domingo, 16 de noviembre de 2008

Una nación abortada

El veto impuesto por Tabaré Vázquez a la Ley de Salud Sexual y Reproductiva fue tan sorpresivo como el timbre de un despertador al que uno mismo ha programado; Vázquez no se caracterizado nunca por desdecirse ni someter su autoridad, mucho menos en público, sino por lo contrario, por su notable –tal vez la única característica notable de su personalidad- capacidad de acumulación de poder gracias a la cualidad que Brecht asignaba a los pésimos líderes: el hacerse indispensable. El que haya habido militantes del FA que creyeran hasta último momento que un egomaníaco autoritario como Vázquez iba a dejar cómo su último acto notorio de gobierno el permitir que le doblaran la mano en un tema en el que había sido diáfano y claro, fue algo propio de ilusos o de pelotudos que siguen sin entender la naturaleza del aparato político anti-democrático que armaron.

Estando el veto y sin que el partido intente ninguna de las medidas extremas que podrían forzar su levantamiento, las mujeres pobres seguirán abortando en condiciones infames y muriendo con sus áreas más sensibles infectadas, perforadas y gangrenadas, quedando lisiadas de por vida o, paradoja de los que defienden la vida facilitando la muerte, esterilizadas en forma definitiva. Este año en particular el número de mujeres muertas o dañadas en forma definitiva por los abortos clandestinos fue ligeramente menor que el promedio de años anteriores, lo cual fue considerado en algunos círculos como un avance.

Pero eso no es un mérito de las políticas de salud propugnadas por Vázquez sino más bien del uso –ilegal para la legislación actual corroborada por el veto- del misoprostol, recetado y distribuida muchas veces por médicos, gremio que está en una abrumadora mayoría a favor de la legalización –contrariamente a lo que parece sostener Vázquez al apoyarse en su formación para aplicar el veto- y cuyos integrantes, particularmente los de hospitales públicos como el Pereyra Rossell, tienen que jugar al borde de la clandestinidad y con la amenaza de la destitución, cuando no la cárcel, pendiendo sobre sus cabezas, pero siguiendo adelante basados exclusivamente en su experiencia personal y en la empatía hacia sus pacientes más indefensas.

El que el número de mujeres muertas en abortos clandestinos haya disminuido es irrelevante; una muerte evitable es una cantidad enorme de muerte, y de ahora en adelante cada una de estas muertes será responsabilidad directa de Vázquez y de quienes sustentan su poder dentro del FA, algo que se les debe recordar en cada oportunidad posible y cada vez que salgan a la arena pública, pero, siendo algo gravísimo e inexcusable, la gente pobre muere por muchos motivos de omisión sanitaria –lo cual es una lacra del capitalismo en general-, y tal vez el caso de los abortos clandestinos no sea más que un síntoma de el auténtico dilema que gira alrededor del aborto, y que en términos mundiales es aún más importante que el número de las víctimas de su malapraxis.

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El auténtico centro de la discusión acerca de la legalización del aborto no pasa en realidad –mal que le pese a los militantes de dicha legalización- ni por la eliminación de los riesgos de su práctica ilegal ni por el derecho de autodeterminación de las mujeres sobre lo que crece en su cuerpo –dos argumentos por otra parte irrefutables- sino por lo que los grupos “pro vida” han convertido en el eje de debate. Y que no está mal que lo sea, es decir; sobre la capacidad humana de decidir totalmente sobre las circunstancias de su reproducción, y por la existencia –o no- de fuerzas o poderes superiores a esa capacidad de decisión.

Es decir; el núcleo de la discusión es el derecho o no de los humanos conscientes a eliminar formas de vida humanas inconscientes y sin actividad cerebral (lo que en términos médicos es equivalente a ya no ser humano o a todavía no serlo realmente). Es así de feo como suena, pero los eufemismos distraen de su auténtica urgencia: si el ser humano piensa subsistir como especie al menos un par de siglos más en condiciones de calidad de vida mínima, es totalmente imprescindible el fin del fundamentalismo religioso-humanista que sacraliza todas las formas de vida humanas, incluso las que se han vuelto una continua tortura (los desgraciados enfermos privados de la eutanasia) o las que apenas se diferencian del estado de ameba y que sólo son una posibilidad de desarrollo, como los fetos carentes de terminales nerviosas susceptibles de ser abortados en los tres primeros meses de su existencia. Si no se entiende y se acepta de que esos fetos, o esos enfermos terminales e insensibles, son vida humana, entonces es absolutamente inútil el pelear por el derecho a su conclusión.

Cuando la defensa del aborto es la defensa de un "mal necesario" o de una solución extrema, se convierte en una defensa condenada al fracaso; está claro que una intervención quirúrgica tan intrusiva y simbólicamente traumática no es deseable para nadie y que en un país con una adecuada educación sexual -y un uso irrestricto de "píldoras del día después"- los abortos serían casi inexistentes. Sin embargo la argumentación que acepta a esta solución en algo especialmente traumático, en cierta forma refuerza su estatus de crimen -necesario pero crimen al fin- y su identificación con el filicidio. Es decir los mismos argumentos de su oposición. Pero estos son los términos filosóficos en los que se podría haber discutido públicamente y como nación el problema del aborto, y este problema se dirimió en términos exclusivamente políticos. Así que mejor hablemos de política.

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Tabaré Vázquez culmina su mandato con números bastante positivos, y que en manos de un partido que no estuviera devorado internamente por las diversas voluntades de poder de las fuerzas que lo componen –y si no se enfrentara al conjunto de impresentables que componen la oposición- le asegurarían al Frente Amplio un nuevo gobierno sin que se molestara siquiera en hacer campaña. Más allá de los méritos generales del gobierno atribuibles al programa de la fuerza e independientes de la voluntad presidencial, los méritos propios del presidente aparecen –más allá de la comparsa que brega por su reelección como si se tratara de Tito en las vísperas de la disgregación de Yugoeslavia- como muy limitados, por no decir inexistentes. Dentro de las iniciativas o políticas que caben atribuirle a su figura, a lo sumo le reconocería una cierta firmeza a la hora de atarle la cuerda a la bolsa de gatos en la que se convierte el FA a la hora de medirse la pija. Algo en lo que es difícil de diferenciar si se trata de un mérito de estadista o simplemente una continuación del proceso de acumulación de poder personal que llevó a este conductor de cuadros de fútbol al puesto de máximo jerarca de la izquierda superando a políticos más cultos, preparados e inteligentes.

El resto de su obra –repito, no del gobierno del FA sino lo que se le puede atribuir a su iniciativa personal- oscila entre lo irritante y lo patético, ya que sus intervenciones individuales se limitaron a ejercicios de intriga palaciega, una abominable actitud separatista y cipayesca en relación a la política exterior, una clara voluntad de lobby en relación a todo lo que tenga que ver con su gremio -ese que algunos desaprensivos llaman la “mafia blanca”-, y el haber emprendido un combate desproporcionado y discriminador hacia los fumadores. Y, por supuesto, luchar a brazo partido por los caballitos de batalla distintivos de la secta esenia con la que colabora, ya sea entronizando el monumento de uno de los principales difusores del SIDA –Karol Wojtyla, cuya oposición al uso de preservativos durante el comienzo de la pandemia de dicha enfermedad posiblemente lo hace responsable de centenares de miles (o millones) de muertes- o comprometiéndose con el más reaccionario y obtuso de los obispos montevideanos de las últimas décadas, parándose de su lado y no del de los que lo eligieron.

¿Por qué motivo Vázquez decidió realizar un movimiento se semejante impopularidad entre sus correligionarios y enfrentándose a la voluntad de la totalidad de sus legisladores? Es algo difícil de discernir; como bien me señalaba alguien con mayor poder de observación política que yo, el catolicismo de Vázquez no parece en realidad tan extremo –por de pronto no es un practicante asiduo de sus rituales, además de pertenecer a otra secta de tradición anti-católica como la masonería- como para justificar una actitud tan determinada. Tal vez haya sido para evitar problemas en el seno de su familia, donde sí parece haber opiniones más dogmáticas, tal vez haya sido una más de sus demostraciones de poder egomaníaco, tal vez haya sido realmente una convicción moral y ética basada en sus valores personales.

Tabaré Vázquez es un científico, específicamente un oncólogo, lo cual lo coloca en un sitio incómodo de la ciencia, ya que pertenece a una rama de la misma que no ha conseguido ni entender ni controlar su objeto de estudio y, más allá de méritos y triunfos parciales -y valiosísimos, sin duda- a groso modo se le puede considerar como una rama aún derrotada de la medicina. Esta triste cualidad, uno esperaría, debería impregnar a sus practicantes de una cierta humildad, una cierta comprensión hacia el misterio de las cosas y la ausencia de respuestas definitivas. Digamos, una conciencia permanente de las propias falencias e incapacidades. El miedo a la muerte y a esa sentencia casi inapelable que supone el cáncer ha convertido a los oncólogos en, posiblemente, los especialistas médicos más apreciados por los ciudadanos de a pie, que los barnizan con sus esperanzas, como encarnación de su fe y de su confianza en quienes pueden ser la última barrera de contención entre ellos y una muerte fea y prematura. No es de extrañarse entonces que algunos oncólogos se confundan en el camino y obnubilados por el agradecimiento de los que consiguen salvar, se afirmen en una soberbia olvidadiza de la cualidad aún incurable e inexplicable de la enfermedad que combaten.

En lo personal no puedo compartir la beatificación de la oncología: ni Vázquez ni ninguno de sus colegas consiguió salvar del carcinoma a mi padre, ni a mi abuela, ni a mi abuelo, ni a mi perro, por lo cual me permito el no concederle a ningún oncólogo el menor tipo de autoridad intelectual o moral sobre mí, mucho menos el poder de decisión sobre el futuro del contenido del útero de ninguna de las mujeres que conozco o no. Y mucho menos si uno de ellos articula su supuesta autoridad filosófica con una creencia religiosa dogmática y fantasiosa. Digamos, en lo que a mí respecta Vázquez carece de per se de las cartas mínimas de confianza y respeto que imponen en forma no coercitiva una autoridad moral. En lo que concierne a mi familia y a su experiencia particular, lo único que podríamos decirle a alguien de su profesión es: fuck off, loser. Gracias por nada.

Pero ese soy yo, el que tal vez esté resentido por su familia llena de muertos; más interesante es ver qué vieron en él las que sustentaron su poder simbólico -y aún lo sustentan- a pesar de haber sido notablemente franco con respecto a este tema. Es decir, a su promesa de que se iba a pasar por las partes sus voluntades.

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Sería conveniente que las fuerzas feministas de Uruguay hicieran una seria autocrítica con respecto a la casi absoluta incapacidad de movilización que demostraron en los días de la votación. Siendo un tema crucial en relación a sus derechos y al combate contra las rémoras patriarcales que subsisten por todas partes, es casi aterrador el comprobar que hasta un fantasma como el Pastor Márquez convocó más gente y entusiasmo que todas las organizaciones femeninas juntas. Hay una cierta explicación para esto y que va más allá de la pereza, y que es un fenómeno que se extiende a muchos planos del activismo; el haber delegado buena parte de las estructuras activistas en manos de las representantes políticas de la izquierda hizo que el desconcierto, las contradicciones y la inacción de buena parte de ellas repercutiera sobre las bases, que se mostraron escuálidas, desarticuladas, desmotivadas y ausentes. A la sombra de unos pelotudos que rapeaban sobre el derecho a la vida y la alegría. Yo tampoco fui, lo admito, pero en este caso no por haraganería sino por el mismo respeto que le tengo a las decisiones individuales de las mujeres sobre sus vientres: esa era su batalla, hermanas, esa la tenían que pelear en la calle ustedes.

El enorme fracaso de las militantes femeninas, y sobre todo de sus representantes políticas, fue el de no haber conseguido hacer de este tema algo importante y, repito la palabra, crucial. Brecha publicaba en su último número estudios de Bottinelli que afirmaban algo que estoy más que dispuesto a creer: mientras que los enemigos de la legalización del aborto eran clarísimos en su voluntad de no votar ni seguir a ninguna fuerza que apoyara dicha legalización, los partidarios de la misma concedían que posiblemente siguieran votando a una fuerza que hiciera fracasar esta iniciativa. Disciplina de izquierda o espíritu de perdedor, lo cierto es que eso se irradió siempre dentro de las fuerzas que apoyaban la legalización y particularmente de los cuadros políticos que la promovían en el parlamento. En días previos a la votación y con la amenaza del veto pendiente, varias legisladoras y ministras del Partido Socialista se fotografiaron orondas firmando los inútiles - e innecesarios salvo como demostración pública de adhesión incondicional- formularios de reelección de Tabaré Vázquez. Interrogadas al respecto por la diaria, las que se dignaron contestar explicaron que una cosa era una cosa y otra cosa otra, y una de ellas se sinceró diciendo, "me importa que esta ley se apruebe, pero más me importa ganar". ¿Ganar qué? ¿El sueldo de legisladora?

Se me acusado algunas veces de machista a causa de cierto gusto por la provocación que tiene mi sentido del humor y por mi firme convencimiento de la importancia de la diferenciación sexual en algunos aspectos, pero en realidad fui criado en un matriarcado casi total en el que las mujeres tomaban todas las decisiones sobre la conducción familiar. Fui educado por viudas jóvenes, militantes clandestinas de tiempos dictatoriales, mujeres que trabajaban ocho horas, estudiaban otras ocho y criaban a sus hijos en el medio, profesionales independientes, divorciadas prematuras en tiempos de divorcios vergonzantes, suplentes improvisadas de figuras paternales, luchadoras todoterreno, locas que confiaban más en la cultura que en el maquillaje, feministas inconscientes de su feminismo; minas que jamás aceptaron una orden de un hombre ni por miedo ni por amor, y que jamás dependieron de uno para su sustento material o espiritual. Minas de hierro y diamante pertenecientes a un sexo que nadie se atrevería a calificar de “débil” y entre las que no había insulto más denigrante que “mantenida”. Esas fueron mis abuelas, mis tías y mi madre. Así espero que sean mis sobrinas y mis hijas, en caso de tenerlas.

Y tal vez sea por esa educación que pocos espectáculos más tristes he visto en la política uruguaya que la docilidad con la que las mujeres legisladoras del FA aceptaron la imposición del veto de Vázquez, llegando al extremo en la figura de María Julia Muñoz -una doctora y Ministra de Salud cuya posición favorable a la legalización es conocida-, que fue casi corriendo a estampar su firma sobre el veto, haciéndolo legal. También lo hicieron Héctor Lescano y ese personaje tan querido para los periodistas que es Víctor Rossi, pero la acción de Muñoz -una mujer a la que además Vázquez ha dejado en falsa escuadra más de media docena de veces interfiriendo con las decisiones de su ministerio y obligándola a recular en sus afirmaciones- fue un espectáculo tan denigrante que por comparación cualquiera de esas chicas que se someten a sesiones filmadas de bukkake parecería una digna trabajadora. Pero no es la única; hay que recordar que aunque su representación parlamentaria sea minoritaria, todo el FA es un partido mayoritariamente femenino en un país con más mujeres que hombres, y que particularmente el voto femenino a Vázquez ha sido tradicionalmente importante y decisivo.

Tratando de ver un medio vaso lleno dónde sólo había una sucia marca de borra, Margarita Percovich -tal vez el cuadro del FA más firme a la hora de defender esta ley- se congratulaba de que al menos los dos candidatos más factibles a la presidencia por el FA -José Mujica y Danilo Astori- habían votado a favor de la legalización. Pero Percovich pasaba por alto algo evidente; ni los más optimistas de los frenteamplistas consideran factible el que tengan mayorías parlamentarias luego de las próximas elecciones y hay que ser un iluso absoluto para creer que la oposición de derecha -o esa centroizquierda que curiosamente siempre coincide con la derecha- va a ceder su voto para aprobar una ley así. El Partido Blanco ha hecho, tal vez por mera tradición antibatllista, de la alianza con el catolicismo uno de sus bastiones, y los colorados llegaron a vender su veto a la legalización -durante el gobierno de alguien tan poco religioso como Jorge Batlle- a cambio de los cuatro votos patéticos de la Unión Cívica. Es decir; el veto de Vázquez patea este problema cinco o diez años hacia el futuro, ya que además clausuró la opción de llevarlo a referendum. Si había un tema innegociable y que era esencial aprobar en esta legislatura era el de la legalización del aborto, pero el FA -incluso sus representantes femeninas- fue incapaz de tomárselo en serio. ¿No se vio acaso a dos representantes del MPP -el partido mayoritario del FA y del mayor hambre de poder- estar a punto de hacer fracasar la ley en la Cámara de Diputados sólo para tener un poquito de televisión y radio extra?

No hay nadie que me pueda convencer de que de haberse organizado el ala femenina del FA podría haber evitado el veto, incluso amenazando con la renuncia colectiva, incluso -por qué no- forzando la renuncia del presidente. Pero parece que el mayor símbolo del patriarcado político y legal vigente, un vestigio de la contraofensiva reaccionaria que intentó hace casi ochenta años revertir algunos de los avances del laicismo uruguayo, no era una causa como para ir a la guerra interna ni apostar fuerte. No, porque lo que se quiere es ganar. ¿Y acaso Vázquez no es un hombre sensible con las mujeres? ¿No notaron que siempre dice uruguayas antes que uruguayos en sus discursos? Uruguayas, les puse nuevamente la montura.

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Fui sin gran entusiasmo a la Plaza Libertad al acto de protesta por el veto; había más gente que en las movilizaciones durante las votaciones pero no llegaba a ser una cantidad de gente realmente significante. Es comprensible; es difícil reunir gente en torno a un fracaso. Pero el propio acto contenía algunas de las características que explicaban el fracaso, partiendo -como me comentaba una amiga- de la ambientación musical, reducida una vez más a los ya arcaicos himnos del regreso a la democracia y que ya son como la marca de fábrica de un activismo envejecido. Es difícil abandonar las viejas costumbres, pero hasta esta ambientación sonora es claramente simbólica de una militancia tan identificada con los aparatos de partido que ni siquiera recordó que fuera del partido también había mujeres que abortaban y que estaban a favor de su despenalización.

Escuché a Lilián Abracinskas llamar a la esperanza y congratularse por el hecho de que las cámaras de representantes habían vuelto a aprobar la ley dando una señal más de la consabida opinión mayoritariamente a favor de la legalización, como si eso importara. Yo lo lamento mucho, pero no hay ahogado más triste que el que murió en la orilla, especialmente si el mismo fue devuelto al agua por quién debería haberlo rescatado. No había nada que festejar en la Plaza Libertad, así que no me quedé mucho rato.

Más tarde una amiga me confesaba que para ella era un día tan triste como cuando venció el voto amarillo al verde en el 89. Tuve que decirle que en cierta forma era peor, porque en aquella ocasión por lo menos teníamos el consuelo de no haber sido parte activa de ese fracaso. Es decir; yo no voté a Sanguinetti ni a Tarigo, pero sí a Vázquez, y ella también. A llorar al cuartito.

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Vuelvo a repetir algo; en la práxis el aborto está legalizado y, sin una vigilancia estricta promovida desde el Poder Ejecutivo -como en la actualidad, ya que durante este gobierno se han cerrado más clínicas abortivas que en cualquiera de los anteriores- se seguirá llevando a cabo en enormes cantidades, ojalá que en mejores condiciones de salud y, con un poco de suerte, amparada por el ala más consciente de la medicina, como en el ya mencionado ejemplo del misoprostol. Pero en el medio, además de algunas vidas, se habrá perdido muchísimo. Por de pronto se habrá perdido la oportunidad de que un gobierno de características más bien geriátricas avale una histórica reivindicación de los jóvenes y las mujeres, los eternos relegados de la política. Se habrá perdido también la única oportunidad de este gobierno de un país -que supo ser hace añares un laboratorio social ejemplar- de dar un paso adelante en relación a los miedos y taras del continente, y señalar un camino de autodeterminación a contrapelo de las crecientes fuerzas del terror religioso. Es decir, una señal de progreso o al menos espacio legal de disenso para esas generaciones jóvenes que tratan de rajar del país como si fueran balseros cubanos y que jamás han visto que su tierra esté a la vanguardia de nada.

Se perdió una chance valiosísima de pasar al frente en el continente por algo mucho más profundo que la imbecilidad represiva de ser el primer “país libre de humo” de América Latina; se podría haber dado una señal luminosa en una región que sigue cubierta culturalmente por el manto del catolicismo que arrasó sus culturas originales y cuya maldición es tan poderosa que aún en los países con mayorías indígenas o de izquierda sus tabúes siguen vigentes. Algunas amigas argentinas me escribieron en los días de la votación, felices de que el país enano hubiera dado un paso claro y evidente en dirección a la Ilustración de la cual en algún momento fue vanguardia. Dos días después volvían a escribirme atónitas, sin entender nada. "Es como Cobos", les dije, "no es tan raro. Sólo que en este caso no sabemos bien a quién obedece. Pero tampoco es una sorpresa".

Tal vez porque en algún momento su nivel fue ejemplar en términos continentales y mundiales, se puede considerar como una de las grandes tragedias latinoamericanas la decadencia cultural de Uruguay; con su otrora excelente educación pública triturada entre una derecha que la consideró hostil -y por lo tanto digna de su estrangulación económica- y una izquierda obsesionada por controlarla y reformarla como ámbito de formación ideológica. Las señales de ese deterioro y alejamiento de una modernidad bien entendida están a la vista por todas partes; desde la incapacidad de las empresas inversoras extranjeras de encontrar técnicos bien formados hasta el deseo instantáneo de emigración de los que si lo están. O el crecimiento -lento pero seguro- de las abominables sectas evangelistas -amparadas en la "tolerancia" que les permite el uso pago de ondas públicas. O la multiplicación de personas tan ignorantes como para creer un discurso tan ridículo y burdo. O las encuestas que dan un constante márgen de popularidad a Vázquez de un 63% -muy superior al de su gobierno- sin que los encuestados puedan articular más motivos que la "hombría de bien del doctor" o su supuesto "valor" a la hora de enfrentar a los abusivos argentinos y demás enemigos de la nación. Daniela Couto titulaba a su encolerizado post sobre el veto como "Yo no quiero a mi país", un sentimiento que cada vez se extiende más entre quienes están cansados de reventarse las guampas contra el status quo de los conservadores -de ambos lados del espectro político o el poder- que siguen considerándose los más indicados para decidir sobre los ámbitos más íntimos de sus gobernados.

Ancianos ya incapaces de fecundar mujeres pero que, tal vez como suplencia simbólica, se sienten expertos autorizados para decidir sobre los úteros de mujeres jóvenes. Unos soberbios imbéciles. Una nación gobernada por cobardes, idiotas y pedantes, elegidos por imbéciles como yo y todos los que citamos esa frase de Chandler que dice que no hay peor trampa que la que uno se prepara a sí mismo, y luego comenzamos a cavar el pozo. Hasta ahora al menos.

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(Más allá de las condiciones de deterioro cultural anotadas en los párrafos anteriores, vale la pena señalar algo que es tanto consecuencia como causa de eso: la postura de la prensa y de los opinólogos políticos. Salvando los semanarios de izquierda y la diaria, la prácticamente totalidad de los medios uruguayos se alinearon de inmediato con las fuerzas anti-legalización, reproduciendo sus discursos por todas partes -y llegando al despropósito, propio del canal de Romay, de la exhibición de filmaciones del "grito silencioso", en el noticiario de las 19.00 horas- o, como en el caso de Fasano y La República -eternamente genuflexos a la autoridad presidencial- ignorándolo todo lo posible y haciéndose los giles ante el atropello de la mayoría partidaria y la democracia. Este panorama fue apenas salpicado por tibias declaraciones televisivas de las mencionadas representantes legislativas de la izquierda y por un nulo análisis de la importancia simbólico-continental de lo que ocurría. Hoy, lunes, los medios ya relegan la noticia al pasado y los políticos apenas dan algunas muestras de resignación al ser interrogados, y todos vuelven a lo que importa: la interna partidaria y ver cómo se va a repartir la torta electoral. Esos son nuestros representantes.)


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El FA ha tenido mi voto desde que tuve edad para entrar en un cuarto oscuro; nunca me consideré frentista, porque eso implicaría para mí una militancia que me produciría pereza y para la que nunca estuve motivado, y una identificación de la que nunca quise hacerme cargo. Pero he sido su fiel votante; los he votado a pesar de la elección de un líder al que no respetaba, los he votado aún ante la evidencia de sus pésimas administraciones municipales; los he votado obviando no sólo la inexistencia de un programa ecológico –la única causa con la que me siento realmente identificado-, sino la directa hostilidad de su gobierno con el ambiente, los he votado en contra de los intereses de clase de mi familia, perteneciente a ese estrato de profesionales universitarios que fue castigadísimo por el IRPF a pesar de que sería risible el que los consideraran parte de “los que tienen más”; los he votado ante mentiras flagrantes y estupideces inexplicables. El FA ha tenido mi voto y he sido su compañero de ruta. Pero lo acontencido los últimos días me terminó de demostrar algo que venía sospechando desde hacía un tiempo; que no me gusta hacia dónde va esa ruta y que hace tiempo que confundo convicción con simple inercia.

Hace años que vengo siendo corrido a los ponchazos con la excusa del mal menor o de los méritos parciales; no me cabe ninguna duda de que en comparación con la brutalidad y el retraso que significaron los gobiernos blancos y colorados posteriores a la dictadura, la presente administración puede anotarse varios porotos a favor, que van desde el imprescindible reestablecimiento de condiciones dignas de negociación salarial hasta el tardío pero bienvenido encarcelamiento de las bestias mayores de la dictadura. Todo bien, pero no me alcanza para olvidar y/o disculpar este ejercicio de prepotencia religiosa en un país en el que la laicidad es el último jirón de bandera que me parece digno de hacer flamear. No me alcanza porque no ignoro el valor de lo simbólico y porque si bien suelo suscribir al fin que justifica el medio, a la praxis del poder primero y los principios después, estoy harto de que me toquen los huevos sin la menor consecuencia. De ser sometido al chantaje Bullworth, aquella película en la que un candidato demócrata a la presidencia le confesaba en un insano ataque de sinceridad a unos militantes negros que él no pensaba hacer un sorete por ellos una vez que llegara a la presidencia, culminando con un “¿y ustedes qué van a hacer? ¿votar por los republicanos?”.

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Mi principal desilusión no es con Vázquez, que como el obispo Cotugno ha sido totalmente fiel a su opinión oscurantista, sino con el grueso del partido de gobierno y su incapacidad para demostrarse como una fuerza de cambio en un tema en el que tenían un consenso total. Hay que volver a ir a los hechos; más allá de que lo hubiera anunciado o no, Vázquez vetó una ley aprobada por el 100% de sus legisladores. Un partido o fuerza política que permite la traición desde su cúpula -o cómo se le puede denominar a un dirigente que destruye un proyecto aprobado por todos sus representados- es un partido que no merece existir porque carece de razón para hacerlo y de confiabilidad mínima.

Toda la historia del ascenso de Vázquez en el FA es el resumen de todo lo que está mal en la izquierda uruguaya: un hombre intelectualmente mediocre y sin más pergaminos que su condición de doctor y de haber hecho ganar un campeonato de fútbol a un cuadro de barrio fue elegido, básicamente por su popularidad entre las mujeres militantes de cierta edad, que lo consideraban incluso atractivo físicamente, como candidato a una Intendencia de Montevideo que -ante la división del voto de la derecha entre blancos y colorados, la espantosa administración capitalina colorada y el natural crecimiento de la izquierda montevideana- era fácilmente obtenible. A pesar de que su administración como intendente fue cómo mínimo deficiente -estableció el déficit de la misma a pesar de elevar en forma notoria los impuestos municipales y repartiendo privilegios sin contrapartida de servicios dejó preparadas las bombas de tiempo que convertirían al gremio de la IMM en una máquina perfecta de chantaje-, su victoria impresionó a la mentalidad de perdedor de muchos izquierdistas, que lo consideraron su carta de triunfo, desplazando a la noble figura de Liber Seregni, el último gran hombre de la política uruguaya. A pesar de fracasar dos veces como candidato a la presidencia, el aura de ganador de Vázquez no disminuyó entre los frenteamplistas y su capacidad de acumulación de poder -simplemente recurriendo a la amenaza de abandonar su puesto- practicamente destruyó a una generación más joven de aspirantes a conductores, pero esta misma acumulación fue percibida como exclusivo factor unificador del FA, por lo que el hombre siguió adelante hasta vencer en las últimas elecciones, unas elecciones que -ante el panorama de devastación social dejado por Jorge Batlle- hubiera ganado hasta un cabezudo de carnaval en caso de ir de candidato a la presidencia, pero que muchos supuestos cerebros frenteamplistas siguieron atribuyendo al carisma de pastor evangelista de Vázquez. Lo importante era ganar y después vemos, fue el pensamiento que se impuso en la izquierda. Ahora, en ese pensamiento, ¿no había lugar para pensar en quién estaba siendo electo y qué poderes se le concedían?

Vuelvo a lo anterior, no hay sorpresas; el tema del aborto fue -como cualquier tema relacionado con las libertades- considerado menor y dejado de lado entre el cúmulo de ambiguedades voluntaristas que componían las bases programáticas, pero las veces que se lo interrogó al respecto, Vázquez fue cristalino en afirmar su oposición. Entonces, ¿por qué fue el candidato de las mujeres frenteamplistas, especialmente de las que durante la presidencia de Batlle hicieron de la legalización del aborto su principal tema de debate parlamentario? ¿Para ganar habrían elegido a un fundamentalista islámico que impusiera el velo? ¿O a alguien que les quitara el voto? ¿O que impusiera el derecho de pernada? ¿En qué estaban pensando las uruguayas primero y uruguayos después?

Posiblemente en que podían torcerle la mano, que podían vencer esa idiotez residual del buen doctor, que para él no sería un tema crucial, que era un partido democrático, que tenían un lider razonable. Se equivocaron en todo excepto en lo primero; podrían haberle torcido la mano, podrían de haberse atrevido a jugar fuerte. Pero no lo hicieron porque para los -y sobre todo las- representantes frenteamplistas este tema no fue crucial. Al fin y al cabo la carrera política es una larga carrera de deglución de sapos, en el mejor de los casos, y la maternidad no deseada tal vez no sea una prioridad para estas políticas ya aquejadas por la menopausia. O con un sueldo de legisladora que asegura un aborto en óptimas condiciones en caso de necesitarlo.

Seamos honestos; después de lo del jueves pasado el único acto digno que le quedaría a las legisladoras y ministras frenteamplistas sería el renunciar en masa al FA -gente digna como Chifflet o Sarthou lo ha hecho por mucho menos- o poner como condición de no hacerlo el levantamiento del veto. Pero eso no va a pasar, y excusas no van a faltar para que no pase.

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No soy un legislador ni un militante frenteamplista, así que carezco de poder en esa desagradable interna. No me preocupa, porque los hechos han demostrado que los legisladores y los militantes tampoco tuvieron el menor poder en este asunto. Pero en una sociedad en la que la participación en las decisiones políticas parece limitarse al voto, y como tal ser susceptible del eterno chantaje del mal menor, tomé una decisión acerca del mío, decisión que de hecho lo convierte en voto cantado, lo que para mi intención es exactamente igual. En vista de lo ocurrido el pasado jueves y los días siguientes decidi que -sea cual sea el programa o candidato propuesto- no voy a votar al FA en las próximas elecciones.

No es una gran amenaza, supongo, pero de hecho esa es mi única arma sensible ante estos burócratas del poder, mi mísero voto, por lo cual hago pública mi simple promesa de que, no importa cuantos supeustos logros tengan en su haber, si no se aprueba la despenalización del aborto en esta legislatura, si no se encuentra una forma de levantar el veto, entonces no voy a votar al FA en las próximas elecciones, y voy a poner mi elocuencia al servicio de que otros tampoco lo hagan. Así de simple, sé que no es mucho, pero sé que cada voto cuenta, especialmente en las próximas elecciones. Pero voy a hacerlo porque ya hace muchos años que salí del San Juan Bautista y hace muchos años que no le permito a ningún chupacirios que decida mis cuestiones personales por mí. Así que ejerzo mi pequeño veto, mi vetito, que consiste en no votar gobiernos enemigos de las mujeres y amigos de las sotanas, y en no votar a partidos que permiten la traición interna o ser infiltrados por enemigos defensores del oscurantismo. Por lo que entraré al cuarto oscuro y meteré en el sobre alguna estampita de San Cono, o alguna ridiculez similar, depositaré mi voto en la urna y me haré cargo de mi decisión.

Y si alguien me la recrimina argumentando mi supuesta colaboración indirecta con las fuerzas reaccionarias, le preguntaré con tranquilidad quiénes son las fuerzas reaccionarias y donde está el progreso de las fuerzas progresistas. Y si por una de esas casualidades se descubre que una fracción de votos en blanco o cantados, provenientes de sectores indignados por la sumisión al autoritarismo demostrada los últimos días, tuvo alguna injerencia en los resultados electorales, me ofrezco para explicarle punto por punto los motivos de esa indignación a los políticos afectados, con una sonrisa en el rostro y todo el desprecio que les pueda demostrar.


84 comentarios:

Walter Hego dijo...

Benito: Básicamente, estoy de acuerdo en todo. Sólo haría una salvedad quizá menor: para mí, los médicos no son científicos, sino técnicos. La medicina es ciencia aplicada, es decir, técnica. Y no lo digo por afán de marcar un detalle que no hace en nada al asunto, sino para contribuir a la desmitificación del estatus de la medicina y los médicos como supuestas autoridades superiores. Al margen y para que no se me malinterpete, hago constar que agradezco que existan la técnica y los técnicos de que hablamos. Pero digo algo que, aunque quizá sea una perogrullada, no debería olvidarse: los técnicos y los científicos son, en primer lugar, seres humanos, con toda la grandeza y con todas las miserias y pequeñeces que son inherentes a la condición de tales. Un doctor en medicina puede perfectamente ser un mediocre, como lo es el que en este momento está sentado en el sillón presidencial de este país.

En cuanto al fondo del asunto, concuerdo en todo, como decía. Y me parece una excelente idea lo que proponés, es decir, hacer la de Vázquez y, así como el anunció el veto, anunciar nuestra decisión de no votar por el Frente Amplio en las próximas elecciones "si no se aprueba la despenalización del aborto en esta legislatura, si no se encuentra una forma de levantar el veto".

Me parece estupenda también la idea, consecuente con la anterior, de "poner (nuestra) elocuencia al servicio de que otros tampoco lo hagan". Hagámoslo. Y tengamos en cuenta que contamos con apenas treinta días para intentar convencer con nuestra elocuencia, ya que, si no me equivoco, es ése el lapso tras el cual el veto, si no es levantado, queda firme.

Anónimo dijo...

Yo haré campaña por el voto anulado. Será un trabajo de hormiga, pero lo haré. Hace años que lo pienso y lo peor fue que el paso del tiempo no hizo nada por cambiar mi idea. Al contrario. Así que por un mínimo de dignidad cívica, votemos anulado.

Ricky dijo...

Qué decir.. gran escrito, desgarradoramente triste e incómodo disparador de decepción rabiosa.

Yo pensaba -desde acá en Argentina, desconociendo los pronósticos en danza para la siguiente elección- que iba a ser posible, al finalizar el mandato de este "proto-De La Rua con falso barniz progre", volver a instalar el tema en el Congreso y -bajo una supuesta tutela de Mujica u otro candidato no tan moralista- lograr transformarlo definitivamente en ley. Pero veo que tu apreciación a futuro no es nada optimista en ese punto; por lo pronto, resulta deprimente pensar en horizontes de 5 ó 10 años para que este proyecto, tan importante en lo material y en lo simbólico (por su potencial efecto de contagio en el resto del continente) pueda materializarse.

Anónimo dijo...

El anónimo soy yo.

benito dijo...

WH: Mi calificación de TV como "científico" proviene esencialmente de que si bien es un médico dedicado esencialmente a la práctica -con notable éxito económico- también es un catedrático universitario con numerosos trabajos de investigación, lo cual lo calificaría en mi opinión de la forma en que lo hice.

Agregué un pequeño párrafo sobre un tema que me había comido, y que fue la actitud de la prensa.

El gaucho insufrible dijo...

Hace una semana, leo con gran sorpresa, una mención a Uruguay en el periódico español, la tercera en seis años.

La primera mención fue por las barbaridades que le habían sacado “off the record” a Batlle contra el presidente Argentino, la segunda una pequeña nota sobre el record Guiness del asado más grande del mundo y esa mañana toda una página, sobre el voto de la ley del aborto.

El susodicho artículo mostraba - para mi sorpresa - que el tema del aborto era una asignatura pendiente en toda América Latina y que en ésta ocasión Uruguay sería el primero en dar un paso adelante.

Lamentablemente ha sido un paso en falso; como comentas es peor haberse ahogado en la orilla y quedar con la sensación de que todo ha sido una pantomima; que en lugar de dar ejemplo de progresismo y crear algo en donde de verdad se pueda alimentar el orgullo de “ser uruguayo” se ha perdido una oportunidad de romper aunque sea un poco el círculo vicioso de pesimismo intrínseco a nuestra forma de ser.

La decepción de este fracaso ha sido mucho peor que los réditos de alcanzar una mejora de los derechos civiles.

De todo lo que dices en tu acertado y desilusionante post hay un tema que creo que es central:

¿Como hemos dejado – o delegado – a la izquierda – como partido – la defensa de los derechos civiles?

Los derechos civiles son nuestros, y no son solamente del “compañero”, también son del facha, del burgués y de toda la gran mayoría de gente que está en medio.

La lucha de los derechos civiles ha de retornar a la gente "independiente".

***

Tabaré no me decepciona; porque a pesar de votarlo siempre supe que era un demagogo. Lo que es realmente lamentable es que nadie de su propio partido o de la gente que estuvo a favor de la ley pudiera hacerle frente.

Que toda la izquierda se haya doblegado de la manera que lo ha hecho es una vergüenza, es repulsivo, es una estupidez, es obsceno, es ruin y rastrero.

Podemos decir que ésta es la guinda que remata el pastel. Finalmente Uruguay ha alcanzado su madurez política, ahora sabemos que no hay partido político que escape a la estupidez, la corrupción, el ansia de poder o cualquier otro comportamiento cuestionable que se me ocurra.

La conclusión es que hay que dar un paso adelante, ha llegado el momento de la queja, , es el momento de manifestarse con el vecino colorado o blanco o hetero o gay, y si hay algo que está mal hay que escupírselo en la cara al responsable, sea quien sea y sin miramientos.

Y si hay que quejarse de cosas pequeñas mejor, yo ya me harté de pelear en manifestaciones burocráticamente organizadas por las grandes cosas imposibles (que daño que hizo el Che con su frase).

Hay que apedrear la IMM si no nos cambian el alumbrado o no hay semáforo en la esquina y de ahí en adelante. Si hacemos eso seguramente la próxima vez al presidente de turno le costará un poco más meterle un palo en el culo a medio país.

Anónimo dijo...

Benito:Hace ya 3 elecciones que voto en blanco o anulado,despues de haber votado a mi vecino Juan Andres Ramirez en la primera oportunidad de votar que tuve....Estuve mal y por supuesto que me han dicho lo mismo que deben estar pensando los que leen esto,imbécil.Pero esto respondió a que no me gustan los partidos llenos de gente que piensa diametralmente distinto en los principales asuntos de la vida del país.Recuerdo como todos los votantes de izquierda festejaban el hecho de que Vazquez no debatiera con sus opnentes.Quizá hubiese sido una buena oportunidad para que aún pensando igual que los candidatos de derecha,expresara sus infantiles argumentos.El casi siempre piensa igual que los candidatos de derecha,su partido no.Yo no creo,como tú, que hayan habido 4 personas blancas y coloradas en la marcha,pero esto debiera de cuestionar algo en la izquierda....
Lo digo porque ahora Astori y Mujica van a ser un bloque, el 1-2,y no piensan igual en nada.
El voto blanco y el anulado juntos, nunca superaron el 2,5 de ninguna elección,y la que viene no va a ser la excepción,lamentablemente.

Anónimo dijo...

Muy buena la columna, coincido en prácticamente todo. Pero te hago una corrección, el misoprostol y la pildora del día después son cosas diferentes. La píldora del día después es vendida en Uruguay, con el nombre de postinor-2 o post day, sin receta ni controles y solo puede ser utilizada en las 72 horas posteriores a la relación sexual en la que se presume que puede haber habido un embarazo. Salvo los fascistoides catolicos como Ordoqui y sus amigos nadie la considera abortiva ya que no actúa sobre el embrión sino sobre la fase previa.
El misoprostol, en cambio, puede usarse hasta la semana 12 y si tiene efecto abortivo y en Uruguay se vende con receta y para ulceras gástricas o se utiliza intrahospitalariamente para inducir partos de embarazos a término. El misoprostol es legal para usos abortivos, solamente en países donde el aborto es legal, mientras que la pastilla del día después es de venta libre en la mayoría de los países del mundo aunque no se recomienda usarla más de una vez por año porque es profundamente agresiva con el sistema reproductivo femenino.

jav dijo...

estabamos esperando este post desde el vergonzoso viernes.

gracias benito.

Anónimo dijo...

Hace tiempo que un tema de la agenda no me provocaba tanto asco y rabia.

Y lo peor es que tras el acto más reaccionario de los últimos años, nuestro rey ni siquiera se despeinó.

Me sumo a la propuesta de no votarlos más. Que no es poco. Pero además tenemos que hacer oír nuestras voces, grafitear, hacer cadenas de mails, etc.

Que el doctor y sus enfermeras no se la lleven tan de arriba.

benito dijo...

Ana: efectivamente el misoprostol y la píldora del día después son cosas distintas, algo que sabía y que había olvidado, aunque no tenía idea de que el primero fuera efectivo incluso doce semanas luego de la gestación.

Sin embargo en términos de "pro-vida", el postinor debería ser tan ilegal como el misoprostol o el aborto quirúrgico, ya que el milagro de la vida -el encuentro del espermatozoide y el óvulo- ya se ha dado, y en términos sacros da lo mismo. Por eso también Yaveh condenaba el vicio solitario de Onán; para el punto de vista de TV y sus aliados -si son sinceros- cada paja es un genocidio y cada adolescente un Hitler.

Diego Faraone dijo...

Y lo peor es que toda esta avanzada paternalista de Tabaré no le resta votos al FA, sino que le agrega.

En un país de viejos conservadores como el nuestro, un estado que se "preocupa" por cuestiones íntimas como el cuidado del cuerpo, la procreación, la salud mental, etc. está bien considerado.

Los jóvenes (y ya no tanto)protestamos, nos indignamos y ande mais, pero eso no importa, porque no significamos una pérdida estimable para la fuerza política.

Apoyo, Benito. Imponente tu post.

Anónimo dijo...

Chifflet no se fue del FA. Sarthou se va por temas, que (seré malentendido) son más importantes que el aborto, esté uno de acuerdo con él o no. Por supuesto que firmé, fui a la plaza, etc, pero me parece que estamos trancados en un tema que tendría que estar resuelto hace 50 años. Es una locura lo de Tabaré, etc, pero también que en un país con problemas enormes la gente inteligente tenga que pelear por un derecho tan primitivo.

MaGa dijo...

El año pasado mi hermana la menor quedó embarazada. Desde México, y con la ley del aborto recién aprobada en el DF, fui testigo lejano del díficil proceso de conseguir esas pastillas a precio de oro, de que se las tomara y el correspondiente legrado en el Pereira Rossel, por suerte todo salió bien.
Tenés razón Benito, creo que hay una especie de convención por parte de los médicos que ya no preguntan tanto como en la época de mi vieja, esa es una buena.
Y también tenés razón con lo de la falta de compromiso por parte de las propias mujeres, una total vergûenza.

Nico Peruzzo dijo...

Me desvió del tema (en el que coincido en un 99% contigo).

Pero me desvió solo de forma tangencial. Porque yo también fui al San Juan Bautista (probablemente egrese 10 años después que vos) y creo que esos años bajo la tutela de los hermanos de la sagrada familia han forjado partes de mi personalidad que me acompañan hasta hoy (y no de forma positiva).

Todo estuvo bien en la escuela, pero no bien entre al liceo me di cuenta que sus autoridades podían ser encantadoras con los alumnos que cumplieran con las expectativas que el colegio deposito en ellos (algunos de mis ex-compañeros siguen vinculados hasta el día de hoy), pero podían ser terriblemente despiadados con cualquiera que se aparte un ápice de sus estructuras.

Fui testigo de como dejaron en banda a pibes que necesitaban contención, por tener ciertas costumbres narcóticas (que en esos años no pasaba de fumarse un porro), o simplemente porque no encajaban con la imagen que querían proyectar para sus alumnos. En cambio estaban encantados con Rugbistas chupapija que se agarraban a piñas todos los fines de semana y que le hacían la vida imposible a los pobres nerds (bueno, mis amigos y yo también hacíamos eso, pero mucho menos...).

Y en lo que se refiere a su doctrina, hace un par de años me encontré con una de mis viejas carpetas de catequesis, y quede horrorizado ante la represión sexual que impartían (entre otro interesante muestrario de culpas, miedos y prejucios).
Por suerte a los 14 años mis amigos y yo descubrimos el Salve de La Polla Records, y pudimos ver todo el asunto desde otra perspectiva.

PD: Y lo que mas me calentó fue que muchos años después de egresar me entere de la historia de Salome y la decapitación de Juan el Bautista (un relato bastante interesante). Pero nunca nos la contaron. Y en cambio todos los años nos rompían las pelotas con el cuento pedorro donde bautiza a Jesús...

benito dijo...

faraway: no sé si le agrega votos, en todo caso hay que recordar que él no va a ser candidato en las próximas elecciones. Sí es cierto que el caudal de votos de los dispuestos a votar en blanco por este tema posiblemente sea insignificante. En todo caso yo acá decido por mi propia identidad: no quiero ser más parte de eso y me cansé de ser un idiota útil y, sobre todo, cautivo.

sigmur: Chifflet no se fue del FA, pero sí de su ámbito de decisiones. Por lo que sé de la interna política de este -y los demás partidos- este tipo de gestos implica la caída fuera de la rueda-rueda y el virtual ostracismo de los que hablan pero nadie escucha. En el caso de Sarthou, tengo la sensación de que fue una decisión más dolorosa de lo que pareció, pero más allá de reconocer que sus motivos de apartamiento no tenían mucho que ver con ese tema, fue el único dirigente de izquierda -incluso contando gente que teóricamente es más radical que él- que señaló el carácter represivo de la orientación de la izquierda local actual.

lamaga: el que los médicos no pregunten depende más que nada del apriete que estén sufriendo a nivel legal. En este período se han cerrado -y encarcelado a sus responsables- más clínicas abortivas que en cualquiera de los tres anteriores, y me referían hace poco sobre costumbres (vendamiento de ojos, desconocimiento total de objetivo y dirección) que sólo pueden volver más traumático y desagradable el trámite clandestino.

nico: mi época en el SJB fue un tiempo de cambios confusos, por lo que -más allá de algunas represiones absurdas (y orientadas principalmente a becados)- no fue un tiempo de particular opresión. Apenas se fue mi generación sé que las cosas empeoraron bastante, pero no lo viví. Igual todo eso es irrelevante ante la prédica general.

pervinca dijo...

El día del veto, que quedará así en el recuerdo de muchas, fue un día de indignación, de odio, de ira, de impotencia, de asco, de dolor y en parte de resignación.
Yo milité en el frente, en un sector dentro de este, y en diferentes organizaciones sociales, particularmente feministas que dieron la batalla por la despenalización del aborto. De todos estos lugares me he ido retirando con niveles diferentes de angustia, enojo, conflicto y decepción. Hasta que terminamos por armar un grupo bastante heterogéneo de gente que se había ido más o menos igual de otros lados, en parte partiendo de la pregunta de oldboy “¿Como hemos dejado – o delegado – a la izquierda – como partido – la defensa de los derechos civiles?”, pero sin un mango, y forzando a los que podían a hacer lobby con la gente con la que se habían peleado feo o con la que tiene la plata, por ejemplo, para hacer un toque, o salir a hacer stencils.
Fui una de las que votó al frente por primera vez en las elecciones pasadas, y a pesar de tabaré vázquez. Muy a pesar.
No me cuesta entender que quienes vivieron “lo del voto verde”, se estén reecontrando con una sensación parecida. Yo tenía cinco años, y me acuerdo de andar con las caritas verdes todo el día, y me acuerdo de la tristeza y la bronca de mis padres y sus amigos.
Todo este proceso fue duro, y en particular para los que como yo, no dudamos en ningún momento del veto inminente – es más, cuando algunas militantes de las de años nos decían que no era tan seguro, abríamos bien los ojos, y no lo podíamos creer- y así y todo seguimos clavando las guampas, confiando al menos en que el frente se parara de punta y le exigiera al oncólogo, lo cual sí era una posibilidad – aunque suene hasta triste, no tanto por la actualización ideológica o el compromiso del frente con las mujeres y con este tema, sino por la internilla-.
En fin, eso no pasó. Por otra parte, el “movimiento feminista uruguayo”, no existe. Existen organizaciones, con personajes muy desgastados, y bastante poca gente comprometida, saliendo de los curros del PNUD...Tampoco es cuestión de homogeneizar, a veces esto rinde y doy fe que hay gente que labura y mucho, pero no nos confundamos. La militancia es otra cosa, y el movimiento de mujeres acá, jamás existió. Con feministas profesionales, no se construyen movimientos de mujeres.
Debería existir un poco de autocrítica, más que la congratulación de haber logrado que fuera votado en ambas cámaras, lo cual, me atrevo a decir que tiene más que ver con el momento político que con otra cosa. Creo que hace un año no se hubiera votado. Pero en tiempos electorales, estas cosas pasan y los perfilismos logran cuestiones como esta.
Con esto no desmerezco el trabajo de años de estudio, trabajo, negociación y articulación, con los que se logró esta ley y todo lo que eso implica, o de mujeres como Margarita Percovich, luchadora desde siempre, pero de las de verdad, de las que han trabajado hasta lo enfermizo, de las que lo hacen desde lo visceral, con un compromiso pocas veces visto respecto de cualquier tema en este país de pechos fríos, dándose de trompa a diario con sus “compañeros”, de toda la vida...
Una autocrítica también para las mujeres todas. Nos quedamos muy cortas. Es verdad que esta era nuestra.
Hay temas que uno va saldando a medida que puede en la vida. Yo no discuto más la teoría de los dos demonios en la dictadura uruguaya, por ejemplo, y tengo claro cuáles son para mí, los temas de corte para la sociedad en que vivo.
La despenalización del aborto es uno de ellos. Es de los intransables. Es uno de ellos en los que ningún chupacirios/ comesantos /facho /hijo de puta tiene derecho por su sola voluntad a decidir. Sin entrar en las discusiones sobre la figura del veto en sí misma, o de cómo casi sale corriendo desesperado a vetar.
Ahora, compartiendo mucho de lo que decís, tengo un conflicto de representatividad, básicamente con todos los viejos de pitos flácidos que levantan o dejan abajo las manitos, y con el oncólogo.
Para mi los partidos políticos (de izquierda) pueden ser herramientas de cambio, como otras,pero más en este país en el que no existe cultura de movimientos sociales sólidos, salvo honrosos momentos de los que ya cuesta acordarse. El frente que yo voté, dejaba mucho que desear en temas como este, y ni que hablar con su candidato a presidente y la primera plana de la mayoría de sus legisladores, y lo voté igual. El proyecto del frente se está agotando en este primer gobierno. Pero sigue siendo lo más fermental del escenario político uruguayo, con todo su conservadurismo y sus gerontes a cuestas. Y sigue habiendo perdida entre sus filas y sus votantes, gente de izquierda dispuesta a repensar el proyecto. De los que tienen un pie adentro y otro afuera, de los outsiders de siempre, de los “comprometidos”, de los que desde adentro logran socavar aunque sea un poquito. Por un lado, le metería un fierro caliente en el ojete a tabaré, a maria julia y a unos cuantos más, con toda la falta de clase como diría mi amiga la rubia. Por otro lado, estoy segura que el proyecto de despenalización del aborto se va a aprobar - si bien podemos discutir si se acumuló en los mejores términos o no, se acumuló y punto-. Finalmente, ante esta crónica de una muerte anunciada desde antes de que el frente ganara las elecciones con este señor como presidente, y sus ya conocidos vicios autoritarios, dudo en retirarme y no votar al fa. No votar a este facho nunca más, desde luego, pero al fa, realmente no sé.
A los pelotuditos de siempre, que sólo se dedican a tirar cascotazos a troche y moche y no mueven el orto para nada más que para ir a seminarios, pero que después agitan la manito y putean al facho del presidente pero no sudaron el culo en todos estos años, a cagar... de esos enanos siempre hay en todos lados.

benito dijo...

sigmur: una cosa que me quedó colgada; Sarthou -hombre que me cae muy bien y que me merece mucho respeto, aunque por desgracia no puedo decir lo mismo de sus opiniones y aliados- no se fue del FA por temas más importantes que el aborto -y no te estoy malentendiendo, es sólo que ninguno de los sapos que tuvo que tragarse es del tamaño del escuerzo con forma de poronga que le acaban de deslizar en la garganta a las parlamentarias pro-abortistas.

pervinca: la pregunta de Oldboy era pertinente porque por (de)formación intelectual uno tiene la costumbre de identificar a la izquierda con la defensa de los derechos civiles a causa de su tradicional defensa de los derechos humanos, cosas que no son en realidad idénticas (en realidad ni siquiera los "derechos humanos" filtrados por la izquierda son idénticos a los derechos humanos de los tratados internacionales).

Yo creo que en cualquier país donde el aborto esté prohibido, la representación política de las mujeres esté lejísimos de su porcentaje en la población y los salarios de las mismas sean sensiblemente inferiores que los de los tipos, existe el feminismo y existe un cierto "movimiento feminista". El problema es, repito, su estructuración alrededor de organizaciones políticas de izquierda con otras prioridades de agenda. He visto acciones mucho más interesantes en el seno de algunas ONG antes que en las secciones dependientes y estructuradas alrededor de algún partido.

En el post diferencio a la figura de Percovich, a quien he visto firme en su agenda y por fuera de la competencia de largo de pija que parece ser lo único importante en el FA pre-electoral, pero la veo también, como dije en el post, viendo el lado lleno de un vaso vacío, y su creencia comprensiva en la "confesión" de Vázquez acerca de que su veto dependía de una suerte de pacto con sus compañeros de medicina fue algo patético. De ser así, en lugar de suspirar compresivamente tendría que haber hecho una denuncia pública porque, ¿de qué mierda estamos hablando? ¿de un presidente que compromete en secreto sus votos a futuro en un pacto sectario durante una borrachera universitaria? ¿está Percovich hablando de una argumentación válida como explicación para la traición a la política general de toda la agrupación? ¿es que los oncólogos establecen pactos secretos que van a contramano con la tendencia de todo el resto de la medicina? ¿me están jodiendo? ¿la están jodiendo a Percovich? La respuesta a alguna de las dos últimas preguntas es, indudablemente, sí.

Este jueves es la Asamblea General, y curiosamente habría votos en senadores para levantar el veto, pero todo el mundo prefiere hablar de la gresca del partido Danubio-Nacional, y Tourné -supuestamente una feminista- ni tocó el tema veto en su ejercicio de ego televisado en el programa de Omar Gutiérrez. Me gustaría creer -y de hecho creo- que a las legisladoras les quedarían algunas cartas para jugar y forzar el levantamiento del veto, incluso mediante una alianza eventual con legisladores colorados o blancos. Pero no creo que vayan a jugarlas. Porque lo que importa es ganar y el partido, sea cual sea ese.

Yo sigo decidido a no votar al FA si no se levanta el veto, pero este no es el único motivo, sino el vaciamiento progresivo de todas las cosas que me importan en relación a programas políticos: políticas de medio ambiente, políticas de libertades sociales, políticas de educación que no sean batallas de poder y privilegios. No digo "nunca más" porque nunca más es mucho tiempo.

Y posiblemente yo sea uno de los "pelotuditos de siempre" descriptos en el último párrafo visto desde cierto punto de vista militante, pero hay muchas formas de militar, y por ejemplo todo este post y estos escritos son de mi parte gratuitos y posiblemente contraproducentes para algunos de mis intereses. Pero es lo que hago.

Y repito, hay guerras de hombres y mujeres, esta era y es de ustedes y se juega más que el aborto, la continuidad de la subalternidad. Si no se dan cuenta, si no gritan, no se las escucha.

pervinca dijo...

lo de pelotudito no era por vos. no tengo ni idea de lo que has hecho o no de tu vida, por lo tanto no me siento en condiciones de decírtelo.
y en cuanto a lo de percovich, se trata de dejarlo bastante peor parado de lo que estaba, según tengo entendido, agregando este nuevo y patético argumento. en cuanto al vaciamiento en materia de "políticas de la vida cotidiana" y los temas a que aludís, no es tan así, pero no creo que sea este el lugar para discutirlo. no faltará oportunidad.

pervinca dijo...

a lo del último comentario agrego (no tiene por que aparecer) que creo mucho en estas formasde participación, y que de hecho me siento más representada por las últimas editoriales de la diaria que por muchos de los que voté. no adhiero a la miliatancia ortodoxa... por las dudas.

Anónimo dijo...

Benito,
Tengo algunas discrepancias contigo, pero son menores y merecen que las deje de lado.

Sí estoy harta también que me persigan para que no fume, que se metan en todos los resquicios de la vida privada por razones higiénicas, harta del espectáculo lamentable de las candidaturas y la imbecilidad de la reelección, etc. ¿Se volvieron todos idiotas o ya lo eran y yo andaba distraída?

Pero lo que pasó con este veto rompió mi límite de aguante, estoy con una furia que no se me va a ir. Si, las legisladoras y ministras con los ovarios bien puestos debieron renunciar, porque si no este veto es irreversible.

Nunca entendí que le ve la gente a ese burro mediocre que tenemos de presidente, amigo de ese otro Torquemada asqueroso de Cotugno. Pero lo voté y me jodí.

A lo que voy es que me parece muy interesante tu propuesta de NO VOTAR. YO TAMPOCO VOY A VOTAR AL FA EN LAS PROXIMAS ELECCIONES ¿Cómo hacemos para juntar voluntades y que se sepa? No somos pocos, me parece.

Saludos,
Elsa

cromo6 dijo...

Estoy de acuerdo 100% con benito y con pervinca. Estoy harta de que nos metan el dedo en el culo con la bandera progresista adelante. Me tiene más harta aún que las libertades sean sistemáticamente cercenadas por este proyectito de dictador y pastorcito que, porque no había otra (no así al FA), voté. Pero, a pesar de todo eso, a pesar de lo que me pega en el forro este veto y una lista bastante larga de decisiones de este gobierno "progre", me cago parada de solo pensar en los individuos semi débiles mentales que ocuparían el gobierno si el FA perdiera. ¿Volveremos a votar el menos malo? Será que realmente somos un país tan bananero, que es lo máximo a lo que se puede aspirar: que no gane el peor.

Stephanie Biscomb dijo...

Si no fuese porque evidentemente se puede votar anulado, es como que todo este circo de acciones ridículas no es más que una estrategia de recaudación de multas por no votar para las siguientes elecciones.

Me sentí identificada no sólo con todo lo que decís, sino con eso de votar 'a pesar de'.

Yo no fui a ninguna marcha y la verdad es que me arrepiento. Convengamos que ni siquiera me encontraba en Montevideo, pero era algo que sí ameritaba una vuelta.

Ahora, la duda que me queda (y posiblemente sea por falta de información) es la siguiente: ¿todas las mujeres estaban a favor de esta despenalización? Conozco muchas mujeres muy cómodas con su sumisión social, lo suficiente como para no preocuparse por defender sus derechos.

Creo que, en definitiva, aunque este sea sí un derecho intrínseco de la mujer, tampoco es cuestión de dividirlo en géneros. Es cierto que choca más cuando una mujer misma va en contra de su derecho... pero me parece igual de malo que un hombre no lo reconozca.

Creo que el punto al que quiero llegar es que sí, es una lucha de mujeres, pero creo que se necesita de todos - tanto hombres como mujeres - para hacer un cambio. Primero porque en un país de machistas se necesita el doble de voces femeninas para siquiera hacer ruido suficiente.

Segundo, porque diferenciar a las luchas por géneros me parece sexista. Es cierto que este tema toca más a las mujeres quizás, pero vivir en un país donde los derechos de todos los géneros y de todas las personas se reconozcan es problema de todos los que viven en ese país.

Es por eso que no se tiene por qué ser gay para participar en una marcha por la diversidad, así como tampoco se tendría por qué ser mujer para participar en esta lucha.

Realmente creo que esto es un tema de TODOS. De reconocer y respetar las diferencias del otro, de reconocer y respetar los derechos de todos los humanos y de no pre-juzgar o siquiera sólo juzgar a personas que, mañana, pueden ser cercanas a uno. Y ahí la cosa siempre cambia.

Lo que se necesitan son ideas. Ideas de qué podemos hacer, cómo se nos puede escuchar. Creo que eso es lo que falta - nuevas formas de llegar a ser escuchados sin perdernos en la abundancia de marchas, oposiciones y ruido causado por la saturación de las maneras tradicionales de protesta.

pad dijo...

Hay varias cosas que me tienen amargado, muy amargado: la lucha de cerdos en el lodo que significa la interna, esta decision autoritaria de un tema que requiere mas democracia que ninguno, la mierda del CASMU y esa lucha intestina entre medicos, funcionarios y directivos, pero sobre todo la percepcion de que en este país nada puede cambiar, porque sencillamente ya no somos un país capaz de pensarse igualitario, justo, innovador y viable en el mundo que nos rodea.

Pense que la edad me iba a alejar de reflejos petardistas que ni siqueira aparecieron cuando tenía 17 años, pero me siento peligrosamente cerca de ellos. Los dias me han enseñado a sentir odio hacia políticos enbanderados de años de lucha política capaces de cagarse en todo y llevar una lucha absurda para mantener esos putos cargos sectoriales que no quieren soltar; hacia sindicalistas egoístes y rapaces capaces de cagarse en los usuarios y en los ciudadanos que no tienen voz. Yo se que hay una izquierda, o mejor dicho a una sociedad que se puede construir bajo principios de izquierda. Pero, nadie acá quiere recoger el guante, y la pereza, la mediocridad y la miseria personal esta destruyendo el unico activo colectivo que tenía este país para pensar y creer en un proyecto así. Me siento muy mal, muy amargado, y no se que hacer ni como hacer para sentirme mejor.

El otro día tuve que ir al CASMU. Yo recibo tratamiento oncológico, y pase toda la semana con el culo a dos manos ante la posibilidad de que mi tratamiento se demorase o no se hiciera de la forma que debe hacerse, que es la forma que merezco por ser un usuario, pero sobre todo por ser alguien que requiere atención de un sistema de salud que esta para protegernos, no para dañarnos. El punto es que en la manifestación (cerraron las puertas, y uno debía pasar por una puerta lateral) estaba la gente de plenaria y memoria, allí, haciendo no se que, agitando, extasiada por un conflicto más, por poder poner en practica el rol de agitadores profesionales. Y estaba allí Irma Leites. Y sentí una necesidad interna vital de escupirle la cara y decirle que ella representaba toda la porquería impostada de izquierda que yo odiaba.

El gaucho insufrible dijo...

...el titulo habría de ser "una ilusión abortada"...

Anónimo dijo...

Yo también creo que el problema del aborto hoy es político, Benito. La cuestión ideológica se resuelve con el cambio generacional, y hoy estaban dadas las condiciones para que se resolviera, lamentablemente no fue así por impedimentos políticos. También coincido con vos en que Tabaré Vázquez traicionó al Frente y lo convirtió en un espectáculo tristísimo de ver: cipayos, traidoras, vendidos, oportunistas, etc.. Una cosa que me asombra y mucho es ver como siguen adelante sin darse por enterados de que sus miserias quedaron totalmente expuestas. No se como sigue esto. Pero si estoy segura de que para el Frente hay un antes y un después del veto de esta ley. Para mi, está marcando un período de decadencia, que probablemente empezó antes, pero que hoy, lo estamos viendo sin máscaras, sin disfraces y sin excusas. Son unos viejos corruptos, traidores y decadentes.

Yo por lo pronto creo que tampoco voy a votar al Frente. Y no se porque mi voto es ante todo estratégico. Si veo que va a ganar Bordaberry, voy a votar al Frente. Para mi el que vota en blanco o anulado es también responsable de los resultados. El único que puede argumentar que no es responsable es el que votó en contra. Tampoco se si es posible hacer algo más que votar en contra y escribir en contra. Me gustaría saberlo porque el fin del Frente, hoy sin otras opciones más que los partidos tradicionales, me parece tenebroso.

También coincido con vos en el triste panorama que presentan los movimientos feministas uruguayos. Yo creo que acá hay varias explicaciones. Algunas vos las mencionás. Hay una escasa participación de la sociedad en los movimientos sociales en general, y el feminismo no es la excepción. Por otra parte, la lucha feminista, de la forma que sea que se manifiesta, siempre es socialmente estigmatizada, y hasta penalizada con la pérdida de un puesto de trabajo, cuando no del propio trabajo, con la pérdida de su pareja, etc.. Y esto pasa incluso en los espacios teóricamente más abiertos a aceptar la igualdad de derechos entre los géneros, así que no es extraño que las feministas se autocensuren. El comportamiento de las legisladoras y demás políticas frenteamplistas que históricamente abrazaron la causa feminista que hoy traicionaron, se explica en este contexto. De ninguna manera se justifica. Son traidoras y morirán siendo traidoras.

Anónimo dijo...

Sin animo de afectar sensibilidades creo que en este tema como en casi todos se está ejerciendo una costumbre muy uruguaya que es poner las culpas en otro –en el afuera– para no tener que asumir que son todas nuestras. A ver si me explico, Vázquez siempre fue un autoritario, mucho antes de ser presidente –¿o acaso amenazar cada dos minutos con irte a la mierda si no hacen lo que querés es la quinta esencia del demócrata?–. Y a muchos, pero muchos, no les –o no nos– importó que lo fuera, que hubiera prometido vetar la ley del aborto nada más y nada menos que a la salida de una reunión con Cotugno cosa que nadie recuerda ahora, o atrocidades del estilo. ¿Y eso por qué? Porque hace muchos años que los valores de la izquierda pasaron a segundo plano y lo primero era ganar, ganar sin importar con quien -me remito a los sapos de los que habla Benito, por ejemplo, entre los que figuran tipos como Manini Ríos y Gaggero...–, ganar sin importar como, ganar y punto. Y en esa entramos todos, absolutamente todos. Y ahi desapareció el autoritarismo de Vázquez y su absoluta falta de vínculo con los valores de la izquierda, porque disculpenmé pero en lo que importa –en las cosas que de verdad definen el ser de izquierda– ese señor no es de izquierda. Y ahora le echamos la culpa a él y nos rasgamos las vestiduras. La culpa es de todos y particularmente de todos menos él –y no es que yo le tenga particular aprecio– porque él avisó en los hechos y en las palabras la clase de presidente que era mucho pero mucho antes de serlo...

werte dijo...

Estoy de acuerdo con dit. A los varones nos compete. Primero por lo que dice Benito, amorosamente. Y segundo y nada desdeñable, por el costado económico del asunto, saladísimo si uno pretende que se haga en un contexto civilizado.
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Señalo otro punto. El "amor a los pobres" de la iglesia actual debe leerse literalmente, no como "amor a los pobres" sino a la pobreza de los pobres. De ahí la mala fe convencional, la tácita aceptación del doble patrón, conque encaran la militancia antisexual.
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La recepción del periodismo argentino del proceso de debate de esa ley siempre vino acompañado de la certeza de que TV la vetaba. Por lo que veo, además (la prensa no dio precisiones en este sentido), en la ley uruguaya el veto no devuelve el proyecto a las cámaras legislativas para que se vuelva a tratar, sino que directamente lo vuelve nada.

benito dijo...

Elsa: mi experiencia es que las apelaciones al voto en blanco generalmente caen en saco roto, porque a la gente le gusta ser parte de algo y no de una especie de vacío. Lo único que intento es expresar lo que me parece que tendría que ser la opción lógica ante ciertas decepciones. Y lo que yo voy a hacer, pase lo que pase.

El asunto, que creo que algunos políticos se han pasado por arriba, es que -a menos que se sea una especie de imbécil absoluto- hay una masa votante que no se identifica automáticamente como si se tratara de un cuadro de fútbol. Y que incluso el pensamiento de "mal menor" depende de un cierto qui pro quo, es decir, de que se haga algo para que el dicho mal sea realmente menor. Hay un punto en el que simplemente se hace balanza. Hasta ahora mi adhesión al gobierno del FA dependía exclusivamente de un par de cosas; del establecimiento de los consejos de salarios y del juzgamiento de los principales responsables de la dictadura. Pero incluso esto último fue hecho de una forma tan culposa y poco clara que terminó liquidando su valor simbólico -el auténtico valor de encarcelar a esos ancianos que ya se salieron con la suya.

Si hago la balanza y lo contrapongo con la liberalización casi total de la depredación ecológica, el aumento de los impuestos al salario (diganle IRPF pero es lo anterior), las políticas represivas sociales sobre el cigarrillo y el alcohol, la ampliación de poderes de los corporativismos públicos (y sus privilegios) y de la mafia blanca, el colapso de las relaciones exteriores con los países de la región, la incapacidad de auténticas políticas redistributivas del boom de las exportaciones, la inoperancia en términos de seguridad, el fracaso de los planos mínimos de gestión municipal y varias bombas de tiempo que tengo miedo que exploten en los próximos años... bueno, lo de "mal menor" puede volverse solamente una fascinación fetichista con la identificación con la palabra "izquierda". Sé por una cuestión estomacal que no voy a darle mi voto a los partidos tradicionales, pero tal vez también encontrara dos cosas buenas en sus administraciones. ¿Alcanzaría eso para calificarlos como "mal menor"? Y por favor no me hablen de cambio de modelo...

pad: el problema del CASMU es realmente demencial, y calculo que en tu caso digno de hacerles un juicio por negligencia criminal, pero es una buena prueba del absurdo de la relación actual de los ámbitos de la medicina con el Estado: una empresa absolutamente quebrada pero que sin embargo mantiene a 250.000 de sus clientes de rehénes, sin que estos puedan optar por un competidor más sano. Una empresa a la que el Estado está dispuesto a ayudar -con dineros de todos- en términos económicos, pero en la que los destinatarios de dicha ayuda se niegan -bajo amenaza de huelga de la profesión en su totalidad- a ningún tipo de control estatal sobre los fondos que les prestan, y al mismo tiempo pretenden operar bajo una figura (el concordato) que no hace responsables a sus responsables por el uso de dichos dineros. Una empresa en la que ninguno de sus órdenes -divididos entre uno patronal/empleados y otro empleados/empleados- está dispuesto a reducir sus costos salariales a pesar del déficit monstruoso que se genera cada mes, a pesar de ser la mutualista con más afiliados (prisioneros) del país. Un gremio de empleados no-médicos que alterna sus paros con los de los médicos hasta casi colapsar el servicio, proponiendo una suerte de salario general para barrenderos y cirujanos cerebrales. Y en el medio Irma Leites.

No me molesta lo que piense Irma Leites, está en su pleno derecho, pero no puedo entender qué le hace suponer que su presencia es relevante, necesaria o indicada en el medio de un conflicto gremial. Sobre todo si se tiene en cuenta que Plenario Memoria y Justicia es, al menos nominalmente, una organización alineada detrás de un reclamo judicial muy concreto. Pero es una muestra más de que hay gente -y tal vez mucha gente- que está convencida que estamos en una situación de "condiciones revolucionarias", y que ve en cada conflicto gremial con posibilidades de derrapar hacia la violencia una potencial mecha para encender algo.

benito dijo...

Ana: En realidad mi post contiene un mea culpa absoluto; sin embargo la disculpa que muchos podemos esgrimir es la confianza en el FA como un partido no presidencialista, en el que la autoridad del mismo debería ser suficiente como para dirimir en una dirección u otra una disputa entre dos partes o dos fracciones de la interna, pero nunca para vetar en contraposición a la totalidad del partido.

Hay otra cosa; si bien TV manifestó su oposición al aborto desde antes de asumir la presidencia, sólo hizo pública su voluntad de vetar una ley que lo legalizara cuando ya era presidente. El problema es que en la previa no se hicieron las preguntas adecuadas, lo cual no es de extrañarse si se tiene en cuenta de que TV fue un candidato mudo, que no debatió -lo cual fue festejado por los mismos idiotas que festejan cuando alguien de su cuadro le pega una trompada a un adversario sin que el juez lo vea- y que no aceptó más que un puñado de entrevistas a dedo, las cuales contestó por escrito, sin posibilidad de re-preguntas. Es decir, algunos -hasta yo- se sumaron al "vamos a llegar que allá arriba se ordena todo". Lo cual sucedió, pero no en la forma que uno creía.

Anónimo dijo...

Entrar dia tras dia luego del anuncio del veto de TV para encontrar este esperadísimo post valio la pena. Y te felicito por la correcta eleccion de tus palabras.

Que mas decir, soy otra de las personas q siente asco x lo sumisos, alcahuetes y lameculos q son todos los representantes de la izquierda q todos votaron (en momentos como este, doy gracias por ser de una generacion q por un par de meses no estuvo habilitada para votar, pero cuenta con la edad suficiente para discernir entre lo q es y no es), como dijo oldboy, una verguenza.
Estoy cansado de toda la parnafelia q se organizo frente al tema de las candidaturas, del "yo no voy 2º", de las disputas, de que a la masa de gente de mierda q esta a nuestro alrededor le importe mas la suspension del futbol q el atropello a la voluntado popular q significo el veto, de los errores garrafales de un gobierno censor y limitador de las libertades. Y la verdad q despues de considerar todo esto no tengo la mas puta idea de lo q voy a hacer con mi voto, no creo en tradicionalismos, y las continuas decepciones q he sentido con el correr del tiempo solo acrecentan este hecho.

Aplaudo los varios articulos y columnas q dedico la Diaria con respecto a las opiniones del veto presidencial.

De esto se tiene q desprender algo groso, basta de ser pasto de la demagogia,

Anónimo dijo...

Hola Benito,

Sobre no votar, o votar en blanco o anulado (no se cuál es el mejor voto, porque creo que uno sirve y otro no, hay que preguntarle a Botinelli) es algo que me cuesta mucho decidir. Soy mucho mayor que vos, siempre voté al FA y nunca votaría blanco o colorado (los viví y los sufrí) Pero ya no puedo dejar pasar esto, it is too much. Es demasiado leer la imbécil fundamentación decimonónica (en cualquier momento Tabaré nos fundamenta que los negros y las mujeres tenemos menos capacidad intelectual, y por lo tanto las mujeres negras mucho menos), es el daño que nos causa como seres humanos sujetos de derecho, pero además el daño al país y sus instituciones desconociendo a sus propios legisladores y a la gente que mayoritariamente apoya le ley. Creo que nunca se imaginó que el parlamento iba a votar el proyecto; presionó todo lo que pudo.

Pero ya lo vetó, y la Asamblea General no tiene los votos (de blancos y colorados) para anularlo.¿Qué van decir el jueves los parlamentarios del FA? QUIERO OIRLO. ¿Van a condenar la actitud autoritaria y desconocedora del presidente? ¿O van a proponer -en la AS. General o luego de ella- una salida de paños tibios para que el FA no quede tan retrógrado? Por ejemplo, que se atienda el caso de "malformaciones" o peligro de vida de la madre (cosa que ya se hace hace mucho tiempo, aunque no esté legislado). Yo no apoyo nada de eso, y si no sale la ley NO VOTARE AL FA, porque no me ha dado garantías de respetarnos, de mirar un poco más allá de las mezquindades políticas, porque han alcahueteado sin vergüenza a quien consideran que lleva votos aunqe sea un burro conservador, porque el presidente ha lesionado la laicidad admitiendo las intromisiones de la iglesia en temas del estado y porque campea una mediocridad tan espantosa que convierte en genios a parlamentarios de otras épocas.

Qué bronca! ¿no? Bueno, a aprender de esto. Cuando cagó a Seregni ya sabíamos lo que era. La culpa también es nuetra.

Y para finalizar, no le tiremos todas las culpas a las feministas. Elaboraron documentos, hace años que tienen asesorados a los legisladores, en el 2004 se hizo una campaña enorme (que Huidobro mandó a la mierda) y si no se juntan masas no es ajeno a otras situaciones que también tiene el PIT-CNT y otras organizaciones. Pero eso, es otra discusión que después podemos seguir.

Saludos y hasta pronto
Elsa Duhagon

benito dijo...

werte, D.I.T: al decir que era un problema de las mujeres no quise implicar que los hombres no tuviéramos nada que ver, en absoluto. Más allá de la obvia colaboración biológica, me parecería de una inhumanidad descalificadora -crezca o no el embrión en su vientre- una mujer que decidiera sobre un embarazo sin consultar con el padre. Y como parte de la sociedad es obvio que tenemos que tener poder de opinión sobre las leyes que la rigen.

Pero el asunto es que el cuore de esta discusión legal no es tanto el destino de los embriones, sino más bien una relación de subalternidad en la que todas las disposiciones legales al respecto han sido redactadas y aprobadas -o vetadas- por hombres cuando claramente no son los principales afectados por el problema. Imaginemos el absurdo -mucho menos grave de cualquier forma- de que un gobierno de mujeres decidiera sobre la legalidad del viagra, prohibiéndolo bajo la excusa de que algunos violadores pueden usarlo irresponsablemente. Imagínense a los coetáneos de TV teniendo de que soportar una legislación así, a una edad en la posiblemente su necesidad de esa medicación sea en ciera forma crucial...

A lo que voy con este ejemplo ridículo -y que no le hace justicia a la seriedad del problema en cuestión- es que el poder de opinión de los hombres al respecto es limitado -aunque no inexistente-, pero que además el tema tiene tantas connotaciones de patriarcado que es preferible que sea un reclamo esencialmente femenino. Que nunca parezca una concesión masculina sino una exigencia genéricamente autónoma. Si uno de los problemas es que la prohibición es otro elemento de sumisión, bueno es claro quién tiene que alzarse en contra.

En cuanto a la pregunta de D.I.T., el porcentaje de mujeres que apoya la despenalización es superior al de los hombres, pero no dramáticamente superior. Sin embargo y dejando de lado a las mujeres religiosas, los números a favor crecen entre las mujeres de mayor educación y disminuyen entre las de menos, muchas de ellas educadas con la idea de la maternidad como única forma de posesión e identidad, y como tal un bien supremo que jamás puede atacarse en ninguna de sus formas. Aunque luego el producto de sus embarazos sea olvidado y virtualmente abandonado en las responsabilidades mínimas. Por otra parte estas mujeres, por motivos económicos, suelen tenerle un muy justificado miedo al aborto. Porque es algo que a ellas suele matarlas.

benito dijo...

Elsa: no, no le quiero echar todas las culpas a las organizaciones feministas. No, la culpa es del otro tipo. Pero creo que tuvieron un exceso de confianza, pero eso también me pasó a mí.

Sin embargo creo que las que sí tienen una buena cuota de culpa son los cuadros políticos femeninos del FA: no pueden haber estado distraídas todo este tiempo, en algún momento, en la primera vez que TV se presentó para presidente con posibilidades de triunfo tendrían -inevitablemente- que haberse reunido con él y preguntado su opinión y futura actitud. Ante la respuesta que ahora conocemos, las mujeres del FA tendrían que haber dicho "Ok, todo bien Vázquez, pero vos no nos servís". Y elegido a otro, como si en una entrevista de trabajo a alguien le preguntaran "¿qué piensa del hurto?" y el tipo hubiera contestado, "me parece genial y lo practico cada vez que puedo". Todo bien, cada loco con su tema, pero no era el hombre indicado y punto.

Si se olvidaron de esa pregunta esencial, repito, lo único que le queda a una legisladora honesta y partidaria de la legalización, es renunciar. O torcerle la mano de alguna forma que yo no me imagino ahora mismo.

pervinca dijo...

Seguir cediendo espacios a los malos muchachos de siempre? Yo creo que las legisladoras honestas tienen que seguir donde están. Creo que gran parte del problema es que seguimos quedándonos en la superficie con cuestiones que no lo ameritan. Y esto no tiene que ver con la decisión de votar o no votar al fa.
El problema viene a ser para el que piense este país por fuera de los partidos políticos, históricamente partidocrático hasta la médula, sea eso bueno, malo o espantoso. Por otra parte, este mismo sistema político es presidencialista. No el fa o el partido colorado, el sistema político lo es desde hace muuuuchos años. Son las “reglas de juego”, sí, ese lugar común, ese clisé.
Vuelvo a repetir lo que dije en el comentario anterior y que algunos han retomado sobre TV... todos lo sabíamos al momento de votar, así como sabíamos (o por lo menos el que quería lo sabía) algo que incluso tal vez sea peor, y es que en las bases programáticas del fa, existían unos cuantos temas, con este incluido, que estaban totalmente marginados o directamente no existían en negro sobre blanco. Esos temas que estas mismas legisladoras honestas y sus alianzas estratégicas en la sociedad civil, han dado la pelea por incluir y sacar del agujero negro al que van todos esas cuestiones que no son “lo prioritario para el país” como los proyectos (la mayoría en vías de proyectos de ley) de equiparación salarial, de licencia por paternidad, de distribución de los cuidados en el hogar (porque las mujeres, aparte de este problema gravísimo del aborto clandestino, tienen otros como trabajar muchísimas horas sin remuneración, o como la distribución de los cuidados de niños, enfermos, viejos o de ese eufemismo tan desagradable “del hogar” que suele ser bastante poco democrática si nos metemos en el terreno de la democracia intrafamiliar, siendo que recae muy mayoritariamente en las mujeres, sobre todo en las de clase media, media baja y baja). Este universo de lo doméstico que parece en sí mismo un agujero negro en el que sólo algunos de los que están en lugares estratégicos meten la mano, pero la meten al fin. Y suelen ser casi siempre los mismos.
Lo mismo pasa con la elaboración programática en materia de violencia doméstica o violencia sexual y ainda mais, y para salir un poco de las mujeres (porque aunque muchos de estos buenos señores no lo crean, los niños no son parte de las mujeres!!!) temas vinculados a explotación infantil, código del niño, así como legalización de “las drogas”, políticas medioambientales y un larguísimo etcétera de “problemas secundarios” de la agenda.
Por eso no creo que deban renunciar, porque un oncólogo autoritario que ya teníamos visto y que está de presidente haya utilizado una figura monárquica y autoritaria como el veto. Y torcerle el brazo, creo que es tarea de unos cuantos y esa nos cabe un poquito a todos.
Asimismo, sobre los sapos y culebras, es aún peor que los rich and famous como Gaggero, están los inútiles y los alcahuetes lameojetes anónimos de siempre de los que hay unos cuantos en la imm, en los ministerios y en la opp, pero también podíamos contar con eso al momento de votar.
Pero sistemáticamente esperamos a que la bomba nos explote en la cara. Ayer leía que Beramendi, mujer que se merece todo el respeto por su trabajo militante en estos temas, hablaba de derogar la figura del veto, por ejemplo. Y sí, ahora todos nos espantamos de estos vestigios monárquicos... pero y?
Creo que también podría haber un poco de mea culpa de parte de los intelectuales críticos de izquierda en el área que sea que se desempeñen, que bien necesarios son, porque la crítica es la forma de renovar y construir hegemonía y de actualizar ideológicamente y todo ese papo...pero a veces les cuesta asumirse como sujetos y ejercer el poder que tienen, y hablamos en términos aunque más no sea de visibilidad, de capacidad de elaboración discursiva (cosa poco común hoy en día pensando en la totalidad de la población), de reflexividad. Se pudo hacer en el pasado reciente con la resistencia a la dictadura fascista, ahora que todos hablamos de fachos.
Pero es verdad, ahora no hay dictadura fascista, y probablemente le caiga un poco “grueso” a los que vivieron en esos años la comparancia, por ejemplo y sin ir más lejos, a mis padres. Que mal por ellos. Porque cada uno vive la resistencia que le toca, y en un ciclo de vida, te puede tocar más de una vez, y de formas muy diferentes. Lo importante es hacerse cargo de la manera que uno pueda.
Pero es verdad, el campo intelectual se reorganizó desde que la izquierda llegó al gobierno, ahora parte de los intelectuales son típicamente "orgánicos", que en el siglo XXI se llaman "tecnócratas".
Y hay otra parte que se mantiene en la misma postura (atrincherada) y es incapaz de aceptar que el ejercicio del poder implica tomar opciones que no gustan, como la que tomamos los que votamos al fa a pesar de tabaré.
Habrá que ver desde donde se cuestiona el proyecto. Y ojalá que toda la lucidez que aparece en estos momentos (y lo digo sin ironía, por las dudas) sirva para algo más...para que todos podamos sentir que torcemos un poquito el brazo, o que metemos hasta el codito en el culo...

Anónimo dijo...

Benito, mañana se reúne la Asamblea General para tratar el veto. Es una Asamblea General que se reúne obligatoriamente por un hecho grave, que hace a la calidad de nuestra institucionalidad.

Estoy de acuerdo contigo, muchas deberían haber renunciado y ponerlo a este imbécil en un brete. Pero ¿quiénes? Julita y Daisy firmaron la fantochada de la reelección. ¡Qué van a renunciar! Para tener peso deberían haber pataleado fuerte todas juntas.

Me paso pensando en eso que decimos todos: "torcerle la mano", etc. ¿Cómo? La verdad, no sé. Se me ocurre que mañana es un día muy importante que están procurando que pase desapercibido. Seamos testigos de cómo responde todo el parlamento uruguayo ante el veto del cacique Tabaré. Es mañana, en diputados, a las 14.30.

Hasta pronto, como con bronca y junando..

Elsa

pedro dijo...

si solo ves dos cosas positivas de este gobierno, no tengas dudas, no los votes más. no necesitás ninguna excusa como la del veto para tomar esa decisión. ni tampoco hablar de tabaré, que no va a ser el candidato y que ya sabíamos lo que era.
comparto casi todo lo que decís y lo que no, me cuesta refutarlo, pero para empezar los mismos médicos que están a favor del aborto están a favor de prohibir el cigarrillo en lugares públicos, así que te diría que usaras el argumento en la misma dirección.
además este no es un tema de las mujeres, es un tema de todos, por lo menos a mi me duele como propio y me parece que a vos también.
otro apunte que me parece que cabe es (yo en principio creo que si, pero…) ¿puede salir un tema tan sensible como este, solo con los votos del partido de gobierno? ni siquiera uno de los legisladores blancos votó a favor y los colorados se fueron para no votar. no te parece que pese a todos tus argumentos, esto diferencia a unos de otros. no crees que se va a transformar en un tema de campaña y que dejaron que el frente pagara el costo político solo. no crees que los legisladores del FA actuaron con coraje sabiendo que se venía el veto y que quedaban todos mal parados.
por otro lado no me vengas con el chantaje de no-se-quien, la política es así, ¿como querés que sea? y en 2009, si no gana el FA, ganan los blancos, suerte con la ley de salud sexual entonces! y suerte con todo lo demás, de paso.
creo que la forma más rápida de tener una ley como la vetada es que el FA tenga mayorías de nuevo y marcar el compromiso con el candidato a presidente. de hecho los dos candidatos cantados votaron a favor de la ley. si no, tenemos que sacarlo por referéndum o similar.
yo estoy a punto de dar un paso. dejar de ser opinante y pasar a ser laburante de la política. (sacame lo de militante por favor)
ir a reuniones, actos, tener que leer por obligación, quitarle tiempo a otras cosas... en fin, hacer política... juntarse con gente que piensa parecido y tratar de cambiar las cosas que no nos gustan (dicho así suena lindo). recuerdo mi experiencia en el gremio de facultad y no podría volver a eso. quisiera que fuera menos tedioso… pero no se si es posible. igual, habrá que hacer el intento.
luego pienso: desde que lugar? la duda podría estar entre el FA y un partido nuevo. y no me caben dudas, el FA tiene mucho para dar, solo hay que trabajar un poco más. lo que si creo es que dentro del FA quisiera una nueva corriente, algo de aire fresco. gente de mi generación y de las posteriores… en fin…
por ahora voy a seguir siendo del frente y voy a tratar de convencer a todos los que pueda de que lo voten en 2009.
podrá no importar demasiado, pero la desocupación está en un 7%, se redujo la indigencia y la pobreza y crecieron un montón los gastos en educación y salud. te repito, suerte en pila con los blancos pillos!
no es votando anulado que se cambian las cosas, eso no funcionó nunca. si no podés o no querés trabajar en política, por lo menos votá al menos malo. es lo mínimo que podés hacer. te guste o no, el trabajo político alguien lo tiene que hacer y votando anulado estas diciendo “son todos iguales” y eso no es cierto. no todos son iguales, y pese al veto y a la estupidez de la reelección, prefiero que me empome tabaré a que lacalle me salude de lejos.

Leonidas dijo...

Me gusto bastante el articulo, pero lamento las conclusiones a las que terminas arribando. Una cosa Chiflet no renunció al FA, renunció a su banca, y su fue a pelear en las bases de su Partido, algo qeu me parece mucho más loable.

Pd. Fuck Vazques

Leonidas dijo...

Me olvide, que va a pasar ahora?. Bueno, basicamente loq eu se intentará hacer es sacar una ley que regule el aborto por razones de salud de la madre, por malformaciones del feto, etc... Peor el asunto es que se intentara que sea tan abstracta que dentro de la primer parte entre cualquier problema de la embarazada, como alteraciones pscicologicas, etc, etc... y de esa manera permitir el aborto con el apoyo de algun medico. Si, es una solución de mierda, cobarde, Hípocrita, pero es factible, y la considero mejor que renunciar. Eso si, Ya hay que renunciar a Tabare, ese tipo no puede seguir siendo el candidato a nada del FA.

benito dijo...

pervinca: que renuncien a sus bancas, que hagan política de afuera o le dejen sus lugares a mujeres menos dóciles, que formen una lista exclusivamente de mujeres -que seguramente aumentaría su presencia en el parlamento mucho más que cualquier limosna de cuotas genéricas-... Incluso no tendrían mucho que perder porque este período legislativo está terminando. Que lo dejen todo y den una señal de dignidad. Las que sean dignas al menos. Los negros estadounidenses siempre tuvieron en claro, por ejemplo, que los tíos-tom, los que aceptan lugares subordinados con la esperanza de mejorar un poco las cosas desde adentro, terminan siendo los más perjudiciales, porque legitiman ese lugar de subordinación. Que lo dejen todo. A este gobierno le han doblado el brazo casi todas las corporaciones que se le enfrentaron, si las mujeres no lo hicieron no tiene excusa. Hasta la más bien desagradable Mabel Lolo -un personaje al que detesto bastante- es ejemplar en relación a su capacidad de conflicto mano a mano en el territorio de los hombres. ¿Por qué no podrían hacerlo mujeres mucho más preparadas en lo intelectual y mucho mejor intencionadas?

Elsa: Efectivamente, el día de mañana va a pasar desapercibido. Porque es más importante darle cámara a Tourné peleándoe con los ejecutivos de la AUF o a Mujica burlándose de la condición de universitario, que para él debe ser de cajetilla, al parecer. Claro que la solución habría sido una presión conjunta de las legisladoras, pero al parecer todas prefirieron ser cuadros de partido antes que mujeres. Y no hay un partido de izquierda dirigido por una mujer.

pedro: en realidad comprendo perfectamente tu punto de vista y la irritación que te producen textos como este. Yo insisto, no voy a formar ningún tipo de movimiento para no votar al FA ni a sumarme a ninguno. Solamente digo que yo no los voto más y le explico a cada uno por qué. Sé bastante de realpolitiks y de hecho siempre le advertí a mis amigos más militantes acerca de la desilusión inevitable que les esperaba si esperaban un gobierno de cambios radicales. Yo mantuve mi intención de voto a pesar de algunos sapos infumables tragados, ya fuera simbólicos como la estatua del Papa o prácticos como la piedra libre a la devastación ambiental que habilitaron -algo que para un ecologista extremo como yo es aún más grave que el asunto del aborto-, porque sé que hay un equilibrio y que todo no se puede.
Pero esto rebalsó el vaso en mi opinión, porque fue algo hecho en contra de toda la opinión partidaria y gratuitamente. Yo soy un gran defensor de la legalización de las drogas, pero entiendo que puede ser una cosa geopolíticamente complicada (aunque económicamente muy provechosa). En el caso del aborto esa complicación no existía o era mucho menor. Y siendo la única medida libertaria-progresista propuesta por este gobierno, era esencial, crucial.
Yo no voy a votar a los blancos, pero hay momentos en que las cosas se desdibujan: el primer gobierno de Sanguinetti tuvo números similares a los de este, partiendo de una crisis aún mayor y sin una coyuntura internacional tan favorable. ¿Fue por eso un gobierno progresista?

A mí este gobierno me hace acordar a esa anécdota falsa de Einstein que dice que al sabio le preguntaron un día en una fiesta por la teoría de la relatividad. Einstein se la explicó al que preguntaba, pero este no la entendió y le dijo si no podía simplificarla un poco. Einstein lo hizo pero el hombre seguía sin entender y le pidió que la simplificara un poco más. Einstein volvió a hacerlo y entonces el hombre le dijo "ah, ahora sí entendí", a lo que Einstein le respondió "sí, pero ya no es la teoría de la relatividad".

A lo que voy es, ¿cuándo un gobierno de izquierda deja de ser de izquierda? ¿cuántas movidas reaccionarias tiene que hacer? Para mí esta fue la definitiva; un presidente socialista que veta un reclamo histórico del socialismo. Yo me bajo, pero además veo en el horizonte de un segundo gobierno del FA varias cosas terribles, no sólo en relación a lo que no se va a hacer sino en relación a cosas que sí se harían y que terminarían con el Uruguay laico y realtivamente liberal en lo social. Pero eso es otro tema.

Leonidas: sí, Sigmur ya me había corregido lo de Chifflet. No me cabe dudas de que el FA es un formato aún útil como herramienta de transformación, pero lo que es en este momento es otra cosa. Sin dudas que se pueden colar algunas flexibilizaciones sobre los abortos y reducir los daños, pero insisto -y no quiero parecer insensible a las muertes de las malpraxis ilegales- que es un asunto que va mucho más allá de las mujeres que mueren, sino que la legalización es indispensable para la eliminación de un paradigma de subalternidad que corta la sociedad desde el veto de TV hasta el borracho que faja a su mujer. En el caso del aborto no sólo importa que se puedan hacer -al fin y al cabo se hacen, y en la mayoría de los casos en circunstancias relativamente seguras- sino que sea un derecho el hacerlos.

pervinca dijo...

si yo hubiera sido presidenta... le hubiera torcido el brazo al sindicato médico y ahora los trabajadores informales tendrían mutualista... hubiera torcido el brazo de los anestesistas y ahora cobrarían un aumento similar al de sus pares...hubiera echado a miles de funcionarios públicos de indisimulable incompetencia... hubiera hecho un impuesto a la renta más progresivo, en el cual los capitalistas pagaran mayores tasas que los trabajadores...hubiera sacado del orto a todos los docentes mediocres que tienen a la educación de rehén... hubiera implementado una renta básica en vez de un ingreso ciudadano...hubiera promovido del debate por la legalización de TODAS LAS DROGAS...hubiera promovido una reforma constitucional para que la diáspora pueda votar...hubiera despenalizado el aborto.
pero el que llegó lo hizo porque tuvo que transar, y si la herramienta que lo impulsó (léase:partido político de masas sustentado en un largo proceso de acumulación de fuerzas sociales)no pudo hacer otra cosa, habría que preguntarse por qué hablamos como si esas fuerzas sociales nos fueran ajenas. el partido es el resultado de un proceso... no de la corrupción moral de ningún político.

pervinca dijo...

je.... debí decir el que llegó NO lo hizo. era muy tarde.

El gaucho insufrible dijo...

Leonidas, yo estoy desilusionado por la "forma" en que se está llevando a cabo el desarrollo de la ley del aborto.

Pero una cosa es la forma y otra es que al final de tanta mierda algo bueno se pueda llegar a sacar, o por lo menos mejorar lo existente.

Si se llega a que el aborto es legal si daña psicologicamente a la madre en lugar de decir claramente que es un derecho de la madre, será una cagada pensado que el que llegara a ser un derecho estaba "al alcance de la mano", pero de ninguna manera creo que sea una solución de mierda de por si.

Yo he tenido tres hijos en España en donde la ley establece lo del "daño psicologico" y no tengo idea si cuando se votó en su momento quedó mucho por el camino, pero es sorprendente como cada una de las tres veces que fui con mi mujer en la primera cita con el médico - de salud pública - éste comenzó siempre con la pregunta:

¿Lo quieren tener?

Así llanamente, sin tapujos y vericuetos. El resultado final no es hipócrita.

En fin lo único que falta es que aparezca el idiota de turno que salga a blandir la "cuestion de principios" y proclame que es mejor no tener nada a lograr una mejora aunque sea menor, un mal muy uruguyo por cierto y que quizás sea una de los pilares de nuestra crónica fobia al cambio.

Pues una cosa es el intercambio de ideas basados en tus principios directores y otra pensar que el que gana es el que tiene los "principios mas grandes",... como los de Tabaré Vazquez.

benito dijo...

pervinca: no hago otra cosa que admitir la existencia de las realpolitiks y de repetir aquello de la política como "el arte de lo posible, no de lo deseable". Pero la impotencia estatal ha sido una notable excusa para que muchos políticos perezosos o reaccionarios se apoyen en el "no hagan olas".

Sin embargo, si hay algo que han probado los gobiernos "populistas" actuales es que el márgen de acción es mucho mayor del que se cree. Y que el "no se puede" es muchas veces simplemente un "no se quiere".

Yo creo que no se ha hecho un análisis general de lo voluntariamente reaccionaria que ha sido esta administración de hombres viejos. Yo le digo la "pachequización" de la izquierda, y no sólo por la tontería reeleccionista, sino por todo un discurso anti-intelectual, pro-machos de acción-deporte y salud, demostraciones de fuerza, actos pomposos y moralina permanente. Algo totalmente alejado al espíritu del 71, lo cual no es de extrañarse ya que -como me lo señalaban recientemente gente que eso sabe mucho- tanto Vázquez como Mujica, las figuras señeras del FA actual, son esencialmente elementos ajenos al FA y a su espíritu.

La "jocosa" frase de hoy del Pepe de elogiar a alguien (Martínez) con un "es univeristario, pero ni se le nota" -y que yo engancho con lo del Ñato y sus observaciones sobre el "olor" a abogados y escribanas que motivaba su desagrado en Ciudad Vieja-, me parece algo realmente siniestro, máximo proveniendo de alguien que integra una fuerza que ha hecho de la cooptación de la educación uno de sus principales objetivos.

Yo creo también que es hora de evaluar no sólo lo que esta administración no hizo (y debería) y lo rescatable de la misma, sino también el daño que ha producido y que puede producir. Este post, por ejemplo, trata del retraso voluntario, producido por un presidente que actuó en contra no sólo del parlamento sino también del programa histórico del PS, de una ley progresista. Un retraso que puede durar más de una década.

Oldboy: bueno, yo soy un poco el "idiota de turno". Todo bien, por supuesto que no me voy a oponer ni a decir "mejor es nada", pero el "poco" aceptado como un triunfo (menor pero triunfo al fin) termina desviando la atención y el objetivo. O eso creo yo.

Anónimo dijo...

A mí sí me parece que hay un asunto estrictamente político en toda esta discusión sobre la legalización del aborto. Ese asunto político es el que atañe a la relación entre las convicciones morales particulares y la legislación. En una sociedad laica y democrática las primeras no deben ni pueden decidir la segunda. En una sociedad democrática las convicciones morales (o religiosas) son un asunto privado. Cuando Tabaré Vázquez dice que veta la ley que legaliza el aborto porque "sus" convicciones morales así se lo exigen, se está comportando como un ayatolá, como si viviéramos en una teocracia en la que la religión es fuente de derecho. Es cierto que no vivimos en un relativismo moral total (hay consenso en el "no matarás", por ejemplo), pero salvo en ese mínimo moral, que incluye el no matarás y algunos valores más, por el resto vivimos en una sociedad motalmente plural. Y está bien que así sea. De lo contrario, estaríamos prescribiendo legalmente normas de conducta. Por ehemplo, cómo hay que comportarse en público o cómo hay que vestirse.

POr eso lo de Tabaré me parece un terible paso atrás. Nos quiere imponer sus convicciones morales a todos. Y para colmo no aclara en qué consisten esas convicciones morales. No hablemos de sus convicciones científicas o "biológicas" (??). Son patéticas. ¿Qué quiere decir una convicción científica o biológica? ¿Acaso la biología es "moral"? ¿Qué es ese mamarracho?

También voté a Tabaré y antes de volver a hacerlo (en el futuro) voto en blanco. No se puede estar cinco años puteando a un presidente y cuando te preguntan a quién votaste, responder, "al reaccionario que ahora estoy puteando". Respecto al Frente Amplio, tengo dudas.

Anónimo dijo...

Las izquierdas en el mundo se agrupan y reagrupan, cambian, mutan. Alguna vez para peor, claro. Si el FA, o su unidad, o su existencia, son un valor en sí mismo, bueno, vamos a terminar como esos viejos ortodoxos blancos o colorados que votan solo por adhesión emocional o tradición y nada más. Si no es el FA, vendrá otra cosa. Pero votar cáscaras no tiene sentido. No para mí.

Anónimo dijo...

Reenvío esto para que nadie se olvide:

EL PARLAMENTO URUGUAYO ANTE EL VETO:

En el día de hoy tuvo lugar la Asamblea General del Parlamento Nacional para considerar las observaciones realizadas por el Poder Ejecutivo a los capítulos 2, 3 y 4 del Proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva, que despenalizaban el aborto en determinadas circunstancias.
La sesión se inició a las 14.30 horas con la presencia en sala de 29 senadores y 90 diputados, de un total de 31 y 99 respectivamente.

Hicieron uso de la palabra legisladores y legisladoras de los cuatro partidos políticos con representación parlamentaria. Luego de ello, se procedió a la votación desglosando los artículos.

En la votación sobre los articulos 7, 8 y 19 el resultado fue:

15 senadores en contra del veto
14 senadores a favor del veto

46 diputados en contra del veto
44 diputados a favor del veto

La totalidad de legisladores/as del Partido Nacional presentes en sala votaron a favor del veto.

La totalidad de legisladores/as del Frenta Amplio presentes en sala votaron en contra del veto.

Los legisladores del Partido Colorado votaron divididos

El diputado del Partido Independiente votó a favor del veto.
En segunda instancia, se procedió a la votación de los articulos 9, 10, 11, 12, 15, 16, 17, 18 y 20, con el siguiente resultado:

16 senadores en contra del veto
12 senadores a favor del veto

46 diputados en contra del veto
44 diputados a favor del veto

En lo referente a estos artículos, los votos se repartieron de la misma manera que en el caso anterior:

La totalidad de legisladores/as del Partido Nacional presentes en sala votaron a favor del veto.

La totalidad de legisladores/as del Frenta Amplio presentes en sala votaron en contra del veto.

Los legisladores del Partido Colorado votaron divididos

El diputado del Partido Independiente votó a favor del veto.

A pesar de que la decisión del Poder Ejecutivo no tuvo el apoyo de la mayoría del Parlamento, no se alcanazaron los 3/5 de presentes de ambas cámaras, por lo que no se pudo levantar el veto presidencial.

El resultado final de la votación en la Asamblea General dejó en evidencia la falta de voluntad política de la totalidad del Partido Nacional y el Partido Independiente para habilitar a la ciudadanía a expresarse mediante el sistema de democracia directa.

En la medida en que el veto no pudo ser levantado en la Asamblea General -y al no haber sido promulgada la ley en su integralidad- no existe ninguna posibilidad de que la ciudadanía manifieste su posición respecto a la despenalización del aborto y a una ley integral en salud sexual y reproductiva.

El veto del presidente Dr. Tabaré Vázquez, apoyado por la ministra de Salud Pública, Dra. María Julia Muñoz, con la complicidad de los legisladores y legisladoras de los partidos Nacional, Independiente y Colorado que votaron a favor del veto en el día de hoy, impide que Uruguay avance sustantivamente en el reconocimiento del derecho de las mujeres y sus parejas a decidir sobre la interrupción de un embarazo en determinadas circunstancias.

Con esta decisión, se condena a más a de 30.000 mujeres a recurrir a un aborto clandestino, exponiéndose a riesgos para su salud, su vida y a la posibilidad de ser condenadas penalmente.

LA SALUD NO SE VETA

LOS DERECHOS NO SE VETAN

LA LIBERTAD NO SE VETA

benito dijo...

Voltaire: Tabaré se cuidó muy bien de argumentar su veto en motivos religiosos, aunque tuvo que hacer un nudo para articular sus justificaciones "biológicas" (¿qué cazzo es una "justificación biológica"?). A pesar de todo, aún no se puede en Uruguay argumentar en base a la fe o las preferencias sobrenaturales, algo que este país debería defender a capa y espada. Sobre todo cuando se ve el paciente trabajo de topo que vienen haciendo los grupos evangelistas en la sociedad uruguaya desde hace un par de décadas.

Pero yo insisto en la culpa no es del chancho sino del que no lo carnea; hoy salió una nota muy interesante de Mariana Contreras en Brecha en la que se especificaban una buena cantidad de potestades de los ministros para combatir el veto presidencial, y en la que Mariana hacía la pregunta obvia que nadie hace, si se sabía lo del veto, ¿por qué no se recurrió a estas medidas? ¿todas las argumentaciones de la legalización fueron solamente pour la gallerie? Yo estoy creyendo ahora de que toda la ley de legalización y sus circunstancias, sabiéndola en última instancia inútil, puede haber sido una simple movida para mantener un poco de credibilidad libertaria. Si no, se hubiera ido hasta el final, y no estoy hablando sólo de gestos simbólicos como las renuncias a las bancas y similares.

Luz: Por algún lado se empieza. A mí el FA me sigue pareciendo a grosso modo una estructura de posibles cambios valiosa y con una energía histórica importantísima. Pero hoy en día está tan obsesionada por cuestiones de poder -y áreas del mismo- que lo único que importa son los "cómos" y no los "para qué". Yo no tengo intención en realidad de hacer campaña para que no se vote al FA en las próximas elecciones, eso va en cada uno, pero al mismo tiempo me parece que -en este cambalache de objetivos dudosos que se transforman en exclusivas luchas por votos y espacios de poder- tiene que estar claro que algo como lo que hizo el FA en las últimas semanas tiene que tener como consecuencia inmediata la pérdida del voto de alguien como yo. Es decir, yo no voy a votar al FA en las próximas elecciones no sólo por desilusión y rabia, sino también para que se cumpla una elemental lógica política. Quid pro quo.

fede: creo que el texto que reproducís focaliza demasiado el fracaso en los que votaron en contra. Como dije encima, en esto colaboró mucha más gente, incluso gente que votó a favor.

Lo más terrible es que la argumentación más articulada y elocuente a favor de la legalización fue la de Julio María Sanguinetti. Qué hijo de la gran puta; ni siquiera nos deja odiarlo en paz.

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

"El procedimiento de debate de esta ley nos provoca comentarios de naturaleza política porque sentimos que el país ha vuelto a discutir el tema de la despenalización del aborto", afirmó Sanguinetti. "Se ha producido una simplificación, se habla de partidarios del aborto y de contrarios al aborto cuando no es eso lo que estamos discutiendo (no creo que haya nadie partidario del aborto, no creo que haya nadie partidario de algo que es un fracaso). De lo que estamos hablando es de una mujer cuyo proceso de liberación, de ganancia de los derechos fundamentales a la personalidad humana han costado demasiados siglos. Hace cien años el país votó la primera ley de divorcio, que fue el primer gran acto de liberación de la condición de la mujer, considerado entonces como una suerte de destrucción de la familia.
Asistimos hoy de nuevo a este debate, pero consideramos que se ha hecho mal en no habilitar una consulta a la sociedad. El sistema político está discutiendo esto desde el año 85. Todos los partidos estamos divididos, todos tenemos posturas distintas, y es la sociedad la que debería pronunciarse de algún modo de manera sólida y seria".


Cuando Sanginetti parece -dije parece- el más progresista por la vuelta, uno se da cuenta de que las cosas deben andar realmente mal

Anónimo dijo...

yo hoy podría llegar a votar a Sanguinetti, salvo que mi voto ayudara a Bordaberry

a Tabaré nunca más, a los socialistas no los voté nunca y despues de habernos metido a este monje oscurantista como presidente no los voy a votar jamas

sólo me quedan el cuqui y el guapo... estamos en el horno

Sebastián dijo...

Se han escrito ríos de tinta y bytes sobre este tema, y se ha dicho tan poco, pero sobre todo se han mezclado los tantos.
Acá hay dos temas diferentes:

1- El veto como mecanismo constitucional y el derecho del presidente a ejercerlo. Si éste nunca fue discutido antes, con qué autoridad moral nos desgarramos las vestiduras ahora que fue usado en contra de los intereses de la mayoría? El caso es que lo usó y pagará un costo político por eso, como deberían hacerlo todos los actores de este tema. En lo personal nunca voté ni voy a votar al FA, pero tampoco me voy a olvidar de la actitud que tuvieron los partidos de oposición.

2- El aborto en sí mismo. Esto no se debería discutir desde el punto de vista ni político, ni mucho menos religioso, ni siquiera desde el punto de vista ético ni filosófico, solamente desde el punto de vista clínico. Todas las opiniones que no encaren el tema por ese lado no sólo no tienen lugar en un estado laico, sino que embarran la cancha y tapan lo que es realmente importante. Por ejemplo me acabo de enterar que un aborto en el primer embarazo incrementa enormemente el riesgo de contraer cancer de mama. Y ésto es independiente de si el aborto se hace clandestinamente o no. Y ésto no se dice, o si se dice queda tapado entre la maraña de discusiones sobre las libertades, los vetos, el feminismo y los obispos.

Anónimo dijo...

http://www.elpais.com.uy/08/11/23/predit_383143.asp

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con casi todo lo expuesto aqui, asi que para qué reiterar?
Ahora sebastián, nadie puso en duda el derecho a veto, sino mas bien, la incapacidad de ejercer las potestades que los ministros tienen
para coartar el veto. Y aun cuando todos apoyaban la ley, ninguno utilizó este recurso lo que genera una dudosa contradicción.

Con tu 2da argumentación, el tabaco debería prohibirse, por los problemas cardiovasculares y demases harto mencionados que ocasiona.
Es tu decisión fumar, qué te metes en el cuerpo y hacerte responsable de eso. Nadie niega los riesgos que conlleva un aborto, la discución se centra - y debe centrarse- en otra parte.
También las mujeres que no tienen hijos tienen mas riesgos supuestamente de tener cancer de mama, bueno, qué vas a hacer? obligarlas?, y las que no pueden?
Exageré, obvio, a lo que voy es que el tema abarca mucho que lo clínico.

Reducir una discusión a lo puramente clínico, cuando tiene relieves filosóficos, éticos ysociales inherentes, es simplificar, entre otras cosas porque los seres humanos
son algo más, por suerte o lo que sea, que entidades meramente clínicas.
Con ese criterio, el tema del tabaco, alcoholismo, el abuso de antidepresivos, etc, y mas etc, deberían estar tajantemente prohibidos porque potencialmente son peligrosos.

Al margen.
Já, yo me asusté cuando escuchando lo que todos decían, me encontré empatizando con Sanguijueletti, quedé cri cri.

benito dijo...

AAK: Sanguinetti siempre tuvo su labia, y en este caso no habría por qué dudar de que -por una vez- estaba hablando conforme a sus convicciones. El componente anti-católico y pro-femenino del batllismo original, completamente corrompido por el corrimiento hacia la derecha del gobierno de Pacheco y por el clientelismo más canallesco después, es algo de lo que alguien de la edad de Sanguinetti tiene que haber mamado en abundancia. De hecho, para él hablar de este tema debe ser como para alguno de esos ex comunistas que tienen cargos gerenciales en empresas multinacionales pero escuchan la Internacional y se emocionan y la cantan. Y su emoción es sincera, qué duda hay, pero las emociones generalmente no sirven para nada y justifican mucho menos.

Maru: diga lo que diga, Sanguinetti vetaría la misma ley, aunque tal vez argumentando respeto a las mayorías (o a las minorías) religiosas o alguna pelotudez similar. El FA siempre tiene la ventaja a su favor de lo impresentable de sus opositores, y el voto uniforme -por lineazo- del Partido Nacional como opuesto a la ley es igual de desagradable que la docilidad frenteamplista. No olvidemos que el primer proyecto de ley de aborto estaba redactado en parte por una blanca -Ana Lía Piñeyrúa- y que hoy en día el Partido Nacional está propulsando una lista mayoritariamente femenina, con Argimón -una mujer de discurso libertario en temas como este- como cabeza de serie. Pero a la hora de votar alinearon todos los patitos para rastrillar los votos de la derecha católica. Es decir, todos unos hipócritas, del primero al último.

Sebastián: Siempre que se ejerció el veto fue discutido, recordemos el ridículo veto prometido por Batlle a la Unión Cívica sobre el mismo tema. Pero este fue un veto muy particular, ya que fue impuesto contra una mayoría parlamentaria compuesta exclusivamente por correlegionarios del presidente. Esto es algo inédito y que no me parece mal que se haya discutido y se siga haciéndolo.

Por otra parte, desde el punto de vista de que el aborto es un acto que tiene un interdicto social -es decir, una prohibición convencional- es imposible que el mismo no se discuta desde algún punto de vista filosófico-moral. Los puntos de vista "exclusivamente clínicos" sólo son decisivos para quienes crean que la medicina y sus representantes son voces privilegiadas por, justamente, representar la prolongación de la vida como único valor objetivo. No escuché nada sobre ese supuesto incremento enorme de las posibilidades de contraer cáncer de mama por el aborto en el primer embarazo. Me extrañaría mucho que fuera una información realmente verificada porque de serlo así estaría en todas y cada una de las numerosas argumentaciones anti-abortistas, pero no lo niego.

Pero volvería a lo mismo, y si es así ¿qué? Que se informe a las mujeres al respecto y luego que se les de el derecho a decidir. Al igual que se hace con el fumar, con el conducir autos, con el vivir en general.

Anónimo dijo...

No hay teoría, ni tampoco evidencia experimental que sustente que un aborto en el primer embarazo incrementa enormemente el riesgo de contraer cancer de mama... lo debe haber dicho Cotugno.

Probablemente sea como decís, Benito. Yo a Sanguinetti nunca lo quise, pero hoy se la paradoja de que es, dentro de los principales líderes políticos, el que mejor defiende los derechos de las mujeres. No deja de representar una situación un poco peculiar, más aún si consideramos que el que más atenta hoy contra esos derechos es el primer presidente frenteamplista.

Y claro que los blancos son impresentables, pero si va Piñeyrúa de vice más de uno va a pensar su voto.

Sebastián dijo...

La relación entre el aborto en el primer embarazo y el cáncer de mama está desarrollada en este sitio: http://www.abortionbreastcancer.com
Claramente está mantenido y difundido por los grupos "pro-life", por lo cual es de objetividad dudosa, pero ciertamente lo que se dice parece cuando menos plausible.

Pero veo que se me malinterpretó. Yo nunca dije que en función de esto estoy ni a favor del veto ni de la prohibición del aborto. Estoy de acuerdo contigo Benito en que lo fundamental es que la mujer tenga toda la información disponible y pueda decidir en función de eso. Mi punto es que al centrar la discusión en los aspectos éticos/filosóficos/políticos es fácil perder de vista los hechos científicamente demostrables sobre los riesgos y las consecuencias de cada escenario posible.

Yo creo que precisamente porque tenemos que ser libres de hacer de nuestro cuerpo lo que nos parezca es que tenemos que dejar de lado el debate en estos otros aspectos, en los que no hay verdades absolutas y el único consenso posible es con uno mismo, y aún así a veces es difícil. Hay que pelear por el derecho a elegir y el acceso a la información siempre y sobre cualquier tema, y no sólo cuando nos interesa personalmente la cuestión.

Anónimo dijo...

¿De objetividad dudosa? Cuanto optimismo Sebastián, no es de objetividad dudosa, es un delirio. Tan delirio como otros argumentos que vienen del mismo lugar como que los preservativos no sirven para evitar el contagio del virus del Sida porque este pasa a través del latex (argumento contenido entre otros lados en el libro escrito por Ordoqui y distribuido por la Iglesia Católica entre educadores, padres y catequistas para que lo usen de manual con sus hijos....). Realmente hay que tener cuidado cuando uno repite cosas así... pero bueno si el presidente pone en un documento –público y oficial (como es un veto), que además en este caso particular es histórico y será objeto de análisis en universidades– argumentos con el mismo nivel de rigurosidad que eso y sin absolutamente ninguna cita bibliográfica, qué se puede pedir del resto.
PD: Divina la nota de El Observador del fin de semana de Claudio Romanoff donde se dice que Vázquez suspendió Consejo de Ministros porque temía que “los grupos a favor del aborto” manifestaran.
Una maravilla de la sutileza realmente... Menos mal que hay periodistas -pocos y no solo en los medios de izquierda ahi disiento con Benito- que tratan de hacer las cosas un poco mejor.

pervinca dijo...

sebastián: sobre lo que decís en tu primer comentario sobre el punto 1, el veto, estoy de acuerdo y creo manifestarlo en alguno de todos mis varios comentarios, pero tal vez en mi maraña de derechos, libertades, feminismo, izquierdismo, iglesia católica y merengue no quedó claro.
sobre la convocatoria al consejo de ministros por parte de alguno de estos como último manotazo de ahogado...
leí dos notas sobre este “reclamo”. Una muy buena de la diaria y otra en brecha.

Nuestro gobierno, lejos del parlamentarismo, en el que el presidente funciona como primer ministro y existe un respaldo para con estas figuras de parte del parlamento, es presidencialista y aquí en cuestiones ministeriales o del ejecutivo el parlamento no pincha ni corta. En tal sentido, en el mismo momento en que el ministro o ministra se rebela y decide convocar al consejo de ministros, puede ser inmediatamente destituido por el presidente y este, en el caso de ser nuestro oncólogo, puede poner a maría auxiliadora si así lo quiere generándose una crisis institucional importante (que no digo que deba preocuparnos, pero que debemos contemplar a la hora del análisis).
Por tanto, creo que con este reclamo de nuevo nos quedamos cortos. El problema desde mi punto de vista, así como el del veto es previo, es que deberíamos tener un sistema de gobierno más colegiado, para lo cual debería cambiarse la constitución... y sí, debería cambiarse.

Tal vez demasiado lirismo e idealismo desde los reclamos de consejo de ministros... si bien desde la indignación que compartimos muchos por este tema (los que todavía no nos olvidamos después de despedir el féretro el jueves pasado) es entendible el reclamo que se le hace a los ministros en su omisión de este gesto simbólico, también es cierto que deja en claro una falta total y absoluta de empatía con el político, y para poder entender por qué hizo o no hizo lo que hubiéramos querido, debería interesarnos el pensamiento detrás del acontecimiento. Pensar cómo pensó su pensamiento. Hay en este sentido una propuesta sobre cómo pensar la historia del siglo XX, de un filósofo francés, Alan Badiu que alguna que otra vez lo he visto mencionado por aquí y me parece interesante al respecto. Este filósofo se pregunta ¿cuál era el pensamiento de los nazis? ¿Qué pensaban? Y plantea que hay una manera de volver siempre de manera generalizada a lo que hicieron (su propósito de exterminar a los judíos de europa) que impide absolutamente todo acceso a aquello que, al hacerlo, pensaban o creían pensar. Y sigue planteando que, el hecho de no pensar lo que pensaban los nazis impide también pensar lo que hacían y en consecuencia, veda toda política real de prohibición del retorno de ese accionar. Termina diciendo que mientras no se lo piense, el pensamiento nazi permanecerá entre nosotros impensado y por consiguiente, indestructible (en el post anterior de este blog reflexiona un poco sobre este pensamiento de nuestro comité de salud robespierriano, pero sigue enfocado en los acontecimientos).
Y volviendo a la discusión, el rol de pensar por qué no se despenalizó el aborto en Uruguay, trasciende a Vázquez, pero también al fa y a las mujeres así como la tarea de evitar que ese pensamiento quede impensado… y no hablo sólo del pensamiento de TV. asimismo tiene que ver con nuestra constitución, con nuestro sistema de gobierno, con la medicalización de la sociedad uruguaya…. Bombas que parece que nos rompen las pelotas cuando nos explotan en la cara…. Es un problema de pensamiento y de contexto, y en ese sentido creo que sería bueno que todo esto, además de generarnos la bronca que nos generó, nos sirva para pensar en TODO lo que habría que cambiar. Y que no creo que se solucione con no votar al fa.
Y si… capaz que está bueno decir que les faltó animarse y hay que decirlo, pero también hay que dimensionarlo. Sino suena todo demasiado simple…y eso no quita que maria julia y daisy sean unas alcahuetas fatales. Para nada.

Chazz dijo...

Bó HDP, ¿en dónde estabas?

Es demasiada tu verborragia; supongo que necesaria, pero no para conocerla a las 4:02 de la mañana...

ya hablaremos, querido blogespotero.

Te estaba buscando.

Saludos de los pibes.

Anónimo dijo...

Benito es un placer leerte, entre tanto fanatismo y mediocridad reinante,
entre politicos y doctores (no solo en medicina) que se sienten "iluminados" o "iluminatis" ,
entre pasta base e inseguridad, entre soldados en el exterior y zonas francas para multinacionales, entre un Uruguay Productivo basado en empresas (tambien multinacionales) anti-ecologicas de las cuales ya pagaremos sus platos rotos el dia que se corte el ultimo eucaliptos o pinito (y no del rico para fumar precisamente), entre crisis energeticas en los inviernos y ahora tambien en los veranos, entre oposicion impresentable y un gobierno inepto,. creo que como bien decis ...al menos no le demos nuestro voto, al menos mostremonos descoformes con sus acciones, al menos tratemos de cambiar algo de lo que ellos no quieren cambiar.

Anónimo dijo...

La verdad es que fue tristísimo lo acontecido.
TV no sorprende a nadie, como siempre dije es un ex presidente de un cuadro bastante menor de nuestro fútbol, puesto como dirigente por sobre muchos otros más capaces que él simplemente por su popularidad en los sectores de votantes femeninas adultas.
Sarthou finalmente (tampoco debe sorprender) es de los pocos que creen que las convicciones por las que uno lucha toda una vida no se entregan por dos cargos o por la ambición de "poder", de "ganar" como si se tratara de un partido de fútbol.
Este gobierno tiene algunos logros interesantes, otros no tanto y falencias más graves en algunos ámbitos que sus antecesores (medio ambiente, aborto, país productivo).
Cuando se esgrime el encarcelamiento de los militares del proceso como un gran logro no puedo hacer más que calentarme como un chino: eso era algo de cajón, es como pretender (para seguir con la analogía futbolística) que los hinchas del Manchester United se alegren porque le ganaron con los titulares y de local al Frontera Rivera Chico.
La verdad es que todo esto es muy triste.

Chazz dijo...

"Deseo y decepción", era un film del cual solamente me queda el recuerdo de su título.

Los uruguayos hemos deseado durante los últimos 50 años sacarnos de encima a un montón de familias que venían exprimiendo este país como si fuera un limón... y prácticamente "lo secaron", en el último gobierno del partido colorado.

Si miramos bien, lo mismo viene sucediendo en EEUU (esta crisis fue como el saqueo de Roma realizado por Odoacro en el siglo V), en Italia, Reino Unido, Francia, Argentina, etc, etc...

Se acaba una era de la historia.

Pues aquí en el paisito, nos "avivamos" TARDE, pero bueno, mal de muchos...

Este gobierno tiene sus pequeños y medianos logros: yo creo que al menos se van habiendo dado un laptop a cada niño (aunque sea para que chateen, es algo concreto y palpable)

Ya llegará algún *Cookie* que se las robe tranquilamente y las venda en algun mercado de Addis Abbeba...

saludos

Miguel Peirano dijo...

Si quisiéramos que la LSR pueda volver a votarse en la próxima legislatura, sin un presidente que sea un "cuerpo extraño" en la izquierda, votar en blanco no sería lo más aconsejable.

sissi dijo...

mpeirano, aún cuando ganase el FA en las próximas elecciones y sin un"cuerpo extraño" a la cabeza, no se obtendrían las mayorías parlamentarias necesarias (como en este período)para aprobar la LSR. Condicionar el voto a una posible aprobación de esa ley me resulta al menos ingenuo.

Anónimo dijo...

No me sirve el argumento de una posibilidad tan remota y recien desperdiciada, ademas con la interna que esta teniendo el FA en este momento aun mas desconfianza genera,
lamentablemente la gente en su mayoria encara la politica como un partido de futbol donde pesa mas la banderita y la camiseta que las ideas y el bien comun,
creo que no es menor que este gobierno ha apostado al Uruguay Marginal sea a traves del plan ceibal, el plan de emergencia,la reforma de la salud y la canastita del Inda, si bien en su concepto son cosas con las que estoy de acuerdo su implementacion a sido desastroza en casi todos los casos,
lo que deja claro a que pais de futuro se apunta y no me gusta.

Otra cosa a esa gente que ha vaciado este pais este gobierno les acaba de conceder la libertad en este año, no ha buscado a los responsables politicos de toda esa nefasta negligencia, quizas sea como decia mi abuela "Los Politicos son todos iguales, beben de la misma botella y se acuestan con la misma mina"

jardinero escéptico dijo...

Que este golpe de TV dio justito debajo de la línea de flotación de buena parte de la sensibilidad de izquierda, qué duda puede caber. Me incluyo. Me vino un profundo dolor de huevos con el veto autoritario a la despenalización del aborto, pero así y todo no sigo la deriva de tu razonamiento. No creo que ello signifique un antes y un después. Que sea motivo para tirar el agua de la tina, como decían antes, con el pibe adentro…. ¿Es quizás la piedra en el zapato mas jodida de esta primer experiencia de gobierno “progresista”? . Tal vez. Pero hay varias razones bajarle los decibeles a reclamos de traición, nos gusten o no.
Primer detalle no menor, la despenalización no estaba en el programa del FA, no era un compromiso asumido con el electorado. Entonces, si bien eso no me hace dejar de ver el veto como una actitud autoritaria, que desprecia la expresión de la mayoría del parlamento y niega la posibilidad de someter al ley a plebiscito en un tema hipersensible, no se le puede recriminar incumplimiento de compromisos asumidos (ahí sí hubiera sido mucho mas jodido). En mi escala de valores, mucho mas grave hubiera sido incumplir ya sea con el aumento del presupuesto para la educación, o con el plan de emergencia, o la reforma de la salud, o la reforma impositiva (que siendo muy mejorable, no deja de ser un avance desde el IRP anterior), o con el manejo más limpio y profesional de los entes autónomos y tantos etcéteras. Porque ahí se hubiera cagado sobre cientos de miles de votantes que creyeron en esas promesas.
Y esto no implica desconocer que esta ley, largamente madurada desde la presión organizada de grupos de mujeres y con una ardua y dedicada construcción por parte de algunos legisladores (margarita percovich entre ellas pero no la única), era un avance muy importante en el camino de ir construyendo una sociedad mas justa y mas libre. Pero también hubo otros hitos importantes de avances sociales sobre cuestiones que tampoco estaban en el programa del FA y que sí fueron aprobados, aunque no tuvieron ni por asomo la prensa que hubieran merecido, como la ley de unión concubinaria.
Segundo detalle. Es una papa carajear contra los legisladores (aprovecho a hacerlo, creo que la mayoría son incompetentes y no dan la talla del cargo, en todos los partidos), pero me demuestra que te enroscaste mal con el tema si de verdad crees que los legisladores del FA estuvieron tres años dando vueltas detrás de la ley, la sancionaron, y después votaron contra el veto por simple maniobra “oportunista” y de cálculo electoral…Loco ¿que fumaste?. Una vez que hacen una bien, y les dan los ovarios para ir contra el veto preanunciado, sacando una ley que hubiera sido vanguardia en el continente, como mínimo reconozcamos que actuaron como tenían que hacerlo. ¿Cuál era la otra opción?. A mi eso me reconforta a pesar del balde de mierda que tiró después encima el tándem vazquez-cotugno. Creo que hay que reconocerles que estuvieron a la altura, que demostraron lo que se sabía desde las encuestas, que la sociedad uruguaya está madura para al despenalización, y que mas tarde o mas temprano va a llegar. Sin duda, será más temprano si estas mayorías parlamentarias que la aprobaron siguen siendo mayoría, y no la derecha que no la votó y avaló el veto después.
Y ahí está la clave de hasta dónde puedo acompañar tu calentura, pero llego a conclusiones opuestas. Si realmente me importa el tema, me queda clarísimo quienes son los legisladores que van a volver a poner el tema sobre la mesa ya sin TV en la presidencia.

Lo de patear el tablero entonces, y pararse a partir de estos episodios en un “hasta aquí llegué”, no ya con TV sino con el FA, no lo llevo, no tanto por ser sin quererlo funcional a los que votaron en bloque apoyando el veto, sino porque lo veo como una actitud intelectualmente perezosa, impropia de un pensamiento fino, que tiene que ser siempre capaz de ver matices allí donde éstos no son evidentes. No admiro para nada las posturas testimoniales al estilo chifflet o sarthou –aunque son tan diferentes que me cuesta meterlas en un mismo saco. Ya nadie recuerda salvo algún memorioso en qué vericueto vio chiflet el abandono a los principios que lo llevo a dejar su banca, y respecto a sarthou no tengo la misma opinión que vos, creo que es un tipo disolvente, tan personalista que es incapaz de acordar un rumbo común con nadie ni para ir a la esquina a comprar el pan.
Me gusta mas la idea de canalizar la calentura si querés haciendo pintadas “TV favorece a los aborteros clandestinos” y –más útil a mi juicio- de manera afirmativa, intentando que la despenalización se incluya de manera expresa en el programa del FA para las próximas elecciones. Me parece evidente que hay “masa crítica” para ello, y que eso les va a doler más a los hipócritas pro-vida que como decía el gran filósofo george carlin, se interesan por los derechos de las personas hasta el momento en que nacen, después: fuck you!.

benito dijo...

chazz: lo del Plan Ceibal es de las pocas cosas con las que supuestamente hay una unanimidad a favor. Sin embargo últimamente he estado leyendo algunas objeciones muy sensatas que relativizarían las bondades del mismo. Desde acá me parece bien, pero...

mpeirano: ya te lo contestaron, pero especifiquémoslo más; es prácticamente imposible por lo que indican las encuestas que el FA tenga mayoría parlamentaria en las próximas elecciones (de hecho, y en esto coincido con Valenti, si el viejo Mujica se saca el gusto egomaníaco de ir de candidato a presidencia, el FA ni siquiera gana las eleccines), y este es un tema particularmente espanta-votos para la derecha. Algún colorado puede hacer un gesto y honrar la tradición batllista, pero solamente -como fue el caso- si los resultados no dependen de su voto. Hay que ser muy ingenuo para pensar de que Sanguinetti hubiera votado lo mismo si hubieran estado los números para levantar el veto. Ni siquiera el PI -ese raro partido de centroizquierda que solamente coincide con las medidas de derecha- se anima a agarrar esa papa. Esta era una ocasión casi única que se perdió, y en términos legislativos el tema queda -en mi opinión- dormido un mínimo de diez años. Tal vez se pudiera forzar un referendum, pero es muy difícil con el estado actual de desmovilización.

anónimo: la apuesta al Uruguay Marginal, como le decís, de este gobierno era -coincido al parecer contigo- inevitable e imprescindible. Sin embargo el gran bache de esos planes -en realidad el gran bache de TODAS las políticas del FA excepto las represivas de costumbres- es la ausencia de contraprestaciones y condicionamientos del Estado. Me parece que por el estúpido romanticismo paternalista (que a veces no es más que simple demagogia) de la izquierda local, se perdieron varias oportunidades formativas e integradoras únicas, lo que posiblemente generó una serie de problemas extra a futuro en cuanto a la relación Estado-marginalidad. De hecho, seamos honestos, el único requisito claro de estas políticas ha sido una promesa de voto.

benito dijo...

Jardinero: Es complicado encontrar entre las vaguedades voluntaristas y más bien abstractas del programa del FA una propuesta específica, no obstante lo cual este gobierno se las ha arreglado para contradecir algunas de esas vaguedades -como el pronunciamiento por una "clara postura anti-imperialista" (luego de poner a EE.UU. como ejemplo de Imperio), lo cual es bastante difícil- o de no cumplirlas en absoluto, como la promesa de una "profunda reforma del sistema financiero" (a no ser que se refirieran a la trituración de las cooperativas de préstamo para salvar la Caja Bancaria). Pero coincido en que es un tema, como los ecológicos, que uno le atribuye casi en forma automática a la izquierda sin detenerse a pensar en si tiene que ser así. El asunto tiene más que ver con reclamos históricos de los partidos individuales, no de la coalición.

Pero vamos a entendernos; yo no me hago el sorprendido por este veto final. Me sorprendió sí cuando, ya electo, TV le prometió a Cotugno dicho veto, entre otras cosas porque no hay programa del FA que apunte a un presidencialismo en contra de la voluntad de la mayoría de la coalición.

Y vamos a dejar en claro una cosa que está clara en el post: yo no soy un frenteamplista, soy un votante de izquierda (en mi experiencia electoral al menos) pero no soy un voto cautivo. Es decir, yo no renuncio a nada y tampoco llamo a nada. Me parece bárbaro si alguien sigue teniendo confianza en el FA como motor de cambios, pero hay cosas que son así: si el día de mañana a TV o al FA se le ocurre aprobar una ley que dice que se va a hacer un basurero químico en el Cerro, el FA sabe que va a perder los votos del Cerro. Si se hace algo como esto, se tiene que saber que se pierde mi voto y el de la gente como yo. Igual no me preocuparía, creo que no somos tantos.

Chifflet abandonó su banca por un motivo aparentemente menor de la política exterior, pero para alguien a quién la inserción mundial y las relaciones exteriores sea esencial, es tal vez el aspecto en el que la política del FA traicionó más flagrantemente sus principios. Incluyendo todo el primer apartado del programa 2005. Como es algo que generalmente no jode en la vida cotidiana, uno se puede hacer el gil, pero en ese caso (¿TIFA y Bush sí, pero ir a la asunción del primer presidente indígena de América del Sur no? Parece un chiste de cipayos) roza lo ridículo. Sarthou no es mi político y no estoy de acuerdo con sus ideas, pero conozco su trayectoria y no es él el que se desvió de los presupuestos originales del FA; lo cual no quiere decir que esté bien, en casi cuarenta años las cosas cambian, pero no nos hagamos los giles pensando que él es el que se torció.

Podría seguir discutiendo varios de los otros puntos (mi visión sobre el IRPF es esencialmente negativa), pero tampoco resumo mi descontento o apartamiento en el veto, eso fue para mí lo que desbordó el vaso porque fue increíblemente explícito en su demostración práctica de lo que el FA es hoy en día. Y sigo sin respetar en absoluto a los legisladores rebeldes que terminaron haciendo en mi opinión un simple gesto pour le gallerie. De hecho tengo que darle -y cómo cuesta- la razón a Abdala en algo que dijo: todo esto fue una pérdida de tiempo y dinero. Yo como ciudadano de a pie puedo tener la duda -y la subsiguiente decepción- acerca de si Vázquez iba o no a vetar, o si los ministros iban o no a tratar de levantar el veto en serio. Pero en la interna del FA eso se sabía perfectamente, de la misma forma en que se sabía perfectamente antes de las elecciones. Entonces es todo un gasto de energía y saliva, que en realidad no hizo más que desgastar el tema y el reclamo, y conseguir que las facciones políticas se congelen en sus diferentes posiciones.

No niego por esto las cosas buenas de este gobierno, y estoy seguro de que hay cosas más malas, pero este es el diferencial de mi voto y punto. Para mí ahí deja de representarme. Es como aquella pregunta de stand-up: "¿Cuantos de los Who se tienen que morir para que los Who dejen de ser los Who?"

En algún momento -toda mi vida electoral- acompañé al FA, con el neo-pachequismo de izquierda no tengo nada que ver.

pad dijo...

Parece claro que el apoyo electoral a un partido sobre la base de su posicionamiento en temas "morales" está lejos de ser relevante en Uruguay. No hay muchos votantes como Benito que definan su voto sobre la base de su partido veta o no una ley pro-aborto, legaliza la droga o decide legislar sobre la eutanasia. Eso si pasa en Europa en donde votantes jovenes estarían dispuestos a votar a partidos liberales de orientación pro-mercado por ejemplo si deciden apoyar una ley pro-aborto. No digo que este sea el caso: apunto a que el voto se complejiza, porque uno ya dejo de votar a un partido obrero que le garantice legislación laboral. El mundo se volvio mas complicado.

Uno de los problemas en América Latina con estos temas, es que ese eje "libertariano" no se ha activado. Es decir, tenés partidos pro-liberales conservadores, o partidos movimentistas, donde la herencia catolica e hispana sigue siendo fuerte (miren sino cualquiera opinión sobre estos temas de Chavez, alguien al que a modo de ejemplo le he escuchado frases francamente homofóbicas), o sino partidos de izquierda sesentista, en donde como pasa con la tradición tupamara, los temas de moral personal son simplemente desvíos individualistas sobre los que no vale la pena entrar.

Ahora, es interesante en este ultimo aspecto la tesis de que los actuales liderazgos no provienen estrictamente de la tradición de izquierda. Me gusto el punto, y habría que verlo con cuidado. Lo que si estoy seguro es que hay una tradición liberal frugonista que ha sido tapada (el PS fue un aliado de la legislación batllista de avanzada). Pero creo que ya fue tapada con el ascenso de Trías y la radicalización latinoamericanista del PS. Y quizás ahora sea tapada por la orientación pragmática del FA, decisión estratégica operativa para crecer como partido, y parecerse cada vez más a el "todo". Esa historia del FA como "síntesis" de todo lo que existe en la vuelta (herrerismo, batllismo, saravismo, etc) me parece el primer síntoma de capitulación programática.

Finalmente, comentando algo de lo que dijo Benito respecto a la capitulación, mi principal critica respecto al principismo de izquierda, es esa añoranza al viejo programa del FA. Siendo honestos un programa como el que sostenía el FA en el 71 o en el 84 terminaba en la gran Alain García (versión 85). En ese punto no estamos tan mal: creo que hoy hay mayores márgenes para hacer políticas de izquierda, y creo que la izquierda tiene mejores condiciones para no repetir panfletos. Nadie puede hoy nacionalizar el comercio exterior o la banca; si querés hacer un shock de salario sin aumentar productividad te vas a la mierda y terminas en una inflación galopante. Quiero decir, quizás ahora la izquierda esta obligada a ser menos romántica y eso me parece bien: eso es una oportunidad para ponerse a diseñar política, tener cuadros especializados, tener legisladores que sepan de los temas que legislan, etc, etc. Eso es otro graaan tema.

Anónimo dijo...

Jardinero escéptico:Tu cosecha de este año debe haber sido la mejor en años.El hecho de que el tema de la LSR no haya estado en el programa de gobierno no es,ni en pedo,una excusa válida.Si todos los parlamentarios de tu partido piensan una cosa y vos otra,o mejor dicho, tu mujer otra,decís que tu no estas de acuerdo,que se vote y punto.No olvidemos que el veto no permite el plebiscito,y que TV era hasta hace unos años fanático de los plebiscitos,(ya perdí la cuenta),en donde como dice Benito,se medía las pijas con sus adversarios

jardinero escéptico dijo...

Pad hace una buena observación, ¿Tiene algo de positivo levantar una fidelidad inquebrantable con las benditas “banderas históricas” del Frente Amplio de hace más de tres décadas, y su “espíritu fundacional” , cuando ya en la última elección estaba más que claro que éstas consignas tenían más que ver con el espiritismo o la arqueología que con medidas concretas a aplicar en el Uruguay del siglo XXI?. Es cierto que del reflejo antiimperialista poco o nada repercutió en políticas activas, pero de qué otros principios traicionados estamos hablando?. Mucho más útil que descubrir inconsistencia con “vaguedades” me parece que es conceder que muchas de las propuestas programáticas sí fueron cumplidas, con mayor o menos suerte. Para seguir con un ejemplo concreto: cuando decís “mi visión sobre el IRPF es esencialmente negativa”, ¿estas diciendo: era más justa la situación impositiva antes,? O estas diciendo que esta solución, si bien algo mejoró, esta lejos de ser buena?. Porque ahí esta el quid de la cuestión. Si pensás que fue un paso atrás, listo, no hay más que discutir sobre el punto. Si creés que fue un paso adelante pero imperfecto o insuficiente, o sea, que hay que seguir profundizando la línea de que pague mas quien tiene mas, subiendo los mínimos y acomodando la escala capaz que estamos pensando lo mismo. Tengo cerca de mí familiares con sueldos muy bajos y pude constatar cómo la reforma los favoreció. No es mi caso, pero creo que esas cosas son las que te definen una sensibilidad de izquierda, Ahí veo yo ese diferencial donde se pasa la raya, me importa o no me importa un carajo que se avance hacia un sistema tributario mas justo.
También podríamos poner el tema del presupuesto para la educación, o de la reforma de la salud, pero no vienen al caso ahora.

Veo un problema en tu razonamiento y es el siguiente: decís primero “yo no soy un frenteamplista, soy un votante de izquierda (…) pero no soy un voto cautivo”, ok, perfecto, y unas líneas mas abajo te quejás por el veto (y otras políticas que cuestionas), concluyendo: “Para mí ahí deja de representarme”…exactamente como hablaría un frenteamplista desilusionado. Si no tengo una camiseta puesta que me liga sentimentalmente con la organización política, me parece mas coherente evaluar sus medidas con distancia y sin necesidad de identificación. Algunas medidas me gustan, otras no, algunas me pegarán en el forro, pero no le pido al gobierno que me represente en cada uno de sus actos. A mi también el veto me resultó vomitivo, pero en todo caso prefiero sentirme representado más en la sensibilidad mayoritaria de los parlamentarios que votaron la ley, y levantaron la mano después contra el veto, que con la voluntad solitaria de Vázquez. Me sigue resultando fuerte que pienses que los parlamentarios hicieron toda la movida “pour la gallerie”. Parecería que hubiera sido mejor que dieran la batalla por perdida de antemano para no contradecir el anunciado veto como sugería Fernández Huidobro y ahorrar tiempo y dinero (!) … eso si hubiera sido patético, y motivo mucho más justificado para decir hasta aquí llego. ¿Y la otra hipótesis, cual era? “amenazar con la renuncia colectiva” como sugerís?, o sea hacer tambalear las instituciones porque el tipo vetó una ley que ni siquiera formaba parte del programa, y que anunció que vetaría desde el día uno?. Lo de Abdala, que reivindicás, es ya de una hipocresía infinita (de su parte). Era claro que TV iba a vetar, pero no era tan claro que no pudiera levantarse ese veto en la Asamblea General. Si en vez de declarar boludeces y rajar como una rata hubiera levantado la manito contra el veto y hubiera hecho fuerza para que toda su bancada votara igual, y si los blancos pillos hubieran evitado hacer política menor con este tema permitiendo que algunos de sus legisladores votaran a conciencia y con libertad, entonces no era nada evidente que las cartas estuvieran echadas de antemano.

En cuanto a tu caracterización como “neo-pachequismo de izquierda” lo tomo como un buen chiste, a partir de los escarceos sobre la reelección, las declaraciones aisladas y más bien patéticas de algunos connotados senadores, o incluso a lo que vos ves como una imbecilidad represiva de la ley anti-tabaco (que yo aplaudo como un paso valiente en defensa de la salud de los no fumadores, mas allá que pueda ser mejorada habilitando ámbitos para fumadores en ciertos espacios públicos donde esto sea viable, ya que tendría algunos inconvenientes técnicos su implementación).
Pero Pacheco no pasó a la historia negra de este país por hacer boludeces, ni por declaraciones tristes, sino por balear estudiantes en la calle y universalizar la picana y el submarino entre otras joyas. Y que querés que te diga, eso ya no me parece tan divertido…

benito dijo...

pad: la izquierda latinoamericana en general no tiene una tradición libertaria, y de hecho en los últimos años el mismo término "libertad" -desasociado de los reclamos de los tiempos dictatoriales y cooptado por el discurso económico-liberal- parece un poco desprestigiado. De cualquier forma y en relación a los valores morales, ese es un problema endémico de un continente colonizado por los países más católicos de Europa y con una herencia religiosa pesadísima -incluso en la izquierda-, lo que hace más penoso el que el país más laico del continente haya perdido su capacidad de hacer de punta de lanza en estos aspectos.

jardinero: vamos por partes; para mí el ser "frenteamplista" (o ser colorado, o ser trotskista o lo que sea) implica un compromiso activo más importante que el del sólo voto, y una suscripción en última instancia acrítica a las decisiones y orientaciones del partido. Eso nunca lo fui -no lo digo ni con orgullo ni con vergüenza-, y por eso no me considero frenteamplista, pero el haber sido su votante constante implica sí un apoyo modélico general. En el mundo globalizado y de la tercer vía, he tenido dudas incluso de la autodefinición como "izquierdista" por momentos, pero mi visión económica (fuerte intervención estatal reguladora y redistributiva) es de izquierda y en definitiva es la visión económica la que realmente diferencia la izquierda de la derecha, lo que separa los roles.

El ceder el voto a una fuerza, ya sea temporalmente o en forma continua, implica una suerte de identificación con la misma -como mínimo- y los electos con ese voto, son mis representantes. Si ellos no se corresponden con mis deseos ejecutivos, bueno, puede ser error mío, pero dejo de sentirlos mis representantes.

Vos sacaste a colación el tema del programa, yo no creo mucho en los programas ni en los textos dogmáticos, pero el programa del FA es profundamente vago, hasta el punto de que es difícil definir desvíos del mismo (y sin embargo hay varios, y no sólo los que te mencioné). ¿Pienso al respecto -a lo Sarthou o como los compañeros de la 36- que ha sido una traición constante? No, en absoluto, y a groso modo me gusta mucho más lo que hizo este gobierno que cualquier cosa de los anteriores. Pero también hay muchas cosas que necesitan aún una perspectiva histórica y ver cómo se resuelven sus efectos en el tiempo.

Porque es muy complicado hablar en términos maniqueos de blancos y negros en la mayoría de los temas puntuales, especialmente en relación a la economía. Vos me decís si estoy a favor o en contra del IRPF, y yo estoy ni en uno ni en otro. Un impuesto general y claro a la renta para mí es infinitamente mejor que la maraña de impuestos generales, regresivos o escondidos armados por las administraciones anteriores. Pero la praxis del IRPF no me convence para nada. Ante todo el IRPF debería haber sustituído a todos los demás impuestos, pero apenas se bajaron unos escasos dígitos del IVA y se mantuvieron casi todos los demás -incluyendo las cargas herméticas que se disfrazan en los aportes a rentas generales de los servicios públicos y monopolicos-, por lo que para muchos el IRPF significó en la práctica una sobrecarga impositiva. Y no para "los que tienen más", sino para los que tienen un poquito apenas -tengamos en cuenta que se empieza a tributar con un salario que ronde los 500 dólares-, y el aumento porcentual es de grandes escalones. Por sus características, además -dejando de lado en general las rentas de capital (algo entendible en términos de las economías globalizadas, pero profundamente injusto)- dónde más cargó ese impuesto fue en las clases medias profesionales, que justamente son un sector en decadencia y en fuga, pero el que aún funciona como principal integrador social, y los recursos generados no fueron orientados en absoluto hacia la misma clase.

Esto es una suerte de solidaridad compulsiva que el uruguayo al que más le duele el IRPF podría haber aceptado, pero por motivos demagógicos en lugar de instrumentar un IRPF progresivo, se estableció directamente un salto, generando una dialéctica no de "los que pagan más, los que pagan menos" sino entre "los que pagan y los que no pagan", olvidándose de que los impuestos también tienen un aspecto integrador.

En este momento, el uruguayo afectado por el IRPF -y los demás impuestos- tiene una carga impositiva similar a la de Suecia, pero ninguna de las retribuciones que el Estado ofrece a cambio en dicho país. Es decir; estoy de acuerdo con el IRPF, pero no con su implementación práctica.

Sobre lo de los parlamentarios ya dije lo que tenía que decir y lo mantengo. No pongo al turco Abdala de ejemplo de nada, sólo señalo que las consecuencias finales fueron las que él dijo: en general fue una pérdida de tiempo, dinero y esperanzas.

Y en relación a lo de "neo-pachequismo"... entiendo que si uno se centra solamente en las políticas represivas de Pacheco es una comparación excesiva, injusta y odiosa, pero aunque sean lo más notorio y tristemente recordado, esas políticas represivas no necesariamente son lo único y lo más representativo del gobierno pachequista, sino un gran cambio de paradigma gubernamental, la permeabilidad a los sectores de opinión reaccionarios, el clientelismo desbocado y, sobre todo, el presidencialismo vertical y el anti-intelectualismo. Y un quiebre con la tradición del propio partido en favor de un discurso mucho más tosco y populista (en el mal sentido). Esto ha ocurrido y sigue ocurriendo en el FA. Y si bien no se le pueden comparar los aspectos represivos o violentos, tengamos en cuenta que el FA actual es el que tiene como sector mayoritario uno implicado históricamente con actos de violencia de difícil justificación.

Por último; la legislación anti-tabaco tiene varios puntos buenos anulados por un exceso absoluto de potestades y prepotencias estatales. Para eliminar las pulgas le prendieron fuego al perro y algo que yo aprobaba -prohibición de fumar en espacios públicos cerrados y ámbitos laborales- se convirtió en un abuso total sólo para ganar la cocarda de "país libre de humo". Un gobierno que prohibe fumar y desestresarse en un patio abierto y totalmente ventilado, pero que al mismo tiempo tiene a media ciudad contaminada de plomo y no ha logrado solucionar ese problema en más de una década es, en términos de cuidado de la salud, un chiste.

pad dijo...

Respecto al IRPF uno en definitiva puede argumentar que es insuficiente tanto por la participación total del impuesto dentro de lo que el estado recauda, como por la idea intuitiva pero erronea (ahí comparto con Benito) de exonerar del pago a las franjas mas bajas. Yo también soy de la idea de tener a todos adentro pagando, aunque sea unos pesos, y utilizar el margen para bajar la carga de impuestos indirectos.

Aún así, esto es mejor de lo que había, muy moderadamente es cierto, pero es re-distributivo como lo muestran las simulaciones hechas por economistas. Y más aún, cambios como las deducciones por hijos menores de 18 años, mejoraron la equidad horizontal del impuesto.

Respecto a los recursos que no volvieron a la clase media castigada (sector que es castigado en todas reformas fiscales de este tipo), en realidad la reforma no aumenta tan significativamente los recursos. De hecho no se si en forma neta (sacando el efecto de aumento de la recaudación sostenida desde la aplicación del IRPF por el crecimiento) el IRPF tenía previsto un aumento de la recaudación fiscal.

Respecto a la progresividad, no creo entenderte. Es decir, su aplicación si es progresiva: uno puede discutir si el mínimo no imponible debe estar en ese umbral; pero su aplicación es progresiva en el sentido de que las tasas van aumentando conforme aumentan las rentas.

Anónimo dijo...

Jardinero,en la asmblea general, el tema estaba mas que perdido y estaba bien que así fuese.El Frente
Amplio tuvo en esta legislatura mayoría parlamentaria total, algo inédito desde el retorono a la democracia,y que seguramente no vuelva a suceder en 50 años.Los blancos pillos siempre dijeron que no, que no y que no.3/5 del parlamento ya es demasiado.A mi que no me gustan las mayorías absolutas y que no voté a TB, solo me servía que se vote,que mis representantes levanten la mano y punto.Ahora la culpa es de los blancos pillos, porque el veto es constitucional.......

Anónimo dijo...

Es muy bueno y muy interesante este post. Me ha hecho reflexionar bastante y he concluido que puede ser útil exponer mi experiencia al respecto de este tema tan delicado.
Filosóficamente he estado en contra del aborto. He pensado que nadie tiene el derecho de decidir sobre la vida de otro individuo. En realidad lo que es más difícil de precisar (y he aquí un gran dilema con relación a este asunto) es dónde trazar la línea que establece cuándo algo empieza a ser “vida”. Como bien dice benito, tranquilamente lo podríamos llevar hasta una simple paja. Pero no hay que olvidar tampoco que lo mismo puede suceder también hacia la otra dirección. En un caso nos transformamos en puritanos que no nos animamos a hacernos una paja y en el otro somos asesinos. Ni una cosa ni la otra. Pienso que debemos ser capaces de establecer esa línea correctamente.
Pero quiero aprovechar esta oportunidad para exponer la “otra cara” con respecto a mi experiencia en este tema. He dicho que “filosóficamente” siempre me he mostrado contrario al aborto. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de lo que me ha sucedido en la práctica. En varias oportunidades la vida me ha enfrentado a la circunstancia de que la novia de un amigo cercano tuviera un embarazo no deseado. Y debo decir que toda vez que esto me ha sucedido he recomendado a mis amigos abortar. La última vez que algo así me sucedió no sólo recomendé el aborto sino que incluso presté una importante suma de dinero a la persona en cuestión para que se lo practicara en las mejores condiciones posibles. Y todas las veces que me he encontrado en esa situación y recomendé abortar, lo hice con la convicción de que eso era lo mejor que se podía hacer. Cuando las papas quemaron jamás traje a la mesa esos argumentos que tantas veces había defendido en charlas de cafetín. En el cafetín era fácil hablar de ello, pero cuando las cosas van en serio ya hay demasiado dolor en la vuelta para devaneos filosóficos. Sin embargo, ese mismo dolor me recordaba en silencio que la discusión filosófica seguía pendiente. No hay aborto sin culpa y sin dolor.
De todos modos, forzado por los hechos me he visto a obligado a aceptar que mis convicciones filosóficas eran pura cháchara. Incluso debo aceptar que tampoco es cierto a rajatabla lo otro que he dicho al comienzo, es decir, “que uno no tenga el derecho de decidir sobre la vida de otra persona”. Podría citar varios casos en que no sólo se tiene ese derecho, sino que esto es incluso deseable. Tal y como en el caso del aborto, varias veces he actuado de modo contradictorio a esas ideas. Aunque no voy a extenderme sobre ello ahora, es harina de otro costal. Solo diré que estamos aquí frente a otra cuestión donde es difícil trazar la línea que divide cuándo uno tiene ese derecho y cuándo no. En cualquier caso debo recordarme con más asiduidad que las ideas son simplificaciones, intentos imperfectos de apresar la realidad, y es precisamente tratando de abarcar la realidad con las ideas que muy a menudo somos nosotros los que terminamos apresados en ellas mientras la realidad sigue muy campante su curso. Creo que es allí cuando nos desbarrancamos por completo, cuando no somos capaces de reconsiderar nuestras convicciones en virtud de los hechos, que no suelen contemplar ninguna idea. Pienso que Vázquez es un ejemplo bastante elocuente de esto. Y vergonzante. Por suerte la vida no me ha puesto en ese trance, pero sospecho que tal vez estaría dispuesto a hacer lo propio si me encontrara yo mismo y mi novia en la situación de un embarazo no deseado y no quisiéramos tener ese hijo. Pero en este punto vuelvo al comienzo ¿el hecho de que uno no desee un hijo es argumento suficiente para abortarlo? ¿qué sabe uno qué acontecerá con esa vida después? Conozco muchos casos de embarazos no deseados que resultaron muy bien. Sin ir más lejos, tal es el caso de mi propia hermana. Si mi padre hubiese sido un tipo como yo, muy probablemente ella no existiría hoy. Ni sus hijas, ni toda una familia entera que proviene de ella y que ha traído mucha felicidad a este mundo. Al menos para mí. No, no quisiera truncar algo así, me digo. Pero esta es mi historia, una sola historia. No podemos extraer ninguna conclusión general de ella.
Last but no least, considero de todos modos que en las circunstancias actuales del país todo esto que he dicho es una discusión casi lateral. Porque el aborto EXISTE, más allá de toda disquisición filosófica. Y existe muchas veces en circunstancias denigrantes, sólo multiplicando la muerte y el dolor en un asunto que ya es lo suficientemente doloroso y complicado per se. Y esto, pensemos lo que pensemos al respecto, es inadmisible.

benito dijo...

pad: me expliqué mal, el aumento de los porcentajes del IRPF en la franja que paga es indudablemente progresivo, lo que no me resulta progresivo es el salto de la nada al primer decil que paga. Es decir la exoneración total no me suena como parte de una progresividad.

En las fronteras de los deciles bien se puede dar -y en el primero es donde se ve en forma más flagrante- que alguien apenas incluído en la franja que paga del IRPF, gane un líquido menor que el de alguien no incluído, dándose la paradoja de que le convenga ganar menos. Ese tipo de situaciones son las que hacen borrosa la progresividad del impuesto.

Anónimo dijo...

...yo no creo que termine este gob con saldo positivo como pusiste
de hecho nunca hemos tenido saldo positivo
¿O las referencias son muy bajas?

todavía esta sociedad ¿? tiene que resolver problemas del XIX
como la basura, educación, vivienda
planeamiento territorial, Urbanismo proyectado, etc

de hecho en el interior, que es donde vive la mitad, NO hay educación formal
solo la escolar y algo de la liceal

con un par de facultades malas en Salto y alguna privada en Maldonado y TT
no se hace patria

a ningún gob le interesa que haya información ni educación
menos a gob con sezgos totalitarios, como este
(check por ej lo que dijo Huidobro acerca de las armas)

gob con doble discurso, al igual que los anteriores

la burocracia está al firme como siempre estuvo

gob que tiene uno de los índices de desnutrición más altos y nadie habla de ello
analfabetos por doquier, sobretodo en el interior; que es por donde yo ando y se palpa toda la realidad mejor que en Mont

ó lo que nadie se da cuenta y veo que hace años que hablo sobre esto, y todos me miran como que deliro
hablo acerca de la planificación Urbana
eso, la falta de generaciones y generaciones sin educación (y sin ideas o proyectos) y la centralización son la BASE de todos los otros problemas
fijate nomás la continuación de la doble vía hasta el Aeropuerto,
las casas estarán a escasos metros
y que casas?
y..quién compra al lado de la carretera...los cantegriles
y la taza demográfica es alta en poco tiempo
y yo que ando en moto
que es muy diferente a ir en un auto y menos aún en transporte colectivo,
veo clarito todo lo que va ocurriendo a mi paso
en donde tenés pendejos de escuela caminando por la banquina y autos que pasan a 3 m...
nunca se pensó en NO lotear los terrenos al lado de la carretera
nunca se pensó en si loteamos, bueno
se hace una calle paralela a unas cuadras de la carretera para que la gente circule sin peligro, etc

todo eso trae problemas de toda clase que no vale la pena nombrar ahora

-además, un gob (y en realidad todos ya que no hay oposición-y si no hay esta, no hay democracia-)
en donde tienen un proyecto de país esclavo con todo el cinturón de procesadoras de papel (ya hay 3)
en donde nunca vas a ver los millones de los que habla el masón
en donde solo vas a ver pobreza de todo tipo
en donde van a arruinar todo el Uruguay, desde Colonia hasta la Paloma
en donde ya sabemos que en Uruguay no hay control de nada y todo se arregla por abajo

y por otro lado gastan 150 millones de Dólares en comp de juguete,
y ese futuro pibe aunque quiera meterse en la informática, no podrá; sobretodo si es del interior
y si quiere sobrevivir tendrá que ir a talar Árboles

--se que de Mont no se logran ver estas cosas
y son solo anécdotas ó Titulares lejanos
como ver que pasó en Irak...
yo te digo que convivo hace 15 años con gente pre cantegril y se bien como es la realidad, de al menos la mitad de la población

puede ser muy desalentador, pero no es lo mismo hablar de integración, que realmente estar forzadamente integrado a esta gente
que en mi caso yo no no me siento parte
somos animales, y no hay ningún animal que tolere a otro grupo de la misma especie

yo soy de un tipo de mono, pero vivo desde hace años entre otra camada
camada que abunda en Uruguay
y que son mayoría de votos...

acá no hay la brbuja de poder evadirse e ir a ver una buena película al cine, ó salir de farra (solo que seas cumbiero ó te gusten los kilombos)
ó ver R n R
menos tocar...
por qué no te mudás??
pues es lo que hice, hace años
me mude a la playa..que es a donde pertenezco y donde esperas encontrar gente con ciertas similitudes
pero esto es igual que vivir en cualquier otra parte del interior
el mismo perfil

-----en cuanto al aborto

la ley vigente prevee el aborto legal si la madre se va a morir, etc
lo único que veto fué el no reventar el feto después de tantos días

esto es bien como lo de fumar
ó legalizar las drogas

por un lado, los que hablan de legalizar son los consumidores (habituales ó que ya van dejando)
siempre

por otro, tenemos que al no estar preparados, no estaría correcto ir al Kiosko a comprar 1 gr de cocaine ó unos porros
que ya sabemos, al igual que el alcohol ó cigarrillos (algo legal), se vende a cualquier botija

ohh, salí de joda estuve cogiendo con un par de pibes
no importa, voy y me hago un aborto
y chau

eso es lo que pasaría

tenemos que dejarnos de joder con estos temas puntuales
hay que hacer una base, luego vienen estos temas
necesitamos al menos, un par de generaciones de base, para comenzar a hablar

pero nunca se va a hacer por un tema de votos

el poder es más orgásmico que el sexo

para ello, todos sabemos que hay que tener ignorantes (como la mayoría en Uruguay)
para poder llevar eso adelante

puede parecer muy poco tolerable el veto a la ley, etc

pero ese no es el problema
esos son problemas si viviéramos en otra sociedad

Chazz dijo...

La libertad...

En los lenguajes anglosajones, la palabra "freedom", proviene de la idea de "free doom" ("libre destino", viene a ser).

Se refiere a la libertad de cualquier ser humano a disponer de su cuerpo, más allá de algo moral.

Cuando un ser humano puede suicidarse, por ejemplo, utiliza su libre albedrío de la manera más extrema.

Lo mismo sucede con el aborto.

Nuestra humanidad controlada y controladora, en dónde casi todos participamos como los agentes "Smiths" de Matrix, no tiene el más mínimo interés de permitir la "libertad final".

La sociedad que venimos moldeando desde la escritura, por lo menos, tiene muchos objetivos y ha sido estudiada por muchos expertos, como Michele Foucault.

Somos el panóptiko, y a veces llegamos a extremos como el nazismo, el comunismo soviético... pero en occidente, no nos hemos quedado atrás, no sea cosa que nos desalineemos y empecemos a pensar en nuestro derecho inalienable a empezar o terminar con la vida.

Silvia dijo...

Hola Benito, vine a dar acá a partir de un artículo que salió en el día de hoy en el diario argentino Crítica, donde te cita un columnista. Un hallazgo feliz. De todas formas, y a pesar de que ya otras/os usuarias/os te plantearon sus discrepancias respecto a lo que decís, que el tema del aborto es nuestro, porque atañe a nuestro cuerpo, etc., adhiero a lo que te dijeron, no es un tema de género, es de todos. En lo personal he realizado campañas a favor de la diversidad sexual aunque no sea mi problema, contra la invasión al Líbano, que tampoco me atañe, y lo haría para cualquier otro tema de discriminación y violencia. Tampoco estoy de acuerdo en señalar a las organizaciones feministas como responsables, por falta de estrategias o de debilidad de los planteos. Yo no sé a qué obedece la falta de participación ciudadana cuando se plantean algunas propuestas. Por ejemplo, ideé una acción que llevamos a cabo con una organización feminista –aclaro, no trabajo en ninguna organización-, el 4 de mayo de 2005, en la que entregamos ramos de perejil con una nota a cada uno de los legisladores en el Palacio Legislativo. La convocatoria fue distribuida por Internet y también salió en los informativos de TVLIBRE, canal en el que yo trabajaba. La asistencia fue más que magra. Sí fue apoyada por la prensa, y gracias a ella es que se difundió en el exterior, con el resultado de que en otros países se realizara después la misma acción con mejor participación.
También presenté en una ponencia en el Ministerio de Educación y Cultura, una intervención a la campaña contra las drogas, a propósito de la joven que fue procesada por haberse practicado un aborto. Te paso el link: http://www.heterogenesis.se/silvia/paginas/comuniquese.htm
Siento que estoy haciendo un mea culpa, como si fuera responsable del veto de Vázquez, de manera que la dejo por acá porque no me voy a hacer cargo de eso. Mi única responsabilidad fue votarlo, algo que no voy a volver a hacer. He decidido, luego del veto, votar anulado. Si finalmente se lo propone para una reelección, algo que dudo, mi consigna será “bote a Tabaré”, o “Tabaré me veta, yo lo boto”. Quiero agregar además, que el voto en blanco se suma al candidato más votado, el voto anulado es el que no va a ningún partido.
Volviendo al tema, sé que es un ejercicio difícil, pero estaría bueno que además de cuestionar y responsabilizar a personas o grupos, se aporte alguna idea que sume a lo que se está haciendo.
Gracias por este espacio.
Silvia

jardinero escéptico dijo...

Benito: Si bien podemos estar de acuerdo en que lo ideal hubiera sido que el IRPF sustituyera no te digo a todos, pero a buena parte de los otros impuestos, no hay que olvidarse que antes de ponerlo en práctica se discutía básicamente sobre su viabilidad. Se cuestionaba si en nuestro país y con nuestra idiosincrasia sería viable un impuesto de este tipo, no hablemos ya de las incertidumbres en cuanto a cual sería la recaudación real una vez puesto en práctica. Estoy totalmente de acuerdo que la rebaja del IVA fue insuficiente (aunque también se eliminó el COFIS - no olvidemos ese ingenioso regalito “provisorio” que nos dejaron quienes hoy prometen alegremente eliminar el IRPF sin decir cómo lo van a compensar). Pero por lo demás, me parecen cuestiones de ajuste necesarios que tienen que irse instrumentando sobre la práctica.
Lo del neo-pachequismo convengamos que no resiste mucho análisis, me parece como querer demostrar la dedicación al meretricio de la vieja de un juez de futbol a partir de lo que le grité después del penal no cobrado. Mas allá de declaraciones impresentables de algunos legisladores, de derivas mas bien populistas en el discurso de TV, que las hay, o de un matiz ciertamente no muy proclive a la “inteligencia” del entorno familiar mas próximo del presidente, sería necio negar líneas muy evidentes de avance en diversas áreas que hacen a la cultura, a la democratización del estado, a la innovación, o a los DDHH (ya nos olvidamos que hace tres años no más, parecía inimaginable ver al Goyo, gavazzo y los principales exponentes de la patota represiva entre rejas), y que son la antítesis de ese pretendido oscurantismo.
Sería tedioso ponerse a recorrer ejemplos desde el propio plan ceibal o los centros MEC, al muy interesante portal Timbó recientemente innaugurado, (http://www.anii.org.uy/mailing/columna.htm), además correríamos peligro de que esto empiece a tener un indeseable tufillo a sepredi – diosnoslibre.

benito dijo...

reverb: más allá de que me parece que mezclás unas cuantas cosas no necesariamente ligadas hay una frase tuya que me resulta preocupante, porque he visto símiles habitualmente en el discurso "pro-vida". Vos, después de emplear la expresión "reventar al feto" y de compararlo con el consumo de drogas, que se tomaría levemente el tema y tu ejemplo es: "ohh, salí de joda estuve cogiendo con un par de pibes
no importa, voy y me hago un aborto
y chau. Eso es lo que pasaría".

Bueno, dos cosas; primero, un aborto es una medida in extremis y tan complicada y desagradable en su praxis que nadie -a menos que sea una psicópata- va a tomarlo como un sustituto más del usar un condón o un DIU. Pero los accidentes pasan, los condones se rompen, los cálculos de ciclo fértil fallan, y cuando pasa la consecuencia siempre es meditada -sea una opción o la otra´. Pero además en el tono de tu frase hay algo de "bueno, el que las hace las paga", y además con una referencia a la promiscuidad (femenina, para ser exacto), que además crecería por la legalización del aborto. Más allá de lo débil que puede ser la conexión entre una cosa y otra, voy a contarte algo: coger está bueno, coger puede ser un fin en sí y coger no es algo que deba ser castigado con la obligación de una maternidad no deseada por haberlo hecho sin todas las debidas precauciones. Ya hay bastantes riesgos de salud como para que además se le ocurra a terceros que debería haber una condena al respecto. El pensar que la legalización del aborto redundaría en que alguna chica saliera y cogiera con "un par de pibes" es sumamente traído de los pelos, pero en otro post podríamos hablar acerca de qué carajo tiene de malo que una chica salga y coja con quién se le cante la que te jedi.

silvia: yo anoté algunos aspectos y responsabilidades que me parecían no evidentes -y más bien barridos abajo de la alfombra- del fracaso de esta ley, no quiere decir que sean los únicos ni los definitivos. Mi centralización del tema en las mujeres no quiere decir que uno no tenga nada que ver -al fin y al cabo hace no sé cuántos miles de caractéres que en mi calidad de varoncito vengo discutiendo y opinando al respecto-, sino que la considero una reivindicación histórica de las mujeres y que, como ya expliqué, tiene una importancia aún mayor que la del acceso al aborto en forma legal. Tiene que ver con una de figuras simbólicas más evidentes del patriarcado y la relegación de la mujer a la subordinación. Por eso me parece importante que las mujeres -al fin y al cabo mayoría en Uruguay- lo tomaran como un tema central e innegociable, algo que lamento decir que no sucedió, cosa que intenté probar en este post. Hay algo que se tiene que entender -aunque en el fondo es excesivo reducir las figuras represivas a su extremo mayor, que es la muerte-, que no se trata sólo de las mujeres que mueren por malpraxis abortiva el problema, sino la continuación de un modelo de propiedad del hombre sobre la mujer. Un modelo que se proyecta más allá de este tema puntual, y que, convendría recordar, mueren muchísimas más mujeres por violencia doméstica -a manos de sus parejas/dueños- que por abortos. Y son dos cosas que, aunque no parezcan, están ligadas.

Yo no discuto el que vos hayas hecho lo que hayas podido -lo mismo que varias amigas mías- y te lo reconozco y respeto; el problema es que no alcanzó y que la gente que podría haber hecho más -por atribuciones de poder simbólico que les hemos otorgado- no lo hicieron. Yo estoy convencido de que si el tema se hubiera tratado en forma crucial, y que se hubiera generado una auténtica amenaza electoral/militante, el veto no hubiera ocurrido. Escuchame, es un veto en contra del voto del 100 por ciento de la bancada, esas cosas no pasan si no se dejan que pasen. Es imposible.

Mi aporte al tema es todo lo que puedo teorizar al respecto y todo lo que pueda concientizar sobre sus aspectos menos evidentes. No es que esté haciendo purgas -que mal podría hacerlas desde una ausencia de estructura-, ni tampoco una mera catársis, sino que es algo con lo que se va a volver a rebotar si no se identifica lo que se hizo mal. La derecha religiosa -en la que incluyo, obviamente a TV-, en minoría absoluta tanto legislativa como de opinión pública, hizo todo bien y en inferioridad de condiciones anuló esta ley, posiblemente por una década más. Lo lograron porque se tomaron esto en serio y amenazaron dónde dolía: en el voto y el apoyo económico. Amenazaron con el retiro absoluto del apoyo y el voto. Amenazaron hasta con maldiciones católicas y la promesa del infierno. Y ganaron. A mí que me perdonen pero las organizaciones prolegislación no hicieron mucho más que levantar la mano naranja y después decir "qué cagada, cómo no nos dimos cuenta de que TV era así..."

Yo insisto; me gustaría buscar en historias políticas recientes y posteriores a las monarquías ejemplos de presidentes que se opongan y boicoteen iniciativas del 100 por ciento de su fuerza política. Y que tenga éxito. Así que a no disculpar a la fuerza en su totalidad. Y a no disculpar al reclamo de la ley que, ingenuamente, no consiguió formar una fuerza no-partidaria.

jardinero: yo no inventé lo del "neo-pachequismo", pero lo sigo defendiendo con salvedades. Un neo-nazi no deja de serlo porque no haya conseguido o intentado instaurar una cámara de gas o un campo de concentración. Sí, es un ejemplo totalmente excesivo, pero la dinámica de poder centralizado ejercida por TV -incluyendo la semicampaña de la reelección- tuvo muchísimo de pachequismo, hasta con Magurno y propaganda de boxeo incluida. Por supuesto que, más allá de alguna amenaza y de la campaña de discriminación a los fumadores, no ha sido un gobierno represivo. Menos mal, y se lo reconozco como mérito nada menor (de hecho le llegó a faltar alguna represión menor en relación a algunos chantajes corporativos).

Y después hay de todo; de hecho en los dos temas que mencionás hay un claro y un oscuro. El plan Ceibal es, aparentemente (relativizo no por mala leche sino porque hay una oposición respetable y argumentada por parte de los grupso de software libre), una buena inciativa, así como algunas de las innovaciones del MEC; pero simultáneamente la enseñanza entró en un colapso en proporción inversa al aumento de recursos que se le otorgaron, y que tiene que ver con la cooptación de la misma por sus órdenes gremiales y corporativos -algo apoyado explícitamente por el partido mayoritario del FA y por el de mejor trabajo de bases-. La actual Ley de Educación, si se instrumenta bien y sus órganos de evaluación funcionan, puede corregir algo de esto y mejorarlo, pero el daño hecho es gigantesco.

Y en relación a lo del Goyo, Gavazzo y cía... sí, yo me alegré también, pero a medias. En primer lugar, esos villanos ya se salieron con la suya. El encarcelarlos ya ancianos y en condiciones privilegiadas, llega un poquito demasiado tarde para lograr el efecto catártico y retributivo que se necesitaba. Eso no es culpa del FA, aclaro, sino de los canallas anteriores.

Pero el FA no tuvo el gesto de valor necesario para salvar el componente simbólico y enjuiciarlos no por las grietas de la apestosa Ley de Caducidad, sino de frente, con el derecho internacional de su lado. Como estado de derecho. Admito que así es mejor que nada, pero quedó en casos puntuales, se perdió la chance de juzgar no a unos viejos criminales, sino al Golpe de Estado en su totalidad. Y eso no fue por "respeto al voto ciudadano" -un voto amarillo ilegal y bajo coacción que no tiene por qué ser respetado- sino por timidez política.

Diego Estin Geymonat dijo...

Benito, en cuanto a lo del gobierno represivo del FA, no te olvides de los incidentes de la Ciudad Vieja y de los presos por sedición.

Anónimo dijo...

benito: si yo fuera una feminista de ONG trataría que te contrataran, en serio.

Agrego que en la tapa del libro “igualdad de las personas independientemente de su sexo” dice que la carga –física, psíquica y social– de la reproducción humana la lleva la mujer, antes, durante y después de la gestación.
Mientras no se asuma que corresponde a cada mujer preñada decidir si va a gestar y dar a luz no habrá igualdad entre varones y mujeres.

Es claro que acá estamos lejos de eso.

¿Anónimo habrá notado que en sus historias quienes aconsejan, financian o deciden abortos (o nacimientos) son personajes varones?

Reverb: te iba a describir un par de procedimientos abortivos, de los mejores –best available technology, podría decirse– pero decidí ahorrárnoslo.


Saludos.

Anónimo dijo...

...pues, lo que vos decís está correcto
y lo que dije al respecto de una de las maneras que puede suceder, también creo que es posible y se dará

quizás se malinterpreta y queda como que estoy a favor de no abortar

en realidad, no he tomado una posición al respecto todavía

ya que creo tomar posiciones, en algunos de los temas que puse; que creo que son más de base
para generar mejores sociedades

lo que dice el último comentarista
acerca de que son Hombres los que deciden
la verdad, no lo se
pero lo razonable es que fueran más Mujeres, de seguro

y no veo a lugar eso que el comentarista dice respecto a enseñarme procedimientos abortivos

la sociedad Uruguaya, no es una responsable
por lo que sigo sosteniendo lo del comentario anterior
acerca de que hay que resolver, no solo hablar y teorizar, otros problemas

fijate que parece que nunca se resolveran
algunos por ineptitud otros porque no convienen
como lo que ponés de los posibles retiros de votos de ciertos bloques de poder
pero siempre estamos en la misma;
con más chirimbolos Chinos