La chair est triste, hélas! et j'ai lu tous les livres.
Se murió Jorge Medina Vidal, o el viejo, como le decíamos en facultad. La noticia de su muerte apenas tuvo registro en la prensa, donde no llegó a ocupar ni la décima parte del espacio dedicado a la pelea Abigail-Mónica Farro, y no tuvo ni un segundo de espacio en la televisión, a pesar de haber sido uno de los jurados más notorios de Martini Pregunta. No importa, es lógico.
Coetáneo disidente de la Generación del 45, a la que criticó con dureza pero no basado en los prejuicios políticos con los que se la evalúa actualmente, Medina Vidal fue un poeta preciosista, enamorado del simbolismo tardío, pero sobre todo fue uno de los docentes más notorios de la Facultad de Humanidades, donde esencialmente se dedicó a dar varios cursos de Teoría Literaria. Uno se encontraba con Medina Vidal generalmente en el primer semestre y no se me puede ocurrir una mejor forma de comenzar los estudios de Letras. Era un shock: llegabas a la facultad envuelto del romanticismo grandilocuente de los buenos estudiantes de literatura, convencido de saber un montón y rebosando admiración casi mística hacia los escritores o poetas con los que habíamos sentido empatía, y te encontrabas con este difusor del estructuralismo y el post-estructuralismo, que te decía que los autores eran irrelevantes porque no los conocíamos, porque ellos no se conocían y porque eran una manga de mentirosos, motivo por el cual se habían dedicado a inventar historias. Hablaba de los literatos con la misma naturalidad con la que un hombre de campo habla de las vacas, los trataba con diminutivos, se reía de ellos atribuyendo sus más dramáticas cuitas a inconvenientes de lo más domésticos... Es decir: bajaba de un hondazo a la literatura de su caballo de bronce y la despatarraba en la mesa para que la diseccionaramos.
Al principio chocaba, cómo iba a hablar este viejo teñido sobre Julio Cortázar como si hablara sobre una mortadela. Pero de a poco uno notaba que detrás de ese supuesto desprecio había en realidad un profundo amor y respeto hacia la literatura, pero no un respeto reverencial hacia la máscara funeraria de bronce sino hacia lo vivo de la misma, los textos; esos textos con los que le gustaba ejemplificar y que elegía con paladar negro: Vicente Aleixandre, Juan Rulfo, Gerardo Diego, Delmira Agustini y, por encima de todos, Stéphane Mallarmé, a quién se refería familiarmente como "el Divino Esteban". Era evidente que su paradigma de héroes no coincidía mucho con el gusto general de sus alumnos, pero tampoco peleaba mucho por imponerlo, simplemente de vez en cuando los hacía tomar contacto con el mismo, y luego de escucharlo leer "Valle Vallejo" o "La Cobra", uno pensaba que posiblemente no se podía escribir mejor que eso.
Medina Vidal era malo, no era un atorrante de apariencia cínica que escondía un corazón de oro; era un guacho de mierda, capaz de hacerle las peores perradas a sus alumnos y a sus colegas, pero era dificil irritarse con él, y ninguna de las múltiples aberraciones que sé que hizo me parece muy relevante en este momento. De hecho era un villano muy sincero, al que le encantaba presumir de lo alegre que se ponía cuando hacía perder a alguno de los concursantes de Martini Pregunta, al que le encantaba difundir rumores infamantes sobre Onetti o sobre Borges, al que le encantaba usar su posición docente con fines inenarrables. Le gustaba compararse con el Jaimito de los chistes, y realmente era gracioso relacionar a la figura siempre abstracta e infantil del Jaimito de la cultura popular con aquel carcamán malicioso de larga cabellera teñida de negro. Odiaba el cine con la misma pasión con que amaba todo lo decadente y todo lo elitista. Medina Vidal, que se autodefinía como un anarquista conservador, creía profundamente en la existencia de una aristocracia (a la que él pertenecía, por supuesto) basada no en el dinero o el poder sino en la capacidad de elevarse -a fuerza de conocimiento, insularidad, refinamiento y misantropía- por encima de las personas vulgares. Estuvieramos de acuerdo o no, todos sus alumnos quedamos en mayor o menor medida inoculados por ese virus de altivez.
Tuve varios profesores excelentes en Letras, pero sólo dos a los que puedo considerar maestros, uno era el viejo Medina, el otro era (y es) Hugo Achúgar. A pesar de ser ambos poetas y ambos docentes obsesionados por la actualización teórica, no me puedo imaginar dos figuras más antitéticas, hasta el punto que pensando en retrospectiva me hacen acordar al policía bueno y el policía malo. Achugar era el profesor de la ética intelectual, de la disciplina intensa, el apasionamiento controlado, la seriedad, la proyección en la carrera, el políticamente consciente, el orden obsesivo, el integrado (en términos de Umberto Eco), el apolíneo y el aliento a la participación estudiantil. Medina Vidal era el bribón, el tramposo, el hedonista, el elitista, el gracioso, el políticamente incorrecto, el que despreciaba la carrera, el apocalíptico, el que ignoraba las opiniones de sus alumnos, el que perdía las monografías, el que intrigaba, el que recomendaba tomarse una copita antes de las clases y no asistir a ellas sin un buen cóctel de cafiaspirinas y coca-cola, el dionisíaco, el malo. Una combinación extraordinariamente complementaria y a la que uno accedía, por casualidad, en el orden correcto: primero uno se encontraba con el viejo, que destruía toda tu mitología adolescente sobre la literatura y los escritores (hasta el punto de que uno podía perfectamente decidir dejar la carrera después de uno de sus cursos), y luego te encontrabas con Achugar, que reconstruía el respeto por el arte de las letras, pero edificando encima de la tierra arrasada que había dejado el viejo, y con estructuras mucho más racionales y sólidas que los castillos de aire näive con los que uno ingresaba en la Facultad. Ahora, con uno muerto y el otro retirado, esa experiencia de enseñanza única desapareció. Como tantas cosas de importancia secreta.
Fumaba en cadena desde que comenzaba la clase hasta que la terminaba, frecuentemente prendiendo un cigarrillo con el pucho del anterior. Le gusta sostenerlos en la mano en la que le faltaban un par de falanges de un dedo, lo que exhibía con evidente orgullo sin aclarar jamás -que yo sepa- la causa de esa mutilación. A veces alguna de las señoras que se sentaban en la primera fila -generalmente profesoras de literatura graduadas en el IPA que habían decidido estudiar literatura en serio- le hacía alguna recomendación acerca de que fumara menos, a lo que Medina respondía invariablemente: "Señora, yo no quiero ser el más sano del cementerio".
No sé cómo habría dado clase Medina en estos tiempos de persecución y discriminación hacia los fumadores, seguramente con mucho menos humor. Seguramente no hubiera obedecido, porque no era un hombre de este tiempo y no tenía por qué estar sujeto a sus leyes más imbéciles.
Leí a Gabriel Lagos en la diaria y a María José Santacreu y Roberto López en Brecha, escribiendo sobre el viejo las escasas líneas que la prensa le dedicó (en dos medios de izquierda, algo que tal vez hubiera horrorizado a Medina); el respeto pleno de emoción contenida de cualquiera de esos textos contrasta dignamente con el ostracismo mugriento e ignorante del resto de los medios. Es evidente que al menos para los tres, para los cuatro contándome, Medina Vidal pasó por sus vidas dejandoles una invaluable herramienta: una visión humorística y desencantada de las letras, una concepción de la relación personal con el arte en la cual no hay subalternos ni sumisión lectora. No creo que Medina llegué a ser re-descubierto y re-valorizado en algún momento; su obra creativa es escueta y a casi nadie le importa hoy en día un carajo la poesía. Pero al menos para mí va estar siempre presente, como sensei poco presentable, y espero conservar algunos de los gestos que le copié cuidadosamente cuando diga alguna hijadeputez elegantísima en su honor.
a veces me pregunto: de veras importa si X medio le da o no cobertura a un determinado evento, en este caso una muerte? va un poco de la mano con la "insularidad" de la que hablabas, tendría sentido que Tinelli hiciera detenerse a todos lo changos de su programa y pidiera un minuto de silencio por Medina Vidal? cada vez más pienso que es preferible que las cosas lleguen a quienes estén dispuestos a (o cuenten con las herramientas para) entenderlas y atesorarlas.
ResponderEliminaréstos y otros acontecimientos son importantes per se, hay una voluntad implícita de enterarse al entrar por ejemplo a este blog.
aunque choque, no deja de ser una obviedad que una pelea de la farro es *mucho* más importante (entendiéndose importante como algo que se puede difundir masivamente y atrapará al 90% del lumpenaje)
igual y como siempre, otro excelente post, keep'em comin'
es muy hermoso lo que escribís benito. un abrazo (también lo anterior, me da mucho placer y empatía)
ResponderEliminarDe hecho supongo que a Medina lo hubiera ofendido mucho el que se tratara la noticia de su muerte entre otras noticias orientadas a la chusma; pero al mismo tiempo hay una cosa que me ofende y es que se ignore la muerte de un catedrático académico; he visto periodistas detenerse a enviar sus condolencias por la muerte de algún pariente de un jugador de fútbol mediocre y no son tantos los catedráticos de renombre -sean de Letras o sean de lo que sea- como para que no haya señales oficiales de reconocimiento ante su muerte, además, repito, Medina supo ser una figura televisiva.
ResponderEliminarPero supongo que tiene que ser así; yo simplemente introduje la comparación para meter un poco de desprecio medinesco hacia las culturas populares (hoy escuché a un enemigo de Claudia Fernández hablar durante horas sobre lo mala persona que es esta mujer, pero a pesar de lo cual la respetaba "como artista", ¿como artista? ¿a qué carajo le dicen "artista" estos monos con micrófono?). Yo que sé: que se mueran todos los integrados, vivan los apocalípticos. Viva la Gran Torre de Marfil.
Qué raro el aprecio que se le puede tener a alguien con esa fama de mal tipo, pero por lo que decís, me hubiera gustado conocerlo, o por lo menos asistir a alguna clase suya. No deben haber más docentes así.
ResponderEliminarImposible quedarse impávido ante mesejante noticia. No le conocí en persona pero me despertaba una intensa curiosidad este viejo pálido de pelo negro-cuervo. Representaba en el jurado de Martini,el lado oscuro,deforme, desde mi punto de vista. Amanerado,caído sobre un costado,todo un personaje.Amigos muy cercanos,fueron alumnos en Letras y siempre hablaban de lo decadente que era, y eso no hacía otra cosa que darle más autenticidad al personaje televi sivo.
ResponderEliminarEs una pena,pero el tiempo,inexora ble picacarne,nos patotea hasta salirse con la suya.Lo que me sorprende es lo resistente que fué el viejo,yo me lo hacía 6 feet under hacía tiempo.Se van yendo los personajes "eslabón".
Como decís Benito,era pura actitud y acritud.
Salud,cofcofcogf...
Raciosimio.
Me diste ganas de ponerme a buscar mis notas del curso de Toría I, en el que sin saber por qué o para qué, anotaba las frases recurrentes que el tipo iba deslizando semanalmente. Las anotaba como coleccionando reliquias inútiles y tal vez esperando que en algún momento recobrarían cierto "sentido". Tal vez copie acá algunas de esas.
ResponderEliminarMe acuerdo, por ejemplo, de "No sé si me explico", una muletilla que repetía cada 10 o 15 minutos, mientras tiraba de un tinquiñazo un Fiesta a medio fumar hacia el suelo, donde agonizaba humeando junto a otros 3 o 4 Fiestas también semifumados y semiapagados, para prender otro. Lo decía arrastrando la s ("No ssssé si me explico..."), y moviendo en el aire su dedo muitlado, como para redondear la idea. Y lo decía, sobre todo, dando a entender con la semisonrisa que ponía, que en realidad le importaba tres carajos si se explicaba o no, si la gilada pescaba o no lo que quería decir, en general un chiste negro, o un argumento ad hominem contra algún escritor o contra alguna institución.
Veo por algunos comentarios que tal vez recalqué excesivamente el carácter oscuro y perverso del viejo, que sin dudas era todo lo malicioso que puede ser un docente y mucho menos ético de lo que debería ser.
ResponderEliminarPero tampoco hay que exagerar; me topé con varios hijos de puta absolutos en Letras, alguno de los cuales incluso me decepcionó tanto en relación a la carrera que terminé abandonándola en el único momento de mi vida en el cual realmente hubiera podido culminarla. Medina era complicado pero nunca tan despreciable como otros elementos que siguen pululando por sus aulas. Además alguien con tanto amor, aunque sea renuente, por la docencia es imposible de colocar en el auténtico bando de los malos. De haber sido así yo hubiera festejado su muerte y no me hubiera quedado tan triste.
Hoy me acordaba de sus columnas en Posdata y en Freeway, y en como -aunque muchas veces reproducían palabra por palabra los temas y exposiciones de sus clases- carecían de todo atractivo para quienes lo hubieran tenido como profesor. No es que fueran malas, pero eran como leer la letra de un tema sin escuchar la música.
Lo más notable de esas columnas, al menos de la de Freeway era la foto: el viejo coqueto mandó una que lo presentaba 30 o 40 años más joven. Qué atorrante.
Yo preferiría que hubiera más gente maliciosa y con poca ética que tuviera algo para decir, que buena genchi sin una puta idea de nada.
ResponderEliminar¿Hay algo escrito del tipo que sea medianamente accesible en la web o en algún otro lado?
"el hombre y la mujer se diferencian por el número de agujeros", o algo así.
ResponderEliminarsiempre la tuve por sentencia de Medina Vidal, pero de una época en que decir algo así en fac. de humanidades escandalizaba, hace como 35 años.
refinadísimo viejo verde.
Benito:
ResponderEliminarEn este país no paramos de construir mitos sobre nuestros habitantes siempre y cuando estén bien muertos. No será el caso de Medina, que ni así le llegará ésta ni a ninguna otra categoría de la fama, por más bien que lo recuerdes.
Decía Él mismo hablando de las dificultades del mito:
“La investigación sobre este amplio tema social se plantea muy ardua por la variedad de disciplinas que compromete, por su presencia universal, por sus variaciones y sus franjas crepusculares, por su desarrollo en todas las épocas (incluida la nuestra), por su bibliografía, por su definición o errática identidad. A pesar de todos estos elementos presenta algunas estructuras básicas más o menos detectables en cada una de sus formulaciones .Por ejemplo, todo "mito" depende de una situación real de interés humano, promovida por un individuo o un grupo y registrada en las distintas posibilidades de la memoria.”
Y el interés real Benito, está en otra parte. No sé si la tele tiene toda la culpa, porque si no es por “Martini Pregunta” a este viejo no lo conocía nadie.
Buscando opiniones de Medina en internet, encontré ese complejo artículo de los mitos y una nota de “Que pasa” hablando de la importancia de salir en la página de sociales o en la Galería de Búsqueda. Ahí está el lado choto del viejo que dice cosas inteligentes sobre esta levedad.
Viene a hablar de lo elegante (o lo de más) de la tontería de demostrar la auténtica existencia por el absurdo de salir en los medios. Algunos en Martini, otros en tinelli y otros en sociales. Si te lo creés termina siendo verdad, cómo todo.
Los muertos de alguna manera también tienen su página de sociales; no es lo mismo un aviso en cualquier lado, por ejemplo leído en radio rural, que ver publicados varios avisos de gente respetable en el país y a dos columnas. Esto lo consiguió, incluso le tocó fallecer “en la paz del Señor y bendecido por los santos sacramentos…”
La inteligencia seduce y un hijo de puta es otra cosa. Todos tenemos vistos un montón de hijos de puta y unos pocos inteligentes. Pero ser oscuro, perverso y malicioso dando clases de literatura es toda una proeza, habrá que reconocerlo. Y lo contás muy bien.
Que descanse en paz si él quiere.
Leyéndolos,infiero que el finado era un snob afrancesado,y era normal para un amante de las letras de la época que le tocó vivir.
ResponderEliminarRescatable fué dejar en claro que los escritores son seres humanos
con errores y aciertos (mas de los primeros que de los otros).Está bien eso de bajar del Olimpo a pedradas a los Stars.Se lo merecen.
Aquí se rescata su lado profesio
nal:un profesor(no un chorro)
,un abridor de cabezas malicioso(una de las mejores formas de enseñar)y un rompe-mitos(todos podemos ser artistas!).
Creo que gente así, sea "famosa" o sea del anonimato barrial mas local,debe ser recordada.
Creo recordar que trabajó en el Diario El País como profe en clases de periodismo,en Martini
por supuesto,su columna en la primera época de Posdata, mas sus clases en facultad. Era Mdeo. no Ciudad de Méx.,aprovechó las oportunidades que había.
Conclusión: fue un laburador,un amante de la vida, ya que la vivió
hasta una edad que pocos llegaremos
y cultivó una de las manifestacio
nes humanas mas humanas,aunque fuera como lector y divulgador.
La mención de su lado "maudit" es la primera idea que a uno se le viene a la cabeza, pero sin olvidarnos que fué un catedrático, por lo tanto,alguien de respeto.
Danke schön,Raciosimio.
Buenisimo Benito, hace dias que vengo devorando tu blog desde la tierra de Asterix y el queso camembert (tres anios para rescatar esas cosas, date cuenta vos che, qué inversion en la nena) y recién ahora me dieron como esas ganas irreflenables de replicar.
ResponderEliminarTambién transité por los corredores y clases que se llueven de ese templo marron y surrealista que es la facultad de humanidades. Muchas veces fantasié con que una de esas escaleras que te llevan a antropologia (creo, nunca las bajé) en realidad te llevaban a un portal donde habia otra facultad, la de astrologia y ciencias esotéricas. Anios pasaron y la fantasia persiste. Habria que ir a explorar... En todo caso, estoy convencida de que el viejo Medina Vidal, entre clase y clase, se daba una vuelta por ahi. En esa facultad (que esta escondida pero existe, existe, tiene que existir) estaban las senioritas astrologas que le tenian el pelo y le hacian un par de favores mas. El las maltrataba un poco pero con mucho carinio, porque en el fondo eran lo unico que valia la pena en uruguay y magallanes.
Como tantos, pasé por esos estados de esquizofrenia literato-teorica que significaba cambiar de docente y preguntarme a qué bando debia pertenecer y sobre todo a cual queria pertener. Unos te hacian pensar y poner cara de mmm mmm si y sentir que descubrias un poco la polvora, otros te tiraban la polvora por la cresta y te hacian cagar de la risa. Sali de ahi hace unos anios y sigo convencida de que ese combo fue genialmente explosivo.
Medina Vidal no se murio, decidio esconderse por tiempo indeterminado en la facultad de astrologia y ciencias esotericas que, estaras de acuerdo conmigo, debe estar de puta madre.
Un abrazo y ahi nos vemos.
gn/Raciosimio: los escritos no le hacen realmente honor a su discurso, por ejemplo en ellos se pierde la notoria ironía de sus comentarios sobre Galería, absurdos para cualquiera que conociera a ese mega-elitista.
ResponderEliminarSin dudas que su actividad más notoria fue en Martini Pregunta, pero hay algo realmente jodido en el hecho de que un catedrático destacado -sea de esta o de cualquier otra disciplina- muera y esto sea una noticia menor o inexistente. No estamos hablando de un artista más o menos desconocido, sino de un formador oficial. No se puede considerar normal o previsible el que la desaparición de alguien así se considere normal, entiendo que es lógico en una cultura en la que un basurero de ADEOM gana más que un catedrático grado 5, pero no debería ser normal para nadie que haya terminado la primaria. No hay explicación populista aceptable.
Ana: A ver cuando volvés a bailar un rato. Besos.
Realmente fue una experiencia única asistir a las charlas de semiótica que supo dar en la farq. Concuerdo en la fascinación que generaba arrancando por su apariencia. Glorioso análisis sobre un partido de futbol se mandó. Gracias por recordármelo.
ResponderEliminarEn la lista de compatriotas que no conoce nadie, podemos poner a Mario Levrero y a Jorge Errandonea, muertos sin consumir un minuto de tele en su necrológica.
ResponderEliminarSon otros dos más que no conocieron el triunfo al que sí accedió Carlos Solé, personaje de dudosas actitudes en la dictadura, al que ya le tocó tener hasta su día del patrimonio en democracia.
Propongo el ejercicio de adivinar quienes son los uruguayos que se pueden morir sin que nadie lo note en este país. No hay necesidad de completar el trabajo adivinando quienes llenarían noticieros el día de morirse, esa es fácil…
A mí se me ocurren un montón. La más fácil es si se fueron a vivir al exterior, ahí seguro que te morís triunfando al borde del Nobel y no se enteran ni en tu cuadra. Y acá vale lo mismo ser derecho que traidor, famosísimo o sólo talentoso, sin Nobel ni nada. Apostilla: El conocido Stavisky de Cambalache (el que se mezclaba con Don Bosco y la Mignon) era un estafador de la época no Stravinsky el músico, como canta algún despistado. Qué confusión!
No está bueno dar nombres para no ser secante o yetatore volviendo al tango. Pero sin meterme en la Facultad de Humanidades, sobran los personajes talentosos y brillantes, formadores y deformadores, que no conocen la gloria de la tele o los medios que se pueden morir en silencio. Que no es normal Benito, estoy contigo, no es normal. Decía Caetano “de perto niguém é normal”
No conoci a Medina Vidal, no fui a Humanidades y la verdad que veia muy poco Martini pregunta. Solo recuerdo cuando Berch Rupenian estafo al marleygologo Gaynicotche. Por lo que cuenta Benito y por lo que escribieron algunos que lo sufrieron y conocieron era una personalidad por demas atractiva y repelente a la vez.
ResponderEliminarAhora no entendi a Galochas que para elevar su importancia acuesta a Carlos Sole por sus: "dudosas actitudes en la dictadura, al que ya le tocó tener hasta su día del patrimonio en democracia". Que yo sepa Carlos Sole la paso bastante mal, si no me equivoco, pueden corregirme, tuvo un hijo preso en ese nefasto periodo, donde ademas se inicia su declive frente a personajes mas nefastos como Heber Pintos. No entiendo donde esta el punto de relacion que une a Medina Vidal y a Sole y menos entiendo porque para decir lo bueno que era uno hay que decir lo malo que era el otro y ademas meter a la dictadura en el medio!. Por lo que infiero de algunos dichos de Benito, Medina Vidal no tenia el perfil de un luchador contra la dictadura, probablemente Sole tampoco lo fuera pero a quien le importa. Me dejaste helado Galochas.
tenés razón Guille, la cagué mal
ResponderEliminares verdad que sarthou defendió al hijo y a la nuera de solé en la disctadura
la información que manejé es equivocada, te pido a vos y a los demás disculpas
Lo pienso y realmente no encuentro los motivos para poner en el mismo podio mental junto a Medina Vidal y a Levrero,a Errandonea.No.
ResponderEliminarHay mas "misticismo de cafetín"que obra,en los prohombres de Bellas Artes.
Fuí un entusiasta joven el día de la reapertura de la escuela y mis deseos artísticos se difuminaron al traspasar las puertas de calle Martí.Me encontré con un comité de base de poses.
Bastante ridículo por cierto, los profes eran unos veteranos aprove
chando la oportunidad de enganchar carne fresca como fuera con el sonsonete de Artaud y los Tarahuma ras.
Los recuerdo como unos chantas.
Siempre partiendo de la premisa que el arte es patrimonio de todos y no de cuatro anarcos trasnochados
Esto lo digo con el respeto que me merece el finado vasco, pero la etiqueta de espichado no es garantía de haber sido un grande.
Al respecto de la difusión de ciertas noticias en la tele, pienso que no hay nada como la prensa ya que todo lo que sale por la caja tonta es olvidado automáti camente por los espectadores,en cambio el papel tarda mas en degradarse.
Eskerrikasko!, Raciosimio.
Yo fui a algunos cursos de Errandonea y me deslumbraron, pero admito que era muy, muy joven.
ResponderEliminarNo me parece que la muerte de Levrero haya sido ninguneada; creo, al contrario, que fue bastante cubierta por todos los medios, seguramente menos de lo merecido -aunque yo lo sigo considerando sobrevalorado- pero no fue ningún secreto.
Qué grande el Tuerto, por amor de Dios... qué día más lindo. Sí, ya sé.
un minuto de silencio para el manya...
ResponderEliminarPerdón por la chanchada de hablar de fóbal tratándose de un post luctuoso pero... ¡Vamo' la viola!
ResponderEliminarPocas veces en la historia se debe haber dado una final tan despareja en términos de Poder (asi, con mayúscula).
Ojalá sirva de algo para que los de la vereda de enfrente se den cuenta de que las fellatios no siempre tienen buenas contrapartidas.
Mis sinceras felicitaciones Benitö, de un bolso de Punta Carretas que supo ser socio de la viola.
Ah, y no me putees por lo del campeonato del 2005, porque como vos decís... "Sí, ya sé", más bien que lo sé.
un par de cosas que recuerdo sobre Medina, como alumno suyo:
ResponderEliminar1) le encantaba decir que un montón de viejos (y supongo viejos) chotos/as, ponían por el cenit a Borges, sin haberlo leído o comprendido, lo que ya intimaba a uno, fascinado estudiante, a leer al suizo-argentino, y hacerlo, en lo posible, con algún criterio.
2) hasta donde recuerdo, los puchos que prendía con el que acababa de terminar eran More mentolados, o algún otro, pero mentolado (lamento contradecir al que mencionó los Fiesta, que yo fumé durante mucho tiempo, pero estos serían los que el viejo fumaba cuando no había conseguido sus cigarros "verdes".
3) asistí por lo menos a dos de sus cursos, Teoría I y Teoría IV (que eran un poco invariablemente los mismos), y en el último de ellos, tal vez en el 2002 o 2003, iba del brazo de algún estudiante generoso, porque no usaba bastón pero apenas podía caminar. Llegaba en taxi desde su apartamento sobre la rambla de Pocitos, entre Barreiro y Massini, si no me equivoco (tal vez lo lograra con las ganancias de Martini; en todo caso no lo sé ni me importa). Así, rengo, ya que le habían asignado el salón de abajo, junto a la cantina y la fotocopiadora (si es que siguen allí), bajaba la escalera del brazo del alumno caritativo siempre con una sonrisa en la jeta cuadrada y maliciosa, y cuando se iba se llevaba la misma sonrisa. Jamás lo escuché quejarse mal por eso (Achugar, en su misma condición, posiblemente hubiera renunciado al curso en la segunda clase, y hecho un escándalo en rectoría o algo así). Al respecto, este salón helado y subterráneo, con toda una pared tapada por una gran estantería llena de publicaciones viejas de la facu (supe quedarme a afanarme alguna al finalizar la clase con algún otro malandrín que actuaba de cabecilla, y que podían ir desde una encuesta cultural encargada por el MEC a discusiones sobre filósofos griegos o alemanes), estantería que a su vez estaba tapada por un gran cortinado negro que parecía ocultar cadáveres de gallinas o murciélagos; este ambiente, pues, contrastaba y a la vez iba perfecto con el aura narrativa que el viejo Medina lograba en cada una de sus magistrales clases.
4) nunca dejaba pasar el semestre sin decir que él tenía el carné número 1 como estudiante de letras en Humanidades; es decir que fue el primero en ir a anotarse en el 45 (año de fundación de la Facu). No lo comprobé y sería interesante hacerlo, pero da igual si tuvo el carné 10 o el 30.
De verdad entristecido por su muerte. Tampoco le entregué (ni terminé de escribir) la monografía sobre T.S. Eliot y la rueda inmóvil, que tanta curiosidad le provocaba y que me alentaba a terminar.
Para que se vea lo provocadoras que eran sus clases (y su fascinación por la semiótica), recuerdo que un compañero de clase le entregó una monografía sobre la iconografía de los motoqueros gringos de las Harley Davidson, que el viejo se leía y corregía con la misma autoridad y tranquilidad que si le escribieran sobre Mallarmé o cualquier otro.
hace como 20 años, por esas cosas raras, al grado 5 de griego clásico lo pagaba la embajada griega. el tipo era una mezcla de diplomático con filólogo y, además, un fanático del vino que trasladaba y armaba su bodega donde fuera que le tocara vivir.
ResponderEliminarpor otra de esas cosas raras, fui invitada a una cena de filólogos en casa del griego (yo era apenas una estudiante veinteañera de lingüística).
no recuerdo qué comimos, pero nunca olvidaré el increíble desfile de exquisitos vinos que tomamos esa noche.
hasta que al final, en el momento del café, digamos, la dueña de casa preguntó si queríamos beber algo más.
ahí el viejo Medina dejó a todo el mundo de cara cuando pidió ¡una menta!
y la obtuvo, verde reluciente, en un vaso largo lleno de hielo granizado.
seguramente era para hacer juego con los Niágara.
Esta historia me recuerda un profesor de Narracion Creativa que tuve en Comunicacion Social, que tambien era un villano pero de los mejores profesores que he tenido, Amir Hamed, nos hacia leer como 10 libros para cada escrito (Papa Goriot, Fausto, Retrato de Dorian grey, etc.) y despues preguntaba cosas como: cuantas veces se repite X palabra en tal novela? Era un genio.
ResponderEliminarLa única duda q me queda se arrastra del post anterior, y es cuál es la poesía que encontrás en Chachacha.
ResponderEliminarLa poesia en chachacha, es la verdad en el caos y la demencia.
ResponderEliminarPosiblemente haya pedido una menta para mezclarla luego con alcohol rectificado y decir que era absynthe...
ResponderEliminarEn relación a la poesía de Cha-cha-chá, no sé qué escribir al respecto porque me parece totalmente evidente; es una deformación romántica el considerar poético solamente lo relacionado al drama y no al humor. en Cha-cha-chá hay más amor al lenguaje -y maestría en su aplicación- que en la gran mayoría de las antologías poéticas rioplatenses de la actualidad. Pero por otra parte es algo muy palpable al repasar varias veces los capítulos hasta que el efecto hilarante se atenúa por la repetición. Queda algo ahí, unas ganas de romper el idioma y un profundo pathos subversivo que, yo al menos, asocio con la poesía (por otra parte el sketch del poeta, ese en el que Capusotto se sube a una tarima a declamar versos que frecuentemente terminan con una más bien grosera invitación al sexo, demuestra evidentemente para cualquier adepto a la lírica que Capusotto se leyó unos cuanto libros para hacerlo).
Adicionaría afirmando,que Chachacha
ResponderEliminarno sólo era poesía sino también actitud poética evolucionada hasta nuestros maravillosos días.
No me creo a los poetas actuales que copian simiescamente la actitud de un poeta de la guerra civil,o victoriano,beatnik.Los hallo anacrónicos,creen en el axioma: poeta=afección.
Lo que hace el gordo es cagarse en la solemnidad "borlas doradas" de la poesía."Au le sens d´humour c´est out".Pienso que utilizamos el mismo conversor que con Bukowski
,salvando la distancia del lenguaje cotidiano y decadente de uno y de la picaresca de secundaria del otro.Con esto no quiero quitarle validez a la poesia de A.C.sino reafirmarle su espíritu de "inmortalidad",por su carácter siempre joven,(ya que los fanáticos en los que me incluyo,
éramos jovenzuelos, y los únicos que se deglutían un programa entero de Vaporeso).Me acuerdo del japonés (que no hablaba media palabra en castellano)con peluca y leyendo poesía,y era de lo más rompedor.
En estos días de difusa necroló- gica(pensando en los que se llevó la huesuda pal otro barrio, Darnauchans,Rebella,el viejo Medina V.)y con el cuore medio destemplao, estuve en busca de la canción mas triste a mi parecer,y la encontré.Adelanto que no es ni de N.Drake, J.Division, o D.Column, es de un folklorista gringo:John Denver.
La canción:"Sunshine on my Shoulders". Que cosa mas pa bajo.
Se preguntarán donde esta la pena en una canción que empienza:-"el Sol brilla sobre mis hombros" y acaba la estrofa con:-"el Sol casi siempre me coloca"...será el tono del lenteja,no lo sé pero me entristece bastante.
Donde esta la tristeza en esta canción...donde la poesía en Chachacha?. Todo está ahí.
Un último descone, pensando en lo contado por Fer, digo:"Cristalino!", haciendo un apurado analisis: "Medina Vidal" = "Ciudad de Vides o Viñedos".
Todo está tan claro... Salud!!!
Raciosimio.
off-topic: Feliz Cumple.... creo?, siga escribiendo así que da gusto.
ResponderEliminarSalud benito, te enteraste que en holanda van a prohibir fumar en los bares tabaco en los bares y solo se podra fumar marihuana en los coffe shops?
ResponderEliminarhttp://ar.news.yahoo.com/s/afp/080630/internacional/holanda_salud_tabaco
jeje
En la tv utilizan la palabra "artista" a cada rato. Para ellos artistas son Artaza o Cherutti.
ResponderEliminarLa tv apesta; o mejor dicho los que aparecen en "esos" tipos de programas sean argentinos o uruguayos apestan.
Conocí a Medina Vidal por las anécdotas y recuerdos de mi madre, quien lo tuvo como docente en el liceo 14 allá por los tempranos setentas. O sea que en mi mente siempre fue un personaje de leyenda. Como muchos de ustedes, ella le tenía una estima muy alta y recordaba con cariño, además, exactamente las mismas cosas: su cigarros, sus rodillas, su pelo negro, sus discursos corrosivos.
ResponderEliminarMe enteré de su muerte por la nota en Brecha. El otro día estábamos con mi vieja y le conté lo que había leído. Sabía que se iba a poner mal, pero depués de un rato volvió a soltarme todas las historias del tipo, como antes. A pesar de no haberlo tenido nunca como profesor, puedo entender el respeto y la admiración enorme que sienten algunos de los que lo conocieron.
Y si, que se envenenen con su propia baba todos los directores de informativos, editores, periodistas culturales y demás seres rastreros que ignoraron esta muerte, como tantas otras cosas ignoran día tras día.
alguna posibilidad de leer en internet, o ser enviado por mail, las notas de lagos y santacreu? se agradece infinito desde la distancia...
ResponderEliminarFa, qué loco el ponja de Chachacha. Lo más de lo más, ahí se recibieron de grosura.
ResponderEliminarregalo atrasado de cumpleaños:
ResponderEliminarhttp://www.fabchannel.com/mike_patton_concert
esto es genial.
También está disponible para bajar.
espero que te guste.-
.."y aunque su vida perdió/dejónos harto consuelo/su memoria"...
ResponderEliminarManrique escribió el epitafio a Medina Vidal: un gran profe.
...bastantes meses que no pasaba por aquí
ResponderEliminarexcelente tu manera de escribir (como siempre te he puesto)
nada que ver a tu tono de voz y manera de cantar..la verdad es que nunca me acordaría de LHM, por tu voz
(pero no importa un carajo, ya sabés de comentarios anteriores en FYT, que a mi me gusta hablar de bandas Uruguayas)
-QEPD Medina Vidal
hubiera estado interesante haber tenido algunas clases con el
me gustan las personas que patean culos y se cagan en toda la gilada
(capáz que porque siempre me gustó el DIY, ó porque no tengo ídolos, ó porque me terminan escindiendo de la mayoría de los lados debido a mis opiniones..)
pero he visto que para ser así, hay algo básico: uno tiene que saber mucho de algunos temas; realmente mucho (de diferentes aristas)
para poder cagarte en los "consagrados" y para comprender sutilezas de los realmente que han aportado
y más aún en un país donde los "papeles" valen como Oro
fijate que si Medina Vidal, no hubiera sido grado 5, como dijeron, sería un loquito suelto para la mayoría...
éxitos
absinthe: no te equivoques, tengo muchos amigos negros y judíos.
ResponderEliminarstirkoff: que mal gusto hay que tener para cogerse a matías.
Cuidado con la censura.
Que cosa del destino...alguien se acuerda de politica y El Rock de Peter Capusotto, ese en que los politicos se peleaban por rock blando vs duro. La ficcion se adelanta a la realidad.
ResponderEliminarQue no se duerma el próximo post
ResponderEliminarSds
todos los días me vengo hasta acá con la ilusión de leer algo nuevo y nada...
ResponderEliminarque pasa querido que estás tan haragán?
dale, escribite unas lineas, que siempre es un placer leerlas!
me siento tan bien de haber llegado por fin a este blog! también he compartido las clases del viejo medina, así como las de hugo. pero por esas cuestiones que lúcidamente (como no podía ser de otro modo)señala anita (mi rubia favorita) elegí al bueno, el más políticamente correcto, y "me quede con" el segundo. literalmente porque actualmente lo tengo o mas bien lo persigo de tutor. pero los años, sobre todo la semi distancia de la casa del saber, me hacen valorar cada vez más mis recuerdos del viejo, y me hacen pensar también que divertido hubiera sido (sobre todo para los que más se quejaban de su antiacademicismo) tomarse ese entremedio como una de las mejores experiencias que tendriamos ahi. sobre todo siendo todos un poco amantes supuestos de la irreverencia... será que en esa facultad todo es a medias... salud por el viejo, que seguro está en ese sotano del que habla la rubia. y veni a bailar!!! ya estas en eso.. creo.
ResponderEliminarperdita durango, estoy de acuerdo contigo, casi que no pasa un solo dia sin que pase por aqui...
ResponderEliminarbenito, por favor, a ver si escribis mas cortito y mas seguido ;)
¿Cómo una cimitarra? Todo el mundo sabe que lo mío es la katana, o este tramontina al que le digo "katana".
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