Leo en todos lados que murió Raúl Alfonsín; supongo que en frío tendría que reaccionar como ante cientos de noticias desgraciadas que día a día pasan frente a nuestros ojos sin que les demos la menor pelota. Al fin y al cabo soy uruguayo, nunca tuve simpatías hacia la UCR (de hecho siempre tuve un interés casi morboso -especialmente por ser uruguayo- hacia el PJ), y prácticamente toda la carrera de dicho político desde que los carapintadas le torcieron el brazo en las pascuas de 1987 me pareció intrascendente, o casi culposa.
Pero hay cosas que tienen que ver con uno, no con la Historia sino con el pequeño cacho de la misma que nos envuelve de vez en cuando y se hace parte de nosotros. Yo era muy chico cuando Alfonsín llegó a la presidencia argentina, pero por casualidades del destino me había hecho fan adolescente (o pre-adolescente) de la revista Humor, que se convirtió en mi cátedra de formación política precoz, y que me familiarizó tempranamente no sólo con el trabajo de personajes ilustres del comic y el humor gráfico argentino, sino también con el infinito horror de las dictaduras del Cono Sur, y el espanto de la tortura, los desaparecidos, la censura y la represión infinita. No me animaría a decir que Humor me hizo de izquierda, cosa que sigo con dudas de ser realmente, sino que me aproximó a sus reclamos innegociables, al conocimiento de la brutalidad incontrolable del terrorismo de estado y a la risa y el desprecio como formas asordinadas de resistencia. Y a Alfonsín, que fue ídolo y payaso de dicha revista durante esos años confusos y efervecentes del fin de las dictaduras.
No es eso lo que me viene a la mente cuando leo que Alfonsín murió, no es su valiente rol como abogado en la dictadura, no es la esperanza que le depositaron encima, la enorme dignidad del comienzo de su gobierno -de las libertades irrestrictas, de los juicios a los militares y los intentos de auditoría de la deuda externa-, sino en realidad el comienzo de su caída, de su espiral hacia una infamia mediana, o un relativismo inevitable de sus méritos, es decir la terrible -y para mí magnífica- Semana Santa de 1987.
Por una de esas casualidades -para ser exacto por un efecto colateral de la hiperinflación que hizo que Buenos Aires tuviera precios ridículamente bajos para los uruguayos durante varios meses- yo estaba en Buenos Aires durante la Semana Santa del levantamiento de los carapintadas del repugnante Aldo Rico. De hecho me estaba quedando con dos amigos -que al igual que yo éramos demasiado chicos para viajar sólos pero de alguna forma lo habíamos logrado- en el Hotel Liberty de Corrientes y Florida, el mismo en el que estaban Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz cuando fueron secuestrados y asesinados. Era la primera vez que viajaba en circunstancias similares y todo era una aventura enorme.
Uno de esos días caminábamos por Lavalle y un porteño muy elocuente nos convenció de entrar a un cabaret a ver un show de strip-tease. En pocos minutos unas turras muy bien entrenadas se las arreglaron para que pidiéramos una serie de bebidas de precio insensato -a esa edad uno se convence de cualquier cosa cuando le acarician la poronga por encima del pantalón- y nos vaciaron las billeteras a la velocidad a la que un chorro de agua pasa entre los dedos. Otro día vimos a El Corte, la primer banda del Calamaro sin gracia, en un boliche de Suipacha que había sido una Iglesia. Ese día tomamos cerca de diez taxis, porque cada uno nos salía lo mismo que un chicle en Montevideo; escuchamos el Helen of Troy de John Cale en el boliche y nos sentamos cerca de Charly García. Eran unas vacaciones tremendas para gente que no había cumplido aún 18 años.
Pero lo que más recuerdo, lo más fuerte e intenso de esas vacaciones, fue el levantamiento de los carapintadas y las circunstancias en que lo vivimos; con mi amigo J. habíamos conocido a un par de porteñas en Atlántida, a las que habíamos quedado en llamar cuando llegáramos. Lo hicimos y nos invitaron a tomar unas cervezas cerca de sus casas, en una zona de Belgrano que hoy en día es cheta y elegante, pero en aquel entonces no lo era. El mismo día que aterrizamos por allí Rico y sus fachos maquillados se amotinaron en la Escuela de Infantería de Campo de Mayo, y todos nuestro planes se trastocaron. Una de las dos chicas era militante del partido de izquierda tímida de Oscar Alende -el PI-, pero venía de una familia del ala izquierda del PJ que por pura suerte no tenía desaparecidos cercanos, la otra era una de las rarísimas integrantes de la Juventud Comunista argentina. Ambas tenían motivos serios para ponerse nerviosas ante una asonada golpista, y ambas eran mucho más lindas y simpáticas que cualquiera de las chicas con las que eventualmente salíamos en Montevideo.
Y estaban muy nerviosas, y se deshacían en excusas por no poder salir a divertirnos por ahí, aunque en retrospectiva los motivos eran transparentes y totalmente comprensibles. Pero además estaban solas, las familias de ambas se habían tomado la Semana Santa de vacaciones en el norte, o en Uruguay -ya no me acuerdo-, y las dos habían quedado de dueñas de casa mientras el endeble mundo de la precaria civilización democrática argentina parecía estarse viniendo abajo y las cosas parecían feas para dos jóvenes militantes. Pero las noticias sobre lo que pasaba en Campo de Mayo eran escasas y poco concluyentes, y en algún momento apareció un amigo mutuo -el que nos las había presentado- con un spray anestésico cuya composición era a base de éter. El tipo había descubierto que tirando un poco de ese spray sobre un pañuelo y aspirandolo luego, se conseguía un efecto breve y poderoso, exactamente igual al del lanza-perfume brasileño. El efecto de una aspiración de éter dura apenas unos segundos, pero después de estar haciéndolo un rato, ese efecto se prolonga (a veces demasiado, ya que se trata de una droga de muy difícil control, y puede producir alucinaciones fuertes y peligrosas), y luego de estar jodiendo con el spray un buen rato, quedamos todos con un coloque respetable. Recuerdo haber visto una conversación materializarse en letras sobre mis acompañantes.
Entonces volvimos a la televisión pero no había novedades del levantamiento, así que cambiamos de canal, conectándonos a una especie de proto-cable ilegal por el que un video-club de la manzana transmitía películas a cambio de una cuota ridícula. Y estaban pasando Gallípoli de Peter Weir, una película que trata del infausto desembarco de los Aliados en los Dardanelos durante la Primera Guerra Mundial (hechos que son también narrados en la desoladora 'And the Band Played Waltzing Matilda' de los Pogues) y la vimos -vaciando las botellas de vino de los padres de la dueña de casa-, quedando muy impactados por el final. Puede ser que estuviéramos todos muy sensibilizados, drogados, borrachos o simplemente emocionados, pero cuando Mel Gibson a pesar de su esfuerzo no llega a impedir que Mark Lee y su compañía cargue contra las ametralladoras turcas, que los masacran, quedamos sin hablar un buen rato. Qué triste, qué fracaso a pesar de todo ese esfuerzo.
Hace más de 20 años de eso; todos los que eran protagonistas culturales o sociales de ese momento histórico cambiaron radicalmente o murieron. Mirando en retrospectiva tengo la impresión que en esos mismos días comenzó el derrumbe de la gran ola de esperanza que la llegada de la democracia había traído al Río de la Plata; los compromisos asumidos por Raúl Alfonsín con los carapintadas -particularmente la espantosa Ley de Obediencia Debida- y la crisis económica rampante que comenzaba a asomar su fea cabeza terminaron con lo que parecía una breve edad de oro, de juicios a los genocidas, planes de auditoría de la deuda externa, destape social y cultural, experimentación artística, revelaciones del pasado reciente y movilizaciones masivas.
Alfonsín me recuerda a Hugo Batalla, otro hombre de convicciones y conducta inobjetables durante los momentos más complicados de las dictaduras -o La Dictadura, porque hoy en día es bastante tonto el considerar al conglomerado de canallas militares y los grupos económicos que representaban como algo diferente de ambos lados del Plata-, que se derrumbó por especulaciones políticas al final de su carrera. Me recuerda a Wilson Ferreira Aldunate, es decir, a políticos semi-conservadores pero de gran autoridad ética que en los momentos clave de sus historias personales y colectivas fueron derrotados en forma estrepitosa, quedando para siempre maculados por esta derrota. La derrota de Alfonsín señaló -algo que se confirmaría con el triunfo del voto amarillo en Uruguay un par de años después- los límites de la democracia triunfal que en aquel momento nos parecía un tsunami histórico irreversible e imparable. La derrota de Alfonsín dejó en claro el peso indiscutible de la práxis de las armas y el dinero ante el idealismo de las marchas callejeras. Es difícil especular si cuando Alfonsín arrió las banderas lo hizo por responsabilidad ante la eventualidad de un mal mayor, por especulación política o por simple cobardía tanto en relación a la debilidad de las fuerzas populares como de su energía, pero cuando lo hizo comenzó un tiempo de fealdad, hijadeputez descarada, soborno y cinismo. El tiempo de los Carlos Menem, de los lectores de Fukuyama, de los idiotas bautizando como idiotas a todos los que no estuvieran de rodillas, de la flexibilidad laboral y los publicitarios como paradigma, de las putas. Es difícil que alguien se sobreponga a una derrota así, a dejar un país en llamas en manos de personas horribles, y es difícil que se perdone esa clase de derrota. Pero todos vamos a ser derrotados al final, aunque más no sea de la forma en que hoy lo fue Alfonsín, y no es eso lo que me viene a la cabeza.
Leo en Crítica una columna de Osvaldo Bazán en la que enumera nombres de los 80 y a la que podría ponerle la firma sin mayores problemas; al tipo de la barbita de chivo -un coetáneo mío no mucho mayor- le pasa lo mismo que a mí. Leé "murió Raúl Alfonsín" y se le empiezan a disparar palabras, nombres y momentos sobre los que la muerte de Alfonsín cae como una lápida definitiva. Menciona a Bukowski, a los Redondos, a los video-clubs, a Camila Perisée, a La República Perdida, a los que iban a cosechar café a Nicaragua, a Grondona White, a Prix D'Ami, a La historia sin fin... a un montón de cosas de un collage que cada uno de los que vivieron esa época podría hacer propio con diversas variables, y culmina "están velando a los años ’80. Oficialmente, ha muerto nuestra juventud".
Nunca le presté mucha atención a Bazán, pero leyendo esta columna no puedo menos que respetarlo por definir tan bien lo que siento, ese frío en la memoria, esa invitación a meter en el cajón todo lo que entre junto al fiambre, ese golpe contra el fondo de roca, el que nos expone ante nosotros mismos en forma indiscutible que ahora somos algo que no nos gusta, y que dejamos de ser aquello otro.
Pero no es eso en lo que pienso ahora mientras los noticieros enumeran nombres de animales que opinan sobre Alfonsín y la democracia, sino cosas más luminosas; pienso en Jorge Corona diciendo "¡qué desastre ese Alfonsín! ¿por qué no se irá a Mar del Plata, a ahogarse como su hermana?". Pienso en la ausencia de odio de la tira Los Alfonsín de Rep, que opinaba sobre el mandatario con una familiaridad, y hasta afecto, hoy en día impensable hacia algún político. Y pienso en la Plaza de Mayo llena y ensordecedora, por la que deambulamos -unos chicos apenas- con los bolsos ya hechos para ir al puerto y volver a Montevideo. Estábamos en un punto crucial de la Historia del último medio siglo y caminamos de la mano de dos chicas tan hermosas que si nos acompañaran de vuelta a Uruguay, todos los galanes del liceo se quedarían boquiabiertos al vernos apretar con ellas a una distancia considerable (pero no tan lejos como para que no nos vieran) de nuestro bar favorito.
Y entonces (hoy, hace 20 años, hoy cuando leo sobre la muerte de Alfonsín) estoy enamorado, no sólo de una muchacha de 16 años con un mechón rubio y otro rojo, sino de una ciudad entera, de un sentido del humor, de un acento, de unas casas que se abren con una generosidad que yo desconocía, de los textos de Brecht que le gustan tanto a esta militante del PI, de la palabra "psicobolche" que acabo de hacer mía con el objetivo de exportarla a Pocitos y aplicársela a todos los padres de izquierda de mis amigos, del chiste irritante para muchos de definirme como "argentino del este" -algo que sigo siendo en forma tozuda, poco patriótica e inevitable-, del empedrado de la calle Cabildo y el vino en pinguino que a ella le parece apenas tomable pero que para mí es el mejor que haya probado.
Estoy feliz y ni siquiera me doy cuenta, porque el ruido es cada vez mayor y ahora está hablando Alfonsín, y no se entiende un carajo lo que dice, pero a cada rato lo aplauden, así que debe ser bueno. Y en el bolso tengo el Give 'Em Enough Rope, el único disco de The Clash que me faltaba, y no escucho el "La casa está en orden, felices Pascuas", pero creo que ella sí, porque tiene los ojos llenos de lágrimas y pone mis brazos alrededor de su pecho. Y yo nunca voy a estar igual de excitado y con una sensación semejante de estar en la boca de la Historia, en su caja de resonancia, pensando en coger, en escuchar punk rock y en frustrar golpes militares sólo por ser muy joven.
Y eso me pasa por el corazón a pocos días de otra Semana Santa, casi un cuarto de siglo después, mientras Alfonsín sigue muerto en la televisión, y yo le agradezco con egoísmo porque al morirse arrastra como magdalena proustiana todo ese calidoscopio de imágenes de algunos de los mejores días de mi vida, de cosas de las que no tengo una miserable foto y que sin embargo forman parte fundamental de los cimientos de todo lo que soy y de todo lo que puedo decir. Puede ser que algunas de esas cosas estén tan muertas como ese político de bigotes que en el tiempo parece pararse del lado de los buenos, o de lo bueno. O puede ser que no. Me gusta pensar que no, porque no me gusta perder las cosas del corazón. Y agradezco cualquier estímulo que por lo menos me descubra el lugar en dónde estaban, y las siluetas que dejaron sobre las mantas las personas que allí se acurrucaban. En el fin de los 80, cuando yo era un pendejo y no sabía que estaba todo bien.
Muy bueno. Te dejo el Rep de hoy por si no lo viste:
ResponderEliminarhttp://www.pagina12.com.ar/fotos/20090401/rep/na40di01.gif
Hace bastante juego con el post, me parece.
Leer estas cosas me dan bronca de haber cumplido dieciocho años en plena decada menemista neoliberal fukuyamesca publicitaria y flexibilizada.
ResponderEliminarAhora ya no solo tengo nostalgia de los 60' que no viví. Tambien de los 80'. Fuck
yo nací dos meses antes de que asumiera, y calculo que desde una perspectiva más argentina hay un montón de cosas en Alfonsín que no me cierran (incluso algunas más recientes, de las que tengo una memoria más propia, como su rol en el pacto de olivos y la formación de la alianza). sin embargo, de todos los que nos tocaron en suerte, es cierto que este tipo le saca varios cuerpos en unos cuantos valores de los que importan.
ResponderEliminar(y la peli de weir la vi el año pasado en un bus peruano que viajaba -eternamente- entre la frontera con ecuador y lima. estaba en español de españa y mi estado no era el mejor: no me gustó. quizás deba darle otra oportunidad)
Un enfoque distinto, pero interesante.
ResponderEliminarCreo que unos cuantos deben haber pensado (no, mejor dicho, sentido)lo mismo que Bazán o vos Benito.
Creo que el finado le tocó, casualmente o no, ser uno de los que canalizó ese deseo enorme de principios de los 80, de vivir distinto, sin complejos.
Comparado con los 90, algun momento fue primavera (la gente misma se daba el lujo de sentir optimismo).
Los 60, los 80... en algún momento tiene que venir otro poquito de oxígeno.
Ah, una cosa, en un momento sentí estar en medio de un guión de Cinema Paradiso (de cuando Toto va despedir al viejo Alfredo: no despide solo al viejo, sino sus memorias de la infancia y adolescencia, -perdon por ser redundante-).
Puta, me cuesta escribir. No me alcanzan las palabas.
Saludos, chabon
che porque mierda tanto respeto a un tipo que hizo esto:
ResponderEliminarPLAN MACHINEA ESTATIZACION DE LA DEUDA EXTERNA,"LA CASA ESTA EN ORDEN"/OBEDIENCIA DEBIDA,PLAN AUSTRAL, AJUSTES MAS AJUSTES,ETC...
odio tanto la estupidez genralizada y mediatizada la falta de memoria.
que no le deseo paz este.Don las pelotas.
El ultimo anonimo.
Estuve de casualidad en Buenos Aires y pasé por la puerta de la casa de Alfonsín, un apartamento de la calle Santa Fe a la altura de Talcahuano, justo al lado de la galería Bond Street. Mientras paseaba por allí pensé en que si los pibes que hacían cola para tatuarse o se compraban una ropa moderna de la onda elegida, sabían quién era ese que se estaba muriendo al lado. No porque crea que Alfonsín haya sido un político importante, sino porque fue un político importante en mi tiempo de vida. Fue el primer presidente que vi cómo ganaba una elección y que vi cómo se lo satirizaba y vi también, como doblaba la rodilla y dejaba todo en manos de unos gorilas impresentables. Yo también estaba allá ese día, esa semana, hace tanto tiempo. También me acuerdo de una mujer, en ese tiempo una niña, por la cual hubiera peleado al mismísimo Aldo Rico y a toda su caterva con una mano atada. Snif.
ResponderEliminarPP: los 80 se volvieron rápidamente una mierda en el mundo entero y de hecho creo que fueron la primer década que globalizó a full la mierda, así que no da para quejarse mucho el no haberlos vivido.
ResponderEliminarSin embargo... sin embargo... la explosión de libertad y desenfreno y creatividad desbocada (aunque con pocas obras memoriables) que se dio en el Río de la Plata entre 1985 y principios de 1989, fue única. Fue una bohemia tardía que poco tiene que ver con el concepto mundial que se tiene de los 80.
Yo defiendo esa parte olvidada de ese tiempo, pero si no los viviste, lo mejor es inventarlos allí dónde se esté. Este no es un mal momento en esos aspectos (al menos en Montevideo).
Bingo: estrictamente a mí no hay casi nada que me guste/cierre de R. Alfonsín, al mismo tiempo recuerdo los proyectos de auditoría de la deuda externa y digo "chauu....". No hay una persona de un partido "progre" de América Latina que se anime a hablar del tema. De cualquier forma no es que uno admire a RA de la misma forma en que admiré a Liber Seregni. Es sólo que es un jerarca de mi tiempo -y uno no particularmente canalla-, cuya muerte me hace pensar en cosas.
timon: pensar así es muy Cinema Paradiso. No es una crítica, es una puntualización.
anónimo Don: no hay nada en el post que se contradiga con lo que pensás, y en realidad no es un tema que me interese combatir. No creo que RA fuera ni un santo ni un revolucionario; lo que pienso está en el post.
anónimo II: en ese tiempo todos estábamos descubriendo las distintas posibilidades del romance y el erotismo. Y además éramos pendejos sensibles en medio de una revolución cultural. No me extraña que todos los coetáneos tengan un sinfin de cuentas pendientes, roturas, locuras y simples expectativas frustradas colgando de los hombros.
Lindo post Benito, no tengo muchos recuerdos de la presidencia de Alfonsin, era muy joven aun, pero para mi su nombre siempre estara conectado al retorno de la democracia y bueno, los huevos de meter preso a Videla.
ResponderEliminarQue lastima que tu soundtrack de aquel verano fue el Give Em Enough Rope de los Clash y no cualquier otro de sus discos, todos superiores...
sorry fue un error copipegue mal y era para otro blog en que se lo endiosa tu posteo esta claramente apuntado hacia otro lado.
ResponderEliminarE.U.A
En estos días he leído un montón de columnas de gente de mi generación o un poco mayores y que tienen el mismo tono de este post. Incluso Figares se bajó de su caballito de mártir disidente para rememorar ese tiempo con afecto.
ResponderEliminarMe quedo pensando en que hay algo meramente generacional en esas nostalgias; al fin y al cabo todos estamos evocando etapas que se supone que son las mejores de la vida -la posadolescencia en mi caso, la primera juventud en el de Bazán o Figares-, pero al ver a las multitudes alrededor del féretro de Alfonsín me pareció también notar un tipo de nostalgia que no tiene tanto que ver con la experiencia propia sino con algo realmente perdido. Si se quiere una visión ideológica, moral. Fueron muy sórdidos los años que siguieron al fin de los 80 y nunca se volvió a vivir esa atmósfera de optimismo comunitario y creatividad desbocada. Es eso lo que me parece que sacó a tanta gente a la calle en Buenos Aires.
Supongo que se deben sentir como yo cuando murió Seregni, el único político del que fui seguidor y al que fueron a despedir hasta los que lo habían llegado a odiar. Como Tom Cruise cuando se muere su padre al final de Magnolia.
Pienso en Seregni y pienso en el católico -o filocatólico- que gobierna en estos momentos. Veo al casi seguro candidato del FA hablar con su permanente desprecio a la cultura, a la urbanidad, al pasado (excepto al pasado maquillado del que goza)... y me parece que la muerte de personajes -con todas las sombras que se les quieran achacar- como Seregni o Alfonsín no sólo indican la muerte de pequeñas partes de nuestra ideología sensible, sino simplemente de una clase de sensibilidad nacional que muy lastimada por la inhumanidad inédita de La Dictadura, era -tal vez como reacción- curiosamente más humana.
En aquel tiempo la pobreza era más profunda y general que hoy en día, así como el desempleo y la crisis, sin embargo eso no se traslucía en la violencia anormal de hoy en día. Las drogas estaban en plena eclosión libertaria y los accidentes fatales con ellas eran múltiples, pero sin embargo no había una cultura de drogadicción parásita. Tampoco había canallas delatores siete días a la semana extorsionando personas por televisión y haciéndolo parecer algo divertido.
TJAQ: cuando se busca tanto a un disco como yo busqué ese, te importa un carajo si al final no está tan bueno. Pero aún siendo el peor de los discos de Clash (con Jones), tal vez por esas circunstancias me sigue pareciendo un disco muy emocionante. Aunque también puede ser que sea por "Stay Free" y "All the young punks", dos tremendas muestras de nostalgia precoz.
Está todo bien si; eso es cierto. Tiene que ser cierto porque se siente cierto.
ResponderEliminarMuy a pesar de todo, todo está bien. Todo está muy bien.
che que onda ese Mujica ¿se llama asi puede ser? un politico Uruguayo que sonaba logico agarre una entrevista en TN creo...
ResponderEliminarE.U.A
Un post muy "copado" Benito.
ResponderEliminarMuy conmovedor.
Al leerlo me pasó algo parecido a PP, una especie de desanimo por no haber vivido esos años. Pero supongo que más que por los 80 en sí, es por la forma en como lo contás.
Mis 18 los alcance en esta década, la del Y2K, la de la crisis del 2002/2003, la de la ilusión del cambio político alcanzado por las urnas, que vi provocar en madres y padres lagrimas de alegría, y que me hizo llegar al trabajo casi ebrio y con una remera llena de marcas de pintura azules, blancas y rojas. También podría decir, la de Obama, el portador de las esperanzas y expectativas de millones de personas. No estuve ni en Washington ni en Berlin para verlo aclamado por las multitudes, pero pienso que debe haber sido hermoso. Más allá de todo lo que uno pueda objetar y de lo que resulte al final, debe haber sido hermoso estar ahí con el sol reflejando en las caras de todos.
Así como vos agradeces a esta persona que acaba de dejar este mundo, por revivirte esos momentos que llevas dentro tuyo, esos que en definitiva con sus particularidades cada uno de nosotros porta como pequeños y gigantes tesoros (si es que eso es posible), te agradezco por haber hecho que algo similar echara a rodar en mi.
No se exactamente en que momento, pero en una parte de la lectura me empezó a sonar el arpegio de inicio de Tempo Perdido de Legiao.
Yo que sé, misterios de la cabeza o del corazón.
Saludos.
No bien aprete el boton para publicar mi comentario anterior, me recorde de "Stay Free", un gran tema que siempre logra emocionarme. El problema no es que Give Em es un mal disco,al contrario, sino que todos los demas (con Jones) son alucinantes.
ResponderEliminarMe imagino que ese verano tuyo hubiera sido completamente diferente sonando por ejemplo el triple Sandinista.
Bueno ahi me meti en lo que pudo ser y no fue, no, que siempre va ser parte de las grandes fascinationes del mundo pop/rock. Como el disco que Hendrix no llego a grabar junto a Miles, o el Smile de Brian Wilson etc...
Total acuerdo con vos y, mal que me pese, con Bazán. Se nos fue una etapa de la vida, una etapa de juventud en el más amplio sentido de la palabra. toda mi vida defenestré al bigotón (creo que con cierta razón) por ser santo de la devoción de mi madre, pero, mirando atrás, y sin que esto pretenda darle un crédito que no no es tal para un presidente, es lejos una de las mejores personas que ocuparon el sillón del deleznable rivadavia desde la vuelta de la democracia. Hay unas palabras de Saer que, a su vez, rememoran la magdalena proustiana y explican un poco lo que siento ahora, en retrospectiva, "antes, ellos, podían". que no hayan podido es harina de otro costal...
ResponderEliminarEn los 80 sentí muchas cosas parecidas...mi primer voto NO y unos cuantos esperanzados SI a algunos políticos. En los comienzos despedí a dos de mis héroes ;John y Nesta; con pocos meses de diferencia y luché en el gremialismo estudiantil haciendo amigos de todos los colores.Entre otras cosas enseñé algo de esa actividad a quien muchos años después me clavó con el IRPF pero esas son historias personales que no vienen a este caso. En Argentina conocí a la morocha de mi vida y junto a ella festejé a Alfonsín y el campeonato mundial del 86 (el amor...) pero también lloré y me angustié por mis hermanos desconocidos de Malvinas antes.
ResponderEliminarLa Franja Morada, columna joven y esperanzadora detrás de RA me daba más fuerzas para aprovechar ese aire del que hablás y no quejarme por no haber sido adolescente en los 60. Ayer estuvimos tristes con mi morocha por lo mismo que sentiste vos, especialmente porque perdimos ese aire mientras formábamos una familia de los dos lados del río. Y porque habiendo despedido a Seregni y a Wilson personalmente,lo hacíamos a distancia con Alfonsín.
"La vida es esa cosa que pasa mientras pensás en la frase de Lennon que dice que es lo que pasa mientras hacés planes para otra cosa" escribí hace muy poco y ahora pienso en a quien mierda voy a despedir cuando se muera para sepultar simbólicamente los 90...
También escuchaba a The Clash en los 80 mientras la esperanza nos hacía no querer dejar nuestros países. Hoy escucho una banda nueva (Fachos A Go-Go)terminar una de sus proto-punk canciones con la frase "Yankis Go Home (but take me with you)" y no pude más que acordarme del gordo Elizalde entregando el premio a "Guerrilla Urbana" por su "Razzia" cuando se me ocurrió visitarte en el blog.
Puta. Me puse triste y nostalgioso otra vez así que me voy a poner a escuchar Reggae.
PD: No sé si lo voy a hacer...se me vino a la cabeza la frase de Tosh: "Yo no soy un político pero sufro las consecuencias"
Ánónimo: tengo impresiones encontradas con respecto a Mujica, y la mayoría son negativas. Soy de los que se impresionó positivamente en un principio por la sinceridad campechana y poco política con la que se expresaba, pero después me di cuenta de que esa sinceridad era un instrumento ideal para mentir en proporciones superiores a las de los demás políticos. Creo que el iluminado mesiánico que decidió en los 60 que el gobierno de Haedo era una tremebunda dictadura que había que derrotar por las armas sigue estando ahí, y creo que es una bestia de poder que está culminando una larga y brillante estrategia de toma del mismo. Creo que es peligrosísimo que alguien que fue actor -principal, secundario, me da igual- del quiebre institucional se sienta capacitado para dirigir las instituciones. Creo que eso implica una total falta de autocrítica por parte de alguien que es responsable de muchas muertes. Creo también que Uruguay se dirige en octubre a una especie de situación similar a la de Chirac-Le Pen en Francia. Creo que yo sé quién es el Le Pen de esa próxima historia.
ResponderEliminarEl Maik: De alguna forma está década ha tenido bastantes puntos en común con los 80 (cuando hablo de los 80, hablo de esa década en el Cono Sur, dónde fue muy distinta a el resto del mundo). También ha sido una década de gran actividad creativa y, por qué no, de muchos sueños. Yo también me emocioné mucho -aún previendo una posible decepción- cuando el FA ganó. Pero han habido muchos momentos de Historia pura en esta década, en la que según Fukuyama ya no íbamos a tener Historia. No me canso de repetir que tal vez el espectáculo histórico más fuerte que haya visto -por televisión y en circunstancias muy distintas a las de la plaza de Alfonsín- fue la revuelta de Plaza de Mayo en el 2001.
Y Obama, sea lo que sea, ya ha demostrado que es algo muy distinto a la bestia texana, y además representa otras cosas. Sin dudas hubiera festejado su triunfo de estar en EE.UU., un país al que detesto y adoro en iguales proporciones. Me parece que Obama tiene que ver, al menos un poco, con el EE.UU. que me gusta.
TJAQ: Ja, insistís, supongo que por alguna experiencia personal, en que los Clash iban a musicalizar mi verano. Yo fui en Semana Santa a B.A., es decir, en pleno otoño, y escuché el Give 'em enough rope más que nada durante el invierno. Es un disco raro el segundo de los Clash, yo creo que si hubiera sido un EP habría sido increíble -como el casi contemporáneo Cost of Living-, pero tiene algunos temas al pedo, sobre todo en el lado B. Sin embargo hay cosas poderosísimas ahí; un gran baterista que conozco me contó que decidió dedicarse a ese instrumento cuando vio a Topper Headon tocando en el video de 'Tommy Gun', que sigue siendo uno de mis temas favoritos de la banda.
El archivista: curiosamente de las cosas que viví en los 80, una de las que menos me produce nostalgia -a pesar de que fue lo más importante que viví en ese tiempo- fue lo de G.U., y del Montevideo Rock 1 me acuerdo más del show de Sumo que de lo de Elizalde. No reniego de nada de eso, pero de alguna forma no lo sentía como algo realmente importante. No sé por qué.
A mi la muerte de Alfonsín no me rememoró absolutamente nada. Tampoco me importó. Un gobierno de mierda. El tipo no terminó el mandato porque lo sacaron a patadas los mismos que ahora lo están venerando. Están todos locos. Una muerte oportuna en un año electoral y una brillante manipulación de la necesidad de íconos. En una semana nadie se va a acordar de RA. Lo único que importa de todo este circo es el heredero: Cobos. Apuesto lo que quieran a que va a ser el próximo presidente argentino.
ResponderEliminarY los 80 fueron una década de mierda. Bien de mierda. Salud Benito.
e: bueno, hay experiencias que son más bien subjetivas... mis 80 fueron buenos, o los recuerdo buenos. En ningún lugar hice una defensa del gobierno de Alfonsín que, como el camino al infierno, tuvo más buenas intenciones que resultados.
ResponderEliminarMe hace gracia el final, me hace acrodar a un poema de Sam Shepard, de Luna Halcón, que dice algo así (estoy citando de memoria, así que pueden haber errores): "Qué me vienen a hablar de los cincuenta. De nostalgias de los Beach Boys y autos corriendo por la playa. Los cincuenta fueron una puta mierda. Lo mismo que tu, tío. Lo mismo que tú, madre." Si no era así, decía más o menos eso.
Benito:
ResponderEliminarFaa, la Revuelta de la Plaza de Mayo, que fuerte. Recuerdo ahora que en ese momento mientras veía Crónica y TN, llegue a pensar que se acababa todo. Que al carajo De la Rua, Chacho, Duhalde,y hasta la Lilita. Que efectivamente no iba aquedar ni uno solo. Me equivoque.
Sobre EEUU y Obama, no recuerdo bien, pero creo que tal vez fué él mismo quien dijo, que el hecho de que fuera a ser investido como Presidente de los EEUU era una prueba del gran país (o algo así) que eran. Algo que en cierta forma puede llegar a rechinarle a muchos, pero yo no puedo más que aceptar como cierto si pienso en que hoy, a tan solo cuatro décadas del auge del movimiento por los Derechos Civiles, Obama es Presidente. Esa dinámica de la sociedad estadounidense es admirable y asombrosa.
El problema de los yanquis es que al final, así como le han dado al mundo cosas como Woodstock, por otra parte y en un sentido totalmente contrario, le han enchufado atrocidades de las más variadas. Entonces es casi imposible quererlos o detestarlos completamente.
Por último de Mujica preferiría no hablar porque siento que en cierta forma arruina un poco lo que se venía hablando, pero no puedo evitarlo. Cada vez soporto menos los resultados que dan las encuestas.
Incluso he llegado a pensar, en un momento muy divagado, si no prefiero a Larrañaga (en el difícil caso de que pueda con el Cuqui) antes que al Pepe y "la barra". Pero claro todo esto es como ver cual es el menos horrible e impresentable de los dos.
La comparación con el suceso Chirac-Le Pen me parece bastante acertada.
b: yo no estaría tan segura de que RA tuvo tan buenas intenciones.
ResponderEliminarestá bien, yo no tengo muchos recuerdos de los 80, y debe ser por el alzheimer. pero si pienso en la década en general, más allá de mis vivencias, los 80 fueron una década de mierda: la mitad de los 80 los vivimos en dictadura, había represión, mucha represión, no había libertad para opinar. por eso me cuesta entender que veías vos de liberadores en los 80. espués de la dictadura las cosas no mejoraron tanto. eramos una sociedad miedosa y reprimida, disciplinada por la dictadura. por ese lado los 90 fueron años mucho más liberadores. los 80 fueron años de transición, una mierda.
mujica sucks
... de los 80' lo primero que me viene a la cabeza es pasarla bien tomando vino blanco dulce en la feria de Villa Bearritz, banal pero cierto...
ResponderEliminarla revuelta argentina del 2001 es sin lugar a dudas el "no me toquen los guevos" mas importante de la historia reciente de sudamérica, pero a la luz de la historia (incluso la que no es políticamente correcta) es vacía en cuanto a contrapropuesta.
ResponderEliminarAsi como ahora veo gente que quema bancos contra el G20 y después de la primera reacción de placer, como con las torres gemelas o la gente en la calle desatando la furia, queda la única sensación d q estamos derrotados y que no hay contrapropuesta al sistema, que no tenemos el poder, que no les hacemos daño y que no sé cual es el camino, y que no hay un puto pendejo que haya escuchado a los que iban cantando ni a darno ni se emocione leyendo el libro "locas razones", que no hay espacio para el análisis, que mejor hacerse un bunker, invertir bien en la bolsa y que se salve quien pueda.
no sé, me gustó el post desde luego, y juro que te voy a envidiar hasta el día de mi muerte , el haber sentido esas sensaciones de esperanza, me imagino que en los 80 pueden haber existido, pero ni siquiera es por la envidia de la snesación de pertenencia a una corriente sensata o generación de cambio, la envidia creo que es porque todavia no habian llegado los 90 década infame , no sé porque es la envidia es confuso, pero bueno creo que es sana si es que puede serlo.
hoffman is holding mi hand for ever.
Lo del verano, no se de donde salio, pido disculpas che... pieso que me confundi chateando con strangers en esta pagina boluda pero muy entretenida:
ResponderEliminarhttp://omegle.com/
solo pa sadomasoquistas
Perdon mi ignorancia sobre la historia uruguaya,pero que sería Mujica algo asi como un Firmenich que mando al muere a los montoneros en los 70? bah Firmenich encima que los traiciono se choreaba la plata de los rescates...no se si tanto pero bueno,no conoczco el gobierno de Haedo ni casi nada de Uruguay, de todas maneras aca en B.A la critica que hizo Tomas Abraham que me parece un tipo muy inteligente pero le criticaria que es indefinido politicamente ataco a la generacion del 70 mas o menos con esoso argumentos; decia que fueron responsables de llevar al muere a cientos de miles de argentinos y en alguna manera es cierta la critica, pero a la vez hay que tener en cuenta los contextos, realmente se creía que se podía llevar el socialismo y es cierto eran jovenes inexpertos e inocentes respecto al enemigo, pero parece mas que nada una critica a una virtud no?
ResponderEliminarIgual quizas es cualquiera comparar estas cosas porque repito no se bien quien es Mujica ni que papel desenpeño , a mi tambien me engancho ese provincialismo campechano y ese hablar "desde fuera" de la politica.
Respecto al tema Alfonsin entiendo que la epoca sea entrañable porque tiene que ver , par alos de neustra edad, con la niñez y/0 pre adolescencia pero tambien admito que habia otros codigos me parece morales o idiosicraticos ahora estan los floggers¡¡¡ respecto al acreatividad de la epoca es real auqneu creo que particularmente a la edad promedio de 13 años no podia ser totalmente conciente de la significacion y la importancia de la cultura, pero si habia otro caldo de cultivo y la gente s etomaba las cosas mas a pecho lo cual es bueno y malo a la vez, ahora cae todo en un saco sin fondo del producto.
saludos.
G.Samsa.
pd: no puedo creer que se endiose la figura de unt ipoq ue impluso la obediencia debida,estatizao la deuda externa, desturyo la educuacion publica,etc,etc.
ResponderEliminar... en realidad lo veo como un manejo de la opocicion de derecha(COALICION CINICA,PRO) aliada a los medios porque necesitan figuras para las elecciones, lo que molesta mucho es la amnesia colectiva y como la opinion publica es manejada por los medios y la gente es llevada de las narices y va a la plaza y lloran en el cajon,un espectaculo patetico da verguenza como nacion, yo creo que en 4 o 5 años va a pasar lo mismo con Menem, van a terminar diciendo:"...era democratico y tuvo buenas intenciones"
G.Samsa.
El Maik, Cacho: el tema de la revuelta porteña del 2001 es complejísimo y me parecen muy atendibles las opiniones sobre la digitación del duhaldismo, la hipocresía de la clase media indiferente al terrorismo económico menemista y sólo activada por el corralito, la superficialiad apolítica del "que se vayan todos", etc. Pero como yo ya he dicho infinidad de veces para mí fue algo superemocionante y, en base a lo que vi por televisión y lo que me contaron mis amigos que estuvieron allí, no fue una acción de cuadros organizados, ni siquiera de los eternos quilomberos de Quebracho, sino realmente -al menos en relación a los sucesos de Plaza de Mayo- una auténtica reacción popular. Y una que le recordó a los gobernantes que deben tenerle miedo a sus gobernados, cosa casi olvidada en este tiempo en que casi ninguna figura cupular es castigada por nada.
ResponderEliminarY puede ser que el juicio sea duro por culpa de lo que vino después, pero el Buenos Aires de las asambleas barriales (antes de que fueran cooptadas por los vivos de siempre), las fábricas recuperadas y la clase política asustada, fue algo que dejó sus marcas hasta el día de hoy.
e: entiendo lo que decís, sin embargo los 80 se inauguran con el voto de no a la constitución militar -lo que implicó un inmediato afloje del terror constante y opresivo de los siete años previos-, y culminan con la vergüenza colectiva del voto amarillo. Pero en el medio, más allá de cómo los hayas vivido vos y más allá de que no sólo la mitad de esos años aún transcurrieron en dictadura y el resto fue una democracia muy relativa, fue un tiempo de una gran creatividad y de muchas esperanzas colectivas. Los 90 fueron una década mucho más oscura y siniestra, en la que vi a decenas de amigos desaparecer, no en las cárceles de la dictadura sino simplemente en el vientre de los aviones de Carrasco. Una década en la que ni siquiera podías hablar con tus jefes si no era en forma solitaria.
Gregorio: No, el MLN fue un movimiento muy distinto a Montoneros, y en mi opinión bastante más humano. El hecho de que su cúpula haya sido encerrada y torturada durante una década en lugar de rajar a Madrid como Firmenich & cía (desde dónde seguían mandando a morir a los perejiles), sin dudas les dio una autoridad moral mayor y, más allá de algunos crímenes inexcusables, la política guerrillera de sus principales líderes -especialmente de Sendic, sin dudas un hombre destacable- intentó al menos evitar los derramamientos de sangre inocente (es de destacar, por ejemplo y a diferencia de Montoneros, la casi prohibición explícita de Sendic de utilizar bombas, ya que las mismas producen excesivas bajas colaterales y civiles). Pero el crecimiento político actual del MLN no se debe sólo a ese respeto en alguna parte merecido, sino también al aprovechamiento del bloqueo oficial de la historia reciente durante los gobiernos blancos y colorados -bloqueo que fue utilizado por los ex guerrilleros para reescribir dicha historia bajo una luz mucho más favorable que los hacía ver como un grupo de resistencia formado para combatir la dictadura militar (algo que curiosamente Montoneros sí fue), cuando en realidad fue un grupo foquista que comenzó sus actividades en plena democracia.
El carisma algo áspero pero indudable de Mujica tuvo que ver mucho con este crecimiento electoral del MLN, pero también una inteligente y paciente política de entrismo en varios gremios, particularmente los de la educación, desde donde también se han dedicado a mejorar su imagen. El MLN-MPP es una fuerza de enorme inteligencia política -y un pragmatismo ideológico en lo inmediato que les ha permitido integrar a casi todos los nombres independientes del FA, incluso a los que, con justicia, se han convertido en parias-, mucho más que los demás partidos de izquierda, que están habituados a intrigas políticas más directas.
En una de esas Mujica es realmente el lider que el Uruguay empobrecido económica y, sobre todo, culturalmente de hoy merece, o el que lo interpreta mejor. Para alguien como yo es esencialmente un caudillo populista, blanco, rural y anti-intelectual. Diametralmente opuesto al cuño original de la izquierda frentista, que era más bien batllista (del Batlle original), socialmente experimentadora y urbana.
Pero para mí no sólo son los riesgos potenciales del grupo político de Mujica -que es bastante más jodido, machista, autoritario y demagogo que el viejo en sí- lo que me tiene en oposición a él, sino también un cuestionamiento moral mínimo.
Entiendo cuando se contextualiza, como disculpa, los intereses revolucionarios de los 60 y los 70 en relación a su tiempo y a la ignorancia de la brutalidad que iba a caer luego. Entiendo que era algo generacional y motivado -en la mayoría de los casos- por las mejores intenciones posibles de igualdad social y cambio. Pero yo creo que una revolución que fracasa en mejorar efectivamente las condiciones de vida de los afectados por dicha revolución, en la práctica no deja de ser una expedición de asesinatos y violencia. Me parece en cierta parte admirable que alguien asuma la responsabilidad de una apuesta tan fuerte, que puede acarrear no sólo el fin de la propia vida sino la de muchos otros, pero es parte del concepto de responsabilidad el reconocer el fracaso y el daño producido por el mismo. El que alguien que fracasó en cambiar para mejor un país por las armas, asumiendo por motu propio una responsabilidad que nadie le había concedido, se sienta todavía capaz de apostar nuevamente a la toma del poder, aunque esta vez sea mediante las urnas, demuestra un cero grado de autocrítica y la persistencia de un mesianismo que en algún momento debió haberse convertido en arrepentimiento.
Yo creo que Mujica y cía ya pagaron por sus errores y sus crueldades, pero el que pretendan gobernar un país es como si un conductor que manejando borracho atropelló a varios niños pretenda volverse instructor de manejo. Para mí lo digno sería que se retiraran y que, si tienen intereses sociales, los canalicen por el lado de actividades que no tengan que ver con el poder político. Como hizo Engler y otros varios ex integrantes del MLN. Lo otro implica un ego monstruoso, y peligroso.
Vi mucha payasada en el entierro de Alfonsín y mucho canalla colgado de las tetas del cadáver (¿Ruckauf y Menem haciendo su elegía, estamos todos locos?), pero creo que mucho del sentimiento fue sincero y motivado por las cosas que me hicieron escribir este post. Que no tienen que ver en realidad con la admiración a Alfonsín sino con el recuerdo de un tiempo.
Anónimo: aunque coincido con que los elogios a Alfonsín tuvieron mucho de exageración porteña (y uso político) creo que Alfonsín y Sanguinetti son figuras muy diferentes y dudo que el cejudo vaya a generar sentimientos similares cuando se muera. Alfonsín fracasó en su intento de hacer un auténtico cambio al enfrentarse a fuerzas colosales que lo pusieron de rodillas en una forma vergonzosa. Sanguinetti fue parte de esas mismas fuerzas. Es distinto.
Puta; terminamos hablando de política y este era un post sobre los mecanismos de la nostalgia y sobre drogarse y enamorarse en medio de una conmoción histórica.
Todo es política, Beni. Te lo decían las chicas lindas que venían aconvencerte para que te afiliaras a UJC, casualmente, también en los 80.
ResponderEliminarEs inevitable hablar de política cuando escribís sobre un político.
ResponderEliminarPara mi su condición de tupa es el menor de los problemas que tiene Mujica.
Primero que nada yo no lo votaría porque es un ignorante que está improvisando todo el tiempo y no sabe nada de nada. Y la prueba es su gestión desastrosa en agricultura.
Segundo, el equipo que tiene es desastroso. Coincido con vos B en que son soberbios, autoritarios, ignorantes. Y la prueba también es la gestión desastrosa.
Tercero, es un viejo decrépito y cada día está más hecho mierda. Y esto no es un punto menor. Está viejo y no está en condiciones de ser presidente porque es un trabajo que demanda mucho esfuerzo. Él dice que no va a hacer nada... que se va a ocupar el vice... peor aún. Es un atorrante y un caradura.
Cuarto, la imagen de mierda que da y que daría como presidente que nos va a representar a todos de país venido a menos, empobrecido y embrutecido. Por debajo de esa imagen que todos consideran erroneamente transgresora no cambia absolutamente nada.
Me resisto a imaginar a este tipo de presidente. No es que yo tenga una gran opinión de la inteligencia del pueblo uruguayo pero no puedo creer que hayamos caído tan bajo. Todavía tengo alguna esperanza de que no haya aumentado tanto el nivel de estupidez. Un problema grave son los medios chupamedias y poco críticos. Yo no culparía tanto a la nueva versión de la historia reciente y tampoco a la incidencia del MPP en los sindicatos. Los medios tienen una gran responsabilidad en que se haya levantado la imagen de Mujica. Son muy pocos los medios de izquierda y los periodistas de izquierda que lo cuestionan y que critican su gestión.
Yo estaba en Argentina en la revuelta del 2001 y no diría que fue un episodio menor.
B, jamás vas a convencerme. Yo detesto los 80 desde todo punto de vista y a pesar de mis buenas vivencias. Prefiero mil veces los 90. Fue una década de mierda. Por algo la canción más representativa de ese tiempo es Montevideo Agoniza.
Che, creo que el post va más allá de los 80´ en sí, aunque obviamente se arma en función de de lo que sucedió en ellos.
ResponderEliminarO sea, como pone Benito en el último comentario, habla más bien sobre lo que dispara la nostalgia y el coctel que se arma cuando se juntan las drogas, las conmociones históricas y el amor.
-Y encima como si todo eso no fuera poco como para movilizar el interior de cualquier mortal, hay que sumarle encima que esa mezcla se toma en la adolescencia.- Molotov para el corazon.
Yo que se, estaría bueno dejar por esa a Mujica, la política, y la comparación entre las decadas
anónimo: ya casi nada es política, desgraciadamente los políticos cada vez influyen menos, bueno, decir desgraciadamente no sé si es lo correcto, pero los hijos de puta que dejamos decidir hoy en día y que no vemos y no conocemos ni siquiera nos van a dar algún tipo de bosta como el plan de emergencia o plan ceibal, los cuales me parecen una reverenda cagada(por motivos que no tienen que ver con su fin), pero a lo sumo los que hoy dominan el mundo, te van a dar un celular que vas a garpar hasta el día que te mueras y vas a poder mandar sms.
ResponderEliminarno sé si es por esto mismo(que dificultosamente explico) que siento es que comparto tu reticencia a seguir hablando de política, aunque si me dan ganas cuando era un tiempo mas atrás cuando todavía desde la política se podía hacer algo, y a eso quizá es la envidia de haber tenido consciencia política en los 80.
Pd contradictoria: adhiero al análisis del MPP en su totalidad. Pregunta: Nin no tiene condiciones para desembarcar de un momento a otro en el MPP?
Nací en el 84 así q no tengo mucha memoria de esos días, si tengo presentes los cuentos de mis padres y alguna imágen.
ResponderEliminarMi viejo falleció en abril del año pasado convertido en un burócrata. Leer este post me trajo a la memoria al padre que me sirvió de ejemplo. El militante de los 80 que quería un mundo mejor. Me hizo acordar a mi vieja llorando de rabia porque había ganado el voto amarillo y me hizo acordar a las tertulias políticas q organizaban en mi casa.
Resultó interesante comprender de alguna manera lo que le puede haber pasado a mi viejo, no se.
Capaz que no tiene nada que ver pero bueno. Gracias.
Cuando tenía quince años quería ser de esa generación. Después se me paso, me di cuenta de que no se puede idealizar media década. Lo que si me parece envidiable es haber asistido a esa explosión cultural que tuvo el Río de la Plata en esos años. Redondos, Sumo, La Tabaré. Teatro, mucho teatro comprometido de verdad, que se yo, eso si me hubiera gustado verlo
hacía un par de lustros, antes del 2001, que en argentina nacían nenes de 700 gramos. a todos aquellos integrantes de la clase media porteña que se llenaron de indignación porque les secuestraron por un tiempito sus miserables ahorros: váyanse todos (a la reputísimamamadre que los recontramil parió).
ResponderEliminarBuenas tardes.
ResponderEliminarComparto absolutamente todos los conceptos vertidos por Benito y demas comentaristas sobre el tema Mujica.
Tuve, en las pasadas elecciones, la mala idea de votarlo. Nunca más.
Me habia impresionado muy bien su sinceridad, su honestidad, su visión del pais y su futuro.Lo escuché hablar de la necesidad de una Ley Agrícola. Y no me parecía un resentido. Lo creia un conocedor de la economia uruguaya.
Pasaron algunos años y de la ley ni noticias, primero. En segundo lugar apoyó con todo la confiscación brutal de los ahorros de la clase media trabajadora que significa el IRPF, dando claras muestras de un hondo resentimiento social, dividiendo a los uruguayos en cajetillas y viejos platudos por aqui, pueblo por allá.
Y en tercer lugar ha demostrado un desconocimiento total de las finanzas de las empresas uruguayas, ya sea pymes o de la seccion de grandes contribuyentes o lo que fuera , dandole apoyo a una presión fiscal tremenda ...inaplicable en este país. Un país que no resiste una economia totalmente en blanco, en regla. Porque los margenes no dan.
Si esa idea no se entiende, no se está capacitado para gobernar.
Saludos
El Profe
Bueno Benito la muerte de este pobre hombre, cara de viejo de película de Sandrini, destapó, inevitablemente, el baúl de los recuerdos.
ResponderEliminarFuimos colegas en aquella época, y recuerdo puntualmente el descubrimiento de "Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota", que nombre mas rompedor, pensé en aquel momento. Nos voló la cabeza el disco "Oktubre"," Musica para Patillas","Motorpsico", tenían un algo muy especial, las letras, la voz del pelado, las guitarras efectizadas. Hasta el día de hoy un disco "redondo".
Aquel boliche que citás, también, algo así como "la Capilla", y "el espiritu de Patricio Rey ha bajado".Era lo mejor que había en la región a nivel de rock junto con Sumo y Legiâo Urbana.
Bs As era la brújula y nosotros estábamos en el camino.
Publicaciones como "Cerdos y Peces", tambien "Pelo","Metal" nos ponían al tanto de lo que se editaba y de las fotos de las rock stars, que era bien dificil encontrar. Ver una foto de The Cure o The Fall o Bauhaus, era harto dificil a nivel local. Pero claro siempre nos quedaba la " Rock De Luxe" con los Gabinete Caligari siempre en la vuelta o la magnífica "Rock & Folk" francesa. Las "Metal Hurlant" un revistón, era la explosión del comic, y estábamos ávidos de material actualizado. Por supuesto la revista "Humor, Grondona White con sus chicas en bikini, Tabaré y su "Vida Interior" y su frase final "todos al cólon",el malogrado "Eustaquio"y el ya célebre monosílabo "berp"," el olor a chotacabras en celo", "las Puertitas del Señor López", "la Clínica del Doctor Cureta", "Boogie el Aceitoso","El Eternauta"... Todo lo vivíamos intensamente, hasta ir a tomarnos unas birras al "Valerio".
Lo político,la verdad que nunca me importó, me los tomé como unos oportunistas que se ocupaban mas de demostrar sus buenas intenciones democráticas que gobernar, y estaba bien, eran los tipos que tenían que salir por la tele a diario para que existieran los informativos.
En el caso de RA, nunca me simpatizó ni su opositor Argentino Luder, que nombre por favor!,eran la cara opuesta de nuestro mundo casi secreto.
Pero RA siempre me va a quedar como un tipo que tuvo que rajar por inepto, y que al cabo del tiempo reapareció queriendo borrar todo de un plumazo, con la intención de denunciar cosas de los siguientes gobiernos, un chanta.Lo tengo muy unido a la figura de otro impresentable como lo es Alan García, que tambien tuvo que rajar en su momento y hoy va de estadista. Pero mas allá de lo anecdótico personal, la muerte de Alfonsín es el final de los hombres de una época, que para mi, estuvo buenísima, porque como bien sabemos, fue distinta al concepto que se tiene de los 80's MTV, de los Miami Sound Machine y otras macanas musicales.
Chau Benito, y que el abuelo sandrinista descanse en paz.
Vinilo Blanco.
Muy buen post Benito. Muy descriptivo.
ResponderEliminarDurante mucho tiempo creí también estar enamorado de esa ciudad, sin embargo cuando los viajes de placer fueron cambiados por viajes de laburo, la realidad se tornó espantosa. Es una ciudad en donde abunda la discriminación, la apariencia y el mal compañerismo.
Abunda el "a este boluuudo lo cago porque sinó me va a cagar primero" y el "no se como no se dan cuenta que somos los mejores". Ya me pudrieron con eso.
Llegó un punto en el que me dan lástima. Llego un punto en el que voy casi obligado a trabajar, y con desgano-gusto cuando quiero ver a una banda decente que lamentablemente ni piensa en aterrizar por acá.
Buenos Aires, una ciudad hermosa pero impregnada de costumbres tan individualistas que le sacan todo su encanto.
Beso.
Alex.
P.D: Por cierto, el Plan Ceibal es muy positivo. He dicho.
me parece que es tal la aceleración de la historia que ya no da para hablar de 80s, 90s, etc....sirve para vender fotos o libros categorizados, nada mas, mil realidades distintas en paises y personas.....por eso es tan mediocre que se pinte a los 80s como las bandas de pop , MTV, musica de mierda, peinados nuevos, etc....quedan solo instantes, que es de ultima lo que relata tan bien benito de su quinceañera ida a BA...que es lo mismo que le está pasando hoy a cientos de pibes uruguayos de 15 que está yendo a BA y se está enamorando de alguna porteña, mas allá de alfonsín (rip), kristina y cobos. Me parece que está bueno tener la cabeza descontaminada y enamorarse....es otra iluminación...
ResponderEliminar"nada me canta con tanta calma, desde que entraste, iluminada"
Me identifico bastante con la opinion de los porteños que tiene Murdoch, pero señalo que por esa misma crueldad impregnada en la manera de ser de los ciudadanos de ahi, casi por efecto rebote, hace que los "porteños buenos" (minoria) sean personas infinitamente generosas y bondadosas, siempre dispuestas a ofrecer techo, comida o ayuda (o comprarte una cerveza).
ResponderEliminartío garza: además de tu madre hay mucha gente que lloró cuando lo del voto amarillo. Para mí fue tremendo además porque fue la primera vez que voté, porque realmente había militado a favor del voto verde y porque por una serie de casualidades en mi círculo de amistades del colegio había al menos tres hijos de asesinados por la dictadura. Pero además hasta que se abrieron las urnas -y a pesar de que las encuestas ya lo indicaban- no podíamos creer que se pudiera ser tan cobarde, tan imbécil, tan poca cosa. Recuerdo ir a tomar algo luego de ver los resultados a un bar de Pocitos -si se quiere el bastión de la derecha- y no pasó ni un auto festejando el triunfo de tanta culpa que les daba a esa escoria.
ResponderEliminardaniel: lo del 2001 en Argentina fue algo multicausal, lo del corralito fue simplemente un detonante y si bien fue mayoritariamente gente de clase media, no fue la clase media con ahorros la que estuvo en Plaza de Mayo, no digamos pavadas, porque el promedio de edad de los manifestantes era de entre 20 y 25 años (nunca en mi vida vi a un pibe de esa edad con ahorros) y la mayoría eran cadetes, repartidores en moto y militantes no-orgánicos. Por otra parte y aún sabiendo lo feroz que puede ser la clase media argentina, Menem pasó su primer gobierno reduciéndola y destruyendo a los pobres y a los obreros. Sin embargo estos también lo votaron en masa en el 95 y los aparatos sindicales que supuestamente debían defenderlos se alinearon con disciplina peronacha detrás del turco. Así que echarle la culpa de todo a los pobres giles que quedaron abotonados -miles de ellos con los ahorros de toda su vida- en el corralito (cosa que no le pasó a los grandes ahorristas) o pensar que son un caso excepcional de indiferencia cuando todo el mundo de los 90 post-Consenso de Washington promovía esa indiferencia es una frase fácil. Porque además dentro de esa clase media hubo una discusión moral acerca del voto a Menem en el 95 -y hubo mucho peronista de izquierda que se negó a hacerlo-, pero el aparato entero de los pseudo-representantes de los trabajadores, los que veían la monstruosidad de cerca, se la guardaron silbando y se compraron una quintita con los pagos recibidos. Así que a cagar.
Alexander: B.A. es una metrópolis y las metrópolis suelen generar relaciones humanas salvajes. Yo también tuve mi decepción muy poco después de los hechos que cuento en el post. Cuando terminé el liceo, un par de años después, me plantée muy en serio el irme a hacer la facultad a La Plata y quedarme a vivir allá. Era una época en la que viajar era muy barato y yo solía cruzar desde Montevideo a cada rato, y terminé generando un pequeño grupo de amigos alrededor de esta chica que menciono en el post. Pero en uno de esos viajes me sucedió de quedar relativamente solo y me di cuenta de lo salvaje que puede ser esa ciudad y del grado de brutalidad cotidiana que se considera como normal o aceptable, así como el materialismo animal que suele poseer a los porteños. Una ciudad esquizoide de altos y bajos y casi ningún medio. Pero nunca dejé de estar enamorado de ella, aunque, como algunas drogas, mejor en cuotas reducidas.
mvc: en ese aspecto yo te diría que, casi por tradición, hasta el porteño garca es siempre mucho más hospitalario que el montevideano. Uno de los motivos por los que para mí era muy barato viajar allá era que sin importar que avisara o no de mi llegada, siempre alguien me iba a invitar a quedarme a dormir en su casa y posiblemente a comer varias veces, y no es que yo sea Miss Simpatía precisamente. La situación inversa en Montevideo, cuyos ciudadanos son más bien reacios a abrir sus casas a gente no muy conocida (costumbre que yo también tengo, pero esencialmente por ermitaño), es mucho más rara, aunque gente generosa se encuentra en todas partes. Y gente de mierda también, es innecesario aclarar.
Creo que es claro que el posteo a punta al la epoca entrañable personal de B. lo que no queda claro a mi entender es si realmente la epoca fue tan floreciente como se dice, aunque hay ejemplos de artistas muy superiores a los actuales, tambien habia mucha basura en el parakultural y demas ponele que ahora se endiosa.
ResponderEliminarCreo que quizas el "error" del psoteo bah no se si es error o mala interpretacion de mi parte es que se mezcla la epoca de la pre adolescencia con la figura de Alfonsin justo en un momento que la figura de Alfonsin es endiosda y utilizada por la derecha argentina , en relaida dno queda claro del todo si benito rescata a alfonsin como politico (creo qu eno) pero al asociarlo a una "epoca beuna" queda resaltada la figura de Alfonsin que fue patetica y destruyo muchas cosas, por incompetencia pero pro hijadeputez, porque eso de la "incompetencia radical" no me la como.
Saludos.
A.Bandini.
Dejando de lado el aprovechamiento descarado de la muerte de este tipo -una muerte que se está utilizando para reavivar a un muerto, como es la UCR-, sigo rescatando algunas cosas del gobierno de Alfonsín. ¿Acaso alguien puede llegar a pensar que Luder hubiera sido mejor? Y de su sucesor prefiero ni hablar. Me parece que en algunos aspectos Alfonsín queda un poco mejor parado que chantas contemporáneos imperdonables como Sanguinetti o Alan García. Yo parto de la base que es imposible llegar a ser presidente sin ser un gran hijo de puta y una bestia de poder en muchos aspectos, pero creo también que los enemigos de Alfonsín eran formidables, hay que recordar que aún después de la Guerra de Malvinas, el Ejército argentino previo a Balza seguía siendo una fuerza terrible y sanguinaria, y totalmente alineada con la doctrina de la dictadura, y aún así -a diferencia de Sanguinetti- el gobierno de Alfonsín consiguió llevar adelante el juicio a las juntas. Aunque más no fuera eso le valdría un pequeño saludo de la historia. Después está toda la mierda, sin dudas, pero a veces uno puede deducir qué hizo bien un gobierno observando a quienes se movieron en su contra. Y eso está clarísimo.
ResponderEliminarYo no defiendo, salvo algunas cosas muy puntuales de la literatura y el teatro argentino (y tal vez un par de bandas), el arte inmediatamente post-dictadura del cono sur; en realidad -y similarmente al arte del destape madrileño, que es mucho menos interesante que el producido bajo (o contra) Franco- siempre digo que las obras generadas en esa época provinieron de gente muy joven y sin muchos parámetros críticos o formativos, por lo que hoy en día casi todo lo producido en los 80 parece terriblemente naif y torpe. Pero el ambiente era genial; yo sé que casi todas las juventudes son excelentes para quienes las viven, pero el clima de aventura y sorpresa perpetua que existía en esos días fue algo que supongo similar al fin de los 60 (que yo no viví) y que no he visto repetirse nuevamente.
y sí, si la gente se ha de morir
ResponderEliminarque sea así, eh, llevándonos.
seguro, el mejor post en meses, años. me acuerdo de cosas que ni me pasaron. (toda mierda pasada fue mejor, como decía mi gastroenterólogo. y si no lo dijo, debió decirlo.)
lo de las elecciones, mujica, le pen, le pen, mujica, como lo de chris namús. cambio de mánager. encuentre las otras similitudes.
q se yo,creo que un presidente puede ser hijo de puta o no (no me parece tan importante) la cosa es que tenga huevos sino es un burocrata, y Alfonsin tuvo oportunidad de gobernar y se conformo con ser un titere del poder militar y de derecha al que le hicieron instaurar la obediencia debida, estatizar la deuda externa, etc... y ya eso es demasiado para mi fue un escalon para seguir con la politica de destruccion industrial que habia sido radicalizada durante la dictadura. Y me enoja la falta de memoria del pueblo argentino. Respecto a lo cultural creo que el destape de la valvula represiva hizo que salieran artistas mas compactos y energicos y ahi si veo una diferencia con esta epoca donde nada parece tocar fondo.
ResponderEliminarSaludos.
A.Bandini.
Como estás Benito? Muy bueno el post, es entretenido, emocionante y gracioso a la vez.
ResponderEliminarMe gustaría que leas el que escribí yo por el mismo asunto en mi blog (y que lo comentes si te parece pertinente).
Si te copás podés leer algo de todo lo demás que escribí (hay bastantes cosas retro 80', yo tengo 30 je). Invito a todos los demás visitantes a pasarse por mi hogar.
La dire es www.quepasaporlayeca.blogspot.com
Este es el post de Alfonsín
http://quepasaporlayeca.blogspot.com/2009/04/persuadido.html
Saludos desde Argentina, un argentino que ama a Uruguay y a muchos de los que están adentro de sus fronteras...
PAH ! cuando terminé de leer estaba con los ojos mojados.
ResponderEliminaryo no le di bola a la muerte de Alfonsín y luego de leer tu blog me cayeron los recuerdos arriba. Figares escribió algo parecido en Montevideo.com. tamos viejos!.
En realidad estoy de acuerdo en prácticamente todo, quería hacer la salvedad de lo de Murro (a cuyo hijo, irónicamente, acaban de balear por haber firmado un despido).
ResponderEliminarPor supuesto que el empresario promedio en Uruguay es el de las pymes, pero coincidamos en que el dueño de una pequeña imprenta o de un café no es quién suele auto-denominarse (aunque lo sea) como "empresario", y que el título se le adjudica más bien a personas de capitales más bien grandes.
La presión tributaria uruguaya es insostenible: es un porcentaje sueco con servicios de Paraguay y sobre salarios ecuatorianos. Es uno de los países con carga tributaria más alta del mundo -se calcula que sumando todos los tributos el estado se lleva casi un tercio de lo generado por un asalariado urbano-, y lo que da a cambio es muy relativo y particularmente orientado hacia las puntas del espectro social, es decir, a los que no pagan nada y a los que pagan menos de lo que deberían, cayéndole con las dos piernas a los sectores medios.
Pero ni siquiera las derechas están manejando reducciones impositivas en sus programas de gobierno: saben lo que está costando el Estado y saben que han generado un sistema asistencial carísimo -y muy propenso a rebelarse si el mismo es tocado. Lo mismo que los grandes capitales. Así que el payaso de las bofetadas sigue siendo el mismo.
me parece que leiste mal mi brevísima intevención. en ningún momento se me pasó por la cabeza echarle la culpa de nada a la clase media porteña. sencillamente no encuentro absolutamente nada de meritorio que hayan salido a dar saltitos histéricos protestando por un situación que era insostenible desde mucho antes y solo cuando se vieron directamente afectados.
ResponderEliminary no me cago solo en ellos, el mundo está rebosante de indiferencia hacia los muertos de hambre.
y gracias por ampliarme el espectro, ahora mando a la concha de su madre, además de a la clase media, a los manifestantes de entre 20 y 25 años, los cadetes, los repartidores en moto y a los militante no orgánicos.