jueves, 5 de julio de 2007

Sexo, drogas, muerte et al

El ectasy tiene una resaca particular; no es la sucesión de dolores de la resaca alcohólica ni el desbalance orgánico general -y las ganas de morirse- de los amaneceres de las noches fruleras. La resaca del ectasy es más bien como una ausencia general de energía, no es exactamente cansancio, es como si funcionáramos con una batería de menor voltaje. Tal vez el MDMA sea justamente como una tarjeta de crédito anímico y energético, con la cual podemos gastar a cuenta del próximo día toda la vitalidad de un fin de semana en una sóla noche. Si uno está de vacaciones, esa resaca nebulosa puede llegar a ser agradable y reflexiva, aunque tengo entendido que los consumidores habituales y abusivos padecen de ligeros -o no tan ligeros- cuadros de angustia y depresión durante esas resacas. No sé, nunca me pasó, pero no soy un consumidor habitual de ectasy. Acabo de cumplir un montón de años y me siento muy bien, paseando como si fuera una nube de humo rojo por Parque Rodó.

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Veo en la televisión a una chica que conozco y que tiene aproximadamente mi edad. Pero, mierda, parece que tuviera seis o siete años más de los que tiene, y no hace mucho tiempo estaba muy buena. Se lo comenté a sigmur y me hizo una observación que comparto: muchas de estas mujeres provenientes de la clase alta -como es el caso- se obsesionan tanto con recuperar la forma después de tener hijos, que se desgastan y demacran en dietas y conductas nutritivas poco saludables, haciendo que una mujer de 35 años parezca tener 45 y estar sufriendo de alguna fea enfermedad. Eso sí, están muy delgadas y toda la ropa les entra. No sé si algún hombre les entrará, pero eso no parece ser una prioridad.

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La versión de Crash de David Cronenberg me decepcionó bastante cuando la vi en el momento de su estreno, hace más de diez años, y no la volví a ver hasta hace unos días. Debería haberlo hecho antes, debería haber confiado en esa mezcla de desagrado e interés que me producen inevitablemente las obras que superan mis expectativas en una forma no necesariamente placentera. En su momento me pareció una película imposible de hacer en los límites convencionales del cine, ya que de ser fiel a la novela tendría que tener sus buenas partes de un porno hardcore extremista e imposible de exhibir en un circuito de salas normales, pero lo que más me había chocado era la frialdad, el silencio y la lentitud con la que Cronenberg la había filmado, en contraposición clara con la velocidad abigarrada y casi barroca de la prosa del libro original de J.G. Ballard, pero ahora, reviendola en forma tardía, entiendo a la perfección lo que quiso hacer Cronenberg.

Hay una diferencia central entre Ballard y Cronenberg; mientras que el primero escribe con espanto y fatalismo casi bíblico sobre el fin de la humanidad tal como la entendemos, el canadiense filma como si ese fin ya fuera un hecho consumado y él fuera un entomólogo revisando un grupo de insectos que siguen moviéndose a pesar de estar mortal e irreversiblemente mutilados. Es así que en el fondo el Crash de Cronenberg es aún más extremo que el de Ballard, aunque no incluya elementos claramente pornográficos y ni siquiera excesivo gore, más allá de las tantas veces mencionadas cicatrices. Es más extremo porque retrata la muerte del amor y lo hace fríamente, de la única forma posible.

Lo cual no quiere decir que no haya belleza en su empresa; es hasta ahora el único director al que he visto filmar un accidente y sus consecuencias de la forma correcta, es decir, innaturalmente lento y con ese extraño silencio que sólo se escucha en los accidentes automovilísticos serios.

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Voy a comprar condones a una farmacia lejos de casa y me atiende una chica veinteañera y atractiva. En otro tiempo posiblemente hubiera salido de la farmacia con aspirinas o curitas, y sin condones obviamente, pero los años a veces regalan algunas seguridades. La chica me cobra, me mira a los ojos y me da la caja con una sonrisa traviesa, diciéndome: "que te diviertas". Le agradezco, un poco sorprendido, y me voy con un cierto calor en las mejillas. Qué guacha. Me doy cuenta que este breve intercambio de simpatía me resulta bastante más erótico que el previsible encuentro sexual para el que compré los forros. Me parece que estoy inquieto otra vez.

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Bajé y vi Bridge to Terabithia (Gabor Czupo, 2007), la versión cinematográfica de una novela juvenil clásica de Katherine Paterson que al parecer es muy popular en tierras anglosajonas pero que yo desconocía por completo. Es una belleza, una fábula redonda sobre la energía creativa, la amistad y la pérdida, está filmada con sensibilidad, tiene un gran protagonista adulto (Robert Patrick, un gran actor frecuentemente desaprovechado) y la actriz infanto-juvenil más encantadora que pudieron encontrar. Tiene una escena en la que una profesora de música bellísima canta con sus alumnos 'Someday' de Steve Earle. Es triste como la gran puta.

Cuando busco algo de información sobre la novela original me entero que es una obra muy polémica que ha sido atacada frecuentemente y desaconsejada por decenas de organizaciones, en su mayoría cristianas. El motivo más obvio es tan imbécil como el motivo por el que algunos cristianos aborrecen a Harry Potter, es decir, su paganismo y su falta de realismo -algo notable viniendo de gente que cree que hay una entidad sobrenatural e invisible que les prohibe masturbarse y trabajar los domingos-, pero aparentemente también por un notable diálogo en el que se pone en duda la existencia del infierno y su sala de torturas eterna. Sin embargo lo que me llama la atención -de la idiotez de los oscurantistas ya no me asombro más, solo me asusto- es que uno de los principales motivos por el cual Bridge to Terabithia ha sido considerada una lectura inapropiada para los jóvenes es porque hay una muerte, muy importante, en su trama, y tanto el libro como la película no hacen nada por ocultarla o soslayarla. Al contrario, se puede considerar incluso que es el núcleo de la obra: la muerte, la ausencia de respuestas únicas ante ella y el respeto al dolor.

Y al parecer esas son cosas que hay que ocultarle a los más jóvenes. Especialmente la muerte, cuya familiaridad podría hacerles ver la imbecilidad fundamental de vivir con miedo.

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Mientras deambulo envuelto en la niebla roja de la resaca entre las góndolas del supermercado, me encuentro con un amigo que me dice que tiene una mala noticia que darme; Luis, un conocido en común, murió la noche anterior, al parecer de un ataque fulminante de hepatitis B. No me sorprendo, porque estos dos últimos años han sido para mí años marcados por la muerte, no sé por qué.

Hacía muchos años que no lo veía; más que un amigo era para mí una de esas personas con las que estamos en contacto poco tiempo, pero ese tiempo coincide con un período tan extraordinario de nuestras vidas que de alguna forma quedan en nuestra psiquis asociadas al concepto mismo de la felicidad. Conocí a Luis en una posada de Arraial D'Ajuda en la que estuve de vacaciones un par de semanas y trabajé otro par. Luis tomaba cerveza todo el día y programaba la música de la posada, privilegiando los discos de Timbalada, de Toquinho, de Jorge Ben Jor y contándome historias sobre ellos mientras yo perseguía chicas paulistas que no entendían un pomo de lo que yo les decía. Hace poco hablé sobre una de esas historias que contaba Luis en un post sobre Vinicius. Extrañamente era la primera vez que me acordaba de él en muchos años.

Tenía 40 años. Tenía una pierna más corta que la otra pero jugaba al fútbol con picardía y habilidad. Que yo sepa nunca tuvo una novia, nunca tuvo dinero, no tuvo hijos, no dejó detrás de él un trabajo memorable. Era parte de una generación de bohemios de Pocitos, algunos años mayores que yo, que fue desvastada por las drogas y el SIDA, pero él era un tipo sano y de famosa generosidad. Recuerdo una cosa de él: una vez estábamos en la posada intercambiando esas historias de transas y excesos, esas que son como medallas de autenticidad para los integrantes de la generación del destape, y uno de los uruguayos que estaban en la posada contó una anécdota no muy graciosa sobre una venta de faso en la que había terminado ganándole la plata a unos palomas. Luis, que no era ningún santo en temas de drogas, se quedó serio y le dijo "mirá, la verdad si yo hubiera hecho algo así no lo contaría con tanto orgullo". Y luego agregó; "pero yo nunca hice algo así, porque no soy un ladrón". Por supuesto el otro flaco no habló más.

Eso me acuerdo de Luis L., que era un tipo honesto, con un corazón enorme y sin nada de suerte. No le recuerdo ni una queja al respecto.

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En los últimos meses me doy cuenta de que me está pasando algo extraño; siendo un fan del cine de terror y del gore desde muy chico, no estoy pudiendo soportar algunas escenas de crueldad cinematográfica. Es raro, es como si estuviera perdiendo mi capacidad para diferenciar la violencia de su representación. En todo caso me he sorprendido adelantando algunas escenas mórbidas de la nueva temporada de los magníficos capítulos de Masters of Horror.

Y directamente no pude ver Hostal 2. Tenía que hacerlo, por motivos de trabajo, pero simplemente vi el afiche y no pude hacerlo. Supongo que el idiota de Eli Roth debe creerse el pope del torture porn, el hombre que introdujo las películas estilo Guinea Pig a Occidente. Me gustaría demostrale algunas cosas prácticas sobre la tortura.

Pero me resulta triste esta intolerancia, es como un gran bebedor que descubre que el hígado no le está aguantando. Tal vez sea una fase pasajera. O una simple saturación de cosas horribles fuera de la pantalla.

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Una muchacha complicadísima que a veces conozco me mandó un sms diciéndome que posiblemente fuera a verme al lugar donde celebré mi cumpleaños, e inmediatamente supe que eso significaba que no iba a ir. Pero cuando escribió mi nombre/apodo se molestó en poner la caprichosa diéresis que suelo colocar encima de una de sus vocales como un heavy metal umlaut; es decir, como un adorno pseudo-diacrítico que no altera el sonido del nombre pero germaniza su aspecto.

Y esta mínima preocupación, estos segundos extra gastados en ese detalle irrelevante, me parece un buen regalo y me hace pensar bien de ella, que es demasiado joven como para darse cuenta.

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Encontré un sitio fascinante en el que están las transcripciones -en rigurosas tablaturas americanas- de acordes de todas las canciones de Leonard Cohen. Todas las que me dio pereza o no supe sacar. Me paso así algunas horas tocando en particular las canciones de Various Positions, uno de los discos menos populares del canadiense que, sin embargo, tengo entendido que es su favorito. Es un disco sumamente irregular, pero contiene tres o cuatro canciones que lo hacen el mejor de todos, o eso me parece. Hace tiempo que no lo escucho, porque mi copia en CD se la quedó Darnauchans hace muchos años y vaya a saber uno dónde estará ahora.

Me gusta tocar el cómodo tiempo de vals de 'Night comes on', una canción que considero tal vez la más sentida -tal vez por ser la más autobiográfica- de toda la cosecha de Cohen y que tiene algunos versos deslumbrantes en los que Eros y Thanatos se dan la mano con una elegancia sin par. Y que contiene un brindis lleno de esperanzas: "here's to the few who forgive what you do / and the fewer who don't even care".

Me queda bastante adecuada para mi voz. Mientras repaso sus largos versos perfectos trato de pensar una buena excusa para caer por casualidad a una farmacia que no me queda de camino para ninguna parte.

63 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso post, de verdad. Sobre Bridge to Terabithia tenes razón en todo lo que decís sobre los que la reprueban y tal. Pero reconozco que me costó un huevo y un rato largo de explicaciones convencer a mi hija de que a la pelicula no le "faltaba un pedazo" y que no habia "bajado mal" como ella insistia. Convencerla (creo que no lo logré) de que la vida tiene sentido solo si hay muerte.

benito dijo...

No, definitivamente es una película fuerte y que te puede tener a un preadolescente llorando tres días. Pero "Bambi" también y esa porquería de "Titanic" también. Por lo menos "Bridge..." te plantea el propio conflicto de la muerte, no la mete al pedo para hacer llorar a los pibes.

Lo que sí fue una hijadeputeada fue lo que hizo el estudio, que armó un trailer con las escenas más fantasiosas, haciendo creer que la película es una especie de "Crónicas de Narnia", cuando en verdad no tiene nada que ver.

Anónimo dijo...

Cohen, Cohen... Cada vez que pongo un disco del tipo significa que me perderé por semanas en esas canciones perfectas y austeras. Qué precisión para la palabra y la nota, qué monstruo.
Otro disco bastante olvidado es "Recent Songs", que está lleno de diamantes, en mi opinión. "The guests", "Came so far for beauty", "The traitor". To name a few...

A sus últimos discos no pude entrarles: musicalmente parecen tomar como paradigma a "The jazz police", aquella canción condenada a subsistir entre gigantes en "I'm your man".

gabriel dijo...

Me pasa lo mismo con las escenas de violencia, soporto mucho menos que antes.
Me gustó la chica de la farmacia, digo, el relato; y el de las diéresis, que tengo un apóstrofo en el apellido y sé lo que se siente :-)

(no es apóstrofe eh, que todo el mundo lo escribe/dice mal)

Anónimo dijo...

Ah, la violencia fílmica, a partir de haber tenido hijos, casi no la tolero. Tragué saliva como un hijo de puta viendo "La Caída".

Y la del mundo real, la del balazo en el almacén, la de la bomba en la mezquita, la del embajador americano expresando el malestar de su administración ante el populismo de ciertos gobiernos sudamericanos, me convierte en una criatura paranoica y asustadiza. Una cagada, sí.

El gaucho insufrible dijo...

... no he visto Crash, pero pensando en choques me viene a la memoria el que hay en Punch-Drunk Love - lo digo en inglés no por hacerme el interesante sino porque no me acordaba del titulo y lo busqué en imdb -,una comedia de Adam Sandler dirigida por el director de Magnolia.

La secuencia del choque, muestra en silencio como el conductor mira a su acompañante mientras ésta grita, es lo mejor de la pelicula.

Anónimo dijo...

David Lynch también supo mostrar buenos choques.
En "Wild at heart", Nicholas cage y Laura Dern y no sé si alguien más, van por la ruta mientras suena Wicked Game de Chris Isaak y de golpe se encuentran con la escena de un accidente.
Se detienen y es todo silencio con la excepción del señalero del auto accidentado que hace "ti-tic-tic-tic", luego se encuentran con la morocha de twin peaks (Sherilyn Fenn), que con una mano sobre una herida mortal que tiene en la cabeza, busca su cartera mirando al suelo.

El choque del principio de Mullholland Drive también está muy bien realizado.

Anónimo dijo...

Ya que la nombraron, "Came so far from beauty" es un tema enorme que siempre me hipnotizó.

Hay una versión muy buena de la sueca Stina Nordenstam en su álbum de covers (People are strange) que tiene alguna que otra cosa rescatable también.

gabouy dijo...

de los posts que mas he disfrutado...

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Excelente post, sobre todo el buen sentido de cierre con la pequeña historia de la farmaceuta.
No es lo mismo, pero me hizo acordar un poco a la primera vez que compré condones. Habían veinte mil razones para no entrar, o los farmaceutas eran conocidos del barrio, o había mucha gente dentro del local, o terminaba completamente indeciso ante la variedad de marcas y tipos que había.

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Soy un fanático de Lynch, aunque considero que Wild at heart es una película bastante floja en comparación al resto de su filmografía (bueno, no tan floja como Dune). Sin embargo, justamente esa genial escena del choque y una de las accidentadas completamente fuera de sí (creo que estaba obsesionada por un bolso de su madre, que precisamente murió en el choque) me parece que es lo que salva la película.

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Creo que los años van sensibilizando a uno, les escribe un tipo que no optó por medicina forense sólo por la cantidad de años que insumía la carrera.
A mi Hostel no me generó mayor problema (me pareció muy artificial todo y algo carente en generar violencia psicológica), y sin embargo nunca puedo ver entera la escena de American History X en que Edward Norton obliga a poner al negro los dientes contra el cordón de la vereda (y eso que es muchísimo menos explícito)

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Las veteranas consumidas ya son un elemento más de la fauna montevideana.

Anónimo dijo...

El choque de Wild at Heart está genial y el de Amores Perros está muy bien hecho tb.

Ví Hostal 1 y me pareció una porquería, llena de violencia sin sentido, película minorísima si las hay y asquerosa.

"Una muchacha complicadísima que a veces conozco" bravo....bravo.

benito dijo...

Sí, el choque de Wild at Heart es lo mejor de la película y, al igual que las mejores partes de Crash, es silencioso y hechizado, como los verdaderos choques.

No siendo una persona muy imaginativa, aclaro que los descripto es rigurosamente autobiográfico, si es que eso es posible.

cándida: para ilustrar visualmente al menos, la chica a la que hace referencia la frase era mi compañía en el recital de Supersónicos.

benito dijo...

Por otra parte coincido en la fealdad de "Jazz Police" (canción-chiste que por otra parte Cohen detesta y que es de las pocas que no están incluídas en su cancionero oficial), pero no me parece que el "Ten New Songs" obedezca a esta tendencia, y el "Dear Heather" (que escuché muy poco) es otra cosa, rara también, pero otra cosa.

Adoro el "Recent Songs", otro de mis discos favoritos de Cohen y, que yo sepa, "Came so far for beauty" y "The Smokey life" son de los pocos temas del canadiense que usan acordes de jazz, lo cual es una pena porque van muy de acuerdo con su voz. Y además están las guitarras españolas de "Gypsy Wife" y "The Traitor" (otra de mis canciones favoritas), y esas trompetas mariachi de "Un canadien errant..." Es un discazo. Tal vez le hayan dado menos bola porque sus textos son (engañosamente) simples.

Anónimo dijo...

No coincido en lo más mínimo con lo que decís de la película de Crash. Siempre creí que Cronenberg había hecho una tarea increible al transportar el casi inadaptable clima del libro al cine sin perder nada. Y tampoco le encontré realmente la velocidad que vos mencionás a la novela. Es un libro donde uno lee paginas y paginas sin que narrativamente pase nada, por momentos uno no solo tiene la impresion de que la historia no avanza, sino que mas bien se empieza a preguntar si hay realmente una historia para que avance. En realidad creo que no la hay, la historia es apenas un esqueleto para que Ballar haga sus reflexiones y sus profecias apocalípticas encima. (tengo miedo que se entienda lo contrario al leer el comment asi que aclaro que amo incondicionalmente ese libro, no se confundan)

Hostel 2 muy lamentablemente la vi. Soy fan del gore y comúnmente la violencia y la crueldad en el cine no me espanta en lo más mínimo. Y no fue eso lo que me molestó de Hostel. El problema de Hostel es que es una basura intragable en todo sentido. Es inaceptable como película de terror porque Roth está incapacitado para generar cualquier tipo de clima que funcione, lo más que logra es que cada tanto uno piense "Ah, acá es donde debería sentirme tenso", pero jamás pasa, de ninguna manera. Menos aún funciona como película gore, porque he visto muchas películas que no se venden como gore y que contenían muchísima más sangre y violencia. En la película no se ven más que un par de muertes, las escenas de tortura no son tales y solo se reservan una paupérrima castración para el final de la película, como si fuera la gran cosa. Por supuesto que jamás criticaría a una película por tener poca violencia, pero si la venden como una película gore y de torturas, y no lo es de ninguna manera, es como una burla al espectador.

Otra cosa que vi es el trailer de la próxima Rambo y me sorprendió cuanto gore (de verdad, gore) hay en ese trailer, aunque fuera la única violencia de la película, que lo dudo, sería mucho para el promedio de película de acción mainstream yanki. Más bien parece digna del cine coreano, y no dudo en la responsabilidad de este repunte del gore por parte de la llegada del cine de terror oriental a occidente de forma masiva (cosas como Audition y Oldboy, no como Ringu y Ju-On, malditas películas aburridas de fantasmas).

benito dijo...

Darío: coincido en que en Crash (el libro) no pasa virtualmetne nada durante páginas, lo cual es lógico en una novela entera que es una descondensación de apenas un breve capítulo de La Exhibición de Atrocidades, pero el lenguaje para describir esa inacción es asombrosamente barroco, y la película es notablemente estilizada. La película es limpia, a pesar de los llamados a la suciedad que hace constantemente (recordemos la escena del tatuaje).

Para mí Crash, la película es totalmente una obra de Ballard, al contrario de El almuerzo desnudo que, a pesar de no respetar un carajo el texto, es muy Burroughs. Siendo un fan de Ballard y de Cronenberg, creo que mi decepción original vino porque esperaba algo sobrenatural de la suma de ambos, y no una película fundamentalmente del canadiense.

Anónimo dijo...

Bueno, la música de "Came so far for beauty" es de John Lissauer, quien también trabajó con Cohen en versiones tempranas de "The smokey life" y "The traitor". Tal vez eso explique los acordes jazzeros...

Anónimo dijo...

"Dear Heather" no lo escuché, "Ten New Songs" me decepcionó de entrada y no le di demasiadas oportunidades. El hecho de que Cohen compartiera créditos con ¿Sharon Robinson? no ayudó. Antes, cuando Leonardo se sentía expansivo y quería escribir en sociedad, se juntaba con Spector...

benito dijo...

Y Spector le recontra-garcaba los discos, porque Death of a Ladies Man tiene cuatro canciones impresionantes (aunque todas mal cantadas porque el maniático de Spector usó las voces guía y no le permitió hacer correcciones) y el resto es inescuchable. (sí, ya sé que esas cuatro canciones valen el disco y que la producción sonora es en algunos aspectos genial, pero convengamos en que es un disco muy imperfecto).

El Ten New Songs peca de aburrido: las diez canciones suenan todas muy parecidas entre sí. Pero si las escuchás por separado te das cuenta de que algunas -como el tema de difusión "In My Secret Life"- son impresionantes.

No soy un gran fan del I'm Your Man, en mi opinión el disco más sobrevalorado y peor producido de su carrera, aunque tiene un par de textos de primera.

Anónimo dijo...

Cohen siempre se arrepintió de conocer a Spector y de embarcarse en semejante empresa. A mí "Death of Ladies Man" me gusta mucho; tiene "Iodine" y "Fingerprints" que están para la quema, pero con "Paper Thin Hotel", nomás, me doy por hecho.

Anónimo dijo...

For many happy returns, benito!
La próxima vez que te cruce por ahí, te invito un trago para brindar, ¿querés?.

1. Para las resacas, nada mejor que la silimarina, el hepatoprotector más potente que existe (sólo conozco una marca, Tendencil, y no trabajo para la industria farmacéutica, simplemente le doy de punta al escabio).

2. “Tal vez sea una fase pasajera. O una simple saturación de cosas horribles fuera de la pantalla.”
En mi experiencia, es por ahí. Te bajan las defensas psíquicas y te convertís en un griego antiguo. No te preocupes, acordate que a Psyché también la representaban como una mariposa.

Stephanie Biscomb dijo...

Me arriesgo a sonar redundante y petty, pero feliz cumpleaños :D.

No tengo mucho para decir más allá de que amo tus posts, inclusive aquellos en donde no tengo idea sobre qué estás hablando (y por lo tanto recurro a google y wikipedia a millón) y aquellos en los cuales no me identifico. Seh, seh, otra groupie más. Buenísimo.

Anónimo dijo...

en ladron de orquidias tambien hay un choque interesante. con la camara dentro del auto.

una anecdota de spector con cohen: en un momento de la grabacion spector lo rodeo con el brazo desde atras, le puso un arma en la cabeza y le dijo "te quiero". mierda, no es para cualquiera spector.

para tanto hostel? a mi me habia gustado la uno. la escena en que la japonesa se tira al tren esta buena.

El gaucho insufrible dijo...

Esta mañana me pasó otra vez.

A lo mejor es el efecto narcótico de viajar en tren. Uno se queda mirando la ventana y ve que el paisaje va 80kms y parece que se vive en cámara lenta.

Así como sin querer me vino a la cabeza el relato del amigo fallecido.

Igual que ayer terminé pasando lista de los muertos que apenas conocí y de aquellos que son mios.

Los ajenos son pocos y los mios demasiados.

R. se suicidó. Me enteré de casualidad hablando con un amigo de esos que se ven una vez al año.

R. tocaba la batería y lo conocí viendo los ensayos de la banda de mi amigo. No tenía cara de suicida; si es que existe una cara para serlo.
Tenía un humor rarísimo, tanto se mandaba un chiste de esos que solo hacen los Ingenieros como uno de tetas y culos; algo así como una mezcla bizarra de Frank Zappa y Olmedo.
También pasaba en un segundo de contar chistes a putearte de arriba a abajo.
Era un buen tipo.

Que descanse en paz.

El hermano de V. murió en un accidente de coches.
Nunca lo conocí bien.
La imagen que me ha quedado es verlo llegar cuando estaba en la casa de V. y saludar para volverse a marchar.
Era un tipo guapo, el orgullo de la familia y siempre estaba con una sonrisa enorme acompañado de una de esas rubias frágiles de colegio privado que se veian en Pocitos.
Era un buen tipo.

Que descanse en paz.

Anónimo dijo...

Perdoná chabón/si se me pianta un melancholic lagrimón, pero este post y el excelente, brillante, hermoso post anterior -tus precisas definiciones sobre Ney Matogrosso, la pérdida del spirit de las ciudades, etc, mierda, hacés dar ganas de cortarse las manos- me recordaron a las mejores épocas del FYT.

Crash como película y como libro es un tema sobre el que he pensado bastante en los últimos meses. Tiene que ver tal vez el procaz índice de accidentes que sufre este lado del charco que me hizo pensar en una Crash sin líbido o quizás, muertos los placeres que definían la vida hace ya tiempo, Eros sin espacio para canalizarse terminó sucumbiendo bajo la energía de Thanatos y el único placer inconciente no consumista, transgresor a todos los mandatos actuales, sea hacerse mierda en una ruta. La verdad, no lo se.

Un choque fílmico que me pareció de un realismo sucio muy efectivo para el relato es el que cruza las historias en Amores Perros. Supongo que ante la explosión de la energía de un choque los sentidos dejan de registrar. Menos cuando uno va en un aparato mayor, hace un par de años iba en un colectivo en una ruta que transita zonas urbanas, éste paró para que subiera gente y en ese momento el bondi fue chocado de atrás por un auto, el ruido de la frenada, el impacto y el rebote del auto y los vidrios y pedacitos de materiales cayendo al mismo tiempo sobre la ruta no terminaban nunca. Como el choque fue desde atrás lo único que se sintió fue la inercia del empujón violento y el interminable ruiderío confuso porque no podíamos ver qué pasaba pero sí escuchar. Estar en condiciones de relativa ventaja por el tamaño del vehículo dentro de un accidente genera otro tipo de registro, donde la situación parece transcurrir muy lento como si el tiempo se dilatara. Supongo que algo parecido debe pasarles a los choferes de camiones y trenes cuando los autos se les meten debajo.

Anónimo dijo...

Discrepo con que la única buena escena de Wild at heart es la del choque.
La escena en la que Bobby Perú (Willem Dafoe) se encuentra a solas con Laura Dern en una habitación de un motelucho y va al baño y le hace escuchar el sonido de su meada y luego le hace decir "say fuck me", es sencillamente espectacular.

Para mi Dune no es una película de Lynch porque no fué editada por él.

benito, no creo que que no seas imaginativo.
entiendo que te pegáste un buen tortazo y por eso sabés lo que sucede en un accidente, pero aunque no hubieras chocado nunca, creo que podrías imaginártelo perfectamente.

el post-choque es tal cual lo describís.
yo comencé a disfutar de eso andando en bicicleta en el pinar.
daba vueltas a la manzana y en las curvas aceleraba deliveradamente, derrapaba y muchas veces me la daba.
no sé por qué, pero disfrutaba mucho luego del accidente, los raspones en brazos y rodillas, el polvo que quedaba suspendido en el aire, la bicicleta escrachada contra una acacia, las marcas de las ruedas en la calle de balastro y esa sensación de que el tiempo se detiene, como que hasta ahí llegó todo.

Hernan dijo...

¿de donde es la foto del post?
¿de que es?

benito dijo...

dag: "las mejores épocas de FYT", me parece que vos sos de los que dicen "ah, no, los Clash eran buenos cuando tocaba Keith Levene".

Hay un choque que me parece espectacular, a pesar de ser muy breve y filmado de lejos, y es el de Erin Brocovich: la mina sale en el auto, ves que se está alejando y cuando esperás que pase a otra escena, aparece un auto desde la izquierda y se la lleva puesta. Tiene esa cosa repentina, rápida y totalmente desprovista de glamour que tienen los choques -vistos de afuera- en la vida real.

Yo estoy convencido que hay una suspensión total del tiempo tal como lo percibimos en los choques. Cuando era niño estaba yendo en un taxi a no sé donde con mi abuela y mi hermana y de pronto fue como si la película de mi percepción estuviera cortada: un segundo estoy mirando por la ventana y es un lindo día de sol y al otro segundo hay un bombero tratando de abrir la puerta, mi hermana esta llorando y mi abuela tiene la cara llena de sangre. Otra vez, con un primo que recién había sacado la libreta, nos fuimos de ruta en Maldonado, bajando desde La Pataia, y nos caímos dando vueltas a un desnivel de la banquina, hasta que quedamos de costado. Si me preguntás, estuve dos o tres horas dando vueltas en ese auto y pensando en todas las puteadas que le iba a decir a mi primo mientras lo cagara a tortazos. Me dijeron que la novia de mi primo y su hermana, que estaban en el asiento de atrás, estuvieron aullando todo el tiempo, pero lo único que recuerdo es silencio.

En cambio otra vez estaba en un auto manejado por un borracho y este chocó marcha atrás contra una volqueta, cuyo vértice terminó a 20 cm. de mi nuca. Ahí el ruido del metal fue tan fuerte que cuando salí del auto casi no escuchaba mi propia voz.

hernan: es un fotograma de Bridge to Terabithia, y en el mismo aparecen sus dos protagonistas principales. Si esa chica no se vuelve una estrella en unos años es que tuvo un accidente horrible, se hizo adicta a la pasta base o definitivamente no hay más justicia en este mundo.

Anónimo dijo...

Me quedé corto con lo de "un tortazo". Lo tuyo más bien parece Havoc.

Anónimo dijo...

El anterior fui yo.

Anónimo dijo...

Jajaaaa, es que el mirando canciones style y los posts multitemáticos unidos por el hilo invisible son parte de esos buenos viejos tiempos! Celebro que perduren en esta etapa.

Te has dado unos buenos palos. Afortunadamente no he tenido esas experiencias, Salvo esa oportunidad del bondi y otra a los diez en que iba con mi viejo en su F100 y chocó pelotudamente en una esquina y casi me adhiero al parabrisas.
Le tengo pánico a los accidentes, prefiero algo lento, el cigarrillo, el alcohol... =)

Stephanie Biscomb dijo...

Nunca choqué, choqué. Una vez me chocaron de adelante (dando marcha atrás el muy mamón) y otra vez, más reciente, me llevaron puesta de atrás. That's all.

Pero hay una vez en que casi choqué que me pegué el cagazo más grande de mi vida. Recién empezaba a manejar y había parado de llover y mi hermano me pidió que lo llevara al Geant ni me acuerdo a qué. Como nunca había pasado por ahí (y un poquito por mi rubia interna) le erré a la salidita a la izquierda para doblar por Gianatasio para llegar al Geant.

En fin, no sé si se dieron cuenta, pero esa entradita te da otra oportunidad sólo unos meros metros más adelante. Y en cuanto lo vi pegué el volantaso más furioso de mi vida y chau, cagué.

Perdí el dominio del auto por completo, pegué un frenazo que me mando coleando para un costado y cuando me quise acordar, el auto estaba cuasi-contramano por Gianatasio, perfectamente posicionada para que por lo menos dos autos me chocaran de costado.

Cerré los ojos y me resigné.

Y no pasó nada. Pensé, chau, esto es como en las películas y parecen años antes de que me haga mierda. Esperé un poquito más. Chau, nada. Abrí los ojos.

El semáforo justo había cambiado y estaba en rojo. Me salvé de pedo.

Le pregunté a mi hermano si estaba bien, me tartamudeó que sí, lo dejé en el Geant y volví llorando todo el camino de vuelta a casa.

Anónimo dijo...

Que lindo post que lo parió.
Uno que es perfeccionista hubiera querido la cereza de la torta que sería una de tus puteadas características (el primate deglutidor de pelotillas o alguna otra). Insisto que la gente se te debe cagar de risa en la cara cuando la estás puteando, por lo menos cuando lo hacés de un modo tan artístico.
Una vez un kiosquiero amigo le dijo " que lo disfrute"con una sonrisa a un veterano que andaba con dos brutas minas y le había comprado forros y el veterano lo miró con cara de odio y casi le termina poniendo el kiosko en el orto.
Y me gustó lo del heavy metal mamut (o algo así, ignoro como hacés para fijar tanta información en la cabeza). No sabía que le metías una diéresis a tu nombre.

benito dijo...

En realidad estuve en tres choques menores más (bah, uno no fue tan menor porque venía con una bestia haciendo eses y nos dimos contra dos autos estacionados, uno a cada lado de la calle), pero misteriosamente (estoy tocando madera mientras lo escribo) nunca me pasó absolutamente nada. Solo en el primero, el del taxi en el que iba con mi abuela, me tuvieron que dar un par de puntos en la cabeza, en los demás intacto.

Lo más extraordinario es que siempre fue de arriba, siempre de acompañante, porque yo manejé un tiempo y como no me gustaba dejé de hacerlo hace más de diez años.

benito dijo...

Otra cosa con la que tengo mala suerte -y es paradójico siendo como soy un canófilo que estima más a los perros que a las personas- es con las mordidas de perro: tengo tres cicatrices distintas (una en la cabeza, una en una pierna y otra en un brazo) debidas a los dientes de estos bichitos. Tres experiencias bastante feas que algún día contaré en algún post sobre perros.

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Recordando los films con escenas bastante gore que solía ver y ahora me cuesta muchísimo más, recuerdo que no hace más de dos años miré serenamente la famosa y gráfica castración del imperio de los sentidos. Por alguna razón, dada por la relación tan intensa mantenida entre los dos protagonistas, no sentí, más allá de los intensos y profundos miedos que puede despertar una imagen tan explícita en un hombre, que fuera un acto de verdadera violencia. Posiblemente, no habría sido un final tan crudamente poético y acertado como aquel.

El gaucho insufrible dijo...

Yo no he podido ver Dumplings, otra de esas extrañas películas asiaticas que me pasa mi hermano.
El argumento va de una mujer que hace pasteles con fetos humanos y los vende como elexir de la juventud.
El que la vea que me cuente si vale la pena.

***

Lo de negar la muerte y siempre tratarla como algo no apto para menores no es nuevo.

Mi hermano que es un fan de todo lo que tenga que ver con Anime me comentaba que en EEUU a principios de los 70, no querían emitir Astroboy - un dibujo animado de un robot que es construido para reemplazar al hijo fallecido de un científico - porque sostenian que los niños no podrían soportar el ver un personaje de dibujos morir.

Como todos sabemos al final Astroboy, Marco, Heidi y todo un conjunto de series lacrimógenas se emitieron, pero creo que por los 80' en lo que sea infantil se borró completamente el concepto de la muerteo se hizo muy edulcorada.

Si me pongo a pensar en mi infancia tengo unos cuantos fúnebres y buenos momentos televisivos que creo que compartimos toda una generación:

1 - Se muere Chanquete en "Verano Azul". El que me diga que hay algo peor que esto no le creo.

2 - Después de toda una serie de explotaciones y vejaciones - todo un manual de como utilizar la mano de obra infantil - al final Marco encuentra a su mamá que está agonizando. Hace poco vi el último cápitulo en la tele y casi pierdo la compostura.

3 - Darth Vader es el padre de Luke, le corta la mano y lo tira por un puente al abismo, ... ahi no pude aguantar más y me levanté del cine con mi madre y nos fuimos.
Un tiempo despúes supe que había sobrevivido para hacer una tercera parte.

4 - Cada vez que Kimba el Leon blanco, tiene un dilema se va a una cueva para que la piel de su padre muerto le hable. ¿un poco truculento no?

Anónimo dijo...

Dumplings es extremadamente fuerte, hay una escena de un aborto de una nena de no más de 14 años que es brutal.
La película aparte es hiperretorcidisimayjodidalaputamadre. De todas manefras la quiero volver a ver cosa que no acreditan los que ese día sufrieron (junto conmigo) en la cinemateca.

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

No quiero ser pesado volviendo a traer a tema algo sobre lo que ya hablamos, pero Oldboy, si de duelos estamos hablando realmente nada que yo conozca se compara a la muerte de Setsuko en la tumba de las luciernagas. Yo sigo haciendo duelo y ya van como dos años que vi ese film.
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ah, tambien recuerdo haber sufrido mucho la muerte de jiban, una especie de antecesor japones de los power rangers que parecia invencible hasta que en el ultimo capitulo lo destrozan. No podía creerlo, de niño nunca más miré una serie con la misma confianza.
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Lo más gore que vi relacionado a un medio artístico es un cuento escrito por un uruguayo security-paseadordeperros-fisiculturista-fanatico de rammstein que apareció una vez en el programa vidas. En su cuento habia un personaje que raptaba bebes, los cuales decapitaba y se violaba sus cabezas por la tráquea. Creo que una persona, de solo pensar esto, tendria que ir en cana (a lo minority report)
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no estoy muy seguro, pero ¿no hay una adaptación fílmica de martin fierro que esta bastante subida de tono?. Recuerdo imagenes explicitas de un tipo rebanándole la planta de los pies a una china para que no se pudiera escapar, y no se si lo imagine o que (nunca lei entero el martin fierro, asi que no se), pero creo que habia algo de una tipa ahorcada por el cordon umbilical del feto o algo por el estilo. Frente a lo primero (lo de los pies) puedo dar fe de escribano. Lo segundo capaz que es solo un sedimento de mi inconsciente perturbado.

El gaucho insufrible dijo...

Estoy de acuerdo kanopa con la tumba de las luciernagas, pero solo quería mencionar momentos fuertes de la infancia que relacioné con la muerte.
Además tampoco es cuestión de andar ventilando que estoy hecho un manteca ultimamente para según que tipo de películas.
Todavía me estoy armando de "energia positiva" para ver la película que recomendaba benito, gen.

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Hablando de japoneses en calzas, también me acuerdo de sufir bastante cuando ultraseven
se enfrentaba con un robot igual que él pero maligno. Curiosamente solo recuerdo éso de la serie.

Anónimo dijo...

oldboy: qué bárbaro, un link a ultraseven! apenas pude ver las fotos. en mi memoria era todo plateado y tan brillante como terminator 2.

Anónimo dijo...

Old boy, te perdiste a ultra 7 crucificado ante la vista del mundo por unos alienígenas. Una imágen absolutamente inquietante para un niño cristiano y admirador del héroe espacial (creo que lo más fuerte que vi en televisión, conjutamente con la imagen de Rial diciendo que Canosa la chupa bien).
Una vez en el cine dieron otra versión de Astroboy donde los que morían eran sus mascotas(cuatro o cinco perritos que se llevaron una bomba de la casa y reventaron todos juntos) y el viejo que era científico los sustituyó por robots. Me quedé impresionado toda la película, pensando en los perros muertos.

Anónimo dijo...

Literatura, sexo, accidentes: el viernes me vi L´Ennui o El Aburrimiento, de Cedric Kahn en I-Sat. Tengo la ida de que la dieron hace unos años en Cinemateca. Es una muy buena película, basada en el libro de Moravia (que no leí,) y tiene uno de sus mejores momentos precisamente en la escena del accidente automovilísitico que tiene el protagonista junto con la prostituta que acababa de levantar. No sé si alguien la vió, no sé si querrán verla, pero yo lo haría otra vez, aunque sólo fuera por Sophie guillemin.

Nunca le entré a Ballard, y eso que hasta no hace mucho, no había que caminar demasiado por 18 para encontrar sus libros en las mesas de oferta. Habrá que aprovechar, entonces. ¿Por dónde habría que comenzar, Benito?

Hacía bastante tiempo que no miraba películas de terror, horror, etc., pero hace unos meses miré la remake de The hills have eyes, y quedé bastante sorprendido con la cantidad de sangre y mala leche (aclaro que no vi la original).
No sé, hace algún tiempo atrás me sorprendí dejando de mirar "Rostros de la muerte" a los cinco minutos de comenzada. Y esto, me hace pensar en aquel pavote de Bloomerfield que hablaba de la necesidad que todos tenemos de, dos por tres, andar mirando ese tipo de fatalidades y chanchadas ajenas. Sí, Bloomerfield, el mismo que rompió la biblia frente a un cura y un hare krishna, en el programa de Sotelo. Salut, Count Benitum, y me sumo a alguno para decirte que disfruté mucho de estos dos últimos posts.

benito dijo...

Los japoneses tienen algo con los abortos; Imprint, el capítulo de Masters of Horror dirigido por Takashi Miike (y nunca emitido pero fácil de conseguir en la web) es un muestrario de lo más gráfico al respecto.

Recientemente vi Buscando a Nemo y me sorprendió -a medias porque Pixar suele ser bastante serio- que arrancara nomás con la muerte de madre y hermanitos de Nemo. Es cierto que se mandan bruta elipsis (que permite a los padres, si quieren, inventar cualquier cosa con respecto a la ausencia de la señora Clownfish), pero es muerte al fin y al cabo, y bastante brutal.

Vi Rostros de la muerte y me aburrió profundamente, pero el volumen 1 tiene la filmación del suicidio de Budd Dwyer, algo que no le puedo recomendar ver a nadie pero que sigue siendo una de las experiencias más fuertes que se pueden pasar frente a una pantalla.

Extrañamente esa filmación dice mucho sobre lo que es un suicidio, además de mostrarlo y demostrar la cantidad de materia que hay adentro de una cabeza humana cuando (y que sale cuando alguien dispara una Magnum 357 en su interior).

De Ballard recomendaría todo, pero el inglés tiene épocas muy diferenciadas, épocas más pesimistas, más experimentales, más realistas... para empezar, sin embargo, te recomendaría el mismo libro con el que empecé yo: El hombre imposible, una de las mejores colecciones de relatos que haya escrito alguien alguna vez. Y que tiene al menos dos cuentos imposiblemente buenos (el que le da nombre y "La madonna del mediodía crepuscular").

Al mismo tiempo tengo que reconocer mi debilidad absoluta por los relatos "Las voces del tiempo" (en una de esas mi cuento favorito de cualquier autor) y "Playa Terminal", cada uno en su libro homónimo.

Una vez interiorizado, y supongo atrapado, en Ballard, recomiendo fervorosamente El mundo sumergido (la mayor parábola freudiana de la literatura), el utltra-experimental La exhibición de atrocidades (si podés en la edición de Re/Search, ampliada e ilustrada) y La bondad de las mujeres, un libro que entiende el corazón de los hombres.

En el asombroso número dedicado a él que editó Re/Search hay un poema, un credo, escrito por Ballard -y que alguna vez traduje para una revista de plaza- que es absolutamente conmovedor.

El gaucho insufrible dijo...

Mmmm, yo me vi tres del Takashi Miike y todavía me estoy pensando si es un genio o un loco de mierda.
A veces es tan exagerada la búsqueda de hacer cosas repulsivas que da risa - ver Itchi the Killer .
En fin bastante duras de entrarle sus peliculas.

***
kanopa, no me leí el Martin Fierro para saber si tiene mucho gore, pero hablando de literatura folcórica recuerdo con cariño los cuentos de Horacio Quiroga, tanto los infantiles como los que no.

Como en los clásicos cuentos infantiles en las medias de los flamencos y la tortuga gigante la muerte está ahi bien presente.

Había uno también de un moribundo que iba a la deriva por el río que tengo el recuerdo que era buenisimo.

***
Lo más gore en cuentos - con el recuerdo de haberlo leido cuanto tenia 15 años -, se lo dejo a Lovercraft. En no se que cuento comentaba de una secta secreta que se reunia por la noche y aplastaba bebés contra una piedra negra de sacrificios.

Anónimo dijo...

Gracias por las recomendaciones,benito.

Claro, yo vi ese sucidio; si no me equivoco, el tipo estaba en una especie de reunión entregando premios o algo por el estilo. Termina con esos trámites y pela la 357 de su maletín, se coloca contra la pared, hace unos gestos y finalmente coloca el revolver en su boca (o debajo del mentón, ya no lo recuerdo) y se pega el chumbazo. Y tenés razón, es increíble la cantidad de porquería que sale de esa cabeza. Alguien debió filmar el suicidio de Dead, también. De todas maneras, creo que me refería a una continuación de Rostros de la muerte. No recuerdo exactamente, pero la dejé de ver en el exacto momento en que unos filipinos o camboyanos, le dan un palazo en la cabeza a su perro atado, lo desollan, lo cocinan y lo comen. Será cuestión de justificar contextualizando dicho acto, según las costumbres y las necesidades de esa gente, pero yo estaba acariciando la cabeza de mi perra cuando vi semejante atrocidad. Eject.

Walter Hego dijo...

Oldboy: Ph’nglui mglw’nafh Cthulhu R’lyeh wgah’nagl fhtagn.

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Nadie vio Tetsuo?
Esa película está repleta de gore también, desde la primera escena que nos muestra a un tipo tratando de instertarse barras de metal en una pierna super infectada, hasta la violación del hombre máquina con aquel pene-taladro a su mujer, que muere en el acto.
Qué jodidos son los asiáticos.

El gaucho insufrible dijo...

Muy buena Tetsuo, me acuerdo de ir a ver en cinemateca la segunda parte - no tan buena como la primera - Tetsuo II - Body Hammer y la mitad de la sala se cagaba de la risa del pobre japones que se transformaba en metal.

***
Si que son jodidos los japoneses deben de estar tan hartos de todo que necesitan este tipo de cine tan revulsivo o de choque.
De momento son la única sociedad que tiene esas malas costumbres como juntarse en un chat para suicidarse en grupo, o de un dia para el otro los adolecentes se aislan de todo y se encierran en su cuarto para no salir en varios años, los llamados
>
Hikkomori
.

***
benito, muy buena la guia de lectura de Ballard

Anónimo dijo...

a mi también me pasa eso de tolerar cada vez menos las escenas sanguinolentas o que muestran situaciones extremas. salvo con "irreversible", de la que me tragué sin pestañear los 15 minutos de violación a la bellucci y los trescientos golpes que le dan a un tipo en la cabeza con un extintor. simplemente no daba crédito. no podía parar de mirar. por otra parte, un bodrio de película.

en la última semana de turismo nos dimos un tortazo con mi novia. el coche quedó irreconocible. nos dimos contra la medianera y después contra el guardrail del lado de afuera por una distracción. bueno, en realidad mi chica no debería haber estado conduciendo bajo los efectos de un ansiolítico.
cuando el auto se quedó quieto sentí un silencio como irreal. cuando comprobé que ella estaba bien (salvo un poco de sangre que le salía de la cabeza por unos cortes) y que los perros en la parte de atrás miraban sin entender mucho, empecé a darme cuenta de la magnitud del asunto y empecé a temblar sin sentir el cuerpo al mismo tiempo. desabrocharme el cinturón de seguridad me resultó complicadísimo, y solo tenía que darle al botoncito.
después, la situación de ver a mi chica recostada en la banquina, los perros que se iban al medio de la carretera, la gente que paraba para dar una mano y yo caminando para todos lados con el teléfono en la oreja pidiendo la ambulancia fue como palpar el caos.
un ratiro intenso, digamos.

ah, me ancantó el post.

Anónimo dijo...

qué mujer la bellucci, ¡por favor!

Anónimo dijo...

Es curioso que Benito mencione a Leonard Cohen y a Darnauchans en el mismo párrafo; yo conocí a Cohen gracias al Darno. Él tenía un programa de radio ("A través del espejo", en Galaxia F.M., allá por 1986 u 88) y un día contó de su identificación con los cantautores norteamericanos de fines de los 60, pero (para él) Dylan era demasiado cínico y virulento, y Donovan demasiado ingenuo y blando. Entonces Cohen era como el equilibrio perfecto entre ambos extremos. Acto seguido va y pone Famous blue raincoat, y me deja temblando junto a la radio.

Claro que me despertó la curiosidad por Cohen, y con el tiempo pude escuchar casi toda su obra, y hasta me permití el atrevimiento de discrepar con el Darno: primero, en meterlo en la misma bolsa con Dylan (un hijo del folk estadounidense) y Donovan (a fin de cuentas un hippy pop singer), cuando (quizás por ser canadiense), Cohen recibe influencias de los cantautores franceses y europeos en general. Además luego en su carrera, Cohen demostró que podía ser tan irónico e hiriente com el que más, basta ver textos como First we take Manhattan, o The future.

En cuanto al sitio que linkea el post, yo en vez de "fascinante" lo llamaría "completo", lo que me encantó que tuviera "Guitarist-friendly versions" (SIC) de las canciones. Yo no sé ni medio acorde, pero supongo que a más de uno le va a dar una manito, aunque las cancoines de Cohen no parecen demasiado complejas ni rebuscadas.

Anónimo dijo...

LA biografia de Cobain cuenta que Kurt entre otros videos tenía el del suicidio de B.D y lo veía obsesivamente,creo que lo mejor de Rostros de la muerte es la filmación donde los leones se morfan tranquilamente al padre de uan familia que se bajo del auto a filmarlos,el plano que va de la comilona a la cara de la hijita mirando, es probablemente lo mas loco que vi en video...

benito dijo...

Es que el Darno era un fan de Cohen, a quién había descubierto más tardíamente que a Donovan o a Dylan, pero con quien por motivos obvios se identificaba más. Y tenía una rara obsesión por Famous Blue Raincoat: no sólo pasó a ser parte de su repertorio sino que además hablaba constantemente sobre ese tema. De hecho cada vez que hablé con él sobre Cohen -y hablé varias veces porque yo estaba preso de una fiebre por la obra del canadiense en aquella época- siempre volvía a Famous Blue Raincoat, canción extraordinaria pero no de mis favoritas.

En el sitio mencionado hay versiones simplificadas de los temas de Cohen, pero no hay mucho que simplificar -salvo en algunos discos (Recent Songs, Death of a Ladies Man y los últimos), Cohen es un compositor muy sencillo -y en los primeros discos es también el guitarrista, por lo que sus temas son extremadamente fáciles (más allá de alguna finura como tocar la 1ª con una 2ª afinada en Mi), aunque tienen algunas rarezas compositivas -o al menos digamos algunos cambios de acorde no del todo tradicionales en el folk- que uno nunca sabe si atribuir a un lenguaje musical muy rico o a la falta del mismo.

orgullozombie dijo...

con respecto a ballard, yo entré a su obra a través del día de la creación y me parece una de sus mejores novelas, donde aparecen, de alguna manera, la mayoría de los temas que lo obsesionan: los medios ridículamente omnipresentes, la (no)responsabilidad de los hombres frente a sus actos, las relaciones (ni sexuales, ni sentimentales sino simplemente relaciones).

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Benito, el "Todos estos cables rojos" sale este fin de semana?.
Me estuve apartando una platita y no se si gastarla en fotocopias de facultad o en el nuevo disco.

benito dijo...

Supuestamente hoy (viernes 13) ya está en disquerías, pero el lanzamiento oficial es el lunes.

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Entonces Lacan y Machover tendrán que esperar...
algo completamente off the topic:
Estaba releyendo antiguos posteos de fuckyoutiger, específicamente el Mirando canciones de "don't", de dinosaur jr. Creo que este año se volvieron a juntar todos (incluso Barlow) -el disco se llama "beyond"-:
1)¿Lo escuchaste?
2)¿Que te pareció?

Yo como fanático de la banda te puedo decir que no tiene nada muy diferente a lo que hacían antes, lo cual, a diferencia de lo que se pueda pensar, es una buena noticia.
Eso sí, creo que es el mejor disco en lo que a aptitudes guitarrísticas de Mascis se refiere.

¿Llegaste ir al toque de cadaver exquisito?, yo no pude

¿que me recomendas para comenzar a escuchar leonard cohen?-ya escuche el ten new songs-.

Perdon por la falta de coherencia tematica de comment.

benito dijo...

Qué preguntón, pero voy a contestar para agradecer el sacrificio de Lacan.

a) No, no escuché el nuevo Dinosaur Jr., leí que realmente está muy bien, pero me tengo la misma dificultad en escucharlo que tengo con los nuevos discos de Dinosaur Jr.; todavía los relaciono mucho con una época de mi vida que todavía no está lo bastante lejos como para ser reprocesada en clave de nostalgia.

Igual debería al menos curiosear, en honor a Barlow, Mascis y Murph.

b) No, no fui. Me cuesta mucho salir los jueves, especialmente cuando la temperatura es inferior al cero, y además vengo de un largo día de laburo y de un largo ensayo. Tienen que tocar los viernes.

c) Bueno, empezaste por un disco muy inadecuado para entrarle a Cohen. Yo te recomendaría alguno de los dos primeros (Songs of Leonard Cohen y Songs from a room), que son sus discos más redondos en todos los aspectos. Son muy distintos al Ten New Songs, de hecho son discos de folk mínimo (generalmente solo guitarra y voz), algo afrancesado a lo Brassens, pero cada canción en esos discos es un clásico.

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Termino de escuchar por tercera vez el disco y me agrada saber que colmó ampliamente mis expectativas generadas desde su último toque en BJ.
Batería de Jesus es un tema monumental, una construcción pop perfecta como pocas veces escuché en el rock nacional. La letra me gusta mucho, bastante impresionista.
Todavía no me detuve demasiado en las letras, pero de lo que mas me interesó en el plano de la lírica es Memorial del cerro, 1968 (soy un fan de la coca, que le voy a hacer) y Julia dice (no se por qué, pero me imagino esta cancion, tanto por la letra como la musica en el Ex, en vez de este album).
Bueno, suerte con todo, yo me voy a internar el fin de semana con psicología proyectiva, el songs of leonard cohen (gracias por la recomendación) y a escuchar una quinta u octava vez el disco junto al librito, a ver qué descubro.

sissi dijo...

hace un par de años choqué.Mi novio estaba en peor estado que yo. Manejo yo le dije.Habíamos tomado,fumado,jalado,pero me creí mejor, o peor.. me creí que podía.Simplemente un desastre.Reventé el autito contra una palmera en la rambla.
Aquello de quela vidatepasaenunossegundos lo entendí perfectamente.El tiempo se detuvo mientras yo ya sin poder controlar el auto solo pensaba en que era demasiado joven, en que todavía podía, que todavía quería...Tuve la certeza que iba a morir.

Sobrevivimos ambos y casi sin ningún rasguño. Parecía imposible.
El auto se vendió como chatarra, daba miedo verlo,pero creo que a modo de justicia, esa noche tuve el mejor polvo de mi vida.
Curiosamente sonaba "I´m your man".

Soy una fan de L.C. y podemos discutir,si hay temas mejores,Famous blue raincoat (me encanta por T.Amos),first we take Manhattan,o la increíble Take this waltz de García Lorca,pero permítanme decirles no recuerdo una declaración de amor más intensa que I´m your man.
Simplemente hermosa.

Anónimo dijo...

hay un disco increible y extraño que se llama Omega, donde el cantaor Enrique Morente y la banda Lagartija Nick versionan a Cohen y a Lorca. La version de Manhattan es delirante y a la vez super emotiva. El disco es una de cosas raras que pasan cuando dos trenes chocan de frente y todo sale bien. A mi me vino muy para sacarme el balde respecto al flamenco.

Anónimo dijo...

Es sabido que en Montevideo los ambientes son tan pequeños que hasta en un blog uno se encuentra con conocidos al toque. También es sabido que es común que las personas sepan el nombre real de un nick, o si alguien frecuenta o no cierto blog. Acá alguien –que no voy a individualizar, a quien le caiga el sayo que se lo ponga- contó una historia teniendo en cuenta ese contexto del que hablaba al principio con la intención de armar lío. Ya sé que de algún modo lo propician las reglas del juego, cada cual es protagonista e inventa su historia como le parezca. Sólo quería dejar sentado que reconocí esa intención y que el acto en cuestión me permitió confirmar una vez más la bajeza de esa persona.

Ruth dijo...

Tus posts siempre disparan rayos en todas direcciones, al igual que los comentarios. Como el de Sissi, que me hizo recordar mi primera vez, con la misma "I'm your man" de fondo. Y un montón de otras cosas que ahora tengo demasiado sueño como para decir. Saludos, Benito.