Hace ya diez años compré, en una tienda de deshechos de la URSS en la 4ª Avenida de New York, uno de mis objetos más preciados: un reloj automático de la KGB, de esfera azul oscuro, de agujas (los únicos relojes que un hombre puede usar) y con un escudo rojo con la hoz y el martillo. Había muchas cosas interesantes en aquella tienda; uniformes, esos gorros peludos que pueden incinerar el cerebro de cualquiera que los use más cerca del trópico que del ártico, reproducciones de Rushenko, y un tendero ruso viejo y divertidísimo que me contaba que había conocido a algunos uruguayos en Rusia, pero que no se había llevado bien con ellos porque eran "muy fanáticos".
Morboso, elegante, ligeramente siniestro (la KGB no era una fábrica de relojes, recordemos, y la tienda era de objetos usados), ese reloj se convirtió en una de esas cosas con las que uno sabe que va a hacerse uno, indivisible, y que va a simbolizar tanto la extraordinaria circunstancia de su compra como una edad, una estética, algo nuestro.
Seis años después de haberlo comprado el reloj dejó de funcionar. Lo llevé con un legendario relojero de Pocitos, uno de los últimos exponentes de un arte perdido, quién lo arregló pero por poco tiempo. Unas semanas después sus agujas dejaron de moverse nuevamente, volví a llevarlo y esta vez el relojero lo tuvo en estudio durante un buen tiempo. Cuando volví me dijo "mirá, como muchas de las cosas rusas esto está bastante mal hecho y además de una forma complicadísima. Lo desmonté pieza a pieza pero no funciona, está muerto. Comprate algún automático bueno, un Eternamatic o algo así y este dejalo en el cajón".
Yo tenía un Eternamatic, herencia de mi padre y con un enorme karma familiar encima, pero el que me gustaba, el que me gustaría dejarle a un hijo, era mi reloj comunista de esfera azul. Lo guardé con tristeza en un cajón.
En los años que siguieron usé dos relojes distintos, un Seiko de esfera negra, con agujas doradas, y otro que me regaló mi madre -al parecer bastante caro- del que ni siquiera recuerdo la marca. Ninguno de ellos se rompió nunca, ninguno era automático (los complejos mecanismos de balance que hacen que la cuerda de un reloj se cargue por el movimiento son considerados hoy en día demasiado caros y frágiles, sobre todo habiendo baterías tan poderosas y pequeñas) y los perdí sin el menor dolor en menos de un año: uno tenía una correa que me irritaba la muñeca y me lo sacaba frecuentemente hasta que lo olvidé en un bar, al otro se le partió la correa mientras caminaba por el parque y no me di cuenta cuando cayó al suelo. No voy a extrañarlos.
A principios de este año decidí comprarme un nuevo reloj, pero luego me di cuenta de que no lo necesitaba, al fin y al cabo el estar permanentemente con el celular encima me tenía informado acerca de la hora. Pero extrañaba el objeto; nunca usé pulseras pero me gusta tener algo en la muñeca que cumpla de alguna forma esa función, algo de color oscuro y carisma varonil, algo como un reloj de esfera azul de la KGB, por ejemplo. Y entonces pensé, ¿por qué no usarlo, aunque no funcione?
En realidad tenía un montón de respuestas para esa pregunta, de las cuales la más sencilla era que me exponía a quedar como un pelotudo o un cretino cuando me preguntaran la hora -algo que suele suceder sobre todo cuando el reloj en cuestión es grande y notorio-, pero también por el simple aura de impotencia que provoca un reloj que no da bien la hora (excepto dos veces por día, como sabemos los que conocemos los refranes anglosajones), casi como la definición misma de la inutilidad.
Pero a mí me gustaba mi reloj de asesino, así que decidí usarlo de cualquier forma. ¿Ridículo? Claro, como las cartas de amor de las que hablaba Pessoa. Como todo.
Luego de casi un mes de llevarlo sucedió lo que en cierta forma tenía que suceder; un día ví que el segundero se estaba moviendo. No me entusiasmé, al fin y al cabo cuando comenzó a dejar de funcionar también tenía breves períodos en los que funcionaba, deteniéndose inevitablemente un par de horas después. Por las dudas lo puse en hora, esto fue en la noche de Iemanjá, el dos de febrero.
Quid pro quo; hoy, 9 de marzo, el reloj sigue funcionando y apenas lo he tenido que adelantar tres o cuatro minutos un par de veces. El hecho me maravilló pero de una forma serena, como cuando uno contempla la improbabilidad de un simple acto de justicia. Porque es justo; yo le devolví su condición de reloj y el me presta un poco de su encanto criminal, dándome la hora de ir a trabajar con la misma seguridad que alguna vez, en una de esas, dio la hora de matar, incapaz -tal vez como su dueño- de notar una diferencia significativa.
Chupen rueda, promotores de magia berreta y feng shui.
Yo tambien tengo un reloj hecho en la CCCP. Que no uso. Ademas esta roto, pero es facil de arreglar. Se solto la manijita para darle cuerda, pero el eje esta bien, solo que no tenes de donde agarrarlo. De hecho se rompio cuando casi habia decidido dejar de usar reloj. Me lo hizo facil.
ResponderEliminarUn bonito reloj, con fondo nacarado y dedicatoria grabada atras.
te quedo bastante borgeano el post. aunque en esas lineas como la última te sale el punkrocker de adentro.
ResponderEliminarBenito: Los relojes de agujas son, como objetos, más hermosos que los digitales, de eso no hay duda.
ResponderEliminarAhora, me llama la atención, en tu entrada, el énfasis (que se me antoja bastante tanguero) en el supuesto caracter viril de los mismos. Cito:
"un reloj ... de esfera azul oscuro, de agujas (los únicos relojes que un hombre puede usar)"
"algo de color oscuro y carisma varonil".
Me pregunto, poniéndome simbólico, si esa hipotética masculinidad tendrá que ver con el hecho de que los relojes de aguja tienen no ya un falo, sino tres.
Y también me acuerdo de aquella tira de Mafalda en que Manolito está criticando el largo del pelo de los Beatles, el cual, según el pibe, no es "de hombres"; a lo cual Mafalda responde algo así como que hay que ver lo masculino que es andar preocupándose por el pelo de los demás.
Salú y un viril apretón de manos. Y quizá un abrazo, pero guambia: un abrazo de esos con el torso inclinado ligeramente hacia adelante, de modo que no haya absolutamente ningún contacto del pecho hacia abajo.
una maravilla.
ResponderEliminarEl relojero es el de luis de la torre?
jop, lindo reloj... yo tengo un par de relojes para arreglar, pero siempre me olvido. tampoco tengo celular, por lo que solo me valgo de mi reloj biologico (que ahora debere coordinar nuevamente), que me mantiene mas o menos al tanto del momento en que vivo... en cierta forma está bueno, cuando tenía reloj, me pasaba mirando la hora porque soy una ansiosa de mierda y ahora como que casi ni me interesa estar al tanto (excepto para venir a trabajar o irme, je!).
ResponderEliminartodo el sabado me estuvo dando vueltas en la cabeza el título del post anterior... se repetía en mi cerebro una y otra vez sin que pudiera evitarlo... :S
bueno, mis saludos y felicitaciones por haber revivido a su amigo azul :)
Benito: Yo haría revisar otra vez ese reloj! Podría estar envenenado... quién sabe...algunas gotitas que pusieron en un tecito y casualmente se derramaron sobre el reloj... me da escalofríos.
ResponderEliminarQue siga funcionando puede también ser interpretado como una metáfora: la KGB también sigue funcionando, pero con otro disfraz, el FSB, que a veces adelanta un poco y hay que ajustarlo a los viejos métodos.
El otro día vi la última película de Cronenberg, y casi le termino agarrando cariño a los tipos del FSB. Imaginate cómo serán los otros personajes...
Que linda que es la memorabilia de la URSS! Yo tengo un pin de Aerflot hermoso!
ResponderEliminarNoo que buen relato! resucitó el relojito, eso es magia papá! urrah!
ResponderEliminarjajaaaaa te-re-mendo
pregunta: en el periodo en que no funcionaba, alguien te pregunto la hora? en tal caso que contestaste?
"chupen rueda", que expresion loca, yo pensaba que "sacamela un poco" era invento tuyo, hasta que fui para rocha y descubri q no
Saludos al reloj
nunca me había reído tanto leyendo algo tuyo, benito. suena a woody allen, de alguna manera muy deforme. ¡salute!
ResponderEliminarwh: efectivamente, para mí los relojes de agujas son como los boxers, la única opción decente para un varón, independientemente de sus preferencias sexuales.
ResponderEliminarel-warren: el mismo relojero, el último de su clase.
hunter: no, a estas alturas... hay una cosa que me llama mucho la atención y es el grabado en metal que tiene del otro lado y que representa a una orca saltando en el mar frente a un sol poniente (o naciente).
void: está también la variación "sacámela tres cuartos". "Chupen rueda" es, por supuesto, proveniente de una expresión de ciclismo que describe el colgarse del sacrificado embalaje de algún osado puntero.
A todo esto; sea borgeana o no, esta historia es rigurosamente cierta. Carezco de imaginación, como todo el mundo sabe, y como un boy-scout siempre digo la verdad.
ResponderEliminar¿tenés idea de que año es el reloj? o al menos, ¿cuál era el gobernante de turno cuando fue utilizado por primera vez?
ResponderEliminarsé que no es lo mismo, pero tengo una cámara zenit que mi viejo le compró a un marinero hace casi 30 años. cada vez que la llevo colgada, que la disparo, cada que vez que la huelo incluso, se siente eso.
benito, ¿tenés un agente de prensa?
ResponderEliminarhttp://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=643
sg
una persona que conocí de cierta edad y nacida al norte de Uruguay tenía para cuando algún mueble u objeto se movía solo la expresión: "se animó".
ResponderEliminarQué tienen los comunistas que resultan tan atractivos?
ResponderEliminarCiertamente, una de mis posesiones más preciadas es una camiseta de un jugador de la selección de Alemania Oriental que creo que la usó el 1985 u 84'. Tiene una muy linda hoz y martillo que me detengo a ver cada tanto. La última oferta que me hicieron por la camiseta fue de U$S 1200 y aún me sigo negando a venderla. Además esa camiseta tiene una historia particular:
mi padre intercambió la camiseta con un teutón del tamaño de un ropero, y se la llevó para Montevideo en el bolso, olvidándose lavarla. LA cosa es que tras abrir el bolso, el sudor en la camiseta tras unos dias de estar sin ventilación, prácticamente fermentó y el hedor era indescriptiblemente insoportable. Mi madre intentó lavarla un par de veces, pero el olor del sudor era tal que recién al tercer lavado desapareció. Mi madre me cuenta que incluso contempló la posibilidad de tirarla, cosa que hoy todos lamentaríamos tremendamente. Esto me lleva a la conclusión que el alma de los artículos de esencia soviética imponen cierta resistencia a sus nuevos dueños, pero hay que tenerle paciencia, como tu reloj o como mi camiseta.
(Soy fer, y últimamente el blogger me elimina, por eso el anonimato).
ResponderEliminarComo Walter Hego, me quedé pensando en la masculinidad de los relojes. Aunque yo los tenía como símbolo femenino, por lo de los ciclos (cf. las películas de Bergman, en particular, Gritos y Susurros).
Dejé de usar reloj hace muchos años, porque conmigo dejan de funcionar. Ya maté dos Citizen y otro, muy bonito, cuya marca no recuerdo.
Sé de dos personas a las que les pasa lo mismo, después de un tiempo de usarlo, el reloj enloquece. Si se lo arregla y lo usa otra persona, anda, pero si vuelve a mi brazo, más temprano que tarde se rompe otra vez.
Ahora tengo uno de bolsillo, aunque de fabricación reciente, de agujas y con una linda cadenita plateada. Por ahora sobrevive, yendo de la cartera al bolsillo del vaquero.
Por otra parte, no soporto coger con nadie que se deje puesto el reloj. Un ex todavía me reclama la pérdida de su precioso reloj del ejército suizo, con malla de cuero. Sostiene que fue de tanto sacárselo y ponérselo que se resintió, y se le perdió en el mar.
¿O ponérmela y sacármela?
Lindo post, benito, mismo lindo. Very inspiring.
Y precioso reloj.
PS:
The Sperm Whale blows as a clock ticks, with the same undeviating
and reliable uniformity.
Moby Dick, Ch. 47
¿tendrá algo que ver?
yo a ese relojero le llevé un reloj automático que me regaló mi viejo cuando era infante y no lo dejó bien
ResponderEliminarAgustín Acevedo Kanopa, dice muy ligero de cuerpo: "mi padre intercambió la camiseta con un teutón del tamaño de un ropero, y se la llevó para Montevideo en el bolso, olvidándose lavarla."
Su padre jugó en la selección de la AUF'
Más digo
Ud. es hijo de Eduardo Acevedo?
fer
ResponderEliminarSOLO
I take off my watch and my earrings
My bracelets and everything
Lie on my back and moan at the ceiling
Oh my baby
Think about you and that long ride
I bite my nails I get weak inside
Reach over and turn off the light
Oh my baby
The way you move it's right in time
The way you move it's right in time
It's right in time with me
The way you move it's right in time
The way you move it's right in time
It's right in time with me
From Lucinda Williams "Car Wheels On A Gravel Road"
Mercury Records 1998
Warner Tamerlane Publishing Company/Lucy Jones Music
Nomad-Noman Music(BMI)
muy bien
ResponderEliminarcoincido con fer. nadie debería jamás coger con reloj ni con medias puestas, o al menos fuera del circuito prostibulario, donde ambas prendas pueden ser de cierta utilidad.
ResponderEliminarhace poco lo recordé el principio por violarlo. en los 10 segundo que se sucedieron luego de mirar la hora en mi muñeca (eran las ocho de la mañana) me pasaron cosas muy malas que no podría escribir.
no debemos coger con reloj o con medias los hombres. las mujeres sí pueden.
ResponderEliminarDesconozco el año de fabricación del reloj, pero he descubierto que su fábrica sigue funcionando y manufacturando relojes de la KGB aún ahora, años después de que la KGB dejó de existir. El lugar donde lo compré era de objetos de época y el reloj era usado, pero no puedo asegurar que sea una pieza auténticamente comunista o simplemente una reproducción (en cualquier caso estuve viendo fotos del mismo modelo en venta actualmente y aunque el diseño es el mismo la forma de las agujas es bastante distinto).
ResponderEliminarEn cuanto a lo del sexo y el reloj... bueno, recientemente me reclamaban el habérmelo dejado puesto, pero espero que luego de este post se entienda. A la vez tengo que admitir que en un encuentro amatorio perdí un omega (feo pero carísimo) herencia de mi abuelo, por lo que me paranoiquea un poco el desprenderme del reloj. No me parece en absoluto tan grosero como dejarse las medias (o los lentes, los que somos miopes).
Es cierto que los relojes analógicos son bastante más bonitos que los digitales, pero yo tengo uno digital que me gusta bastante, y no es nada grasa (como suelen ser esos relojes). Lamentablemente la malla está destrozada, y tengo que mandarlo a arreglar todavía.
ResponderEliminarLo de utilizar el celular como reloj no sirve, por cierto. Es súper incomodo. Aguante el reloj.
ah, los lentes a veces me los dejo, aunque se les adhiere la pátina sebácea, entre otras secreciones, y con frecuencia se retuercen. es que soy MUY miope, y siento que la privación del estímulo visual es equiparable a una mutilación genital.
ResponderEliminaren cuanto al año, tengo una remington (máquina de escribir, no arma de fuego) y con el número de serie pude encontrar el año y lugar de fabricación en internet: nueva york, 1927. con tanto geek suelto en el antiguo imperio soviético tal vez no sea difícil dar con el dato.
daniel dijo...
ResponderEliminar"no debemos coger con reloj o con medias los hombres. las mujeres sí pueden."
ahora que me lo plantean así, tiene razón... es como que a las mujeres se nos toleran más esas cosas... aunque mejor que medias son unos buenos zapatos de charol con plataforma y taco aguja...
igual también tiene su encanto (para mí, que me encantan las cosas desagradables), coger con la ropa puesta pero baja... mejor aún si es en algún baño público... nada mejor que verle las patitas a alguien en el cubículo vecino, jejeje!
no me molesta que la gente no se quite el reloj... me molesta cuando tienen collares largos con colgante pesados que se enredad y que hay que estar esquivando.o el pelo largo y molesto...
Che pero coger en un baño publico no da, un lugar todo meao y con olor a mierda, imaginate si el de al lado tiene alta diarrea!
ResponderEliminarBenito: entro por primera vez a tu blog por recomendación de un amigo y lo poco que lei me gustó. Uruguaya como vos y radicada desde hace mucho ya en el exterior también suelo usar relojes que no funcionan en mi muñeca por el solo hecho de lucirlos.
ResponderEliminarMe encantó la frase "le devolví la condición de reloj" y eso disparó en mi mente a un montón de reflexiones.
Cuan importante es valorizar lo que uno tiene, no solo las cosas, la gente, los sentimientos...
Coincido en que los souvenirs de la CCCP ejercen una fuerte atracción.
¿Sera por tantos años de ostracismo?
Se contaba un chiste en los años de la perestroika: Gorbachov sentado en una plaza y un ruso caminando como podía, pues llevaba dos valijas pesadísimas, las cuales apoya en el piso para detenerse y descansar.
ResponderEliminarMijail se acerca y le pregunta la hora. El tipo se arremanga el abrigo y mirando su reloj le dice "Si como no, son las 14:30. En berlín son las 11:30 y en Vladivostok las 17:30; La temperatura es de dos grados 3 décimas, la presión atmosférica tal, la humedad tanto, la luna está en menguante, en fin, le da un montón de datos.
Gorvachov se maravilla y dice "que reloj estupendo, seguro ha de ser una de las primeras importaciones que hemos habilitado desde el oeste.."
- No -dice el tipo- Industria nacional. 100% ruso.
- Increíble, y yo que creía a la industria soviética en decadencia! Me enorgullece ser ruso ante tan maravilloso reloj
- Si, la verdad que es lindo - contesta el tipo haciendo fuerza para volver a levantar las valijas- eso si, lo que pesa un poco son las pilas...
me encanta como escribes.
ResponderEliminarno se porque cuando lei
esto me re imagine el relato
en pelicula! jaaaaa
fer (a quien Blogger sigue ignorando)dice:
ResponderEliminarCreo que le asiste razón a el-warren, me parece, el reloj se inmiscuye no sólo con el tiempo sino con el tempo.
(Me gustó mucho Lucinda, gracias.)
Benito: ningún problema con los lentes. ¿Qué hay de la orca?
Ya que estamos medio fetichistas, acá dejo las fotos de la camiseta de Alemania Oriental:
ResponderEliminarFrente
Escudo (DDR)
Ya que no fui el primero en irse totalmente del asunto de la entrada, me siento un poco menos desubicado por decir lo siguiente.
ResponderEliminarLos relojes no son sexy. Son lo primero que uno (hombre o mujer) debe quitarse antes de empezar la cogida.
En cuanto a las medias, claro que también deben volar. En el caso de las mujeres, si bien resultan sensuales las medias cortas y medio caídas, el dejarlas puestas impide apreciar una de las cosas que a mi juicio son más atractivas de ellas, es decir, los pies desnudos.
Y ya que hablamos de los pies o sus cercanías y volviendo a los accesorios, hay pocas cosas más sexy que una mujer desnuda con una tobillera.
t0m: Disiento: no me atraen en absoluto los zapatos de tacos altos. De hecho, el único calzado que puede resultar sensual, para mí, son las sandalias. Claro que es imperativo que ella se las saque (o, mejor aun, que uno se las saque a ella) antes de coger, porque, como dije, los pies femeninos, cuando son lindos, son lindos mismo; y si bien las sandalias dejan apreciarlos mucho más que cualquier otro tipo de zapatos, lo mejor son las plantas y el lado inferior de los deditos, sobre todo cuando están levantados, exhibidos y ofrecidos.
benito, ¿es usted un ostálgico? Si mal no recuerdo, en la presentación del libro de Agustín llevaba puesta una remera con caracteres cirílicos.
ResponderEliminarPor mi parte, coincido en que los objetos del desaparecido mundo soviético ejercen una extraña fascinación.
Hace tiempo que no leía un post con tanta mística, muy bueno.
ResponderEliminarbenito: Muy bueno.
ResponderEliminar¿alguien penso de verdad que Benito pudo haber inventado las expresiones chupen rueda o sacamela un poco? Es como los que creen que Kesman invento es lo que hay valor. me caigo y no me levanto y esta no la invente yo, lo aclaro por las dudas.
ResponderEliminarEl post esta muy bien y Benito escribe muy bien pero de ahi a pensar que es un generador de expresiones populares! vamos void ponete las pilas.
El constructivismo ruso, que de hecho está inserto en el arte revolucionario, junto con el futurismo y el cubismo dieron paso a esa estética tan particular que prosperó durante la revolución.
ResponderEliminarEl Lissitzky (nunca me queda claro si se escribe así o no) es espectacular.
La bola que le dieron las cúpulas rusas al arte lo hicieron posible.
"El" (Эль) es con una l blanda, casi como Eli. Era su nombre artístico. El nombre verdadero era Lazaro, patronímico Markovich.
ResponderEliminarHey, hay gente cachonda y preocupada por su indumentaria amorosa por ahí!! Cheer up!!
ResponderEliminarDentro de los items que me permito contestar tengo que decir que -por más que mi simpatías políticas han sido siempre próximas al PCI (sí, me gusta el eurocomunismo, y me permiten votarlo de vez en cuando, además), el atractivo por los caracteres rusos y la parafernalia soviética es vieja y básicamente estética. Funciona, digamos.
tengo entendido que benito sí inventó la palabra "poronga".
ResponderEliminarno ame de leerte es muy largo y aburrido pero si queres podemos hablar de cine yo te invito y vas a verlo chau
ResponderEliminarBenito: Te descubrió Astrid. Enhorabuena y que te sea leve, hermano.
ResponderEliminarBah, aunque sus "críticas" de cine no son mucho peores que las de Daniel Lucas, ponele.
Hablando del intelectual compatriota, nunca lo he visto por acá, pero la esperanza es lo último que se pierde. Quién te dice, capaz que en algún momento pinta.
P.S.: ¿Recibiste el mensaje de correo en el que te consultaba por sitios de donde bajar subtítulos?
guille:
ResponderEliminaryo soy argento y aca esa expresion no se usa o al menos a mi no me consta, o sea no sabia que era popular.
Saludos vecinirijillo.
WH: tengo idea, pero no recuerdo cual era el sitio donde estaban los subtítulos (me parece que fue alguien que no era yo el que señaló el lugar). Tengo costumbre de ver las películas sin subtitular -las que están en idiomas que entiendo- o bajar versiones con subtítulos duros (de hecho no sé cómo grabar y sincronizar los otros en un CD o un DVD).
ResponderEliminarBenito: Yo tengo la misma costumbre (lamentablemente, sólo puedo hacerlo con las habladas en inglés).
ResponderEliminarTe preguntaba para pasarles algunas películas subtituladas a gente que no entiende inglés.
En fin, seguiré buscando. Gracias igual.
El otro día andaba viendo películas de los hermanos Marx, y me percaté cuánto se pierde en los subtítulos, a veces con juegos de palabras intraducibles.
ResponderEliminarEj. de Animal Crackers (lo estoy recordando, no es literal)
-I heard you know South America very well
-You bet I do
-I am going to Uruguay next month
-Well, let's do this, you go Uruguay and I go my way
Subtítulos en español:
-Escuché que usted conoce Sudamérica muy bien
-Seguro que sí
-Me estoy yendo a Uruguay el próximo mes
-Bueno, hagámoslo así, tu vas a Uruguay y yo voy a Paraguay
(????)
Entiendo que es un chiste intraducible, pero se podrían haber esforzado más
Subtitulos:
ResponderEliminarhttp://www.solosubtitulos.com/
creo que tenes que registrarte, pero no lleva mucho tiempo.
tiene una variedad interesante de subtitulos de peliculas y series.
suerte
www.subdivx.com/
ResponderEliminarwww.solosubtitulos.com/
www.opensubtitles.com/es
www.subtitlesbox.com/es_index.php
Si tu reproductor lee divx lo que tenes que hacer es grabar la pelicula y los subtitulos en la misma carpeta y con el mismo nombre
(en el mio funciona asi) ej:
pelicula.avi
pelicula.srt
Hay varios formatos de subtitulos:
.srt; .txt; .sub tenes q fijarte q tu reproductor los entienda, creo q el mas comun es srt.
De esa manera podes elegir si queres ver o no los subtitulos.
Si tu reproductor no lee divx, primero tenes que convertir el archivo a formato de dvd con un programa antes de grabarlo.
la otra: buscar archivos srt en tu p2p favorito.
ResponderEliminarcomo son archivos chiquitos, de texto, tardan un periquete en bajar. si te animás, podés meterte en ellos con cualquier editor de texto y cambiar el formato, corregirles faltas de ortografía y todo eso, porque conservan la sincronización.
un excelente programa para modificar subtitulos, editarlos, traducirlos, corregir errores, y practicamente..todo. Y es uruguayo !!..Subtitle Workshop.
ResponderEliminarlo mejor con el asunto subtitulos es bajarse el reproductor VLC Media Player (es gratis y esta aca: www.videolan.org), que reproduce lo que venga. Te bajas los subtitulos, arrancas la peli y tiras los subtitulos (literalmente Sig) en la pantalla y listo el pollo. No importa el formato de la peli ni el formato de los subtitulos, lee lo que venga y sincroniza lo que venga.
ResponderEliminarSaludos!
a mi me lo traduce todo mi reloj de agujas.
ResponderEliminarVoid: Me ha salvado la vida con lo de los subtítulos y la película en la misma carpeta.
ResponderEliminarNo más doblajes al gallego!
Eternamente agradecido.
Agustín: Todo un asunto, el de la traducción de puns. En el caso del que citás, el traductor no se rompió la cabeza, por cierto. Lo que hizo no sólo no es un juego de palabras, sino que no tiene la más mínima gracia. Aunque, la verdá, si me preguntás qué haría yo en ese caso, tendría que pensarlo mucho.
ResponderEliminarNico, Void, Marcelo, Andrea y Coriún: Gracias por los datos.
Podría haber traducido:
ResponderEliminar-Bueno, hagámoslo así, tu vas a Uruguay y yo voy a ver a Sinatra que canta my way.
¿o no?
Bonito post.
ResponderEliminarUna de mis neurosis es la de que, si tengo un reloj de pulsera, me paso todo el dia viendo que hora es, y me empiezo a angustiar porque siento que se me esta pasando la vida (una reverenda idiotez de mi parte, teniendo en cuenta el tiempo que paso en la PC haciendo nada).
Asi que, igual que tu, uso mi celular.
¿Astrid? ¿La de Uruguay total? NUHHHHHHHHHHHHHHHHHHH. ¡Y tiene un blog!
ResponderEliminarEsto es el acontecimiento internético del año.
Ya se que estoy llegando un poco tarde para mandar un shout out, pero igual va:
ResponderEliminarArturo's!! Hell yeah!!!!
una preguntita, a la persona cuyo ex tenia un reloj suizo: ¿era con localizador nocturno? ¡por que yo tenia un novio que usaba uno similar!
ResponderEliminarComo ya está larga la cuestión esta de los comentarios, voy a leer solo 3 para atrás, y los que vienen luego.
ResponderEliminarAntes que nada (pero luego de la anterior aclaración) CLAP CLAP CLAP! Muy buen post. Muy bueno.
Yo también tengo un reloj por el que siento y demuestro mucho aprecio, y otros varios perdidos en mi haber, que sinceramente no me desprenden ni el más mínimo sentimiento de tristeza o dolor.
Mi viejo, muerto ya hace 26 años, usaba un reloj regalado por mi madre, un Omega Speedmaster a cuerda, que anda al pelo, pero como tengo la muñeca izquierda rota luego de un accidente, me molesta usarlo. Me las arreglo con el celular, y me lo pongo en ocasiones especiales como casamientos y cumpleaños de 15, para que vaya bien con el traje de pingüino viste.
Nos estamos leyendo en cualquiera de estos días.
Beso.
Alex.
DICE FER:
ResponderEliminaranónimo: los novios/as/@3#s son todos igualmente traicioneros, pero el reloj del que yo hablaba era de absoluta simpleza, como para un cabo (tal vez sea a lo que acceden los que no son parte propia de l'armée).
¿qué pasó con tu novio?
amé de leerte en este bolg astrid y espero verte mas segido por acá.
ResponderEliminaraca a todos nos gusta hablar de las peliculas del amor. :)
chau divina, te amo
Que curioso que hay marketing par el reloj del ejército suizo.
ResponderEliminarYo creo que desde Guillermo Tell en adelante Suiza siempre fue neutral, o sea, será un ejército muy puntual, pero yo que sé...
Otracosa Benito ud. que es vecino. Sabe a que cabecita loca se le ocurrió sembrar camalotes en el lago del parque?. No eran necesarios y parecen a punto de desmadrarse
El blog de Astrid esta creciendo a pasos agigantados. Dentro de poco te va a ganar con el numero de comentarios, Benito
ResponderEliminarEu: exactamente, Arturo el relojero (me había olvidado del nombre). Un personaje fascinante, más allá de que no haya sabido qué carajo hacer con mi reloj comunista (en una de esas ese fue el problema).
ResponderEliminaralexander: no sé por qué los relojes tienen, más allá de su atractivo, un particular valor simbólico que lo hace el objeto clásico de herencia o de pasaje de posta (uno preferiría una gran estancia en Rocha, pero el reloj es como una tradición). Aquel segmento de Pulp Fiction del veterano de Vietnam que guarda durante años de prisión un reloj en el culo para dárselo al hijo de su camarada muerto es muy significativo.
walter: en realidad hay varias variantes de camalotes en el lago del Parque Rodó (de hecho no estoy seguro de que haya camalotes propiamente dichos sino plantas acuáticas similares cuyos nombres se me escapan, pero que están detallados en las placas informativas que rodean el lago). No sé si fueron implantados allí o simplemente se reprodujeron naturalmente, con semillas pegadas al plumaje de las aves que suelen ir a nadar/pescar allí. En realidad no joden nada al lago, pero es cierto que están demasiado crecidos y deberían ser al menos reducidos en tamaño.
No conocía a Astrid y yo, que no amo nada, no creo que haga gran contacto espiritual con este romántico personaje.
por leer los comments sentí curiosidad y entré al blog de astrid.
ResponderEliminarPregunto a los que la conocen: ¿es así o se hace?
gracias
De astrid sólo puedo decir que, parafraseando un viejo cuento de Stephen King, "it grows on you".
ResponderEliminar¿Por que les resulta tan difícil creer que Astrid sea como es?
ResponderEliminar¿ Acaso uds, machotes, no tienen novias o esposas ?.. ¿ Les parece sinceramente que Astrid es muy diferente a ellas ?..¿ Nunca fueron al cine y se sentaron al lado de una mujer promedio y desgraciadamente tener que escuchar sus comentarios ?...
andrea, yo soy la anónimA que hizo el comment sobre si astrid es o se hace. Soy mujer, no soy ninguna machota y no me parezco en nada a ella, ni mis amigas. Tampoco me creo una mujer "especial", así que me parece que lo que es machista es tu respuesta.
ResponderEliminarSinceramente, te parece que las mujeres son tan "burras" como astrid?
¿Cómo pudo aprobar la materia "idioma español"? ¡Las faltas de ortografía, la redacción, la sintaxis, son realmente asombrosas!
Andrea: ¿En serio creés que Astrid es Astrid?
ResponderEliminarQuiero decir, ¿de veras pensás que ese blog es en serio y que lo hace una mina de nombre Astrid?
Mi única duda al respecto es si será obra de una sola persona o de un equipo. Bah, no, son dos las dudas: la otra es si será una joda por amor a la joda, o si el autor o los autores tendrán algún otro propósito.
Si es sólo una broma, me parece que es de corto vuelo, porque ¿qué gracia puede tener leer más de dos entradas que son esencialmente la misma?
En fin, quizá algún día se devele el misterio.
astrid es un gusto adquirido y culposo
ResponderEliminarFuiste a ver Shellac el miércoles en Buenos Aires?
ResponderEliminarA: No, no fui a ver a Shellac, y me acabo de enterar que no lo vi por una confusión de fechas; me habían dicho que era el 28 (un día que yo no podía ir de ninguna forma) y resultó ser el 26 (un día que me hubiera complicado pero que podría haber encajado). Me la quiero cortar, sobre todo después de escuchar por primera vez "The End of Radio" y convencerme de que no hay NADIE haciendo NADA remotamente tan interesadante y de verdad como los Shellac. Fuck you y felicitaciones a todos los que los vieron en Niceto.
ResponderEliminarEn cuanto al tema Astrid... me parece un buen chiste, aunque un poco reiterativo a estas alturas. Está todo bien.
Andrea: he conocido pelotudas inenarrables en todas partes, así que no me sorprende nada. Pero -y juro que no es por corrección política- no me parece que las pelotudas cinéfilas(es decir, de género femenino) sean peores que los pelotudos cinéfilos. Hay gente para todo y es unisex.
Vean No Country for Old Men y I'm Not There: hacía mucho tiempo que el cine norteamericano no hacía películas tan buenas como esas dos.
yo sí tengo novia, y me encanta escuchar sus comentarios sobre las películas en el cine. suelen ser tan interesantes como los míos, que soy un machote infernal.
ResponderEliminarno es que crea que las mujeres son seres superiores -aunque muchas veces lo parezcan-, pero me encuentro a eones luz de la misoginia de esta chica, andrea, que, si uno no se la toma como una provocación, es pavorosa.
en realidad me quejo por nada, porque además de ser un machote infernal, soy muy sagaz y perceptivo, y creo que andrea es de esas chicas que... como decirlo... me ponen sexualmente fantasioso con su sola manera de ver la vida -diametralmente opuesta a la mia, claro-. uf.
no country for old men, cuenta también con mi recomendación -bien bardem y grande tommy lee- y la de mi novia, que no suele perder el tiempo frente a una computadora de inteligente y divina que es.
I´m Not There me pareció excelente, aunque no se que pensara un tipo que no sea fanático de Dylan y que no este al tanto de su vida.
ResponderEliminarEs decir, si no sabes que Dylan actuó en Pat Garret & Billy the Kid, el persoaje de Richad Gere te va a parecer imposible de entender (yo interpreto que es el Dylan recluido de las Besement Tapes, aunque no estoy muy seguro).
O que el niño negro no representa la infancia real de Dylan, sino la ficticia que el mismo se invento durante sus primeros tiempos en Nueva York.
¿Que te pareció el recital de Punta del Este?
Acá esta mi impresión:
http://www.fotolog.com/losinformantes
No deja de ser como una broma de mal gusto que en España la actuación de Javier Barden se escuche doblada al castellano por otro actor; es una lastima para quien quiera apreciar su muy buen trabajo.
ResponderEliminarSalu2
Bueno, Walter, lamento decirte que no creo que Astrid sea Astrid, que a mis 27 años alguna neurona afortunadamente conservo, y lo único que quise expresar (también va para vos, Patricia), es que la mayoría de las mujeres que me rodean o que observo, no son muy diferentes a Astrid. Son diferentes, pero no TAN diferentes. Inclusive se me da el caso seguido ( a esta altura creo que es mas bien una maldición ), que las pocas veces que voy a una sala de cine ( concretamente las del complejo Montevideo Shopping), tengo la mala fortuna de sentarme al lado de las clásicas minitas vestidas de tonos rosados y muy afectas al celular y a los mas variados y varopintos tonos, que nunca entienden un carajo de la película que estan viendo. Y no estoy hablando precisamente de películas de Bergman o Antonioni. Es increíble escuchar frases como "¿Ese no habia muerto?", "¿Porque lo mató?", "¿Porqué se acuesta con ella si no la quería?", "Uy,pero que feo que es el chico", "Ella es mona pero el es bien feíto", "Que linda que es la pollera lastima que ahora no la tiene", y etc y etc y etc. Supongo que simplemente tendré mala suerte, sí, debe ser eso..no me hagan caso. Y Patricia, perdon por abrir una herida en tu ego femenino..no fué mi intención. O casi no lo fue.
ResponderEliminarArturo supo arreglarme varios relojes cuando vivía en el rioba, y efectivamente siempre me pareció un tipo fascinante. En realidad nunca lo conocí más que en mi calidad de cliente, pero tenía ese halo como misterioso de brujo arcano y un cierto aire casi nazi.
ResponderEliminarEn un momento me pasé alos relojes a pila, y eso era un sacrilegio para el tipo; después me fui del barrio y al tiempo dejé de usar reloj, así que de Arturo, nunca más ni noticias, hasta este post.
Estoy hablando de hace unos 20 años, nunca me imaginé que a estas alturas siguiera vivo y en actividad.
Hay subjetividad en la red. El blog de Astrid no está tan mal sobre críticas de cine. No zean azí. Benito, mencionaste algo sobre "No country for old men". A mi me gusto y hace un tiempo uso la red para ver criticas de cine. Deje de leer a Zapiola hace tiempo, y nunca creere en un comentario de Dani Lucas o Estrata. En este pais, en uruguaytotal esta Buchichio que es muy lineal, el tal Alejandro en "cine 7" es largo, pero el comentario mas afin con lo que los Coen filmaron fue uno que lei en montevideo.com. Ahora no me acuerdo el nombre del blog sino te lo pasaba.
ResponderEliminarMe perdi a Albini en Bs As tambien ¡¡¡que cagada!!!!
Abrazo. Mastodonte.
vean "there will be blood". me pareció fantástica la actuación de bardem, tal vez exagero, ya que a casi ningún amigo le pareció tan buena...
ResponderEliminarMi reloj atrasa mínimo 20 min. asique no cumple su funcion de reloj, lo voy a romper yaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarfer: no estoy de acuerdo con que todos los novios/as son traicioneros. De hecho, hay un comentario de Daniel posterior al tuyo que, al leerlo, me provocó sana envidia de su novia..:)
ResponderEliminarYo no me considero traicionera. En realidad, lo que sucede es que cuando "elegimos" lo hacemos basados en algunas características (generalmente las más notorias) y no nos damos cuenta de las bajezas que pueda cometer la persona "elegida".
En referencia al novio mío que tenía un reloj del ejército suizo: el tipo era un imbécil...un reverendo estúpido.....pero la culpa es exclusivamente MÍA: ¿cómo pude fijarme en un tarado que adoraba a su reloj por el simbolismo bélico que tenía?
No es mi intención ofender a nadie, pero convengamos que es medio pelotudo tener (y hacer alarde) de un reloj del ejército suizooooo...
saluditos a todos
no sé qué nos pasa a algunos uruguayos -tal vez también a algunos argentinos- cuando entramos a un cine. lo hacemos como si fuera un templo sagrado de la sabiduría, a castalia. y lo que es más ridículo, lo haceos con solemnidad. cuando en realidad es, al menos en otras partes del mundo, un lugar de solaz y esparcimiento, en el que uno se puede nutrir, claro, pero en el que los comentarios -del tenor que sean- entre los espectadores, son una cosa tan normal como lógica.
ResponderEliminarsospecho que la respuesta es bastante sencilla en términos de sicología social, pero es un tema que dejo para otro post :)
Hace unos años me compré en San Petersburgo uno de esos "gorros peludos que pueden incinerar el cerebro".Y también me pasó algo raro con él. Cuando lo compré lo hice a pesar de los esfuerzos por persuadirme de un amigo que me acompañaba y que no entendía como iba a tirar guita en un objeto que según el jamás usaría, que pasaría a formar parte de mi colección de objetos inútiles y bla, bla bla.
ResponderEliminarYo le aposté que lo usaría y que en definitiva era mi problema si lo llevaba solo para sentirme como salida de Dr. Zhivago.
La cuestión es que lo perdí ni bien llegué a Montevideo. Revolví cielo y tierra y nada de mi gorro...El año pasado mi amigo me recordó la apuesta, y me conminó a usarlo o pagar la cena.
Salía a encontrarme con el, dispuesta a cancelar mi deuda cuando buscando otra cosa abro un cajón, que había abierto decenas de veces antes buscándolo, y ahí estaba, peludo y juraría que sonriendo mi precioso gorro.
No solo no pagué la cena esa noche sino que además me salvó la vida en el duro invierno pasado.
Creer o reventar, magia rusa pura y dura.
Hablando de relojes rusos...
ResponderEliminarSegunda imágen:
http://cargueconcuiado.blogspot.com/2008/04/el-cocodrilo.html3
Yo en Moscú me compré una petaca (muy bonita por cierto, de acero inoxidable forrada en cuero).
ResponderEliminarno sé si alguien leerá este comentario antes del acontecimiento, pero esta medianoche en Films & Arts estará The Fall en el programa de Jools Holland.
ResponderEliminarSi lo leés tarde, benito, ni lo publiques.
fá, la pifié con el link. El 3 al final sobra.
ResponderEliminarEs http://cargueconcuiado.blogspot.com/2008/04/el-cocodrilo.html
OffTopic: Acaba de salir publicado el ultimo numero de la revista española Zona de obras" dedicado a cultura montevideana. El cd tea un tema de H.M. entre otros.
ResponderEliminarQue sensación extraña debe ser caminar y marcar los pasos con el metrónomo marxista.
ResponderEliminarMi viejo me regaló un reloj hace mucho, no lo puedo usar porque es pesado, pero lo llevo a donde vaya, es un amuleto pesado que le regalaron en el servicio de inteligencia del Perú cuando trabajó allí. A veces pienso que el endemoniado y buen relojillo vio muchas cosas...y si pudiera contarlas seria maravilloso.
ResponderEliminarPosteá vieja, que no hay nada decente para leer en la red en castellano.
ResponderEliminarBenito: Descolgadísmo, lo mío, ya sé. Por lo pronto, nada que ver con el asunto de la entrada. Pero bue.
ResponderEliminarBuscando en la red información sobre Juan A Sistema, para agregarla (si la hubiera) a una nota del mismo/la misma que salió en la Brecha de hoy y pienso transcribir en mi blog, encuentro que Google me brinda una sola página: la correspondiente a una entrada tuya en Fuck you, Tiger, del 21 de agosto de 2004, en la que, entre otras cosas, decís: "Repito, no somos mucho más que lo que parecemos y la máscara que uno se pone es la máscara que eligió. A cagar con este tema, entonces".
No espero respuesta, ya que hace años que mandaste el asunto a tomar por culo, pero igual: nadie elige realmente nada, al menos nada tan importante como la máscara con la que anda por la vida.
Recuerdo vagamente que hace tiempo, en algún blog, dije esencialmente lo mismo y despachaste mi comentario en una o dos frases cortas que cumplían la función de invalidar mi opinión mediante el recurso de adjudicarme la etiqueta de ser partidario de no me acuerdo qué escuela filosófica. Como diciendo "Ah, éste es [acá la etiqueta]. Ergo, lo que dice es automáticamente descartable".
Repito: no espero que me contestes, ya que está claro que finiquitaste la cuestión hace unos cuatro años. De todos modos, si acaso hoy tuvieras algo que decir al respecto, te pediría que tu réplica fuera un poco menos fácil y cómoda que la de entonces. En otras palabras: que hicieras algo más que pegarme un rótulo y que tu respuesta contuviera argumentos. O, en su defecto, que me dijeras algo del estilo de "Me embola ponerme a redactar algo fundamentado y bien hilvanado al respecto". Preferiría que optaras por lo primero, claro, pero de todos modos agradecería la franqueza de lo segundo.
Salú.
walter: no sé que circunstancia personal habrá hecho que te brotes tanto en relación a una frase tan abstracta y yo no escribo a pedido de nadie, pero voy a tratar de aclarar un par de cosas.
ResponderEliminarRevisé la nota de "Juan A Sistema" -en la que se le atribuye a Charly García la autoría de una frase en la que simplemente estaba glosando a William Burroughs, y que no parece tener nada que ver en lo temático con máscaras de ninguna clase-, pero no la mía, y tengo totalmente olvidado el contexto de la misma.
Sin embargo releyendo la frase vuelvo a estar de acuerdo con la misma; no sé qué es lo que te resulta tan ofensivo de la misma, más allá de que puedas estar en total desacuerdo con ella. No guardé los comments de FYT, así que no recuerdo qué te contesté, pero no creo tampoco el haberte etiquetado como seguidor de una corriente filosófica. No te conozco, no podría hacerlo. Sí puedo haberte dicho, y lo sigo creyendo, que el considerar a la propia imagen social que proyectamos como algo enteramente construido desde afuera es propio del determinismo social -si se es ateo- o del calvinismo, si se es cristiano. En todo caso es la negación del libre albedrío y la resignación a la inmutabilidad de la condena o el privilegio social.
En realidad es algo totalmente discutible en términos científico-sociales, y ni en pedo me metería a hacerlo porque a priori se me ocurre que cualquier teoría tendría que considerar una cantidad de variables, de hecho cada estímulo recibido por una psíquis desde su concepción hasta el momento en que es estudiada, absolutamente inabarcable para ningún método científico, por lo menos para ninguno que se haya inventado.
Pero yo dudo que estuviera hablando de términos sociológicos sino más bien simplemente de la vieja discusión artística sobre lo representado en la propia obra o persona, sobre la experiencia vivida, sobre lo que sucede o se reproduce y sobre la construcción de la propia imagen. Un tema del que no me animo -porque no podría- hablar en términos lacanianos, pero si en los de Oscar Wilde, o los situacionistas, o simplemente los de la canción "Seen and not Seen" de los Talking Heads.
Pero de cualquier forma, me parece que ante todo es algún problema tuyo, que no tiene que ver ni con mi frase ni con las máscaras.
"En la intendencia la idea del tiempo siempre se hace más tangible. Se pierde mucho tiempo. O se lo gana, si un trámite resulta más rápido de lo pensado. En ese caso, el ahorro temporal provoca una alegría inesperada. Y una vez que salimos a la calle antes de lo previsto, surge una sensación de libertad, tan mínima cómo inaudita." esto es de Fidel Sclavo y lo escribión en 1998. Publicado en el libro "historias que quedan en nada"
ResponderEliminarDe Don Julio
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj
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Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Instrucciones para dar cuerda al reloj
ResponderEliminar--------------------------------------------------------------------------------
Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos
dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles
despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de
sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume
del pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Atelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo
anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va
corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo
está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.