sábado, 3 de mayo de 2008

Pequeña addenda relojera

Hace unos días quedé fascinado por un reloj de bolsillo con cadena que vi en una casa, un objeto maravilloso posiblemente de la segunda o tercer década del S.XX, con un automovil de la época grabado sobre la tapa. Me gustó tanto que posé con él para una foto.

Días después se lo comenté a mi madre, que comparte conmigo esa fascinación por las cosas anacrónicas y me dice "pero vos tenés un reloj de bolsillo con cadena". Me quedé sorprendido, ya que era algo de lo que no tenía ni idea, y ella me explicó que tiene guardado -para mí, porque al parecer en mi familia los objetos de hombre, como el revolver del que hablaba en un post anterior, se heredan de hombre a hombre- el reloj de bolsillo de mi abuelo el ingeniero, su padre. Entonces me lo muestra: es un Longines de mitad de los años 20, con un elegante diseño art-decó grabado sobre la tapa en la que también están grabadas en relieve las iniciales de mi abuelo. Es posiblemente uno de los objetos más bellos que haya visto nunca y está hecho casi completamente de oro. Le doy cuerda y funciona perfectamente.

Me pregunta si quiero llevármelo y me doy cuenta de que me da miedo; hay demasiado karma en ese objeto absolutamente imposible de usar. Tal vez en un día excéntrico, en el que tuviera puesto un chaleco (algo que sólo hice dos veces en mi vida), podría usar un reloj de bolsillo, pero no uno tan dorado, tan caro, tan excesivo y cargado de pathos generacional. Aunque mi madre no lo recordaba, revisamos fechas y confirmamos algo: el reloj le fue regalado a mi abuelo cuando se recibió de ingeniero. Mi abuelo era hijo de un carnicero italiano, que se vino de Génova con una mujer, una valija medio vacía, un bigote y un traje, y que consiguió -en otro Uruguay- que todos sus hijos varones obtuvieran títulos universitarios. El más notorio fue mi abuelo, que llegó a ser director de obras de la Intendencia Municipal de Montevideo, trabajando con el intendente German Barbato, de legendario ascetismo no hereditario. Ascetismo que compartió mi abuelo hasta el punto de que dedicó su carrera a la actividad pública (una pésima decisión económica para un ingeniero), de la que no se llevó ni un mango, ni un privilegio, ni un cargo para la familia, ni un enemigo. Era la persona con menos necesidades materiales que conocí en mi vida; para ser feliz le alcanzaba almorzar con la familia, ver alguna película en televisión a la noche, salir a caminar un rato a la tarde, tomar un vaso de vino, arreglar (generalmente mal) domésticamente las cosas que rompíamos y escuchar las óperas que grababa en cassette de las emisiones del Sodre. Nada más.

Mi abuelo era nominalmente un hombre de derecha, pero su identificación con el primer batllismo y el Uruguay vareliano, le habían dado una concepción igualitaria tan absoluta que hoy sería considerado un hombre de izquierda. Uno de sus mayores orgullos era el de haber construido las piscinas públicas de Trouville, en las que mi madre y decenas de miles de uruguayos aprendieron a nadar gratis, y que un intendente de izquierda cubrió de cemento para ganar unos metros aprovechables para arrendamientos a emprendimientos privados. Conectó a Montevideo con Canelones dirigiendo las obras de ampliación de la Avenida Gianattasio y construyó el paseo del lago de las canteras del Parque Rodó, que sigue siendo uno de los lugares más bonitos de toda la ciudad. Le dio la mano a Albert Einstein, cuando este visitó la Facultad de Ingeniería.

Y cuando se hizo ingeniero, le regalaron ese reloj imposible de usar en este siglo, que lleva las iniciales de su apellido italiano y que marca las horas de otro tiempo y otro país, tan muerto y olvidado como él; un tano bajito, pelado y enamorado de su ciudad; el ingeniero Osvaldo A. Dematteis.

35 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso post. Adri.

Anónimo dijo...

hola benito: me encantó lo que escribiste sobre tu abuelo. De todas maneras,me parece que, en el fondo, hay escondida una especie de autocrítica hacia lo que muchos de nosotros consideramos "correcto" o "incorrecto". Por ahí decís que tu abuelo era de "derecha", pero aclarás que el hombre no se enriqueció "explotando" a otros hombres, es más, eligió una vida (a tu decir) asceta, trabajando en la actividad pública. OJO, dije TRABAJANDO.
Pero en algunas cosas no se si concuerdo contigo. Es cierto que era otro Uruguay el de tu bisabuelo, que llegó, como muchos de nuestros antepasados, con una mano atrás y otra adelante. En el caso de mi familia, el que llegó así fue mi papá. Tenía 15 años, ni siquiera sabía una palabra de castellano y venía con los ojos y el alma llenos de dolor por todos sus muertos. No vino a hacerse la américa, vino, como muchos, huyendo de la muerte..y el tipo, a puro coraje, tezón y SACRIFICIO (y eso me permito destacarlo así, con mayúsculas) se integró a una sociedad que al inicio los rechazaba (contaba anécdotas muy tristes) llegando, con el tiempo, a formar su familia, tener su casa, su trabajo y lograr que al menos uno de sus hijos (yo) termine una carrera universitaria.
A qué viene esto? a que yo también crecí y me formé con los conceptos clásicos de "izquierda" y "derecha". Y creo, que existe en estos momentos una confusión conceptual muy grande sobre los mismos....es paradójico que un intendente de izquierda, en vez de reciclar las piscinas públicas, las cierre, no? Es paradójico que en vez de generar fuentes de trabajo demos subsidios a costa de los pocos trabajadores que quedan, no?

El año pasado, atravesaba Luis Batlle Berres con mi hermano en el auto, y eso era un mugrerío impresionante....bolsas, papeles y otros tipos de basura desparramados por todos lados....entonces, yo pensé en voz alta: "pobres...cómo van a salir de esto?...está bien que les den el plan de emergencia" ...fue como meterle el dedo en el c.. al flaco. Me dijo de todo(cosas que no voy a repetir) pero también me dijo: "No te quedes con lo que te venden: siguen llegando inmigrantes al Uruguay, y salen adelante...la diferencia está en las ganas de hacerlo. Mirá los chinos."
Se que esto va a generar polémica, pero pensemos un poco: todos conocemos algún chino recién llegado almacenero, hay por todos lados....al igual que tu bisabuelo y mi padre, llegaron sin saber el idioma...y no llegaron al Uruguay "Suiza de América"....vinieron a este paisito casi fundido...pero trayendo consigo ganas de trabajar.

No se...lo tiro por eso del "otro Uruguay"...es cierto que es muy poca la inmigración hoy día, y que la hay de dos tipos: los viejos ricachones que buscan un paraíso en el este y los que vienen a trabajar. De estos últimos conozco varios, y todos viven de su esfuerzo, y sus hijos estudian...

un besote benito....me encanta leerte y me conmueve mucho lo familiero que sos..:)

benito dijo...

Bueno, la definición de "izquierda-derecha" es una de las cosas más bastardeada que existe, para mí los paradigmas más adjudicables a ambas definiciones siguen siendo los de igualdad (izquierda) y orden (derecha), pero ante todo -y aunque hay gente tratando de superar esa definición- estoy convencido de que luego de Marx esa diferenciación es económica y sólo se justifica a partir de concepciones económicas, justo el terreno en el cual las izquierdas mundiales se han desdibujado más.

Yo coincido con lo de la falta de cultura de trabajo como mal propio -y no hereditario de la dictadura- de la mentalidad local, pero no se lo adjudico en un principio, como los neoliberales locales (incluso los que se autodenominan batllistas), al estado de bienestar armado por Batlle: no todos los países que han armado sistemas similares han tenido la misma actitud de depredación y abuso individual de la propiedad/trabajo colectivo. Para mí tiene que ver ante todo con la casi total ausencia de concepción del Estado como propio y la nula idea de deber en relación al Estado. Digo, tenemos sindicalistas de organismos públicos que siguen hablando de "patronal" y que no pueden hacer la sinapsis suficiente para superar el espacio que hay entre el cajero que les paga el sueldo y la procedencia de dicho dinero. Y el fin último de su trabajo.

El Plan de Emergencia fue en términos sociales como los maravillosos planes de desintoxicación de la heroína mediante la metadona: ante un problema evidente se prefirió mantenerlo en stasis en lugar de ensayar algún tipo de cura. Así, se siguen acumulando los años y las generaciones de ciudadanos no sólo sin cultura laboral sino sin siquiera noción de retribución social o de deber mínimo. Solamente vocación de víctima.

La mentalidad de depredación no es, por supuesto, única de las clases sumergidas o medias: el intendente Germán Barbato, que menciono en la nota, se fue caminando a su casa el día que entregó el cargo, porque le parecía un abuso utilizar uno de los coches oficiales para eso una vez que ya no era funcionario municipal. Su descendiente, Milka, tuvo en cambio una explosión económica durante su administración de la CND que nunca pudo ser explicada y que, en un país un poco más serio, la hubiera mandado detrás de rejas en forma instantánea.

Rain dijo...

Un Longines como el que describes, tenía mi padre, herencia de su abuelo paterno. Por ese reloj llegó a contarme sobre lo que significaba llevar un reloj como ése: no era para ufanarse del oro, ni para comprar la elegancia. En la visión de papá era un símbolo de compensación por el arduo trabajo. Su padre fue un trabajador que tal vez haya visto de lejos o quién sabe de cerca a José Carlos Mariátegui, el Amauta Peruano.

El oro como algo que no se ostentaba si no se llevaba con orgullo.
Tu post me trajo el rostro de papá al decirlo.


Salutes, Dragon Lieder.

Hernan dijo...

el blog del tiempo

Anónimo dijo...

(nunca escribo aca porque basicamente me siento un pelotudo cuando te leo benito, el post esta genial)
Hay algo raro cuando se mezclan la política y los abuelos. Mi abuelo es un tipo bastante facho, habla de Perón como si se tratara del mismo diablo y dice que Macri es un buen dirigente porque "sabe ordenar". Si fuera por ejemplo, un tachero, me caería como el orto y me limitaría a pagarle y bajarme al llegar a destino, pero justamente como es mi abuelo y lo conozco, veo mucho de lo que vos contas también del tuyo. Mi abuelo es un tipo feliz, que a pesar de haberse casado a los 20 años con mi abuela, uno ve que realmente se quieren y se llevan bien por mas imposible que parezca, se dedica a lo que le gusta y que sea un tipo tan feliz e incapaz de odiar o lastimar a nadie (puedo imaginarme a mucha gente muerta pero no a mi abuelo) hace que cuando opina boludeces de política en vez de no darle bola como si fuera la verborragia de un viejo boludo, pueda cantarle la marcha peronista o descorcharle una sidra en el laburo el 17 de octubre y cagarnos de risa juntos.

Dorotea dijo...

Los abuelos tanos. Bello conocer a tu abuelo tano ingeniero, yo con mi abuelo tano obrero y sin embargo con tantas cosas parecidas, analógicas, de otro tiempo; objetos contundentes, de materia firme queriendo vencer al tiempo. Creo que es una fortuna que te hayan guardado ese reloj.
A propósito, leí que está a la venta, por millones de dólares, el sitio america.com. Como para emigrar.

Anónimo dijo...

Que lindo post!

Me gusto mucho lo que contas de tu abuelo el ingeniero, un capo el tano, ademas es como visual el post
me lo imagino al tipo caminando por el parque, al sol.

y me gusto tambien esta parte:

"...y que marca las horas de otro tiempo y otro país"

Es flashero, como medio magico y ademas melancolico o algo asi, no se, como si ese pasado estuviese trascurriendo en paralelo ahora en otra dimension, como si se lo pudiese volver a ver, me hizo acordar al eternauta.

Ademas el tema del parque rodo, un lugar lindo y extraño, como todo parque con laguito y estatuas y arboles.
Estas ahi y..bang! como en una pelicula te ves pasar a vos mismo en otra epoca, o gente de antes que nacieras que ahora estan todos muertos, las caras de las plaquitas de los cementerios. Asi en camara rapida y despues lenta tipo pelicula de accion.

Estoy al pedo en el laburo y deliro con el tema del tiempo, el cual me da vertigo.

Saludos!

daniel dijo...

linda historia, benito. linda. ¡y buen tacho! merece que te compres un chaleco.

una vuelta, después de fallecido mi viejo, encontramos en el fondo de la parte alta de un ropero y envueltos en papel de diario, dos cálices. muy lindos, además. con mi hermana estuvimos averiguando y parece que, al menos uno de ellos, es de oro y plata. debo aclarar que mi viejo era ateo, como su padre y su abuelo, con lo cual descartamos una travesura de monaguillo. hasta el día de hoy -más de catorce años después-, no tenemos ni puta idea de donde pueden haber salido. mi viejo fue tupa, por lo que sospechamos que pueden haber sido choreados de una iglesia, aunque no tengo conocimiento de que el mln haya hecho alguna acción en un templo de esos.
lo que nos contó una vuelta fue que la cuchilla con la que nos pasamos toda la vida cortando sus riquísimos pescetos la habían afanado de... un juzgado.
es todo lo que heredamos por parte de la familia del viejo. un misterio.

lu dijo...

es raro como uno llega a sentir un orgullo por las virtudes y los defectos de los abuelos que (injustamente) cuesta sentir por los padres.
hace ya un par de años llegando a maldonado en la cot sentí que una señora mayor le contaba a su hijo, un señor grande también, que cerca de donde estabamos pasando era la casa del dr soria (mi abuelo), que era el que la atendía a ella y a él de niño, habló con tanto cariño que me llenó el pecho de orgullo, de un abuelo que en realidad apenas conocí.

benito dijo...

rain: personaje fascinante Mariátegui, pero buen ejemplo de cómo un pensamiento puede degenerar. El que las bestias chinas de Sendero Luminoso tuvieran a Mariátegui como faro es de lo más representativo de que siempre va a haber alguien dispuesto a leer todo mal.

Al menos en Uruguay hasta hace pocas generaciones la ostentación en general, incluso en ambientes tan exclusivos como los de Punta del Este, era algo muy mal visto. Hoy en día es en muchos aspectos la única forma de autovaloración que tienen un montón de personas desagradables.

j.noise: es complicado juzgar a otras generaciones salvo por los elementos ético-morales-ideológicos que se tienen en común. De cualquier forma a mí no se me escapa que la gran mayoría de los peores hijos de puta que existen hoy en día pertenecen a la generación de nuestros dulces abuelitos, y que en estas latitudes hay ancianitos con las manos muy sucias de sangre. Mi abuelo en particular era de esos votantes automáticos del Partido Colorado, que pensaba que los rusos iban (o querían) conquistar el mundo y que posiblemente haya pensado que el Golpe del 73 era necesario (algo que se le puede recriminar solamente a medias, porque la incapacidad de la izquierda de comunicarse con las generaciones ancianas en los 60 y 70 fue flagrante), aunque no recuerdo haber hablado nunca sobre el tema con él. Recuerdo sí que ya jubilado mantenía una buena relación amistosa con varios de los que habían sido sus subalternos y que trataba con igual respeto a un obrero y a un catedrático, y que era un defensor férreo de la educación pública, laica y obligatoria.

Tenía un prejuicio muy notorio -y que está mucho más extendido en Uruguay de lo que a los uruguayos les gusta admitir- y que era que no le gustaban los negros. No tenía ningun discurso racista al respecto pero le alcanzaba con que una película estuviera protagonizada por algún negro para que no la viera. Sin embargo hay que respetar el que no inculcó en absoluto ese feo prejuicio ni en su hija ni en sus nietos. Posiblemente lo reconocía como un prejuicio y como algo que no había que propagandear.

dorotea: la herencia tana me ha dejado, además de una ciudadanía europea mucho más sencilla de obtener que la española, un montón de cosas que me gusta reconocer en mis costumbres. Entre ellas la valoración de la unidad familiar.

void: el Parque Rodó es para mí un lugar de especial significado a pesar de que crecí en Pocitos y Maldonado. Mi primer recuerdo consciente es, justamente, del Parque Rodó, observado desde el ventanal del apartamento de mis padres frente al mismo. Y la foto mía más antigua que conservo es una junto a mi padre -ya enfermo y pocas semanas de morir- y mi hermana sentados junto al lago del Parque Rodó. Que sigue estando igual que en la foto y que sigue siendo uno de los pocos espacios integrados socialmente en Montevideo.

lu: es como esas fotos muy pixeladas, cuanta mayor la distancia, uno las ve mejor. Pero además fueron generaciones muy notables las de nuestros abuelos, generaciones de un tiempo en mi opinión mejor.

Robertö dijo...

Me colgué con la misma frase de Void, con el mismo pensamiento y que posiblemente sea lo mismo que hayas querido escribir. Casi nunca se logra eso. Me gustó el post.

Me colgué con Einstein también. Un tipo tan grande que uno ni siquiera podría creer que un ancestro propio podría haber coincidido con él en el mingitorio de un baño público.

No entiendo un soto de relojes pero imagino que el nombre viene de Longinos aquél que le hizo un tajo en el costado a Cristo para ver si había espichado. Posiblemente imagino mal.

Y me imagino la sangre chorreando y que es como el tiempo.

Y también me da tristeza pensar que no tenemos nada para legar. Los celulares malditos no van a pasar a la historia por más hora que te den y funciones que tengan.

Salud.

marianomero dijo...

Permiso.
Descubrí este blog googleando con HPLE y me enganche.
Sentí ganas de hablar de mi abuelo "José María" que murió el año pasado. El viejo fue de todo, mujeriego empedernido (todavía sigo conociendo tíos), jugador de fútbol (jugó en Peñarol de 1950 y otros), amante de la caña y de sidra la gijonesa, una vez pasó por la aduana de Rivera 6 revolvers que le encargó un amigo en Tacuarembó (sudó como nunca). Pero lo que mejor hacia era irradiar buena onda, lo extraño.
Gracias Benito por el lugar.

Ama-gi dijo...

Benito, si algo caracteriza a la izquierda es que donde gobierna, pone orden donde antes que nada.

Yo no lo extraño a mi abuelo. Lo quise mucho de chico. Era un tipo con buena onda con los niños, o cuando te sentabas tranquilo a charlar con el, pero en el fondo, era mala persona. Y no solo por lo facho, que lo era y mucho (Le llegué a encontrar folletos de charlas que venían a dar franquistas a clubes del Partido Nazional). Cuando crecí me fui dando cuenta de como era realmente. Era paranoico al punto de ponerse violento. El cariño que le tenía de niño se convirtió en indiferencia de adolescente.

Si hubiera seguido vivo un tiempo más, quizás habría llegado a despreciarlo. Pero se murió en el momento justo. Todavía me queda un dejo de cariño por lo compañero que fue en mi niñez. Pero poco.

Igual, es bueno remover estas cosas. Gracias Benito, y gracias a todos por compartir sus historias.

Anónimo dijo...

Hablar de abuelos es una de las cosas que mas me gusta hacer con mis amigos, todos tienen una buena anécdota que contar. Mi abuelo materno era gallego, militante socialista en los primeros años de Franco, así que debió escapar de España sino termina preso o algo peor. Una vez en Buenos Aires, a base de romperse el culo, tuvo su empresa redituable (un frigorífico en Mataderos), hizo guita y se aporteño bastante. Era muy querido por sus empleados, y eso le valió varias peleas con sus socios por las facilidades laborales que otorgaba, pero sus habilidades para el negocio lo hacían un mal necesario (de hecho, el frigorífico murió con el). Hasta que falleció, siempre hizo la bandera de la Republica Española en la terraza de su casa. De el herede mi odio a la Iglesia Católica, a las bebidas alcohólicas servidas muy frías y un gran amor por la cultura negra (vivió en Brasil unos años). Así y todo, el recuerdo más valioso que tengo de mi abuelo, es que a pesar de que era básicamente formado en la calle, termino la secundaria en Argentina porque consideraba que los conocimientos eran lo más importante que tenemos, no solo hacer plata. Muy valioso era ese hombre. Mi otro abuelo en cambio, es un dandy, le gusta el buen vino, la familia unida y la poesía en los tangos. Nunca lo vi enojado o triste, siempre preparado para todo y con un chiste para retrucarte. Es el día de hoy, que sin una pierna y con problemas renales, sigue llendo a laburar para despejar su mente y tener un mango con que pagarse los lujos. Yo tengo dos piernas y me cuesta manejar…

Tomás Eastman dijo...

La Actual y quizás también la anterior administración de la IMM han sido particularmente crueles con su abuelo.
El destino que se les dio a las magníficas piscinas de trouville (imaginárselas iluminadas en la noche, en verano), donde se compitió, se aprendió a nadar durante años es lamentable.
Bajo el soterrado y miserable concepto de la izquierda futbolera de que "esos que viven ahi aprenden a nadar en los clubes, no ponemo un mango más ahí, no ponemo", le dieron primero el uso a un club de pescadores que iba a sembrar pescaditos en las piscinas para que después ls niños aprendieran a pescar.
Fracaso rotundo como debió haber previsto el primero que leyera el expediente. Y después el cegado. Verdaderamente un crimen por el que nadie pagará. Piensen solamente en la posibilidades. Y los muchachos de Turismo?
En cuanto al lago de las canteras , no lo he visto, pero me han contado que han cortado la cascada y que está lleno de gansos
Sentido Post

benito dijo...

robertö: sí, era más o menos esa intención. Yo flasheo no sólo cuando me encuentro con objetos de ese tiempo sino a veces al reconocer (en el sentido de volver a conocer) la exquisita arquitectura de las casas de esa época, esa dedicación.

Ningún celular puede ni podrá, aunque eventualmente se vuelva un objeto histórico, evocar un sorete porque no están hechos para la posteridad sino para ser superados lo más rápido posible. Como casi todos los objetos en la cultura de consumo ultraveloz, están diseñados para que nos desilusionen y aburran lo más rápido posible y que pasemos a comprar otra cosa. No importa cuánto diga la publicidad que tal cosa es como uno, casi todos los objetos hoy en día se fabrican para que no nos identifiquemos con ellos. El factor duración y confiabilidad ha desaparecido entre las virtudes de los objetos de uso cotidiano, los técnicos de reparación (los relojeros, por ejemplo) son personajes anacrónicos. Y como resultado andamos por ahí cubiertos de ropa berreta y artilugios de mala calidad. El nombre de un reloj Eternamatic, por ejemplo, no hacía referencia solamente a la eternidad del tiempo, sino también a que era un objeto para siempre. Es asombroso en este tiempo en que el derecho de la propiedad parece ser el único derecho inalienable (en todo caso mucho más importante que el del trabajo o la libertad), las propiedades que nos son permitidas son porquerías que caducan en menos de un lustro.

ama-gi: no todos tenemos suerte y, como dije antes, está lleno de abuelos que eran unos soberanos hijos de puta. Yo tuve la suerte de conocer, durante muchos años a mis dos abuelos y el otro, el paterno, era un tipo mucho más carismático que el ingeniero del que hablo acá. Era más gracioso, aventurero, desinhibido y de izquierda. Como si fuera poco me enteré, años después de su muerte y no por vía familiar, que era un pugilista de cuidado al que se le tenía mucho miedo de contradecir en Maldonado. Es decir, todo un orgullo. Pero también fue un marido abandónico e irresponsable que hizo muy infeliz a mi abuela paterna, una argentina de generosidad gigantesca, y que descuidó a su familia incontables veces. Algo que nadie podría reclamarle al ingeniero, que estuvo toda su vida al pie del cañón en relación a su familia. Aunque haya sido un tipo más bien aburrido que, de haber sido coetáneo mío, posiblemente no hubiera sido mi amigo.

el-warren: lo de las piscinas es solamente un botón más en el largo muestrario de la decadencia del concepto de propiedad común o pública en Uruguay. Hoy en día a la IMM le parece más importante comprar a precio de oro "clausulas de paz" (es decir que no sacudan el barco electoral) con el impresentable y chantajista gremio municipal, antes que pensar en cómo hacer de los parques y espacios públicos espacios más integradores y dignos de respeto. Arana tapó las piscinas públicas de Trouville para que, en algún momento, se liciten paradores o ferias (como el año pasado). Mientras tanto los niños del cinturón que no saben nadar y le tienen miedo a la playa se bañan en las fuentes cubiertas de lapa del Parque Rodó, las cuales no renuevan el agua porque los lateros se afanaron los motores de las fuentes y no hay servicio de limpieza de las mismas. Sí, todo bárbaro; vamos a subirle la cuota de presentismo a la Lolo.

(En el fondo los montevideanos nos lo merecemos por pasivos, como casi todo).

Anónimo dijo...

Hablando de objetos carismaticos, algo que estaria bueno tener es una katana, que buenas que estan esas espadas japonesas.
La otra vez vi "Zatoichi" y flashee con los duelos de samurais jeje.

benito, crees que la profesion influye en que una persona sea mas o menos aburrida? por ejemplo tu abuelo aburrido era ingeniero, el otro no. A los contadores se los suele clasificar como aburridos, por ejemplo.

La profesion influye o es una cuestion que viene ya desde la personalidad de uno desde niño?

Anónimo dijo...

Acabo de preguntar una pelotudez (por estar al pedo en el laburo) es obvio que una cosa no tiene nada que ver con la otra.

Saludos.
Rocanrolnnnnnn.

Ama-gi dijo...

Warren: Todas las canteras están hechas mierda y descuidadas. Anularon el puente, y hay un asentamiento naciente en donde no podés pasar sin que te miren con cara de "que carajo hacés en mi territorio".

Es un paseo precioso, sobre todo para los niños. Pensar que con siete años, viviendo en Bulevar y 21, mis viejos dormían la siesta y yo me mandaba hasta ahí tranquilo.

Ese también era otro Uruguay.

Anónimo dijo...

Este post y los comentarios me recordaron que yo no conocí a mis abuelos. Y en casa tampoco se hablaba mucho porque los dos tuvieron muertes trágicas. Sí conocí a mis abuelas. Pero no es el tema del post.

Me deprimieron.

Void, estoy de acuerdo, incluso tengo la teoría de que la gente aburrida sigue profesiones aburridas. No obstante, hay gente tonta. Esa ni siquiera llega a ser profesional.

Anónimo dijo...

No te puedo creer, Amagi. En ese puente me dieron mi primer beso. Tienen todo Montevideo para montar sus carpas. No veo por qué tienen que hacerlo en las Canteras. Decí que somos un pueblo de ovejas. En otro país y por mucho menos al intendente se lo guillotina.

Anónimo dijo...

envidiosa:
yo no estoy de acuerdo conmigo mismo: desheche mi hipotesis 10 minutos despues de pensarla.

y hay tontos que son profesionales
que groso! doctor en boludeces!
yo quiero ser!

Soy estudiante cronico de ingenieria, no me recibo mas la puta madre carajo mierda :(

otro posible objeto carismatico:
un telescopio

pd: perdon perdon por comentar demasiado, no lo hago mas.

Anónimo dijo...

Loco, se me rompio el reloj que me regalo mi viejo 3 veces desde que venis escribiendo sobre relojes, jajajajaja!!!! (la malla, pero igual, me rompe la guindas cambiarla por una que es parecida a la "original"). Cortala, es una orden! Zoabra

benito dijo...

ama-gi: ese primer recuerdo visual desde el ventanal del apartamento de mis viejos, del que hablaba en el comment anterior, era, justamente, en Bulevar Artigas y 21, en el primer piso del edificio que está sobre el minimarket de los gallegos (por Bulevar) o sobre el Abitab (por 21).

En realidad la depredación de los espacios públicos comunes por parte de los montevideanos es bastante vieja, yo recuerdo de siempre alguna casilla telefónica o plaza destruida o emporcada por los ciudadanos. No siempre fue así, por lo que me cuentan, pero hace ya muchos años que es así. Lo que es relativamente novedoso es la peligrosidad de esos depredadores, que hoy en día no solamente emporcan sino que además te pueden dar un palazo para afanarte la campera. En fin. Lo que también es relativamente novedosa es la tolerancia no al enchastre sino directamente a la privatización de algunos espacios públicos por parte de los indigentes o los simples atorrantes. El que un señor -posiblemente con una vida muy desgraciada, sin dudas- haya decidido instalarse en una de las puntas de un puente en un paseo público, lo bloquée e intimide (el señor además tiene un montón de cuzcos bastante agresivos) a quienes quieran cruzarlo, y que la IMM mire "comprensiva ante la miseria" hacia otro lado en lugar de darle una patada en el culo, es una deformación tan aberrante del concepto de solidaridad que termina siendo su antítesis. Cuando le encargaron hacer ese puente a mi abuelo era para que funcionara como puente, es decir, para que la gente lo cruce. Eso era lo que hacía él como funcionario universitario de la IMM: puentes para que la gente cruzara, paseos para que la gente paseara, ampliaciones viales para que la gente se desplazara, piscinas para que aprendieran a nadar aunque no tuvieran dinero. Y ese era un tano de derecha. Imagínense el asco que tiene su nieto de izquierda por los funcionarios actuales de la IMM.

Pablo: Ok, no escribo más sobre relojes. Ahora voy a hacer un post sobre condones.

Ama-gi dijo...

Mirá vos. Yo viví desde los 3 años hasta los 10 en la Torrecilla. A mitad de cuadra. Seguro que ubicás.

Walter Hego dijo...

Benito: Ahora que paro mientes en el asunto, ¿no debería ser "addendum"? Digo, porque si no le estoy errando fiero, "addenda" es plural.

ecosdesociedad dijo...

saludos desde la bella isla...
se que me diras que no viene a cuento pero lo acabo de leer y no quiero evitar poner un comentario acerca de ello...El tiempo,eso que miden los relojes segun nos dicen,pone las cosas en su sitio...y desde aca te pido respeto para PF SLOAN,como artista,compositor,persona y personaje...tildarlo de tibio folksinger es como decir que el maestro Dylan fue un simple compositor de canciones...Fue el mismo Dylan quien una tarde llamo a la compañia Dunhill,donde estaba ese ladron de talento que era Lou Adler,para decirles que Sloan merecia el reconocimiento...y eso fue en 1966...Hablar de Sloan solo por la infrahistoria de Eve of Destruction es faltarle el respeto al artista...Otro gran artista,Jim Webb le dedico una cancion que se llama asi:"PF SLOAN"...El ejemplo de artista que NO vendio su alma al diablo.
Y a mi me importa.

Txus dijo...

A veces, me parece que tus posts son historias ficticias contadas bonitamente (por favor, no tomes esto como una crítica, porque es sólo una opinión).

Me imagino a tu abuelo paseando por un Parque Rodó por el que no daba miedo pasar de noche y donde las limpiadoras te dejaran ir a los baños públicos sin oligarte a dejar monedas (dirás que soy una rata, pero alguna vez me hallaron sin dinero y alegremente me mandaron a mear a los yuyos a plena luz del día, grrr!).

Me imagino lo triste que sería para él, ver que un proyecto tan importante como el de las piscinas de Trouville, fue borrado del mapa impunemente.

Me imagino todo eso y me viene uno de esos ataques de empatía, je.


Saludos, señor, que ande bien.

Rubén Fernández Lisso dijo...

siempre disfruto hasta el carajo pasar por acá. abrazos y felicidades.

benito dijo...

WH: el plural neutro, si no mal recuerdo del libro de Cicalese, supongo que sería más adecuado el singular, pero como generalmente se usa una suerte de plural majestático....


t0m: no, no invento un pomo en este tipo de posts. En realidad no hago ficción en este medio; solo opino sobre cosas que veo o que me pasan. No es este mi lugar de fantasías.

Txus dijo...

Jop!
Espero no haberte ofendido. No te estaba cuestionando ni nada parecido. Más bien me refería a la forma de escribir, que le da a todo un toque de novela surrealista, je.

En fin, saludos.

Anónimo dijo...

Posta que si no dejas monedas no te dejan pasar al baño?
jaja te re matonean, todo mal

Rain dijo...

Hola. Aunque ya hay otro post, comento. Si asomas, verás este comment y eso espero.

José Carlos Mariátegui no era precisamente enarbolado por los muchachos de SL. Eran Mao y de paso Lenin. JCM no era un referente. Lo que sé es eso. Como se dice, fuentes fidedignas lo sostienen :) Ah, qué decir, sólo que me alegra contestaras.
Sí, la ostentación como norma de identificación sin duda, se ve, aunque tengan que andar en autos blindaso o con guardaespaldas. En los tiempos del abuelo de mi padre, aquel reloj fue como un gusto, algo con el valor de un metal precioso pero que sobretodo era el producto de muchas, muchas horas de trabajo. Cierto, un impulso de vanidad había en ello...

Salutes.

Anónimo dijo...

querido autor:
muy bueno lo que se encuentra por aquí, de veras.
el interés está seguramente en poder leer de todo, cosas muy bien escritas y cosas más o menos, temas muy copados y boludeces, cosas que me interesan profundamente y de las que me chupan un huevo. Algunas por cercanía, cómo las historias de Henry, el ANIMAL HOMOSEXUAL!!!y otras por tan lejanas.
Será este soporte el porvenir? ya decía JLB"... pero nada sabemos del porvenir, salvo que diferirá del presente"
y a propósito de la belleza cómo privilegio de unos pocos autores decía "ahora sé que es común y que está acechándonos en las casuales páginas de un mediocre o en un diálogo callejero".
"Las emociones que la literatura suscita son quizás eternas, pero los medios deben constantemente variar, siquiera de un modo levísimo para no perder su virtud. Se gastan a medida que los reconoce le lector. De ahí el peligro de afirmar que exsiten obras clásicas y que lo serán por siempre".
Siempre ayuda el tener línea editorial para que todo no se vaya el mismo carajo, y a cuenta de esto, creo que de lo mejor que leí en estos últimos tres años es la recopilación de relatos de Paul Auster que se llama "creí que mi padre era Dios". Tiene algo de esta realidad de tu blog en que por ahí, terminamos todos hablando de nuestros abuelos desde otro sitio que no sea el Psicoanálisis o el boliche.