuestas frente a distintos escenarios. Comuniqué a la población que el intendente asumirá plenamente la responsabilidad que tiene con las vecinas y vecinos de Montevideo."

Saludos.

Anónimo dijo...

tán preocupante como que después de 500 años se instale la figura del cuidaparques y de hecho es muy buena la analogía del maestro, me parece a mí la instauración de clínicas por parte de la intendencia, y ojo, me preocupa igual que al que más la justicia social y el tema de la salud me parece no menos que vital, pero es como que el ministerio de deporte tuviera policias porque bueno el tema de la seguridad viene bravo

creo que de todas maneras entiendo porque el fa las implementó y creo con algo mas que intuición que hay tanto intenciones electorales como de las buenas detrás de eso, pero son principios de competencia básicos, es decir si la intendencia fuera fenomenal en sus funciones primarias y arrojara superavits y los impuestos o tasas fueran normales, bien, vamo arriba ponemo 200 mango mas en la contribución y abrimos clínicas para ayudar a ciertos barrios que por supuesto que las necesitan, pero vamos la situación nunca fue siquiera similar y nunca dejo de parecerme una cosa desprolija, pero bueno tampoco es disonante a la burocracia y emparchamiento general del sistema estatal en cualquier rubro, a la carencia de idea de pais.

bueno nada mas

benito dijo...

robertö: no me cae mal Ehrlich, me parece impotente, un no-político desautorizado que simplemente cumple la representación de un partido -el MLN-MPP- al cual las cosas propias de una Intendencia le importan muy poco o le parecen muy superficiales. Como persona es -en juicio totalmente a priori- posiblemente el intendente frenteamplista que me cae mejor (además de ser el doppelganger de Engler), pero el que alguien me caiga bien o me parezca honesto no tiene nada que ver con que haga su trabajo, y creo que Ehrlich no ha hecho su trabajo, o al menos no el que yo quisiera que hiciera.

WH: sí, estoy de acuerdo conque esas conductas son de asombrosa brutalidad de particulares, pero también es multi-causal; es distinto el vandalismo por diversión del vandalismo por aprovechamiento, por rastrillo, y mientras que (me parece) el primero ha retrocedido un poco, el segundo ha crecido rampante y desvastado los lugares públicos. Pero aunque sean motivados por distintas causas, ambos tienen algo en común: la ausencia de miedo a las consecuencias de ese vandalismo. En la situación actual de criminalidad, esos delitos son considerados como irrelevantes, y generalmente son dejados pasar y hasta tolerados. Hace unos quince años un amigo mío, que en ese entonces era menor de edad, estaba borracho y no tuvo mejor idea que arrancar -por imbécil- el tubo de un teléfono público y llevárselo (un precursor del teléfono móvil). Fue visto por un vecino que lo denunció y se comió varios días de calabozo además de una serie de condicionantes bastante atemorizantes si reincidía, cosa que obviamente no hizo en el resto de su vida. Hoy en día no creo que se molestaran en llevarlo a la seleccional siquiera.

Maru: yo creo que el perro es un ciudadano más, qué le vamos a hacer, y uno muy poco respetado. Lo cual no me justifica el bajarlo a cagar en playas públicas ni nada por el estilo, pero también hay que reconocer que a veces los perros están un poco cercados de más, y son esenciales para que los ciudadanos no nos volvamos animales peligrosos.

Hay una cosa significativa en relación a lo de tu frase sobre "recaudar fondos para Mujica", y es que una de las fuerzas que militan en el MPP -y que recibió la visita de Mujica recientemente- fue la organización umbandista Atabaque, cuya titular -Susana Andrade- sostuvo hace poco una polémica en la que reivindicaba como un derecho de libertad religiosa no sólo el sacrificar animales en playas públicas, sino también el dejar allí los cadáveres como ofrendas. Una concepción ciudadana que me da más miedo que El Exorcista.

D.I.T: mi frase de que "la pestilencia engendra pestilencia" es algo de lo que estoy convencido a un nivel muy profundo. Viví en Nueva York en los tiempos de Bratton y soy un firme convencido de lo efectiva que es la doctrina de "tolerancia cero", algo que aquí se confunde con "mano dura" o "gatillo fácil" y que no tiene nada que ver, y que es -más que una política anti-delito una política de alcaldía-, el reconocer que la degradación de los espacios públicos fomenta la degradación de las costumbres y la interrelación social, y que la convivencia en la ciudad depende mucho del respeto a su aspecto, a los espacios públicos y los espacios entre las personas. Es el coincidir en que toda falta tiene que tener un castigo (que en esa doctrina casi nunca es cárcel -sólo por reincidencia o rebeldía- sino que es más bien trabajo comunitario, y un castigo que no implica que el castigado sea un delincuente) o una interrupción drástica. Sin dudas que es una teoría de ribetes represivos y que en malas manos puede ser muy mal usada o asfixiante (como aquí, que se le ha puesto en funcionamiento único y drástico en relación al cigarrillo), pero que creo que habría que tener como opción respecto a la relación de los montevideanos y su entorno común.

Anónimo dijo...

Walter, la incidencia de los vecinos en la generación de basurales en torno a los contenedores, es insignificante. Para mi el sistema funcionaría si no hubiera diferencias sociales y gente que tuviera que recurrir a meterse adentro o a vaciarlos desde afuera. Hace unos días llegaba a casa y dos tipos vaciaban un contenedor. Uno mantenía la puerta abierta y suministraba bolsas con papeles y el otro los iba analizando y los desparramaba en la vereda con absoluto desprecio. En el momento sentí un impulso bastante violento. Me contuve contemplando la posibilidad de explicarles que lo que hacían era una cagada. Por otra parte la actitud de los tipos era de clara provocación. Meterse era para problemas. Y me di cuenta que a algunos les podés explicar y pueden razonar y te pueden entender, otros pueden razonar pero no te van a entender nunca, otros te van a entender pero se lo van a pasar por las bolas y otros ni pueden razonar ni están en condiciones de entender nada. Y como dijeron ahí arriba no distinguen; para ellos un contenedor no es un elemento que forma parte del sistema sanitario de una sociedad, es más bien una oportunidad. Por que carajo tendrían que dejar ordenadas las inmundicias que nosotros dejamos ahí para que ellos se sirvan y consuman?? Si existiera un discurso convincente no me daría el rostro para pronunciárselos. Y si lo hiciera, mientras lo verbalizara, sentiría que me van creciendo monstruosamente las cejas.

benito dijo...

Coincido sensiblemente con el comment de robertö, pero hay una cosa que habría que tener en cuenta: los recicladores -la gran mayoría de los que revuelven y desparraman los contenedores, por más que haya almas en pena que lo hace para comer- son trabajadores. Y trabajadores muy despreciados y ninguneados pero que, a diferencia de varios trabajos no existentes (es decir que no tienen ninguna función productiva o social y que simplemente se han instalado como un innecesario peaje) como los acomodadores de autos o los que abren las puertas o los limpiadores de parabrisas, tienen una enorme utilidad -explotada y mal paga- pero indispensable. Si de alguna forma se les explicara esto (han habido intentos pero fueron boicoteados de varias partes) y se pudiera estructurar el seleccionado y reaprovechamiento de la basura en un ámbito más cómodo -y sin conflictos como de los que hablábamos- que los contenedores, se solucionaría el problema de higiene lógico y además se podría aprovechar más -por la simple selección tranquila y ordenada- su función.

No se ha querido hacer, por miedo o estupidez, por lo que se sigue haciendo de esta forma anti-higiénica que además produce accidentes de tráfico y somete a animales -los caballos- a esfuerzos despiadados. No es ni culpa puramente de los de los carritos ni de la IMM, sino de una sinergía de miedo, desidia y estupidez.

Por otra parte, todos podemos imaginarnos un ámbito en el cual nuestro trabajo -sea cual sea- produciría tantas incomodidades como para ser prohibido o reprimido en relación a las molestias y daños que produce (hasta el trabajo generalmente noble de traer al mundo a un bebé sería injustificable en la mesa de la cocina de una panadería, por ejemplo). Así que tampoco hay que tener tanta consciencia culposa: es un trabajo y un trabajo necesario, denle a esa gente dónde hacerlo y los que prefieran seguir haciéndolo en sitios donde su trabajo emporca la ciudad que se los prohiban y a quién no cumpla que se la ligue. Es así de fácil e improbable.

Anónimo dijo...

Ahí está. El comenterio de Benito enfoca un poco mejor a lo que apuntaba yo, acerca de la actividad de los recicladores. En realidad cuando yo dije "consumen" lo dije de forma amplia no refiriendome específicicamente a la minoría que puede entrar a alimentarse con lo que encuentra ahí adentro. El tema es que lo que hace que el contenedor sea una buena solución para un conjunto organizado de gente (basicamente la estanqueidad, o sea, la capacidad de aislar la mugre localmente del resto del barrio, es algo que perturba y hasta molesta a los recicladores. Para los tipos es una agresión que tengan que abrir puertas (noto que la tendencia es a arrancar y quemar las puertas de modo que el contenedor pase a ser una volqueta). Ahí adentro los tipos tienen que arremangarse, contener la respiración y explorar buscando los materiales que les sean útiles. Pregunta: si cualquiera de ustedes lo hiciera, no pensaría que si el contenedor no tiene puertas esta mejor ventilado y hiede menos? los tipos necesariamente deben pensar así. Lo otro es que para encontrar vidrio, cartón o papel tienen que eludir mierda antigua mezclada con pañales, objetos cortantes, supongo que debe ser común abrirse una mano con una lata abierta de conservas, etc. Me resulta natural que un tipo que tiene que revolverse de esa manera para obtener un beneficio económico se sienta molesto y busque transformar la situación para su mejor comodidad. Por ejemplo, tirar para afuera los pañales llenos de mierda de entrada para no tener que eludirlos a cada rato en su fase de exploración. Etc. Los tipos están mandando el mensaje de que los contenedores no son solución para ellos (y ellos son tan montevideanos como los que no usamos los contenedores para vivir de ellos, sino para depositar nuestros residuos). La solución es mala. El contenedor no debiera ser manipulable. Lo que ocurre es que la separación de la basura en bolsas de diferentes colores fue un plan que acá fracasó desde su concepción. Hay que ponerle más seso, porque es la forma en que los tipos revuelvan solo en lo que pueden aprovechar y no someterlos a la humillación de navegar entre la mierda. Eso genera odios. Por ejemplo, yo puedo caminar una cuadra más a dejar determinado tipo de residuo a cambio si eso me garantiza que nadie se va a meter a buscar nada en los de otro tipo de residuo.
A propósito, tengo una caja de pilas gastadas acumuladas durante años porque no encuentro un puto contenedor específico para meterlas. El mensaje es que hay que tirar las pilas en los arroyos? vamos bien!

Anónimo dijo...

Benito, yo no estoy en contra de que los perros voten, y menos si consideramos el actual perfil de los candidatos a la presidencia. Pero si van a tener derechos ciudadanos entonces que también asuman resposnabilidades y se bañen y se vacunen y usen baños no anden dejando su mierda y sus pulgas por las plazas.

Walter, es claro que hay responsabilidades por todos lados y los peatones son un desastre. Pero en este caso la mayor responsabilidad es del Estado que no cumple bien sus funciones con respecto al tránsito como en el caso de la basura, que me pasa exactamente lo mismo que a Roberto cada vez que veo saltar a uno de un contenedor. Yo destesto los contenedores. Son feos, tienen mal olor, y si fueran una buena decisión no estaríamos acá discutiendo todos los problemas que causan para la convivencia. Coincido con Benito en que el entorno afecta las relaciones sociales y hoy estamos ante un círculo vicioso. Se necesitan políticas de control, políticas de reciclado de la basura y políticas de educación para todos: peatones, conductores, chanchos coimeros, gente que tira basura, recicladores, etc. Pero con este intendente y con cualquier otro del MPP que tiene una limitación ideológica para dar solución a estos problemas porque creen que es necesario socializar la pobreza y que esto son cosas de burgueses no vamos a llegar a ningún lado. Tampoco con este nivel de funcionarios municipales. Se necesita una gestión eficiente. Justamente hoy Macri en Buenos Aires está tomando medidas para solucionar estos problemas: están sacando los indigentes de las plazas, los llevan a sitios donde pueden pasar la noche y bañarse. Más allá de que ideológicamente no estoy con este tipo, yo votaría a alguien que sea capaz de tomar decisiones para resolver estos problemas. No puede ser que las plazas sean copadas por indigentes y que no se les de solución a las plazas y a los indigentes. Hace tiempo que en Buenos Aires se enrejan varias plazas que quedan cerradas a la noche, ya desde la gestión anterior. Lo mismo hacen en varios casos separando sitios para perros de sitios para nenes, con rejas para unos y otros. Son cuestiones mínimas, que no requieren mucho gasto, ni mucha inteligencia, pero evidentemente no les da ni para eso. La verdad, Roberto, es que será científico y tendrá sus títulos que darán fe de que el señor es muy inteligente pero manejar la intendencia es un retardado.

Javier dijo...

Parece que lo hubiera escrito yo, incluyendo el voto en blanco.
Un par de discrepancias:

1-"privilegiando el acceso de las mismas a condiciones dignas de higiene antes que lo ornamentalmente superfluo, como puede ser el cuidado del aspecto de la ciudad -que es, sin embargo, un cometido más específicamente municipal que las políticas sociales-"

Comentario: no es cometido de la IMM las políticas sociales. Lo de las policlínicas y políticas sociales no le corresponde a la IMM. Para eso hay ministerios e instituciones del gobierno centrales

2-El gobierno de Erlich, a quien aborrezco sin concerlo personalmente, no podrá ser tan malo como el de Arana (aquien aborrezco por conocerlo personal y profesionalmente) salvo que sea reelecto. A Tabaré no le dió el tiempo para llegar a perfeccionar el desastre que armó, así que se salva.
El Arquitecto se llevará el trofeo del peor intendente de la historia, porque a esta alturaya hay que tener cierta edad para acordarse de Elizalde.

benito dijo...

Bueno, yo señalo justamente que las políticas sociales no son -más que en algunos aspectos relacionados con el saneamiento y lo ambiental (que son aspectos directamente "sociales" tal como se entiende el término)- cometido de las intendencias, pero -como me pasa con el Teletón- a falta de una respuesta del gobierno central, no me parece mal que la IMM haya respondido en aspectos tan necesarios como el de las policlínicas. En este momento, con sintonía partidaria (aparente) entre la IMM y el gobierno central, no tiene sentido que la intendencia derive fondos en ese sentido que le correspondería al MSP, pero realmente no tengo idea de qué han hecho. Teniendo en cuenta lo sólidas y permanentes que se vuelven los recursos de emergencia, no me extrañaría que la chacra de las policlínicas siga bajo el control de la IMM (me da pereza buscarlo ahora en la web).

Tal como digo en el post, diferencio mucho entre la primer y la segunda intendencia de Arana. Creo sinceramente que, con fallos y algún horror eventual, fue la que más se preocupó por la ciudad en su aspecto físico y, de haber conseguido llevar a cabo algunos de sus proyectos -especialmente los de revitalización del Centro-, hubiera sido una excelente administración.

Sobre la segunda no digo nada más que hay algo muy, muy malo en un sistema legal que no castiga -ya sea penalmente o patrimonialmente- a gente que cometa negligencias tan costosas y abominables como el convenio con ADEOM y su posterior denuncia. Esas cosas no pueden quedar impunes, es algo que vale la pena pensar durante este año, en el cual seguiremos pagando los enormes impuestos municipales pero a cambio de muchos menos servicios, gracias al arreglo (cada vez que leo algo resulta ser más caro, ahora estaba por los 20 millones de dólares) con ADEOM.

benito dijo...

robertö: de cualquier forma me parece válido el sistema de contendores a pesar de sus fallas. Para gente tan indisciplinada como los montevideanos que no viven en edificios (donde la basura se acumula extra-horariamente en el depósito del ducto), ha solucionado problemas serios de higiene producidos por las bolsas de basura en espera (o estrelladas en diversos lugares).

No sé hasta que punto les ha realmente complicado la vida a los recicladores/recolectores la existencia de estos contendores. Yo creo que más allá de reacciones primarias de fastidio, el contendor sigue siendo una facilidad de acumulación extra-horaria que sin ser la ideal, es más bien mejor que la anarquía voluntariosa original.

Por supuesto que impresiona mucho ver a un niño metido en esos contendores revolviendo bolsas llenas de comida podrida, yerba usada y tampones sucios, pero no creo que sea una miseria nueva, sino re-localizada. Ya dije lo que pensaba sobre el trabajo de recolección y reciclado -un trabajo digno aunque sucio- y dónde debería ser hecho (en lugares con comodidades para lo mismo, luz y coordinación), pero en vista de lo que hay, los contenedores no me parecen lo peor, de hecho creo que siguen siendo una cosa buena y no tan distinta de los sistemas de recolección que conocí en ciudades del primer mundo.

Maru: En Montevideo hay muchos perros y muchos dueños irresponsables, pero también se ha creado una fobia excesiva hacia ellos por parte de la gente que no quiere a dichos animalitos. Por de pronto, las pulgas no son más de los perros que los mosquitos de los humanos, y el bañarlos no los mantiene más que eventualmente a salvo de las mismas (y no afecta el habitat de estas, que es, bueno, cualquier partes), además de que bañar muy seguido a un perro es algo cruel.

Yo estoy de acuerdo con que hay lugares a los que los perros no deben entrar, lugares en los que no pueden cagar, animales muy territoriales que no pueden estar sueltos, y sobre todo gente que no debería tener perros. Pero hay también una fobia excesiva, alimentada por casos muy puntuales de ataque en los cuales muchas veces -diría la mayoría- la culpa del mismo es del atacado y no del perro, que le ha hecho creer a muchos ciudadanos que algunas situaciones caninas deberían prohibirse cuando son de lo más normales y sanas.

benito dijo...

Con respecto a las plazas y los indigentes: es algo habitual que la gente sin casa -los homeless- habiten los espacios públicos, ya que no tienen muchas opciones (aunque los estados suelen generar lugares temporarios dónde ellos puedan residir), incluso en el coqueto Central Park había -al menos hasta hace diez años- un sinnúmero de vagabundos viviendo debajo de sus puentes y en otros lugares resguardados. Pero esto era tolerado bajo algunas reglas, y, por de pronto, no había rastos visibles durante el día de que hubiera gente que pernoctara en los parques. Es algo muy distinto a ver, como suelo hacerlo, a una zona de arbustos del Parque Rodó cercada por toda clase de objetos y toldos, y la vegetación quemada por las cocinas improvisadas debajo de la misma. O a la glorieta junto al Defensor-Sporting con sus columnas convertidas en tendedero de ropa (y la fuente en bañera). Eso es todo lo triste y pobre que quieran, pero también es una privatización de hecho de algo que es propiedad de todos. Por muy poca escuela que se tenga, el más elemental sentido común y social les tendría que indicar que es un abuso y un despropósito, así que no me jode si los sacan del orto.

Anónimo dijo...

No tengo nada personal contra los perros. Lo que me molesta es que los espacios públicos no presenten alternativas para perros y por eso los perros terminen haciendo caca en la plaza donde juegan los nenes. Tampoco creo que el problema sean sólo los indigentes que copan las plazas. También encontrás jeringas y forros usados que son un peligro sobre todo para los nenes chiquitos. Y dudo que los indigentes usen forros o jeringas. El problema es que no hay un control mínimo de los espacios públicos. Y lo que es un hecho es que para esta gestión municipal no son una prioridad. Yo no digo que haya que gastar fortunas en la ciudad cuando hay otras necesidades sociales más urgentes (como el extremo de Arocena que compró sillas de lujo para el Paraninfo cuando hay varias facultades que se caen a pedazos y los alumnos se amontonan en las aulas) pero esta gestión municipal se pasó para el otro lado. No invierten un peso en mantener la ciudad.

El gaucho insufrible dijo...

Roberto, le estás errando al enfoque.

Lo básico es que ninguna ciudad en el mundo tiene como ideal o como objetivo que halla recicladores que se metan dentro de los contenedores.

Lo normal es que para reciclar la basura esta se recolecte y se lleve a una planta en donde es clasificada (y estoy pensando por ejemplo los sistemas de los países nórdicos y no en Montevideo).

Lamentablemente la degradada situación social lleva a mucha gente a trabajar reciclando, pero esto no es un problema de la IMM., es un problema del estado (aunque todos sean Montevideanos).

Entiendo yo, que desde el punto vista de la intendencia como responsable de la recolección, el hecho de que alguien revuelva la basura y ensucie mas la calle es algo que está mal y que hay que evitar, siendo irrelevante (por lo menos para la IMM como gestora de la recolección) la situación personal que lleva a una persona a revolver los contenedores.

Creo que no es nuevo los problemas filosófico/prácticos que tiene la izquierda cuando gobierna y no sabe cuando ser estricta.

En éste caso la IMM es muy permisiva y piensa, “uy que cagada como los pobres revuelven la basura y tiran todo por ahí, pero pobre gente, no tienen trabajo y educación es lo único que pueden hacer, y nosotros encima les complicamos la vida con los contenedores”.

Al no evitar que se hurgue en los contenedores lo único que se logra es que se baje el listón y que todo el mundo se acostumbre un poco más a la suciedad (las semejanzas con los problemas del bajo nivel educativo son solo casualidad)

Vuelvo a repetir que es irrelevante el nivel de frustración que puede tener un hurgador de basura cuando se encuentra con un pañal cagado, o que en el contenedor halla mucho calor con la tapa cerrada o que no está diseñado para hurgadores. Y no vengamos con que adoptamos diseños “foráneos” – los contenedores son originarios de Barcelona – que no se adaptan a nuestra idiosincrasia, porque es una tontería pensar en contenedores de basura diseñados para facilitar que alguien se meta dentro.

Resumiendo doy mi apoyo a tolerancia cero y una planta de reciclado donde el que quiera `pueda ir a "trabajar".

Como primicia te adelanto que éste año se ha promocionado una nueva versión del contenedor que implementa un par de mejoras como que hagan menos ruido cuando se cierran o que permitan a un minusválido poder abrir el contenedor para tirar la basura.

benito dijo...

Pero además el criticar a los contenedores plantea, por de pronto, una pregunta: ¿Qué otro sistema se podría usar? ¿se quiere volver al sistema anterior de la bolsa en la calle, a la hora en la que le parezca al vecino y frecuentemente también reventada por los hurgadores o por futbolistas espontáneos? Me parece un horror. Por otra parte, no sé si para el hurgador es realmente tanto peor el sistema actual; de hecho concentra mucho más los puntos de depósito de basura (en lugar de recorrer toda una manzana va a un sólo punto) y le da la misma libertad de horarios que tiene el vecino. No sé si hay estudios, pero no me extrañaría que los beneficios de los hurgadores hayan subido (el negocio del reciclado produce mucho dinero, pero por desgracia el mismo queda en manos de intermediarios y no de quienes examinan y discriminan la basura).

Supuestamente el desparramo de basura está prohibido y estaría (supuestamente) siendo reprimido por la IMM y el Ministerio del Interior, pero la consciencia culposa y de tolerancia mal entendida respecto a esto no creo que le haga bien a nadie, y termina siendo un punto medio más bien degradante e insatisfactorio en general.

Javier dijo...

Lincoln Maiztegui tampoco está conforme con la IMM...

http://www.observa.com.uy/codigo_comun/imprimir.asp?id=535450

Anónimo dijo...

Me gustó pila la forma como encaraste el tema:
el desgaste de frente en el gobierno municipal y la decadencia de Montevideo.
No sé si tienen relación uno con otro, las ciudades son construcciones del inconciente colectivo y creo q la decadencia de mdeo se relaciona con la idea q uruguay no tiene un proyecto de futuro y está como a la espera de algo. Lo único que avanza es la planchización de la sociedad.
El gobierno del frente en la imm debería terminar, no da para más. Tenemos en todas las intendencias del pais una bruta estructura burocrática y un sistema electoral q protege y ampara esa estructura. Como en Brasil, deberíamos hacer una re ingeniería territorial y tener 200 municipios en lugar de 19, habría menos empleados municipales, tributos mas bajos y un control socal estricto de los electos. Bah creo...capaz q no, pero sí sería más justo: capaz q los paisanos son más vivos para administrar los recursos q un burócrata q está a 120 km del lugar de racudación.

Ama-gi dijo...

Excelente entrada. La mejor en un tiempo ya. No tengo nada más para agregar. Pero quiero hacer unas reflexiones en forma de preguntas sobre las posibilidades del centro como lugar comercial, que evidentemente todavía las tiene, y en particular de las galerías porque me vino a la mente lo que mencionás sobre la competencia desleal del comercio callejero. ¿Es imposible meter a todos esos comerciantes en las galerías? No creo que los alquileres de galerías desiertas estén muy caros y se podrían hacer excepciones con las tranzas burocráticas de siempre. La segunda pregunta que me hago es como es que llegó a funcionar tan bien esa excepción que es la Galería del Virrey. Los locales están todos ocupados, prolijos, y concurridos. Es raro.

benito dijo...

Javier: El ensañamiento de Maiztegui con Arana -del que recuerdo columnas en su momento- parece ser más que nada de índole personal y profunda antipatía (lo cual no es de extrañarse teniendo en cuenta cierta tendencia al desplante de Arana). Pero no me convence su resumen de igualar los dos gobiernos de este, y el tema de los carritos -que suele indignar más que nada a la derecha- está relacionado con lo que hablábamos más arriba, y entraña algo que a mí me incomoda un poco: la concepción del transporte equino como algo que debe estar necesariamente prohibido. Algo que puedo coincidir en relación a las condiciones de los caballos de los carritos, pero nada más.

Anónimo: bueno, por ahí hay otro de los puntos; no es saludable que ningún partido o fuerza política gobierne un cuarto de siglo nada, tiene que haber una cierta rotación aunque sea para desprender vicios quitinizados por el tiempo o para devolver ímpetu a la fuerza derrotada. En este momento el FA gobierna Montevideo para sí mismo y para los empleados de la IMM, no creo que por maldad sino por ese autismo que da el exceso de seguridad. Habiendo votado toda mí vida a la izquierda, creo que es el momento de que la derecha o el centro (la derecha no asumida) -o un partido nuevo- gobierne Montevideo. Aunque más no sea para barrer las telarañas.

No me convence mucho el sistema brasileño. Tengo la sensación de que en manos uruguayas empeoaría aún más los defectos burocráticos. Si me parece un despropósito la cantidad de intendencias, pero andá a arreglar eso.

Ama-Gi: la re-habilitación de las galerías (en cierta forma se ha dado un poco) dependería de una política de auténtica depuración de las veredas -al menos de los productos directamente competitivos- y no creo que las galerías, abandonadas como paseo por las familias, tienten mucho a los informales a pesar de sus comodidades. Antes que nada -y esto es más bien responsabilidad del Ministerio del Interior- la rehabilitación comercial del Centro pasa por la depuración del lumpen delincuente que se instaló en cada una de sus esquinas y en todas sus calles paralelas. Mientras no se barra eso el invertir en una galería es una patriada que ningún vendedor está dispuesto a hacer, no tanto por el riesgo de asalto, sino por la ausencia del cliente ideal, totalmente cooptado por los shoppings.

¿Es esto inevitable, un signo de los tiempos? No, las pelotas; ahí nomás está Buenos Aires probando que no, con sus calles comerciales del centro llenas de clientes y establecidas como un centro de atractivo comercial. Pero la IMM de TV mató a buena parte de los comerciantes del centro entregándole la calle comercial por excelencia a los informales (algo que se ha ido corrigiendo con el tiempo, pero que causó la emigración de la mayoría de los comercios de buena calidad y el cierre de otros tantos). Esto fue un crimen demagógico que me extraña que no haya producido una andanada de juicios económicos.

Las galerías hoy no están vacías pero están degradadas en cuanto a calidad de oferta, lo cual ha alejado a buena parte de los clientes de mayor poder adquisitivo. Sin embargo todavía en algunos ramos subsiste una oferta más variada y económica que en la homogeneidad irritante de los shoppings (por ejemplo, hoy en día es casi imposible comprarse unos championes que no parezcan dignos de un fan de la NBA en un shopping), y no pocas veces buenos precios.

La subsistencia de la Galería del Virrey se debe al simple hecho de que ocupa un lugar que existe en todos los centros comerciales de las ciudades y que no puede ser reemplazado por un shopping, es decir el de una oferta directamente orientada a los jóvenes, que concentre tanto su demanda específica como su producción y que, eventualmente, se convierta en un centro de reunión e intercambio. Pero acá apenas subsiste, sin que se genere nada similar a espacios como la Bond Street de B.A. o las Grandes Galerías de Sao Paulo, y en el caso de La Madrileña el experimento fracasó rotundamente.

El motivo es para mí sencillísimo; el centro es territorio tomado y hostil, y ni la IMM ni el Ministerio del Interior tiene la más puta idea de qué hacer al respecto, permitiendo la existencia de un gran número de santuarios delictivos (edificios tomados que sirven como refugio de rastrillos, punteros de pasta, prostíbulos, etc.) y siendo totalmente inefectivos para sacarlos de la calle. Yo pienso por ejemplo que mis sobrinos podrían divertirse mucho en un ambiente de cultura juvenil (por más chota y comercial que sea) como la Bond Street, pero hoy en día yo preferiría que no pisaran el centro ni para visitar el Mausoleo de Artigas (rodeado por una de las zonas más peligrosas de Montevideo, dicho sea de paso, a pesar de ser centro de tránsito de turistas, trabajadores, etc.).

El otro día pensaba algo así luego de asistir como un chorro particularmente repugnante le robaba de un tirón el bolso a un veterano que acaba de salir de un restaurante en San José a la altura de Convención. El choreo fue a las cinco de la tarde, con gente por todos lados y el malandra fue aprehendido a las pocas cuadras porque -de pedo, porque esa zona no es patrullada- pasaba un furgón de la cana. Mientras miraba escuché como otros dos rastrillos se arrepentían -al fer el furgón- de su intención de hurtar a una señora que contemplaba el hecho. A las cinco de la tarde, en San José y Convención, repito. Y la indignación del robado competía con la del mozo del restaurante, no por empatía sino por la simple constatación de que el sitio donde trabajaba ya no era seguro para sus clientes.

Media hora más tarde contemplaba como por la puerta del Shopping Punta Carretas, decenas de mujeres con billeteras rebosantes a punto de caérseles de las carteras, caminaban tranquilas. Porque ese sitio -sea por servicios de seguridad privados (que no he visto), política diferencial de la policía o simple eliminación de centros de refugio y huída- está cuidado, no es territorio liberado como el centro.

Al otro día vi al mismo chorro que habían capturado in fraganti, deambulando por las mismas calles donde el día anterior había sido capturado. Se dio cuenta que lo estaba mirando y me dijo "qué mirás, puto", y siguió felizmente impune, esperando encontrarse con algún otro anciano o mujer desprevenido.

Ese es el problema del Centro, el Ñato no exageraba al decir que un anciano no puede caminar tranquilo por 18 de julio, todo el mundo lo sabe y nadie quiere hacer una mierda.

Walter Hego dijo...

Otra observación acerca de los contenedores: los hurgadores revuelven y muchas veces no vuelven a meter lo que no se van a llevar, es cierto. Y los vándalos los tienen en un estado deplorable, también es verdad. Pero ¿y los vecinos?

En la esquina de mi casa, en Andes y Canleones, hay uno cuya tapa no baja sola al soltarla o sacar el pie del pedal con que se la levanta. Incluso creo que hay que abrirla a mano, ya que el mecanismo de apertura fue roto hace tiempo. El contenedor, si no se termina de bajar la tapa a mano, queda abierto o semiabierto. Y cada vez que paso por ahí tengo que tomarme el trabajo de hacer un poquito de fuerza (apenas, no demasiada) para que el recipiente vuelva a quedar, si no hermético, al menos razonablemente cerrado, porque nadie lo hace después de usarlo. Y digo nadie, ni los hurgadores tras revolver y sacar los desperdicios, ni los vecinos de la zona tras arrojarlos (vecinos que tienen trabajos más gratificantes -o al menos mejor remunerados y menos penosos- que los de los hurgadores, pero son tan lastimosa e indignantemente montevideanos como aquéllos). Y lo peor, me parece, es que en la inmensa mayoría de los casos no se trata de que no lo hagan porque prefieran ahorrarse el "esfuerzo", sino porque, sencillamente, no se les cruza por la cabeza la posibilidad de hacerlo.

Lo que mata, en este asunto como en tantos otros, es nuestra deplorable montevideanez.

mvc dijo...

Gran post Benito. Una mugre de ciudad si. Mucho papel, mucho volante, muchisimo nylon, mucha mala educación y conciencia civica. Muy poca voluntad de todas las partes involucradas. ¿Sabian que en Bangla Desh las bolsas de nylon estan prohibidas? ¿Que habria que hacer aca para que eso pase?

Anónimo dijo...

Old Boy y Benito: me parece que no estamos en desacuerdo alguno. Yo pienso que los contenedores son un relativo avance, fueron un gran avance hasta que el caos le encontró la vuelta.
Mi critica es que si implantás un sistema le pongas media neurona para adaptarlo a tu realidad. Me importa poco de quien es la culpa, sea el estado o la teoría de Darwin, vos como administrador tenés que tener en cuenta eso y no decir que no es asunto tuyo que la gente coma basura y ensucie. Echarle la culpa al estado suena a como que uno no tiene absolutamente nada que ver. Y colectivamente creo que eso no es verdad.

Roberto Carlos dijo...

Buenas, sobre el tema del centro quisiera comentar algunas cosas que se me ocurren.

Me parece que el quilombo que hay en el centro, en cuanto a la delincuencia en particular, es parte de algo que va más alla del "centro" en particular.

Creo, que la tugurización, la delincuencia, y al abandono creciente, que cada día se hacen más patentes allí, sucede también en otras zonas, en otros barrios de Montevideo. Por ejemplo el Cerro, que si bien el fenómeno no es el mismo, hasta fines de los 70´ comienzos de los 80' fué un barrio obrero/industrial paradigmático, y hoy es cada vez más parecido al "Far West".

Pero bueno, en definitiva, me parece que la pobreza ha ido creciendo, y obviamente los gobiernos no han sabido que hacer con ella (no es novedad), y por lo tanto algo de lo que ha sucedido es que las personas que han caído en ella, o más grave aún, han nacido en ella, han tomado los espacios que podían, que estaban a la mano.
A la par de esto, quienes poseen más recursos se han movido a otras zonas, concentrandose sobre todo sobre la costa.
Punta Carretas es "El ejemplo" de zona donde se han concentrado las personas con más recursos (si mal no recuerdo en la pagina de la IMM hay info estadística de la distribución del ingreso según zonal, y chequear esto), y creo que por eso allí las señoras pueden ir al shopping tranquilas digamos.
Parto de esto: La mayoría de los robos que se producen en una zona, son perpetrados por personas que viven en esa misma zona. Porque conocen como moverse, como se mueven los demas, porque tienen donde refugiarse, etc. Entonces es lógico hasta cierto punto que en Punta Carreta no se afane tanto, aunque se mueva más dinero a la salida del shopping, que afuera de un comercio del centro. Si no hay un lugar para esconderse relativamente cerca, afanar no es tan fácil. En Puta Carretas por ejemplo, no se me ocurre cuantas cuadras tendría que correr alguien que robe en la puerta del Shoppinga antes de lograr esconderse, pero creo que son un monton ya que no recuerdo ningun tugurio en esa zona util para este motivo

O sea, yo creo que el tema no es tanto que Punta Carretas en sí esté mucho más cuidada que otras zonas, sino que en realidad me parece que la cantidad de malandros o personas que potencialmente podrían llegar a afanar ahí son muchísimo menores que en el Centro. Porque este combina, gente que habita allí y que no tiene un mango ni educación y entonces afana para vivir (obviamente tb hay chorros de guita, pero no es el caso), y gente que va a trabajar o que tiene ahí su casa y que es suceptible de ser robada, porque tiene un poco o mucho más dinero que los primeros. Creo que esto es lo que hace al Centro una zona tan jodida. Allí todavía se cruzan personas de recursos bajos, medios y altos. En Punta Carretas en cambio predomina sobre todo las personas de alto poder adquisitivo.
Pienso que el Centro y la Ciudad Vieja probablemente por ser lugares turísticos, donde además se concentra la actividad financiera, y toda una serie de emprendimientos privados, seguirán teniendo esta caratecterística de mixtura. Con otras zonas, lo que pasa es que quedan "empodrecidas" o "enriquecidas", y francamente me parece que es tan o más espantoso que lo que pasa en este caso. Porque entonces queda una ciudad partida en dos "Guetos" por un lado y zonas residenciales por otros. A mi por ejemplo me parece clarísimo si pensamos en como es hasta esteticamente caminar por Punta Carretas o Pocitos, y caminar por un barrio periferico o el Centro. Parecen dos ciudades distintas.

Resumiendo me parece que el tema no se reduce una o dos razones concretas, como la falta de presencia policial o los "escondites", por ejemplo, sino que es parte de algo más grande que esos dos factores y que abraca más partes de Montevideo que el Centro, y que tiene mucho que ver con como se ha reacomodado la gente dentro de la ciudad. Como ha ido migrando, en donde ha desaparecido la clase media, y yo que se cuantas cosas más. Una de las claves quizás sea, la forma en que ha crecido la pobreza y la falta de políticas eficaces para reencausar a quienes viven en ella. Trasciende a la IMM y al Ministerio del Interior,que es están en falta, pero pienso que incluso si trabajaran bien no lo podrían resolver. La IMM que podría hacer?, clausurar los edificios. El Ministerio? meter más chorros presos. Comparto 100% estas dos cosas. Pero de todos modos no resuelve todo el problema. No podemos clausurar edificios infinitamente, ni encarcelar indefinidamente.

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Yo creo que la falta de conciencia ciudadana vinculada a los malos hábitos higiénicos es difícil cambiarla en un país que fue creado y se ha desarrollado robando, tomando prestado y cediendo a elementos foráneos, intentando hacer un patchwork estético/artístico/social. Es imposible pedir que la gente se sienta identificada con un país en donde casi todo lo que hay en plano urbanístico/arquitectónico ha sido injertado sin mucha noción de las particularidades de la vida ciudadana, generalmente siendo el impulso de diez o quince tipos con algunas ideas y guita. Ejemplos hay muchos, como por ejemplo la gran verga espejada de la Aguada, el titánico mausoleo de Artigas (con esos fosos que invitan a matarse los niños, por más que se hayan avivado en ponerle red), barrios enteros cuya vida es morfada por algún edificio estatal, o, sin ir más lejos, el flameante diamantis plaza, expandiendo la vida hotelera a esos lujosos nichos de cristal.
Reclamar algo que contemple "lo uruguayo", es un comentario que me da un poco de miedo, haciéndome acordar al realismo socialista y cosas por el estilo, pero para tener cierta conciencia cívica habría que empezar a construir las cosas desde Uruguay, y no estar viviendo en las quimeras de veinte tipos con mucha guita en el bolsillo.

benito dijo...

Agustín: la atrocidad edilicia y la incoherencia arquitectónica es algo a lo que de hecho me he resignado desde hace tiempo; soy pocitense y he visto como casas y hasta cuadras hermosísimas fueron sustituídas por edificios peores que los de project de Leningrado, pero a precio de palacio. E incluso opciones arquitectónicamente más conservadoras (o "preservadoras") como los reciclajes, han sido llevadas adelante con tanta imbecilidad, falta de regulación y pésimo gusto que hacen querer dinamitar la conocida facultad de Bulevar y Bulevar. Pero a estas alturas me parece un mal menor, más allá del absurdo de seguir ampliando la ciudad en lugar de recapturar zonas de buena infraestructura de servicios que se han degradado por simple desidia e falta de ejecución.

El Maik: en realidad estoy de acuerdo con todo lo que planteas sobre la delincuencia por proximidad -la gran aparición de la figura purulenta del "rastrillo"- y lo tenía presente al escribir lo anterior. A eso iba un poco en relación a la proliferación de espacios tomados; puede sonar muy clasista y tal vez lo sea, pero no podés integrar barrios con elementos que no quieren integrarse o que tienen una relación parasitaria-confrontativa con lo que tienen alrededor. Vos no podés -como IMM o como gobierno en general- que se produzcan fenómenos como el de la ex mutualista de Bvar. Artigas y Maldonado, abandonada, si dueños que la reclamen y totalmente tomada desde hace años por malandras tan impunes que han llegado a asaltar a la misma estudiante de arquitectura tres veces en el mismo mes. Ni en la época en las noches de Bvar. eran propiedad de las putas y los travestis se vio una situación tan enferma, en dónde cada vez que un juez autoriza una inspección se encuentran decenas de objetos robados a las casas vecinas. De un barrio residencial y con pago de altísimas contribuciones inmobiliarias, que se encuentra de prontocon que tienen unos vecinos que -no sólo no tienen que hacerse cargo de las obligaciones de todos (contribución, UTE, primaria, OSE y demás servicios de los que están colgados)- sino que además establecen una base operativa de robo a pequeña escala del barrio. Por ejemplo, uno de los habitantes de esa mutualista tomada tuvo hace unos días el gesto valeroso de arrancarle la cartera a una señora de casi 70 años, que de cualquier forma trató de correrlo ya que en la cartera tenía un montón de objetos sumamente importantes para ella. Finalmente tuvo suerte y el malandra dejó la cartera, llevándose tan sólo el dinero y el celular, y a mi madre aterrorizada por el hecho de ya no poder caminar tranquila por su barrio, una de las cosas que le alegran el corazón a una mujer casi anciana y sola. En lo que a mí respecta, ese lugar tiene que ser desalojado, tapiado y demolido, y si les aplicaran el rifle sanitario a todos sus habitantes, yo no encabezaría la manifestación de protesta al respecto.

El problema de las casas tomadas siempre ha sido difícil de discutir desde un punto de vista de izquierda; el derecho a la vivienda es algo de general acuerdo y todos tendemos a la comprensión solidaria con los desamparados que hace que se haga la vista gorda ante lo que tiene muchas características usurpatorias pero que parece ser un mal menor ante la intemperie. Por desgracia, la universalización de los códigos tumberos y rastrillos ha hecho que esto sea en la práctica imposible, y un elemento de caos urbano insoportable.

Algo similar pasó en Nueva York durante las guerras del crack: una casa era alquilada/tomada por un traficante y todo el barrio se convertía en una zona delictiva en poco tiempo, desvalorizando las propiedades y la zona en tiempo récord. Esto fue una de las cosas que llevaron a la alcaldía conservadora de Giuliani primero (algo que va a pasar también acá tarde o temprano) y a una política de desplazamientos sutil luego que concentró la venta de crack en determinados sectores. ¿Es justo? Posiblemente no, pero lo otro tampoco lo es. ¿Es necesario? Estoy casi seguro de que sí.

mvc: el asunto de la proliferación del nylon es una de las cosas más absurdas de la civilización de consumo/descarte. Yo crecí siendo parte de la generación de las chismosas y el packaging ínfimo; hoy en día creo que le muestro una chismosa a mi sobrino y me pregunta qué es. Y que yo sepa nadie quedó lisiado por usar una.

WH: bueno, vos vivís justo en una de las zonas más rápidamente deterioradas de Montevideo. La conozco más que bien no sólo por habitué de los boliches de Canelones y Ciudadela, sino que por trabajar allí durante el día, y te digo que es complicado pedirle urbanidad y bajada de la tapa del contenedor o cuidado barrial a alguien que está mirando encima del hombro a ver si no lo están por chorrear. En los cuatro últimos meses me trataron de robar dos veces en esa zona (y no soy precisamente una señora de 70 años) y los canas con los que hablé me declararon su impotencia absoluta, atrapados entre el hecho legal de que la tentativa de robo no sea un delito, el que la plaga de lateros de la zona sean en su mayoría menores y que tengan al menos media docena de edificios tomados por malandras en la zona (de los cuales los de florida y san josé y el de 18 y andes son apenas los más notorios).

Anónimo dijo...

Primero que nada Benito, mal que te pese, Montevideo sí es tu casa. Aunque te parezca fea, el tipo que contrataste para limpiarla no haga bien su laburo y esté rodeada de chorros, es tu casa.

Los porteños no tienen esa visión de MVD (como muchos creen) por una cuestión medio paternalista, diciendo que les gusta MVD porque es tranquila y el ritmo no es tan enloquecedor (o sea que carece lo que muchos montevideamos envidian a Bs. Ass., que es el carácter de "gran metrópolis"), como si fuera una situación análoga a los montevideanos que van al interior, donde todo es más tranquilo y leeeeento. Mi opinión es que les gusta MVD porque es preciosa y Bs. Ass. es horrible.

Varios comments hacen referencia a la responsabilidad de los ciudadanos en el tema de la suciedad, y me hicieron acordar al discurso de asunción de TV en la plaza Lafone, cuando dijo que "la ciudad más limpia no es la que se limpia más, sino la que menos se ensucia". En rigor es absolutamente cierto (si nadie tira nada la ciudad va a estar impecable, a excepción de las hojas de los árboles que caen en otoño), y yo creo que está bien, pero que las responsabilidades pasan por los transeúntes que deben cuidar el suelo que pisan, pero también (quizás incluso en mayor grado) por las autoridades municipales que deben poner a disponibilidad de la gente la infraestructura necesaria para mantener limpia la ciudad (papeleras y contenedores) y personal para que limpie lo que haya que limpiar (con sus herramientas, escobas, camiones, etc.). También hay responsabilidad de las autoridades nacionales en cuanto la educación, etc.
Creo que lo que dijo TV en aquel discurso puede tener que ver con lo que acertadamente acota Benito de aquel efímero aumento en la concientización de la gente respecto a la suciedad y la responsabilidad de cada uno, aunque creo que fue más por militancia (ayudar a la imagen y la gestión del FA) que una real conciencia de la posibilidad que tiene cada uno de hacer de su ciudad un lugar más agradable para vivir.

En cuanto a los contenedores, tendrán defectos pero yo creo que es una buena solución y el que crea que no que se acuerde de el basural que era toda la ciudad antes de los contenedores. Lo único que se necesita para que funcione perfectamente es que haya la cantidad necesaria, la basura sea recogida antes de que se llenen hasta el borde y se reparen o cambien los que se rompan, sean quemados, etc.
Graciosísimo lo de Maru, que no le gustan porque tienen mal olor ¡claro que tienen mal olor, están llenos de basura! Podemos hacer lo que propone Robertö: los hacemos sin tapa para que estén ventilados, así en vez de oler mal los contenedores va a oler mal toda la ciudad.

La solución a la problemática del centro pasa por dos temas: uno es sacar de las veredas a las impresentables tolderías esas y el otro es (y no puede creer que nadie -especialmente Arana- siquiera lo haya intentado) sacar todas las apestosas marquesinas y carteles que avanzan amenazadoramente sobre los transeúntes que ya ni pueden ver los edificios de 18 de julio (y algunos de ellos vale la pena verlos). Creo que no es tan difícil implementar una política de renovación de cartelería, poniendo un plazo para que todos los comerciantes saquen esos carteles y pongan otros que respeten las líneas de la edificación, se pinten las fachadas, etc. Por supuesto que esos costos deberían ser compartidos o subvencionados por la IMM, o hacer quitas de impuestos a los propietarios que regularicen sus comercios. Y una vez cumplido el plazo, al que no hizo nada, multa.

Algo similar pasa con las veredas: no hay una cuadra en todo Montevideo que no tenga buena parte de sus baldosas rotas, pero como es responsabilidad de los propietarios nadie hace nada. En principio parece un disparate que cada uno tenga que arreglar y mantener su vereda (aunque si la IMM las arreglara gratis más de uno va a robar las baldosas nuevas para hacerse el patiecito o venderlas en la feria), por lo menos debería haber un acuerdo entre la IMM y los vecinos, un vamo' y vamo', una rebaja de impuestos o algo similar, ya que lo que está claro es que con este sistemas las verdeas no las arregla nadie.

Con los carritos pasa algo similar a los hurgadores: llamale conciencia culposa o lo que quieras, pero que anden carros a caballo a las 18:00 por Bv. Artigas, a 5 por hora y estacionando en doble fila para revisar los contenedores, es inadmisible. Habría que implementar un plan de rutas y horarios por los que pueden circular y a los que no cumplan hay que confiscarles los caballos y que los pasen a buscar en (ponele) 5 días.

Para terminar: conozco al quía que rompió el teléfono, que no era menor de edad (hacé la resta Benito, si fue hace 15 años...), y el tipo entró al bar a comprarse una muzza con el tubo en el bolsillo de la campera. Un maestro.

Roberto Carlos dijo...

Benito:

Bueno, la verdad es un tema bastante complicado este sobre el que estamos hablando. Me parece que porque por un lado no plantea soluciones concretas que sean abarcativas de todo el problema en su globalidad
-pobreza, delincuencia, marginalidad, derribamiento de los códigos de convivencia en sociedad, etc.-
Y porque por otro a su vez el robo, o la rapiña en concreto, que es lo que esta cada vez más salado, es espantosa y deja una sensación de inseguridad tremendamente jodida, que lleva un tiempo superar. Yo me encontre un chorro en casa hace unos años, y es de lo peor que me ha sucedido; me imagino en el caso de una señora como tu mama de 70 años, se debe sentir, sin duda, bastante peor.

Entonces hablar sobre esto no es fácil. Yo francamente no tengo idea de cual es la solución, y solo querría puntualizar algunas cosas, porque capaz que no me exprese de forma muy clara, sobre todo en el final del comentario.
Como decía yo no estoy en desacuerdo con que se clausuren antros/casas como el de Bvar. Artigas. En gran medida, porque esos sitios son más antros que casas en realidad, y entonces que se jodan.
También estoy de acuerdo con que se encarcele, porque cada persona de la ciudad tiene derecho a caminar tranquila por la calle, y sobre todo no sufrir episodios que le puedan dejar secuelas físicas o mentales. Entonces, si van presos que se jodan también. Cada crimen tiene que tener su castigo.
Algo a lo que, como vos has dicho muchas veces en tus post, este gobierno parece que le tiene miedo. Porque en el imaginario desastre de la izquierda reprimir esta mal.

En todo esto estoy totalmente de acuerdo contigo, Pero lo que quería marcar también es que no creo que baste con la represión por sí sola. A eso apuntaba en el final de mi comentario anterior.
O sea, creo que seguramente haya que encarcelar a todos estos anormales, y clausurar todos los antros. Pero sin duda un gobierno no puede hacer solo eso, porque si no sería una lucha continua que solo llevaría a tener cada vez más carceles o casas cerradas.

Pero bueno yo que se, como ya dije, no es un tema con una solución demasiado fácil.

mvc dijo...

Es increible que medidas que pueden ser tan rapidas y efectivas a corto plazo, como podrian ser el desalojo a punta de cañon de edificios tomados que sirven de base de operaciones de malandras, no se tomen por una mezcla de humanismo mal entendido, boludez y simple incapacidad mental. No van a solucionar todo por si solas, pero en algo ayudarian y ademas le sacarian el caracter abiertamente absurdo y surrealista a la situacion.


Varias medidas: no mas volantes ni pegatinas. mucha mugre. porque mierda hay gente que tiene permiso para tirar una cantidad enorme de papeles (mugre pero ademas ex arboles), sin ningun tipo de compromiso de limpiarlos, ofreciendo servicios de una lavanderia, cursos de bios o casas de prestamos de dinero (otra plaga seria y peligrosa).

si si, los dueños de las imprentas protestaria, que son sus fuentes de ingresos...

bueno, hay que elegir: hay que tener a esta gente descontenta o el apocalipsis


pd.y que pasa con los perros en la playa? dejenlos en paz. hay perros educacos y perros maleducados, y siempre eso es culpa del dueño. ademas los niños son 700 veces mas molestos y nadie se le ocurre prohibirle a un niño ir a la playa. si si, el perro caga, tira arena cuando corre, bueno mija, asi es la naturaleza, hay mierda y arena. sino te gusta la naturaleza anotate en una piscina.

benito dijo...

Eu: el nombre del post es una referencia a un conocido poema de García Lorca; si yo no tuviera una cierta consciencia montevideana es evidente que ni me importaría lo que alguien dijera sobre esta ciudad y -mucho menos- me hubiera molestado en escribir este post.

No creo, ni en pedo, que Buenos Aire sea horrible. Por el contrario tiene un mucho mejor aprovechamiento de los espacios verdes públicos (y su mantenimiento), es radicalmente más funcional y manejable y, hoy en día, está en mucho mejor estado que Montevideo en términos de higiene y conservación. No obstante lo cual, Montevideo me parece una ciudad más linda -físicamente es una de las ciudades más lindas que yo conozca, motivo extra por el cual me indigna su mal estado actual.

Yo no niego que la conservación de la ciudad tiene mucho que ver con todos y cada uno de los ciudadanos, pero al final del día a mí no me pagan para hacer eso, y en cambio la IMM se lleva entre 10.000 y 15.000 pesos de mi salario por año para hacerlo (y evidentemente no soy un gran contribuidor, pero te aseguro que es una parte significativa de mis ingresos anuales). Así que me chupen la pija: que se lleven la basura, limpien la calle y arreglen las calles, que por sólo hacer eso es una cantidad inmensa de guita la que les estoy dando. Yo no soy una bestia y no me gusta vivir entre bestias, así que -como hago siempre- el envoltorio de mi empanada lo voy a tener en la mano hasta llegar a una papelera o contenedor para tirarlo. Pero si TV o el parásito que esté al mando quiere invertir la responsabilidad de la tarea para la que le pago, que se vaya a la concha de su madre; yo no le exijo a él ni a nadie del gobierno que haga mi trabajo. Si se me ocurre romper deliberadamente una propiedad pública me parece lógico que me la cobren y hasta que me metan en casa, pero las baldosas de mi vereda... por 10 o más lucas anuales que las pongan ellos la reputa madre que los parió, en lugar de hacer política de beneficiencia con Lolo y sus energúmenos. 50% menos de inversión para este año para pagar sobregastos de funcionamiento y de arreglos con ADEOM; Eu, no podés hablar en serio cargando la responsabilidad de las baldozas en el vecino. Si hay un vecino que las vende, o las cambia de lugar, bueno, que lo prueben y le hagan juicio, pero si alguien viene a cobrarte las baldozas que rompen los transeúntes, los barrenderos, los nada, los algo, no, que se vayan a cagar.

En efecto, hace bastante más de 15 años de la aventura telefonística de EB, pero era menor, eso estoy seguro, ni siquiera habíamos dejado el liceo.

El Maik: Hace poco leí un artículo de Martín Caparrós -un garantista absoluto y uno de esos escritores de izquierda que cuando hablan de la marginalidad criminal antes que nada hablan de las condiciones a los que el neoliberalismo redujo a su clase- en el cual tenía que bajar un poco las banderas y reconocer que cualquier política social-educativa con respecto a el problema de la seguridad era de larguísimo plazo -un mínimo de 20 años y con un sistema eduactivo-social del que carecemos- y que era una imbecilidad homicida de la izquierda el pretender que los ciudadanos esperen un cambio cultural cuando los están matando en la calle y -esto se lo agrego a Caparrós- el eliminar el componente punitivo/ejemplarizante del castigo y la represión del delito (entendiendo como delito el delito con víctima, no las transgresiones personales que no son nada en lo que el Estado deba meter la nariz).

Yo no sólo quiero que el delincuente sea apartado o incapacitado de delinquir, quiero también que sea castigado, porque el delito sin casigo degrada al crimen y lo banaliza, y la víctima necesita que su dolor no sea banalizado, y el dolor de la víctima me importa mil veces más que el del victimario. Sea este Pajarito Silveira o El Cosita, personas que, por mí, deberían estar en la misma celda en su virtud de violadores asesinos. (La izquierda alguna vez va a tener que preguntarse como articular en forma sostenible un discurso que argumenta que hay delitos de sangre imprescriptibles y otros justificables por una suerte de determinismo social justificador).

Pero el asunto es que siempre estamos en la mitad; entre el discurso meramente reeducador y con pánico a lo punitivo/represivo de la izquierda y el discurso meramente represivo de la derecha, que ignora las condiciones de surgimiento del delito, perpetuando dichas condiciones y apenas satisfaciendo el deseo de venganza social. El asunto está entre ambas cosas, pero la respuesta nunca debería ser más comprensiva hacia la víctima que hacia el victimario.

mvc: siempre hay alguien que está sacando plata de la degradación urbana; desde el reducidor que vende el bronce de la estatua mutilada hasta el dueño de la imprenta que hace millones de volantes innecesarios, y es difícil meterse con esos intereses. Es lo que yo decía sobre los vertidos a los arroyos del conurbano; para las autoridades es menos complicado dejar que niños se envenenen y sufran de retraso mental y muerte antes que tocarle el bolsillo a los que los envenan. Ese es el mundo perfecto del capital, qué le vas a hacer (bueno se sabe lo que habría que hacer, pero en el país de los corparitivismos todopoderosos, el día que un grupo de vecinos le gane una pulseada a una corporación, hacemos una fiesta de carnaval digna de Río).

benito dijo...

PD un poco dislocada: Pensando en los corporativismos; soy de los que crecieron educados acerca de que los entes estatales existían para que los ciudadanos tuvieran acceso a sus servicios sin ser víctima del afán de lucro. Hace poco leí una nota a Daniel Martínez (casi un presidenciable), explicando por qué el Plan Cardales, que unificaría y haría gratis -o más bien abarataría drásticamente- el acceso a Internet y a la televisión por cable no se iba a llevar a cabo. Y el motivo era muy simple según reconoció Martínez muy honestamente: no lo iban a hacer no porque no se tuviera la tecnología (que la tienen), sino porque afectaría dramáticamente las cuentas de ANTEL, convertido completamente en un organismo recaudatorio al que el precio de los servicios al público le importan una mierda, y que se dedica a sangrar innecesariamente a todo el mundo para aportar a rentas generales (algo) y mantener los inverosímiles privilegios de sus innecesarios trabajadores (mucho).

Al otro día de leer esto, leo que los trabajadores de los entes estatales estaban negociando con el gobierno la suba de los aumentos salariales que este ya había previsto para este año, lo cual posiblemente termine subiendo -por ejemplo- el precio de la banda ancha que podrían darme gratis si yo no fuera un ciudadano de segunda en el país de los vivos.

Anónimo dijo...

No seas malo Benito, si leés lo que comenté sobre las baldosas queda claro que me parece "un disparate" que sea responsabilidad de los vecinos (aunque lo es, porque la IMM así lo decidió). Yo planteo que se debería hacer cargo la intendencia, aunque sea obligando a que lo pague el vecino y después se descuente el costo de los impuestos, o algo por el estilo.

Lo mismo lo de la responsabilidad por la limpieza de la ciudad, yo asumo mis responsabilidades (voy al super con la chismosa) y exijo que los demás hagan lo propio, especialmente las autoridades que son responsables "en mayor grado". Recuerdo cuánto me chocó el discurso aquel de TV y me llama la atención que Walter Hego (o quien sea) esté de acuerdo con eso.

Anónimo dijo...

Lo de las veredas es muy raro, nunca lo termino de entender. Hace poco ví los papeles de una casa muy vieja de la zona de Pque Rodó, entre los que estaban los correspondientes al pago de los propietarios a la comuna para que ésta les hiciera la vereda. Pago compulsivo, vereda iba a haber de todos modos, pero la tenía que pagar el dueño del predio. Lo que no sé es qué derechos tiene uno por ser "dueño de la vereda", aunque me queda claro que en Palermo y Barrio Sur se la entiende como un patio delantero (mi vecino de enfrente en verano saca un sillón a la vereda y mira la tele que permanece en el living de su casa).

Hay un alma caritativa (o demente) en la Ciudad Vieja que cubre los huecos dejados por baldosas faltantes con una suerte de collage de pedazos de azulejos, a veces algún metal, sobre mezcla de hormigón. Sin embargo, seguro que para la IMM es una acción delictiva.

Coincido con robertö en que es de octava poner contenedores y hacerse los sotas respecto a que hay gente que vive de hurgar basura. Se me ocurre, por ejemplo, que la tapa podría pivotear también sobre un borde, de modo que quedara como una bandeja en la que pudieran poner las bolsas que van descartando. Después se vuelven a cerrar y la basura volvería al interior del tacho infecto, como en un tobogán. No sé, está lleno de inges y designers que podrían haberle puesto un poco de seso a esa cuestión.

Acerca de las bolsas de plástico, hay una en particular que debería ser prohibida: la bolsa camiseta blanca, finita, súper débil, que no sirve para nada más que hacer mugre (es imposible de reutilizar como bolsa de basura o como envoltorio de cualquier otra cosa porque su vida útil es reducidísima: a veces ya vienen medio rotas desde el vamos). En el supermercado reclamo que me den bolsas de las buenas por que despoués puedo usarlas para la basura, pero parece que hay toda una reglamentación interna que obliga a las cajeras a entregar pocas bolsas gruesas.

Otra omisión grotesca de la IMM tiene que ver con las bocas de tormenta, que suelen estar tapadas de basura, botellas de plástico en particular. No entiendo por qué no pueden ponerles unas rejillas. Lo que sí hicieron es hacerles una pendiente asesina que vuelve dificilísimo cruzar en algunas esquinas.

Hace unos años estuve viviendo en Alemania. La gestión de la basura era un asunto muy serio, la intendencia entregaba una especie de manual, en el que se explicaba todo el sistema. No había contenedores (exceptuando los come vidrios y unos tanques plásticos en cada casa para fabricar compost). Lo que sí había era un calendario anual que indicaba qué días pasarían los recolectores de cada uno de los cinco tipos de basura que se obtenían de la clasificación doméstica de los desechos. Las multas que se aplicaban a los que contravenían la normativa tenían aterrorizados a los extranjeros como yo. En casa teníamos el calendario pegado en una pared de la cocina, no fuera cosa que le erráramos al color de bolsa que podíamos sacar cada día. Recuerdo a una francesa que, durante las primeras semanas, llevaba su basura a la oficina de la ONU para la que trabajaba y ahí la descartaba a escondidas. Un día le vino paranoia y no se animó a llevarla más. Hacia Navidad vino a visitarla un novio italiano, que se fue con dos grandes bolsas de basura sin clasificar en la valija del auto.

Bue, larguísimo comment, se nota que estoy medio al dope...

Anónimo dijo...

Eu:
Lo que yo dije es que si fuera un "reciclador" (como joden los eufemismos) me rompería mucho las bolas el tema de las tapas, se me ocurre que les resulta molesto abrir y cerrar y clasificar casi todo al mismo tiempo, además de oler a repodrido. Y supuse que por ese motivo las rompían o podría llevarlos a prender fuego los contenedores (especulando picado grueso). Es decir, yo creo que romper contenedores es una expresión del odio y que el odio es hijo de la distancia social. Quiero decir, hay una distancia muy grande (me temo que insalvable en una generación) entre ser reciclador y oficinista o empleado público. O entre una cajera de un super y un empresario.

Si en algún momento deslicé que no tuvieran tapas quise decir no que fueran abiertos sino justamente estancos. Algo así como los contenedores de botellas de plástico que te permite introducirlas pero no sacarlas y menos meterte a revolver adentro.

mvc dijo...

Y lo peor es que Mujica ya lo habia dicho en la campaña "Que la idea era hacer un capitalismo pero en serio". (no textual pero si la idea)

Walter Hego dijo...

Benito: Me parece francamente exagerado decir que en la zona donde vivo, que por cierto deja bastante que desear en cuanto a seguridad (¿y cuál no, actualmente?), la gente ande siempre mirando por encima del hombro si no lo están por chorear.

El problema existe y no es menor, como dije en algún otro comentario. Y reconozco que cuando ando de noche por esta zona, estoy alerta. Pero de día no pienso en eso, ni veo que los demás anden tensos y con actitud aprensiva.

Aunque sé perfectamente que arrebatos, hurtos y rapiñas hay a toda hora, la única vez que lo experimenté en carne propia fue hace dieciocho años, en el 91, cuando me rapiñaron a punta de revolver en Colonia y Germán Barbato, a una cuadra de Dieciocho. Eran como la una o las dos de la madrugada, y después de eso, cuando salía de noche iba con miedo. Ese estado me duró un tiempito, pero como no es posible vivir permanentemente alerta y temeroso, de a poco se me fue pasando.

Hoy en día, como te decía, ando con cuidado si salgo de noche por esta zona. Pero de día no me preocupo e, insisto, no me da la impresión de que la mayoría lo haga.

Por eso no creo, francamente, que sea demasiado pedir que quien usa el contenedor de la esquina de mi casa se tome el trabajo de cerrarlo.

El gaucho insufrible dijo...

Hay un punto interesante que de pasada los has comentado aqui Benito y en algún otro comment (sobre el IRPF creo ) y es lo siguiente:


Hasta que punto es sostenible una estructura impositiva si el contribuyente no "ve" un retorno de su contribución.


O sea en principio suena justo que el que tenga mas pague más - hablando de los impuestos de la IMM o el IRPF - pero no es injusto también que no halla un "retorno" aunque sea mínimo de lo que te cobran.?

O sea si soy de Punta Carretas y me fajan en la contribución, no me parecería mal que con mis impuestos coloquen saneamiento en los barrios periféricos; pero pienso que me estarían tomando el pelo si no me arreglan los luces rotas de mi cuadra.

Este tipo de asimetría creo que iria radicalizando el pensamiento a las concepciones del tipo norteamericano en donde una parte de la población ve con malos ojos cosas como "redistribuir la riqueza" pues se asume un pensamiento (exagerando un poco):

...Y porque si yo me rompo el culo trabajando para ganar más, me cobran más impuestos para beneficiar a un vago que me revuelve la basura ...

En nuestro caso pienso que redistribuir la supuesta riqueza (en terminos relativos) de la clase media uruguaya (o de los barrios con mayor contribución) ha de volcarse aunque sea en parte en beneficios para ella misma.

Walter Hego dijo...

Eu: No entiendo. ¿Con qué cosa que dijo Vázquez estoy de acuerdo, según vos?

Si acaso te referís a mi comentario de que todos los montevideanos, en tanto ciudadanos, somos los principales culpables de la mugre en la que vivimos, al margen de la responsabilidad de las autoridades municipales, la cuál existe y es muy importante y es innegable; y si acaso Vázquez dijo eso alguna vez (cosa de la que no tengo la menor idea), entonces sí, en ese caso estoy totalmente de acuerdo con Vázquez, y me llama la atención que vos (o quien sea) estés en desacuerdo.

Txus dijo...

puta, no me dio para leer todo el post... estoy hecha una vaga

donde yo vivo es una mugre askerosa. habia un basural en la esquina, pero como pusieron un comite de los blancos, lo movieron para el lado del callejon del hipodromo... simplemente fantastico...

a mi montevideo se me asemeja mas a macondo


otra cosa... no se como, pero te tengo en el facebook, jajaja

Anónimo dijo...

hace tiempo leo este blog y las notas me parecen de enorme calidad critica. Festejo sobre todo el estilo de su ator. Respecto al tema, me parece que no sólo es una singularidad de uruguay, creo que aqui en argentina ocurre lo mismo. Lo terrible es que esta conducta es el efecto del hartazgo y el fastidio...lo peor que nos puede pasar como seres humanos. Y se debe a la decepcion que nos produce el sistema politico a traves de cualesquiera de sus representaciones partidiarias. Sucede que nos fastidiamos y a partir de eso perdemos el valor del "otro" o de "los demas"; es decir, nos hartamos de nosotros mismos como sociedad. Asi, si me han ensuciado, ensucio; si me han mentido, miento; si me han atropellado, atropello. Somos sujetos desintegrados. Quiza el remedio esté en cambiar la punicion de nuestros actos, aquel que ensucia, que cumpla labores de limpieza; aquel que roba, que cumpla labores ad honorem. Esta es una cuestion de valores que nada tienen que ver con la escala material (estratos sociales). La mayoria de las acciones reflejan un maltrato de ida y vuelta en el ambito social. Y los responsables en primera instancia, son aquellos que ocupan un lugar estrategico en el poder. Quiza sea muy simple: no saben gobernar. -(una lectora, desde santa cruz, argentina)

Anónimo dijo...

perdonen, pero no tuve tiempo de leer todos los comentarios (leí la mitad, y medio leí por arriba los del final). pero en fin, ¿a nadie le preocupa la falta de políticas sociales serias? ¿y el compromiso del FA con un abominable gobierno como el de Bush, desde antes de asumir, es decir, desde que en Montevideo supimos que en Washington Astori asumía su condición próxima de Ministro de Economía?
es decir, me parece bárbaro que se le eche seso al tema de la basura desde diferentes ángulos, pero me parece que esto es una señal, o un índice desmesurado de un problema enorme y gravísimo, que tendemos a minimizar por una ya inconciente, muy inconciente, sensación de superioridad del uruguayo, sobre todo del uruguayo intelectual, que somos todos los que participamos en este foro y son todos los políticos uruguayos, respecto del contexto de países latinoamericanos que nos rodean.
mientras no asumamos que vivimos en un país con unos índices de pobreza estructural que no pueden tapar ni las mejores intenciones de organismos medidores, ya sean del uruguay o del exterior, no lograremos poner al país ni cerca de lo que imaginamos o inconcientemente creemos que fue o pudo ser.

El gaucho insufrible dijo...

anonimo: yo por el contrario pienso - como ya hemos visto aqui - que muchas veces se le busca la quinta pata al gato y en lugar de buscar un buen contenedor de basura, buscamos un contenedor de basura muy bien diseñado - pero "nuestro" - que ademas de contener la basura disminuya la brecha social, mejore el civismo en la sociedad, que solucione el problema de la gente que vive de hurgar basura y el indice de pobreza estructural, ademas de oler bien.

Por lo pronto con estas condicionantes arrancar a buscar un tacho de bausra con estas caracteristicas se hace un tanto difícil.
...
Y sobre la queja de "..y porque no se adaptaron los contenedores a nuestra forma de ser...", alguien se ha puesto a pensar que hacer un contenedor "adaptado" (y el camión adaptado para descargarlo) es carisimo; no solo porque rediseñar algo es caro sino porque en terminos relativos hacer un producto que solo se pueda vender en Montevideo no es rentable.

gabouy dijo...

está bárbaro y ahora que?

o sea, si, concuerdo en un 150% con el contenido de la entrada. Y entonces? cuales son las alternativas reales de acción para cambiar esta realidad?

benito dijo...

t0m: misterios del ciberespacio...

gabouy, anónimo: yo coincido en esto con Oldboy y con ustedes; no me cabe la menor duda de que hay problemas sistémicos y mucho más profundos que la simple mugre eventual, y que según un punto de vista más bien determinista-marxista-humanista, es imposible solucionar una cosa sin arreglar previamente la otra.

Pero volvemos a lo que hablábamos sobre la delincuencia callejera; yo -por una parte- creo que hay conductas para las cuales la ignorancia o las dificultades originales no son excusa (la romantización de la pobreza suele olvidarse de que el los categóricos imperativos de Kant funcionan para todas las clases), pero además que -como todo doctor sabe- una cosa puede ser el síntoma y no la enfermedad, pero a veces hay que atacar el síntoma para que este no mate al paciente antes de que sane.

Anónimo dijo...

Me convenciste Old Boy, hay que adaptar nuestra sociedad a los contenedores que existen. Y a las bolsas de nylon y a toda mierda que no sea "cara".

A ver si se comprende el tema de que toda esta mierda baratísima con que nos han innundado en los últimos años le está saliendo "carísimo" a la humanidad.

Un campesino me explicaba hace un tiempo que ya no trabajaba más la tierra, que ahora le era más barato (menos mano de obra, tiempo y maquinaria) envenenar los campos con glifosato.

Así va la cosa, hasta que el equilibrio aguante, por lo menos. Cuando la naturaleza se tire un buen pedo ( que seguramente no será aislado, de hecho las últimas desgracias naturales vienen siendo crecientemente las peores de los últimos n años, según el rubro) no va a faltar alguno como vos que se justifique diciendo que se hizo lo más baratito y lo más cómodo para joder lo menos posible.

pablo dijo...

A lo mejor es un delirio, ni siquiera sé si es posible desde el punto de vista legal, pero, después de tanto referendum al pedo que hemos tenido todos estos últimos años, ¿no sería posible juntar firmas para convocar a un referendo que proponga modificar la Constitución derogando la inamovilidad del funcionario público?? Porque sino, alguien me puede decir cómo cornos salimos de esta, si estamos como el huevo y la gallina con estos zánganos que nos comen los recursos que necesitamos para crecer como sociedad y encima ni siquiera hacen su trabajo a cambio?????

Anónimo dijo...

estimado benito, con todo respeto, sería interesante saber cuál podría ser el imperativo categórico, en el aspecto moral, de un tipo que hurga en la basura todos los días de su vida, durante ocho o más horas, en invierno y verano -y creo que los inviernos uruguayos son bastante duros-, en relación a su obligación continua e irrenunciable de dejar la basura bien ordenadita en el contenedor en que yo la deposito luego de escribir este mensaje en la calidez de mi hogar.
para hablar claro, me parece que en este caso, es un imperativo categórico el tener una mejor idea de la situación, no de un hurgador particular, sino de los hurgadores en general, antes de avalar o condenar el trato que en su oficio, si se puede llamar así, tiene para con su materia prima, ergo, los desechos materiales de la sociedad de consumo.
no me parece un sentimentalismo excesivo tomar en cuenta que de pronto, tal vez, aunque no lo sé con seguridad, 50 o 60% de los hurgadores en actividad nacieron en un ambiente de basurero, es decir, en un rancho de lata pegado a montañas de basura de 20 o 30 metros de altura, bastante hedientas. por lo tanto, lo que nosotros consideramos basura, paradójicamente para él sería nada más que lo que en mi caso corresponde al jardín con rosas, claveles y jazmines que mi abuela y mi mamá cuidaron con amor durante 50 años. tal vez el hurgador no comprenda por qué dejan las rosas en los rosales, y los rosales en tierra, donde naturalmente debería haber un tapiz blanquecino conformado mayormente por bolsas de nylon con los desechos aquí ya profusamente mencionados, es decir, pañales rociados de mierda, restos de hamburguesas, latas de atún oxidadas, etc.
para hablar más claro, a lo que me refería con mi comentario anterior, es a que tal vez, en este caso, debamos dejar de lado por un rato a kant, del cual me tocó escribir en algún momento para un parcial de juan fló que aprobé con buena nota, y remitirnos al viejo y querido sentido común de los orientales: los orientales de Oriente y los orientales que nos precedieron en este otro Oriente con un sol en la bandera que, en vez de naciente, a veces parece oscura y perennemente poniente.
lamentaba también en mi comentario que los que llamé intelectuales, grupo en el que me incluía y me incluyo, estuviéramos tan despegados de la situación de estas personas para concentrarnos en las formas más adecuadas para facilitar el que ellos sigan revolviendo la basura de modo que yo pueda seguir consumiendo tranquilamente y en un ambiente libre de basura.
me atrevo a decir que estamos en un caso similar a lo que escribía Periquito el Aguador (es decir, Onetti), en sus artículos de Marcha de 1939: "escribirse un 'Hambre', a la Hamsun, y pesar 100 dichosos kilos, es realmente un asunto grave". claro que el escritor se refería en aquel caso a aquellos papones de la literatura y, de verdad, yo tengo alto respeto por benito y por muchos de los comentaristas que aquí desembocan sus pensamientos, a quienes leo hace tres años y con cuyos comentarios he aprendido y he recomendado y he comentado con buenos amigos.
volviendo al asunto, considero que realmente es un dato a considerar el hecho de que los hurgadores actuales, no solo ellos han nacido en el cantegril, sino también sus padres y sus abuelos.
pudiese ser que si nos tomásemos unos minutos para acercarnos a uno de estos tipos y le preguntásemos si está conforme de su oficio de hurgador, el tipo lo pensara un momento y antes de mandarnos a la mierda, nos dijera que prefiere esto antes que salir a robar, y que además nunca falta basura, sino que más bien aumenta, por lo que siempre tiene un ingreso seguro. claro que si en vez de unos minutos, nos pasáramos una tarde charlando con él, tomándonos unas birras o unos mates, podríamos terminar sabiendo que en su corazón es algo latente el deseo irreprimible de salir de ese ambiente insalubre.
para no pecar de ultrasensible, consideremos, por lo tanto, no a los adultos hurgadores, sino a sus hijos que, cada vez más, nacen y vivirán de la basura, recordando otra vez a Onetti en aquello de que quien no fuera amigo de los niños, no podía ser amigo suyo.
contrariamente, si se tratara de nuestra opinión, la mía, la tuya, la de los foristas aquí presentes, tal vez encontráramos que la mayoría está razonablemente conforme con su medio de vida, o, si no lo está, en casi ningún caso admitirá que sería preferible ser hurgador o haber nacido en el cante para obtener el destino de hurgador; y, si lo admite, pues se le preguntará por qué no deja su actual trabajo y se mete a hurgador; todavía más, por qué no se hace un hurgador modelo y crea un gremio con el correspondiente manual de trato sensible con la basura, un know-how que, avalado por el Latu con algún ISO superior a 9000, podríamos luego exportar a países tercermundistas que aún no tienen el notable desarrollo intelectual del nuestro.
yo no sé, en estas condiciones de vida de unos y otros orientales, no sólo presentes sino heredadas generación a generación, cómo podría haber un acuerdo respecto a los imperativos categóricos, pero estoy atento a lo que vaya a decirse al respecto.
esto me recuerda a un par de comentarios oidos en mi familia. ante mi desazón o perplejidad por estas dolorosas situaciones de vida, alguien me decía que sí, que es cierto, y que eso es culpa de haber sido conquistados por españoles; que otro sería el cantar si hubiésemos sido una colonia inglesa, como bien podría atestiguarlo hoy el haitiano o el sudafricano medio, negros y pobres, o el hindú que acaba de suicidarse y dejar mujer e hijos luego de perder hasta los dientes por creer en Monsanto con el aval del gobierno indio (creo que pasan ya de 30.000 estos suicidios, por ahí pueden confirmarlo, gracias a la extraordinaria facilidad que da internet para cultivarse en estas cosas).
tiempo atrás, una lluviosa noche de invierno, en tiempos de mayor inocencia y credulidad, todavía en la adolescencia, al salir en el coche con un familiar, comenté lo duro que sería ser basurero de la IMM, al ver a estos tipos recogiendo las bolsas y arrojándolas a la carrera en los contenedores de los viejos camiones anaranjados. La respuesta que recibí, que recuerdo incomprensiblemente cargada de odio, era que esos tipos ganaban un sueldo más que decente y que "su trabajo los mantenía en buen estado físico". Aprobé y me llamé a silencio. Era un punto de vista que no había considerado. Claro que no pensará lo mismo el empleado basurero que lo hace por necesidad, por tener tres o cuatro bocas para alimentar, además de la suya, que el pibe de 23 años que lo hace sin sufrirla tanto y con la misma guita nunca le falta para darse un gusto.
Pero, en fin, para terminar, sería interesante consultar a los directos implicados en el asunto para tener una mejor idea sobre su imperativo categórico en relación al amoroso y cuidadoso trato con la basura, que en ningún caso debe faltarles, aunque sean el último eslabón de una sociedad que, como ya se dijo, es en todos sus estratos muy descuidada para desechar su basura; sociedad que, tal vez comprensiblemente, el hurgador sienta que lo ha arrojado a la mismísima basura.

Anónimo dijo...

Hoy me llego el recibo de los tributos domiciliarios. En el reverso dice: "Una playa limpia se disfruta mucho más." "Las playas Pocitos, Rámirez, Buceo, Malvín e Ingleses están certificadas por la norma ISO 14001 de gestión ambiental, que garantiza su calidad. Mantenerlas limpias es responsabilidad de todos."

No he andado por todas éstas últimamente, pero desde hace un par de años y hasta ahora la Ramírez ni siquiera es muy apta para andar descalzo por los vidrios. Y me animo que todas ellas son un reguero de bolsas, residuos alimenticios, vidrios, etc. Hay pocos tachos de basura y están muy desbordados. Por supuesto que el mantenimiento de estas playas cada vez es más acorde a la falta de interés en cuidarlas por parte de sus visitantes y vecinos. ¿de qué clase de gestión ambiental, de qué calidad hablan? ¿todavía quieren que creamos en reyes magos y en normas iso?
He llevado a amigos y familiares del interior y visitantes de Buenos Aires a conocer esas playas de bolsas y ratas. La vergüenza que he sentido sólo es superada por la rabia y el dólor que me causa ver una ciudad bella degradada hasta con soberbia por sus propios habitantes.
Hace unos años Arana tuvo el tupé de decir que el arroyo Miguelete ya estaba saneado. El texto del impreso que mencioné es del mismo nivel que esas declaraciones.

Anónimo dijo...

Concuerdo casi al 100%, sobre todo porque vivo a dos cuadras de la mutualista abandonada y esta bastante complicado, aunque personalmente vengo zafando.

Che, que buenas pelis de terror (u horror je) han visto ultimamente?
Nada, es que extraño un poco hablar de cosas lindas

H dijo...

Tusi

Bueno, como siempre la escritura indudablemente excelente. Me interesa la parte en la cual se realza la figura de trabajador, mal pago y explotado, del recolector de residuos o como se dice a ambas partes del rio: cartonero.

Hace unos dias atras en una marcha de cartoneros uno llevaba un cartel que decia: Reciclamos al servicio de la ecologia. Quizas le este errando al orden de las palabras pero se que reciclar y ecologia son las que me quedaron sonando en la cabeza.

Eso siempre fue asi y los cartoneros como vos sabras terminaron de evidenciarse y explotar como certeza negada por la capital en la crisis del 2001. Era una realidad muchisimo mas brutal, porque tambien se encarecia lo que habia que juntar o la comida que se regalaba o se tiraba en los restaurantes o lugares de comida rapida. Aun asi eso, como todas las crisis bravas, permitio una visualizacion y una integracions mas grande con los barrios. Un grupo de cartoneros juntando cartones a las 2am, tal cual travestis trabajando en zonas duras; cuando volvemos a casa nos hacen sentir que no estamos solos. Hay un lazo tacito, pero no hablado, de proteccion mutua. Mejor que el carro de policia que hiela la sangre. O al menos para mi que vivo en un barrio como Boedo y la convivencia es amable, con intercambios de botella de agua de por medio o changas.

Pero ahora eso cambio. No la relacion, cambio con el nuevo gobierno de Macri que convirtio el trabajo de por si no reconocido y sin garantias legales en su empresa personal de reciclado. Y el que no entro por X motivo, juega la guerra sucia contra los que si entraron en el plan de Macri, proveedor de uniformes y micros de carga y descarga. Donde habia una necesidad Macri hizo un negocio enorme y no en nombre de la ecologia, el medio ambiente o politicas de inclusion. Y la ciudad sigue de todas maneras no solo sucia sino que en paralelo cada vez mas enferma y denigrante.

La comunicacion social a la que te referis en bs as lleva años de fetidez. No hay espacio publico y tampoco hya posibilidad de circulacion. Hace poco en artepolitica escribi sobre esto en relacion a como las mujeres nos trasladamos con grandes dificultades en los espacios publicos. Tengo calor, salgo a la calle, llego a la esquina un señor que no conozco me grita: que buenas tetaaaaaaas. Humillacion, regodeo y permiso en una ciudad que sabia ser cordial, aspero pero cordial, dura pero nunca tan imposible como lo es ahora.

En el caso de bs as, todo esta sucio en todos lados. No solo la calle y el gobierno que contribuye a hacer de los espacios publicos un negocio y de las necesidades otra caja de dinero; esta sucio porque la gente voto a conciencia eso. Hace un año que el teatro colon esta cerrado, el san martin esta en crisis y todos los centros culturales cerraron sus puertas para cursos y la gente, odio decir la gente pero bueno, tampoco reacciona ante lo que es su casa y la tacita rotura de sus espacios. Si vinieras ahora verias como te topas cada 5 cuadras con obras inverosimiles e innecesarias que embruteces la ciudad dia a dia y generan mas caos, mas violencia y si: mas mugre.

Y suma fealdad, que no es menor, a los espacios que deberian otorgar, que no es para nada menor o burgues, belleza.

Mear en la parada de bondi sobre Corrientes, hacerte una paja desde el balcon o tirar la bolda de basura desde el tercer piso; son comportamientos que degradan primero al que acciona, segundo al que ve y padece y por ultimo al tejido social

un saludo y espero verte

Anónimo dijo...

Muy buen post benito, la mugre en Montevideo es un feo detalle que varios de mis parientes argentinos que vienen a dar una vuelta aca me han mencionado mas de una vez...

Trabajo desde hace 3 años y medio en un supermercado grande, y conozco la problematica del nylon, y las politicas al respecto. Y, para mi entender, ninguna ha tenido el efecto para lo cual se tomo (la bolsa naranja -que nadie le da pelota-, reduccion de la cantidad de bolsas que se dan a los clientes (seguramente la UNICA que algo hizo, pero solo en la cadena Multiahorro, donde es obligacion poner mas de 6 articulos en cada una-, las nuevas bolsas "oxy-biodegradables" -que para mi son iguales-).
fer: no te haces una idea de la cantidad de "bolsas camiseta" que tiramos en mi trabajo, porque vienen rotas de fabrica. Una autentica porqueria.
La diferencia la hacen las mismas personas que,desde antes que empezara todo este asunto del reciclaje, o llevan sus propias bolsas, chismosas, o carritos; o las que te piden que "amontones". A mi entender, la unica salida considerable seria prohibir la circulacion de bolsas de nylon y cambiarlas por bolsas de papel, o fomentar el uso de los mencionados medios, que ademas de ser practicos no son caros (regalar chismosas por ejemplo, o, lo que muchos temieron cuando comenzo a mencionarse "cobrar las bolsas de nylon).
Otra idea que se me ocurre para disminuir la cantidad de plastico en circulacion es cortar con el envase descartable, y que las empresas trabajaran con retornables (plastico duro y botellas de vidrio). Se que son dos ideas minimas, pero es lo que se me ocurre...

Hace unas semanas vi en el informativo que ante el fracaso que significo la bolsa naranja, en una segunda instancia van a poner contenedores naranjas, siguiendo la misma idea. Me parece que es una buena solucion al tema del mal olor y el desparramo, siempre y cuando la gente lo respete y lo utilice de la manera que debe ser.

Lamentablemente, el tema de los arrebatadores se esta expandiendo hacia zonas antes consideradas "seguras", vivo cerca de Av. Italia y Comercio, y es impresionante como aumento la cantidad de pintas pidiendo monedas, lateros, malandros y demas (la plaza ubicada en la esquina que mencione es un claro ejemplo de ello). Hace un tiempo esperando el bondi para ir a trabajar a las 5 y cuarto de la mañana un chorro me quizo afanar con un destornillador, que mas alla del hecho que por resistirme no me pudo llevar nada, tengo una cicatriz en la espalda, una mochila y una camisa rota, si a una mujer de 70 años le pasara lo mismo, ademas de un momento de mierda, seguramente algun hueso roto se llevaba tambien. Lo peor de todo es que el MISMO dia, me entere que a un conocido lo asaltaron en el almacen que trabaja, y a la ahijada de otro conocido la abordaron con un "cuchillo" hecho con una lata rota en la rambla.

No se si alguien se habra fijado, pero en las fotos que adornan los nuevos omnibus centricos (CA1) aparece la fachada de la universidad de la republica en todo su esplendor, grafitteada y toda mugrienta. Lindo detalle para recibir a los turistas de XXX no? (off-topic, lei en la diaria que la accesibilidad universal -cosa que aca sorprende, pero que en otros paises es regla- de estos nuevos buses se ve comprometida porque siempre van llenos de gente. Otra gran idea que se va al caño)

Y al genio que se le ocurrio matarme con la contribucion "por vivir del lado de la rambla de av. italia", se puede ir a la putisima madre que lo pario. La vereda esta igual de rota o peor inclusive que en frente, tuvimos que sacar las luminarias del edificio porque se las afanaron varias veces, y un local de BIOS que abrieron aca abajo tampoco se salvo, no terminaron de traer las cosas y dos pendejos la afanaron ya.

Walter Hego dijo...

Benito: Totalmente fuera de tema: ¿existe o no existe ese texto que te decía? ¿Escribiste (y publicaste en este blog, o en el anterior) sobre "A small cigar", o son ideas mías?

Walter Hego dijo...

Benito: De lo que sí estoy seguro (y jugaría guita) es que escribiste sobre Jack-a-Lynn.

Agradecería vínculo a ambas entradas. Y si alguna de las dos no existe, igual: agradecería vínculo a ambas entradas.

benito dijo...

robertö: bueno, ante el productor que envenena la tierra para tener ahora una mejor cosecha y poder andar en bote-banana en Las Cañas es difícil meterse, porque los tres discursos preponderantes de la actualidad lo defienden: 1) el discurso libertario-económico de la derecha que le da el derecho de hacer lo que quiera con su intocable propiedad 2) el discurso humanista de la izquierda que ante un posible daño a la naturaleza y un posible deterioro en las condiciones de vida de una persona siempre toma parte por el punto de vista de la persona, especialmente si viene de los sectores históricamente romantizados por la izquierda desde los tiempos de Lenin, es decir, la agricultura y la industria; esos sectores que parecen merecer más el calificativo de "trabajador" que otros, como si los demás humanos viviéramos de rascarnos las partes y 3) el discurso panglossiano-pseudocientífico-escéptico, que dice que los ecologistas exageran todo y que (poné acá lo que quieras, glifosato, calentamiento global, emisiones de carbono, Botnia) no causa tanto daño como dicen los histéricos, así que hay que darle nomás. Contra esa trinidad es difícil meterse.

pablo: hace tiempo me hacía la misma pregunta, si no se podría derogar la inamovilidad de los funcionarios públicos por referendum. Pero hay varias dificultades y taras; en primer lugar son muchos, muchísimos (aunque menos que en tiempos de Lacalle, por ejemplo). Una masa laboral de aproximadamente 250.000 empleados en un país de 3 millones de habitantes sigue siendo un porcentaje enorme de sus trabajadores, y ninguno de ellos va a estar de acuerdo con derogar la inamovilidad (además de que se les sumarían varios miles más del sector privado pero defensores a ultranza del trabajo estatal y soñadores con acceder al mismo en algún momento). Por otra parte todos los referendums exitosos tuvieron aquí el aparato de algún partido -generalmente de izquierda y militante- estructurando la recolección de firmas, y ningún partido -ni siquiera el sector más neoliberal de los partidos tradicionales- se va a meter en el brete de enfrentarse no con un sector sino con toda el área laboral pública.

Pero a la vez la inamovilidad -que es muy relativa y solamente privilegio de algunos sectores del aparato estatal- no me parece realmente el problema y es, en origen al menos, un buen seguro para que el área estatal no se convierta en un campo de batalla total del clientelismo -una costumbre que debería convertirse, por referendum o lo que sea, en delito penal-.

Para mí la cosa viene más bien por el introducir modificaciones que permitan sí el despido ante la negativa a las reasignaciones de los sectores parásitos o inútiles del estado, y por la estructuración de un buen sistema de premios -pero sobre todo castigos (económicos)- en relación a la buena o mala gestión. También creo -y esto puede sonar muy facho pero lo dice un defensor a muerte del sindicalismo- que los derechos de paro de los empleados públicos deberían estar más limitados que el de los privados, porque ante una patronal (todos los demás uruguayos) totalmente inerme y supuestamente incapaz de quebrar o reducir costos laborales, el paro no es paro sino chantaje.

Anónimo: hay un malentendido, cuando yo hablé del imperativo categórico -en su sentido más llano y choto (que es el único que manejo)- era en relación a la criminalidad, no a los hurgadores de basura, quienes posiblemente están tan familiarizados hoy en día con la misma que sean incapaces de notar el daño al exponer a los demás a la misma. Lo cual para mí igual no justifica nada, porque la ignorancia no es excusa. Yo, como dije antes, respeto el trabajo del clasificador -no es lo mismo que hurgador- y preferiría que lo hiciera en condiciones más higiénicas y ordenadas, donde no molestara a los demás ciudadanos. Como los médicos. Y, sobre todo, dónde además pudieran conocerse y organizarse para no ser explotados vilmente por terceros que se forran de la comercialización de los materiales rescatados (algo que está sucediendo actualmente) y que compran por chirolas.

Tampoco desprecio el trabajo de basurero, ni me parece innecesario (al contrario, este post tiene mucho que ver con su indispensabilidad), pero más allá de que pueda ser eventualmente duro en lo físico (aunque no más que cualquier trabajo de estiba o de obrero) y que la basura sea un material de trabajo estigmatizado , es un trabajo muy poco calificado y por lo tanto es un absurdo injusto en el que en los órdenes estatales haya terminado siendo un trabajo muy bien pago en relación a trabajos que si demandan una preparación intensa. Pero por supuesto que deberían -y lo hacen- vivir en condiciones salariales decentes. Como todos los trabajadores, de más está decirlo.

benito dijo...

Caltic: han habido tiempos peores en las playas montevideanas, pero eso no justifica el mal estado actual. Y mucho menos la entrega de las playas como territorio liberado: este año en particular fueron coto de caza de lateros y rastrillos que directamente se instalaron en las mismas a la espera de que alguno se fuera al agua para afanarle todo lo afanable. Y la policía lo único que hizo ("son menores") fue dar recomendaciones de cuidar las cosas o directamente no ir. Y a mí eso me da una furia indescriptible, porque se supone que es parte de la bonomía no represiva de la izquierda, pero que termina entregando a los laburantes más desprotegidos -los que no pueden pagarse una vacaciones en el este, los que tienen que quedarse enero y febrero laburando para poder comer- a las manos de los chorros más infectos, mientras que las autoridades estatales veranean en las seguras playas de Rocha y Maldonado. Como yo, pero no como los que se desloman cargando bolsas de papas bajo el sol de enero y que quieren ir a darse una zambullida en la playa del Buceo sin que una lacra humana les robe la plata del boleto de vuelta a Paso de la Arena.

rodri: lo de la mutualista es, literalmente, criminal. No he visto mucho cine de horror recientemente, pero La Niebla (la de Frank Baramont sobre texto de S. King) me pareció muy decente.

Helena: ese es el problema del creer en la gestión de calidad de los ricos y, en el caso de Macri, del absurdo nivel de influencia que tiene el fútbol en estas sociedades. Tengo que decir que B.A. me pareció razonablemente limpia la última vez que estuve (pero también me lo había parecido antes de Macri), pero todo lo demás que leo de este hombre me parece la ineficacia al cuadrado. Pero igual lo postulan incluso como candidato a la presidencia.

Esas reacciones casi autodestructivas son hijas también del discurso demagógico de la izquierda en esos aspectos sensibles en los hablo en el blog: suelen tomar -por deformación determinista-social y romantización de la pobreza- tanto el punto de vista del infractor que finalmente el que sufre de las infracciones solamente tiene ganas de apoyar a la mayor bestia que se le presente, con tal de que la misma no sea humanista.

Naori: mi total comprensión.

Walter: lamento decirte que ni una ni otro. Ni siquera sé lo que es Jack-a-lynn. Pero me gustaría jugarte algo por plata...

Walter Hego dijo...

Benito: A small cigar y Jack-a-Lynn son dos grandes canciones de Jethro Tull.

¿Así que nunca escribiste nada sobre ninguna de las dos? Mirá vos lo que es la mente humana, che. Tan seguro estaba (al menos de una) que habría perdido esa apuesta como en la guerra.

Pero bueno, ya que manifestás tu ánimo de arriesgar guita, apostemos. ¿A qué? Mmm ... No sé, pero mientras tanto, juego plata a que no proponés una apuesta dentro de ... No sé, digamos media hora (o menos) a partir de ahora. (Y cuando digo "ahora" me refiero al momento en que yo le dé al botón de publicar y este comentario quede a la espera de que autorices su publicación, claro, no al momento en que lo leas).

benito dijo...

WH: no estabas tan desnorteado, pero el texto era sobre "Wond'ring Aloud", no sobre esos temas. Está acá en Dragonlieder.

Walter Hego dijo...

Benito: Ya me parecía que no estaba tan mal de la cabeza.

Y una anécdota: toy escuchando The best of acoustic Jethro Tull, y cuando sonó Wond'ring aloud, y oí "Wondr'ing aloud / Will the years treat us well" (rato antes de leer tu último comentario), me dije: "Toy segurísimo que sobre ésta escribió". Y bue, una de tres no ta mal.

Voy a buscar esa entrada, pues.

Roberto Carlos dijo...

Benito y Pablo:

Me quede pensando en algunas cosas con respecto a los empleados públicos y el clientelismo.

Francamente, si no fuera porque para combatirlo es necesaria la voluntad política, el tema no sería demasiado difícil de solucionar.

Me parece que los sorteos y concursos para ingresar, y unas auditorías que funcionen y controlen los mismos, podrían ser suficientes.

Concuerdo también contigo Benito en que es necesario un buen sistema de premios y castigos para los funcionarios estatales.

Me parece que lo que pasa, es que acá no hay en absoluto una cultura arraigada en torno a la eficiencia en la gestión. Y ta, lamentablemente,parece que se cumple eso de que "como la plata no es de ellos y no los pueden echar, hacen lo que quieren".

Para mi, otro ejemplo de como no hay cultura en cuanto a la eficiencia, - y esto quizà pueda ser un poco polémico -, es la última compra de butacas para el Paraninfo.
Loco, como iban a "perder" la plata que tenían asignada y que no pudieron ejecutar, cosa que a veces puede suceder, compraron uns butacas para el paraninfo, que salieron un huevo. Yo me pregunto: ¿estaban en tan mal estado las butacas anteriores?, ¿no podían esperar a ser compradas el año que viene con el próximo presupuesto?. Es más, lo que es peor, ¿no se podría haber conseguido un precio mejor?. Porque dado que se hizo una compra como pelotazo para no "perder" esa parte del presupuesto, ¿se contó entonces con el tiempo suficiente como para estudiar los mejores provedores y precios? Esa plata podría haber sido un ahorro para el Estado.

Pero bueno, me parece otro ejemplo de como funcionan las cabezas aca con respecto al dinero público. Y lo que me resulta peor de todo, es que la idea era que "si no esa plata se perdía", pero, ¿como que se perdía?. En todo caso volvía a estar disponible para que el Gobierno la asignara a otra área del Estado o incluso la reasignara a la Universidad. Pero perderse no se iba a perder.

Yo que se, yo no conozco la situación actual de las butacas del paraninfo, ni se si en realidad lo que se pago es mucho o no, en relación con la calidad de lo que se compro. Pero de todos modos, lo que se hizo me parece una desprolijidad.

Cacho_vela_crush dijo...

se me paso la calentura y hasta que me vuelva volveré a escribir en este blog con la misma intrascendecia de antes si el blogger acepta mis disculpas por pasados excesos verbales.

me interesó lo que decías de los funcionarios públicos y comparto lo que dijiste de pe a pa, falta detrás todo un nuevo estatuto sobre el funcionario público una nueva idea, pero es cierto que no a todos les cabe el cartel de inamovible y creo que son menos de los que la gente cree. Hoy en día la esclavitud moderna es la pasantía y en realidad preferiría que todos esos jóvenes que en su mayoría laburan el doble de los viejos, tuvieran los excesivos privilegios de un edil a que siguieran siendo vilmente explotado con salarios que no superan los pocos miles de pesos.

Es todo una idea lo que hace falta detrás, como en el tema de las tierras, las puedan comprar extrangeros o no, una idea a largo plazo se hace necesaria, consensuada por todos los partidos, no puede ser tan dificil.

Por otra parte me dieron ganas de pasar por aca por dos cosas, lo de botnia primero, se comprobó que algún químico estaría provocando falta de oxigeno diluido en el agua y bla bla bla, no sé, me da tristeza, mas allá del tema cortes, y pura mierda que recordemos los uruguayos que ese no es el camino. Y me acuerdo y me pongo a pensar que fue el puto JB que nos metió en esto pero que TV levantó la posta como propia. Y me acuerdo cuando los colorados o gobiernos de turno mostraban cifras de crecimiento económico y la izquierda decía que eso no significaba nada por el tema de la distribución y de que todos se quejaban cuando se presentaban números , y tildaban al oficialismo de abrumar con estadísticas que no llegaban al pueblo y bla bla. Y ahora no hacen mas que alardear con cifras que de nuevo cambian poco la cosa de fondo. Digo estoy de acuerdo con la crítica de la izquierda de aquellos años, pero y ahora (?) que pasa.

Yo veo tristeza por todo el panorama, diga que no voy a llegar a votar este año porque todavía estaré por el "viejo mundo" pero.. hay que tener coraje para seguir escribiendo de política, y actualidad, mereceríamos LSD gratis para toda la barra partidito en cuartos por la gorda turné con una tijerita afilada y repartido por analía en tanga, bueno y la wolf para la felatio

saludos

benito dijo...

El Maik: el problema con lo de las famosas butacas del Paraninfo es que el sistema de adjudicaciones presupuestarias es tan perverso que lo que se ahorra vuelve a Rentas Generales, en lugar de premiar al esfuerzo por no derrochar dinero público. Es así que la UDELAR, ante la posibilidad de lo que ahorró se vaya a Rentas Generales y termine pagando un juicio mal defendido, decidió gastarla en un lujo innecesario pero que va a persistir un buen tiempo. No estoy de acuerdo, pero ante la alternativa de que la gestión económica ahorrativa termine con sus ahorros perdidos en el limbo burocrático, tiendo a ser comprensivo. Casi simultáneamente -y con mucho menos ruido por parte de Búsqueda-, se repartió un superavit del Legislativo entre los hiper-mega-privilegiados trabajadores del Legislativo. Y eso lo decidió un blanco.

Yo le reconozco a este gobierno que, además de que cientos de sus contratos estatales fueron simplemente el regularizar a gente que estaba en negro, realizara al menos una buena parte -o todos los que no fueran cargos de confianza- de las contrataciones mediante concurso o sorteo. Si alguien bufa que tenga al menos la honestidad intelectual de reconocer que antes NO era así.

Pero hay un extra, que sería lo de eficacia de gestión y ahorro, que para mí vendría no tanto de la posibilidad de despedir -que al fin y al cabo depende de un despedidor que puede ser (y posiblemente lo sea) un canalla mil veces peor que los que despide, sino también de una concientización del concepto puro de empleo público, agregando el indispensable componente de servicio que implica. Es necesario que los trabajadores públicos entiendan que trabajan para sus compatriotas, y que su trabajo tiene aristas de sacrificio patriótico, y varios premios absurdos.

Por último, Cacho, el concepto de pasantía -originalmente algo honorable, similar a las residencias médicas o los practicantes docentes- fue una asquerosa forma de incluir trabajadores en negro en el Estado -y en todas partes- y, eso hay que reconocerle a este gobierno, fueron blanqueados en estos años, lo cual puede parecer un disparate para los que argumentan la reducción del estado, pero que hasta ellos tienen que admitir de que fue justo.

Anónimo dijo...

Hubieron varios intentos de desalojar la famosa mutualista con los pumas y demás pero al otro día siempre es lo mismo. Escuché que la había comprado Suat pensando en echar a todo el mundo, pero que el tema se complicó bastante y ya se resignaron. Igual aunque los saquen de ahí, creo que quedarían en la vuelta, ya sintiendose "adaptados" al barrio.
Tengo un montón de amigos y familiares en las cercanías y todos y cada uno tuvieron por lo menos un episodio desagradable. Yo sigo tercamente andando por todos lados a cualquier hora en un esfuerzo consciente de no preocuparme y vengo zafando pero ya me tocará, imagino.
Durante el dia varios estan de limpiavidrios en av.brasil y bulevar y me embola sonar como una vieja escandalizada pero realmente son de lo mas agresivo que yo haya visto. un cambio de panorama bastante importante en un lapso muy corto. Aunque por supuesto la contribución, gastos comunes y demas servicios siguen siendo carrasquenses, digamos.

Bajé The Mist en estos días, en un arranque compulsivo que también incluye otras 30 y pico de pelis de terror pero todavia no la vi. Vi varias otras q están muy bien (the strangers, teeth, exterminio 2, the thing -ya sé, ya sé, imperdonable no haberla visto antes-, y alguna otra).
También descubrí muy tarde a haneke a través de Funny Games, a quien habia despreciado intuyendo que la trama de Cache era un levante de Lynch. Pero no, puta madre, acto seguido vi Caché y esta muy, muy bien. ya tengo Les Temps du Loup en lista de espera.
Perdón por el divague, la proxima escribo menos dormido, salutes

Roberto Carlos dijo...

Benito:

Sobre el tema de la Universidad sigo pensando lo mismo, aunque es verdad que la resonancia que tuvo fue mucho menor que el episodio del Parlamento.
Dado el año en el que estamos, todo lo que esté relativamente asociado a la izquierda o a la gestión del gobierno y signifique una posible debilidad, va a ser explotado al máximo por los medios emparentados con la oposición.(Obvio, no?)

Sobre el tema de los empleados públicos y lo que comentas sobre la falta de vocación de servicio que muchos de ellos presentan. Concuerdo con lo que decís, pero ademas le agrego, que supongo que eso esta muy ligado al hecho de que muchos, muchísimos de ellos, están desde hace años, décadas incluso, en exactamente el mismo puesto. Y me parece que eso lleva a que se sientan como dueños de la posición que ocupan, más que como personas que estan empleadas para trabajar para otras (el resto de los uruguayos).

Pero también pienso que la posibilidad de despido en todo esto no es un tema menor. Me parece que si muchas personas sienten esa posibilidad como relativamente posible se ponen a trabajar de una manera un poco más seria. Mientras que cuando es algo remoto o sumamente remoto, como en la adm. pública, más allá de que formalmente se cuente con la inamovilidad o no, se favorecen situaciones como las que todos conocemos.
De todos modos, yo pienso que la responsabilidad de todo esto se encuentra en enorme medidad en los que diseñaron y diseñan las reglas y sistemas de trabajo en las organizaciones públicas (Legisladores, Directores, etc.), y no solo en los empleados públicos que son quienes generalmente se llevan la mayoría de las críticas.

benito dijo...

rodri: no creo que los malandras se quedaran mucho en el barrio de ser desalojada la mutualista, porque no tendrían en realidad dónde. No se puede decir que los santuarios de dichas características abunden en los alrededores de Bulevar y Maldonado. Hay otra cosa perversa con respecto a esa ocupación -y que se repite en relación a varios edificios tomados-, y que es fácil verlo de noche, es la existencia de luz eléctrica -evidentemente colgada- en su interior. Lo cual significa que, no contentos con afanar impunemente a cuanto vecino pase en la vuelta, también tienen luz eléctrica grátis evidente. Me explicaba un cana que eso se debe a que -como en casi todos los edificios tomados- no sólo hay chorros, sino que estos van también con sus familias -o aceptan a alguna mujer con hijos-, y que los jueces tienen orden de no cortar la luz a los lugares en los que hay menores. Es decir, a no cortarle la luz a los sitios en los que hay menores y que tengan pinta de pobres, porque si un obrero con diez hijos no llega un mes a pagar la tarifa de corte porque se le atravesó una cuenta extra, porque tuvo que pagarle el dentista a uno de los pibes y no se lo cubre DISSE o algo así, entonces que se joda: esos diez hijos van a estar sin luz ese mes hasta que el obrero consiga sacar la plata de algún lado. En cambio si una latera decide irse a vivir con su crío a un centro de delincuentes porque le resulta lateralmente redituable, entonces el Estado le da -además del permiso de residencia ilegal y de mirar para otro lado durante los choreos- luz eléctrica gratis. Sí, esto suena como una protesta de derecha, y es que por estas cosas es que la gente humilde se hace de derecha.

El Maik: Insisto con una cosa; el despido de funcionarios públicos existe y si bien es engorroso y lento, lo es porque es vía legislativa y pasando por el Ministerio de Trabajo -dos trámites engorrosos y lentos-, lo cual hace parecer que no existiera. Sin dudas que habría que flexibilizarlo en algunos aspectos, pero el problema de la eficiencia no pasa para mí tanto por ahí, sino más bien por ámbitos sumariales de castigo económico o degradación de cargo. Hay que recordar también que los evaluadores de los empleados públicos también son empleados públicos y están hechos de la misma materia. No me parece mal -en caso de que sirva para algo- la intención actual de informatizar y facilitar los servicios de quejas de usuarios. Si alguien lee en serio los resultados, la gestión pública podría mejorar mucho.

Sin embargo hay casos que para mí implicarían el despido inmediato por falta de confianza, y porque son unos cerdos. Hoy, por ejemplo leo en El País que la Suprema Corte le dio la razón a los 11 empleados del Municipio (entre los que están, si no me equivoco, algunos altos cuadros sindicales) que no se habían acogido al generosísimo convenio con la IMM a cuenta de los aumentos no pagos por el quiebre del convenio salarial -al llegar la crisis del 2002-, dándole la razón en todo a estos empleados de nosotros que decidieron no solidarizarse con la crisis que sufrimos todos -muchos de nosotros con la pérdida de nuestros puestos de trabajo-, y ni siquiera acogerse a un acuerdo tan generoso que es la base del que las inversiones de la IMM se reducieran un 50% el año que viene.

La IMM, nosotros, le vamos a pagar a cada uno de estos 11 hijos de puta unos 4 millones de pesos -a algunos más a algunos menos-, es decir, cerca de 160.000 dólares. Es su derecho: se hizo un agujero en la ley y en el sentido común por un abuso o incompetencia de la Junta Departamental -que aprobó el convenio impagable (como recuerda la sentencia) cuando la crisis y había estallado.

Yo me siento como en uno de esos casos en los que un violador es atrapado garchándose a un niño pero por una formalidad legal termina siendo liberado, es decir, es un escándalo, aunque la ley esté de su lado. Y si la ley está de su lado, me gustaría que todos los abogados del Estado se juntaran para encontrar una figura legal que permita echarlos sin compensación. Por ejemplo -y lo dice alguien a quién la palabra le rechina- por vilipendio a la patria. Al fin y al cabo, ¿qué otra cosa es robarle impunemente y a consciencia de la desproporción 160.000 dólares a todos nosotros? 160.000 dólares que multiplicados por 11 son cerca de 2 palos verdes que podrían construir casas para los que no las tienen, financiar proyectos de trabajo, comprar el puto aparato de diagnóstico precoz de cáncer que el MSP no puede pagar y que no deja que las clínicas privadas compren... Me da tanta rabia que me dan ganas de unirme a un partido que lo propusiera para las próximas elecciones, aunque el resto del programa fuera una traducción del programa electoral de Mussolini.

Y también que se sepan los nombres de cada uno de los integrantes de la Junta Departamental que aprobaron el aumento, para que sean juzgados por negligencia criminal o que, por lo menos, no se los vote nunca más en la puta vida.

Anónimo dijo...

brillante descripción. pero todavía contaminado de lo peor, la basura de nuestro imaginario de lo que está bien "decir" y "pensar". La mugre demagógica que nos lleva a aplaudir de pie el baño del papa, cuando la historia es una mierda. es lo mismo. exactamente lo mismo. lo que está contaminado es el imaginario contaminado de mierda ideológica, antes ADEOM era funcional y blancos y coloroados la mierda, el diablo, los ladrones que se robaron el país. Y resulta que no era así, que no era TAN ASI, pero tanto machacar y hacer un culto a "todo bien, bo, todo bien", esa falsa solididaridad hippie-izquierdista infantil nos ha llevado a dejar crecer los carritos, "todo bien, bo", los artesanos de Ciudad Vieja "todo bien, bo", las ritos umbandistas "todo bien, bo"... ya lo decía el viejo sabio Seregni... el problema de la izquierda va a ser como hacer con los grupos de presión a quienes se les prometió todo... pero resulta que de tanto hacer la vista gorda con tal que se vayan los colorados y los blancos... resulta que se contaminó el imaginario de la misma basura, entonces estamos cagados... y muchos que vociferaban clases de ética desde ese cartel absurdo que daba el ser de izqueirda y de oposición sinónimo de ética-valores, esa miradita campechana de sabiduría... esos mismos... hoy tienen tres o cuatro curros/consultorias en los ministerios del FA, haciendo lo mismo que antes criticaban (con razón)... es un ASCO. La cabeza que hoy domina Uruguay es un RETARDO MENTAL NAUSEABUNDO y estamos nadando en la mierda encontrando donde poder respirar algo de aire puro... esta columna lo es. por lo menos alguien se empieza a animar a decir algo. hay que seguir razonando, criticando, sincerando, sobretodo sincerando que estuvimos calladitos parados arriba de una montaña de mierda ... Y NO POR PENASR ASI SOS DE DERECHA, por favor... y si lo sos QUE????. MONTEVIDEO APESTAAAAAAAAAAA y MABEL LOLO CAMBIO EL AUTO con la guita de mis impuestos.Y YO SIGO EN BONDI.
ASCO, SOLO ASCO

Roberto Carlos dijo...

Benito:

Yo que se, el tema de la IMM y el pago del convenio a sus empleados la verdad tiene ya tintes Kafkianos. No termina más. No tenia ni idea de que habían once funcionarios que no habían aceptado la propuesta de la administración. Es como de locos, o de "cerdos", parafraseandote.

O sea, estos once tipos, o tipas, no son el denominador común del "empleado público". Pero concuerdo contigo que de todos modos por lo grave de la situación, que implica un grave daño a las finanzas de todos nosotros en definitiva, sería bueno, justo, y necesario incluso, pegarles una patada en el culo. No se como es el tema de la destitución de los municipales.-
Lo que sí sé, es que debe ser igual o peor de engorroso que el que mencionas para los empleados públcicos, y encima, seguramente muchísimo más conflictivo por tener detras a un sindicato como Adeom.
Adeom es también otro tema en todo esto en el que por ahora prefiero no entrar, porque sería demasiado largo como para este comentario. Pero si voy a decir, que me parece que daña enormemente la imagen del sindicalismo frente a la opinión pública. Y eso no es nada bueno.

Sobre el tema de la eficiencia de los funcionarios, no voy a agregar casi nada más. Más o menos estamos de acuerdo, salvo que con algunos matices.
En definitiva lo único que frena todos las posibles soluciones son la voluntad política, por no entrar en conflicto con los sindicatos y por el puto calculo electoral.

Y bueno el final del comentario es francamente espeluznante. La comparación entre una guita tirada al tacho por la comuna, y la posibilidad de una buena inversión como el polémico aparato de diagnóstico, es espeluznante.
La verdad me saca hasta la ganas de putear.

Saludos.

benito dijo...

anónimo airado: suelo clasificar mucho las cosas entre "izquierda" y "derecha" porque me ahorra tiempo de explicaciones, porque se puede decodificar rápidamente y porque en la discusión política es necesario denominar así a las cosas para tener puntos de referencia. Me gustaría decir (como suelen repetir comentaristas que inevitablemente son de derecha) que esa clasificación está superada, pero no es así. Yo por lo menos no lo creo, y suelo clasificarme como de "izquierda" tanto por motivos histórico-personales como por el que realidad importa (si se considera, como yo, esta división como una dicotomía que puede resumirse en orden vs. igualdad, pero que es esencialmente una dicotomía económica) que es simplemente si se cree en la libertad de mercado o no. Yo no, si hace falta aclararlo, y creo que la libertad económica es el fin del mundo y de la humanidad. Así de simple.

Sin embargo odio el bagaje de cosas que supuestamente van pegados a estos conceptos y me niego a aceptarlos: yo económicamente me considero de izquierda, en el aspecto de seguridad me considero de derecha pura y dura, en cuanto a marco referencial me considero de izquierda, en preferencias culturales dividido (pero suelo preferir las obras de artistas de derecha o indefinidos), sexual y moralmente totalmente de izquierda al igual que en lo que refiere a las sucias religiones, en lo referido a orden y preservación urbana soy más bien de derecha, ecológicamente -que tal vez sea el tema que más me importa-..., bueno; supuestamente es un tema propio de la izquierda, pero es muy relativo: la práxis hiperhumanista de la izquierda suele relegar los aspectos ecologicos en virtud de los aparentemente humanos, así que yo no le creo un sorete a la izquierda en términos ecológicos (los gobiernos de Vázquez y Lula son muy ejemplares al respecto de cómo la izquierda se caga en lo ecológico), y lo ecológico de por sí le plantea un buen problema a la definición izquierda-derecha: si bien es evidente que el capitalismo moderno, tardío o neoliberal es una pesadilla ecológica y está terminando con el mundo a una velocidad aterradora, la reacción contraria es una reacción profundamente conservadora y en muchos aspectos anti-humanista, por lo que se la podría calificar también como una reacción fundamentalmente de derecha, pero de una derecha anti-capitalista, que es algo que existe y que tanto la izquierda como la derecha neoliberal suelen olvidar.

Es decir, es muy complicado, yo hablo desde un punto de vista más bien de izquierda, pero me niego a hacerme cargo de toda esta mierda por ello, y no me parece necesariamente una categoría moral, eso es otra cosa.

El Maik: en realidad no es sólo ADEOM lo que daña el sindicalismo -algo indispensable para todos los que como yo vivimos como asalariados del sector privado- sino casi toda la práxis del sindicalismo corporativo del sector público. Por cada protesta válida del sector público (la policía, los funcionarios no-médicos de la salud, etc.) hay un sinnúmero de exigencias no justificadas que jamás terminan en rechazo sino que inevitablemente van avanzando en una serie de privilegios que no tienen lo más mínimo que ver con la economía de un país en déficit. Casi al mismo tiempo que se admitía desde el gobierno que el plan Cardales -que beneficiaría a todos los uruguayos en general- no podía aplicarse porque desmantelaría a ANTEL, los funcionarios de los entes autónomos -incluyendo a los de ANTEL, que tendrían que estar haciéndole mamadas a todos los integrantes de este gobierno por no aplicar de inmediato el plan Cardales y hacerlos innecesarios de pronto-, decidieron ponerse en plan de guerra para reclamar mejoras salariales. Es de locos: estás manteniendo artificialmente sus trabajos (lo cual puede justificarse durante un tiempo, ya que son muchos puestos de trabajo) aumentando por ello los costos para todos los demás uruguayos, y en lugar de reconocerlo y agradecerlo, vas a la guerra pidiendo más. Y para peor apostaría que lo van a conseguir.

(Como si fuera poco SUNTEL recientemente decidió hacer una campaña de saturación de spam a las casillas de los dirigentes, dañando así infraestructuras laborales que no son de los dirigentes sino de TODOS NOSOTROS, con total impunidad)

Es decir, el ejemplo de los aparatos de detección temprana es sólo uno más. Cada vez que veas a alguien desamparado por quién el Estado debería estar haciendo algo y no lo hace. Cada vez que haya un pendejo en la calle que el Estado no sabe dónde mierda meter porque no tiene un mango. Cada vez que un pobre tipo se muere en un hospital sin el tratamiento indicado. Cada vez que un pequeño comerciante se funde, aplastado por impuestos e incapaz de conseguir el menor financiamiento porque hay que moderar los préstamos del BROU. Cada vez que un ciclista muere aplastado por una rama que debía haber sido podada por la IMM hace años. Cada una de esas veces indignantes, hay que pensar en los 18 millones -ahora serían unos 20- de dólares que la imbecilidad de las administraciones Arana-Muñoz-Ehrlich les regaló a estas lacras de ADEOM. O en los dos millones de dólares regalados por el BHU a este constructor (se me escapa el nombre ahora y no tengo ganas de buscarlo) porque sus abogados estaban ocupados haciéndose la paja. O los millones voladores de PLUNA.... Razones para indignarse no faltan.

El gaucho insufrible dijo...

Los votantes del convenio:


Morodo, Walter
Pereyra, Susana (Actualmente Es Edil)
Gonzalez, Fernando
Cayota, Mario
Silva, Gaston (Actualmente Es Edil)
Facio, Luis
Mazzarovich, Jorge
Linzo, Mario
Rodriguez, Delia
Sanchez, Jar (Actualmente Es Edil)
Unanian, Raffi
Zuppardi, Duilio
Weiss, Gabriel (Actualmente Es Edil)
Mallo, Alma
Ayestaran, Teresita (Actualmente Es Edil)
Rojo, Gustavo
Fernandez, Laura
Albertoni, Duilio
Brenta, Eduardo
Piovesan, Washington
Ribero, Maria Sara
Ferro, Cristina (Actualmente Es Edil)
Sanseverino, Bertha
Garcia, Cesar
Carrasco, Jose
Abi Saab, Osvaldo
Garin, Graciela
Maute, Marcelo
Hernandez, Uberfil
Fernandez, Martin

...pese a que siempre se indica que el rubro Retribuciones Personales es el de mayor peso en la estructura financiera de la Intendencia Municipal de Montevideo, lo cual es cierto , hay que considerar que la gran diferencia entre nuestra Administración y las demás es en que ponemos conciencia y moralidad al servicio de la política.

benito dijo...

Ah, veo el nombre de algunas figuritas repetidas en la lista. Estaría bueno que no se olvidaran. O que algún periodista los entrevistara al respecto para que expliquen por qué firmaron ese puto convenio que nos costó unos 20 millones de dólares si la crisis ya había estallado, tal y como dictaminó la Suprema Corte. Y que luego le regale un libro sobre el seppuku.

El gaucho insufrible dijo...

El ultimo comentario es el preámbulo de la reunión de la Junta Departamental de Montevideo a la discusión del tema del convenio con ADEOM.

Mas allá de ser bastante jocoso el comentario -conociendo el posterior desarrollo del tema-, es curioso lo pedante que suena arroparse como poseedor de en una moralidad y conciencia de grado superior.

Acá se le pueden hacer preguntas a los ediles.

Roberto Carlos dijo...

Oldboy y Benito:

Che, tan meando un poco afuera del tarro con los nombres.
Todas esas personas no ratificaron el convenio.

Ayer cuando Oldboy subió el comentario con los nombres me extraño de sobre manera que aparecieran nombres como el de Cristina Ferro (colorada) y otros ediles blancos también. Así que me tomé el laburo de revisar con el buscador del sitio de la Junta, las actas del 2002 con el tema "Adeom".

Ahí encontré el acta en el cual la Junta ratifica el convenio, de donde se desprende que no todos ellos votaron por la afirmativa. No aparecen los nombre de quienes votan, pero si que fueron "19 en 30", por lo tanto no todos los de la lista.

Además hay algunas intervenciones que no tienen desperdicio, y evidencian el absurdo de todo esto:
el convenio en sí (impagable); el momento en el cual llega el pedido de ratificación del convenio a la Junta, Setiembre de 2002. O sea, varios meses después de la firma del Convenio Ejecutivo-Adeom, y un mes antes de que el Ejecutivo mismo lo denuncie.
O sea, otra vez, es una locura!. En medio de las negociaciones con el sindicato, el Ejecutivo municipal manda a la Junta el convenio para que lo ratifique, sabiendo que probablemente no va a poder pagarlo, y encima, por lo que aparece en las actas, no siendo esa ratificación una potestad de la Junta. Porque el Ejecutivo por sí solo puede firmar "convenios" de este tipo.
O sea, a mi la impresión que me da, es que tiene un tufo a que la administración de Arana le quiso sacar el cuerpo lo más posible al conflicto, mandando el convenio a la Junta para meter a todos en ese baile y no quedar como único responsable.

Pero ta, saquen ustedes sus propias conclusiones. Les dejo el link:
http://www.juntamvd.gub.uy/es/archivos/actas/418-sesion-020912.htm

Tienen que buscar la votación del artículo 54. Que es donde se disute este asunto.

Anónimo dijo...

Creo que ya me fui de tema, pero estoy viendo tele argentina y hay una de homenajes a Alfonsín con lágrimas en los ojos y con frases como "se fue un demócrata que es lo mejor que se puede decir de él" No sé, me parece que se fueron al carajo. ¿Cuando se muera Sanguinetti lo van a llorar así en bloque? Saquenmela un tercio.