jueves, 13 de septiembre de 2007

El biombo

Parece que el tiempo se ha puesto de lado de Manuel Puig; si bien el hombre siempre tuvo sus seguidores, su orientación evidentemente gay y sus posmodernas yuxtaposiciones de folletín melodramático y nouveau roman más o menos vanguardista, le han dado una actualidad tal vez superior a la que gozaba en vida. Suele pasar, no es el primero ni el último. Pero de alguna forma Puig parece -para algunos críticos- haberse convertido en el santo patrón de toda una generación rioplatense que (supuestamente) reivindica su literatura con el mismo entusiasmo que reivindica la plástica de Andy Warhol y el tecno-pop. Se le buscan y se le encuentran herederos en cada esquina y debajo de cada boa de plumas, herederos tal vez inconscientes en muchos casos de la tradición en la que se los inscribe, haciendo en cierta forma la más burda de las búsquedas epigonales. Bueno, cada uno elige el padrino artístico que quiere y lee lo que quiere de quién quiere sin que haya, como se sabe, lecturas privilegiadas, pero tengo la sensación de que, como con casi todo el arte de la segunda mitad del siglo XX, se está consumiendo la cáscara y tirando la fruta.

¿Hay realmente alguna relación entre aquella generación creativa de jóvenes artistas homosexuales que dio a luz simultáneamente a la literatura de Puig (difícil ponerle un rótulo genérico), al teatro café-concert y a la poesía neo-barrosa con la generación actual de artistas pop multidisciplinarios, que en ocasiones parecen gay sin serlo, que en lugar de tener que ocultarse en algún paraje liberado de Brasil tienen un camino de alfombra roja hacia la televisión? Por ejemplo ha habido un consenso crítico acerca de la excelencia o por lo menos la buena calidad narrativa de la prosa de Dani Umpi, y en ese consenso el nombre de Puig ha sido citado casi en forma inexorable, pero, más allá de la orientación sexual y de los paralelismos que se pueden hacer entre los devaneos kitsch de uno y de otro, ¿existe una auténtica continuidad o herencia literaria que se continúe de la generación de Puig a la representada por el diletante de Tacuarembó y los centenares de performers-artistas plásticos-músicos de electro-clash que han parecen haber cooptado el estandart
e del arte en el Río de la Plata?

Boquitas pintadas
es mi novela argentina preferida; ni La invención de Morel, ni Los siete locos, ni (mucho menos) Respiración artificial ni la propia Rayuela (o 62, que es para mí la realmente buena) me impresionaron tanto como esta novela breve, amaracada, porteñísima y de envoltorio frívolo. Aunque no leí toda su obra, ninguno de los otros libros de Puig que cayeron en mis manos me causó un efecto parecido al de ese libro de nombre ridículo. Cuando la leí por primera vez mi conocimiento sobre el kitsch, el posmodernismo y el folletín melodramático era mínimo, y mi homofobia adolescente bastante pronunciada. Sin embargo el libro me pasó por arriba como un tren, con algo que encontré más tarde en los libros de Hubert Selby Jr., pero no en los de David Leavitt, en las películas de Wong Kar-Wai, pero no en las de Pedro Almodóvar. Y es ese algo lo que vuelve a la literatura de Puig un gran ejemplo de literatura posmoderna y no una advertencia contra la misma y su banalidad.

En La insoportable levedad del ser, el porfiadamente moderno y siempre masculino Milan Kundera dedica un capítulo a hacer algunas apreciaciones críticas sobre el kitsch y elabora una sentencia tremebunda: "el kitsch es un biombo que oculta la muerte". Más allá de que, al menos en castellano es una frase muy melodramática (y paradójicamente algo kitsch), hay algo de verdad en ella. La exageración del impacto unidimensional del kitsch y su foco exclusivo sobre la luminosidad de la vida no deja espacio para la consciencia de la muerte. El kitsch puede llenar de calaveras una cartera, pero sólo si vacía dichos cráneos de su representatividad simbólica. Pero una cosa es el kitsch inconsciente, en cierta forma moderno, que solamente pretende su consumo único y un efecto determinado, que se juega con la seriedad con la que los niños juegan o que se propone incluso como un no-kitsch, sino como una forma distinta de valorar la expresión; otra cosa es el kitsch re-procesado por la autoconsciencia posmoderna, el kitsch que se sabe kitsch y que puede ser utilizado como recurso hedonista, mediante la suspensión voluntaria y asumida de su componente de "mal gusto", o re-direccionado para que en lugar de ser un biombo se convierta en una persiana que racionalice la visión del otro lado en lugar de ocultarla. Y una tercera cosa es ese mismo kitsch autoconsciente que ni siquiera se intenta re-direccionar, sino simplemente re-aprovechar aunque no se le respete, porque simplemente es el techo de la sensibilidad del artista que hace uso de él con una guiñada pero que es incapaz de superarlo.

La generación de Puig nunca se conformó con una forma única de integrar lo kitsch a su arte, menos aún con una forma chota que lo hiciera pasar por algo más importante; no sólo era kitsch la influencia del radioteatro sobre el estilo de Puig, también lo era La m
ujer sentada, comportada (al menos en comparación con sus trabajos pánicos) historieta que Copi publicaba en revistas y diarios. Kitsch es la popular y amaneradísima grabación que hizo Néstor Perlongher de su demoledor y extenso poema Cadáveres, que aún no ha sido superado -ni siquiera por los bardos oficiales del dolor de la pérdida como Juan Gelman- como testimonio lírico del genocidio argentino.

Ninguno renegaba que su amor por el melodrama -que es una hipotrofía estética de lo emotivo- ni de ninguna forma de desmesura, ya fuera el barroco a la cubana o la frontera de lo porno, generando esas enormes masas de impacto instantáneo que constituyen la sentimentalidad del kitsch y que incluso, si uno considera al pathos como la materia prima de la contacto humano, pueden constituir una nueva dimensión de realismo. Pero en el caso de ellos estas estructuras de emociones titánicas y tal vez vacías como zeppelines, siempre tenía un brutal y explícito cable a tierra. Mierda, ¿qué otra cosa recuerdan y subrayan Boquitas pintadas y Cadáveres? Recordemos al menos una de sus estrofas.

En ese golpe bajo, en la bajez
de esa mofleta, en el disfraz
ambiguo de ese buitre, la zeta de
esas azaleas, encendidas, en esa obscuridad
Hay Cadáveres

o tal vez

En la finura de la modistilla que atara cintas do un buraco hubiere
En la delicadeza de las manos que la manicura que electriza
las uñas salitrosas, en las mismas
cutículas que ella abre, como en una toilette; en el tocador, tan
...indeciso..., que
clava preciosamente los alfiles, en las caderas de la Reina y
en los cuadernillos de la princesa, que en el sonido de una realeza
que se derrumba, oui
Hay Cadáveres


Se podría argumentar que aquella era una generación depresiva, perseguida por izquierda (El beso de la mujer araña es un retrato si se quiere hasta bondadoso de la ferocidad con la que los revolucionarios setentistas rechazaron a estos artistas homosexuales) y derecha, que fue devastada por el Sida (casi todos las principales figuras de este grupo etario murieron a causa de dicho mal), que fue despreciada críticamente desde el canon hetero-comprometido, que escribía sobre Eros pero bajo el juicio implacable de Tánatos Entonces, ¿por qué tanta alegría? ¿por qué nos divierte tanto El uruguayo de Copi, o los largos fragmentos cursi-humorísticos de Puig? ¿por qué tantos de ellos eran más que nada comediantes? ¿No será simplemente que no se consideraba una cosa excluyente de la otra, que la diversión y el festejo vital no tenía por qué ser un puto biombo? En 1982, en plena Guerra de las Malvinas, Perlongher le metía un dedo largo al culo de la cultura argentina y escribía su artículo Todo el poder a Lady Di, en el que señalaba implacable que "en medio de tanta insensatez, la salida más elegante es el humor". Y sin embargo nunca reclamaron el ser los payasos de la fiesta. Porque no veían ninguna fiesta.

Tal vez todo esto que estoy escribiendo sea solamente una declaración de molestia ante la desmedida avalancha de elogios
recibida por la apenas correcta literatura romántica de Dani Umpi y el consenso en considerar propuestas de pop razonablemente bien producido como Miranda! como si fuera la luz al final del tunel, pero es algo más que la simple protesta por una exageración. Quiero decir, la opción por la frivolidad de corte casi escapista como respuesta a un entorno cultural aquejado por la seriedad y la reivindicación de los simples estímulos populares ante la imposición de los grandes totems del arte adusto, me parece -como todas las rebeldías- válida. Pero en la actualidad la frivolidad se rebela contra la frivolidad, la levedad contra la levedad, y el mal gusto contra el mal gusto; no hay ningún juego de oposiciones más allá de las simples y ya integradas diferenciaciones de preferencias sexuales. No hay una cultura amarga, opresiva y omnipresente contra la que rebelarse en nombre del glamour, apenas algunas estructuras y conceptos residuales, despreciados por cualquiera que haya seguido leyendo durante los últimos 20 años. Y ese cualquiera, si tiene una cierta honestidad intelectual, puede fácilmente discernir que ciertos lugares en la literatura actual han sido ganados en base a méritos de presentación, no cualitativos. Y que la degradación es tal que hoy en día se festeja la mera corrección gramática y la fluidez narrativa como si fueran triunfos expresivos.

Hubo sí herederos/sobrevivientes decentes de aquella generación de valientes terroristas, gente como el chileno Lemebel o el uruguayo Urdapilleta, cuyas obras si bien no han sido ignoradas no han podido integrarse a esta nueva corriente de literatura y arte neopop. En el fondo es lógico, porque aunque se ponga el énfasis en lo genérico y en el discurso de minoría, el principal valor del nuevo kitsch es su actualidad estridente. Y las diferencias son esenciales, mucho más que las similitudes, es el mismo tipo de diferencia que hay entre los Sex Pistols y Blink 182, es decir, diferencias medulares, diferencias que tienen que ver con lo que hay detrás del biombo. Si es que hay algo más allá de un poster del propio biombo.

27 comentarios:

benito dijo...

Por supuesto este post no es mucho más que un desarrollo de algunas connotaciones del anterior.

Anónimo dijo...

Por fin alguien que cuestione a Umpierrez(aunque ya habías esbozado algunas críticas antes), la verdad que me paspa esa unanimidad que hay en torno a su figura, parece que si no te gusta es poque sos prejuicioso y bla-bla-bla.
De Puig no leí nada, en el verano estuve en una librería de Pta del Este y tuve que optar entre "Mitos del futuro próximo" de Ballard y el "Boquitas Pintadas" de Puig, y me incliné por el primero. Pero parece que voy a tener que ir por la revancha.
Ah, Benito, te mandé un mail recién, si te llegó, bien, y si no, bueno... intentaré con la telepatía.

Anónimo dijo...

Muy bueno. Estoy medio dormido y tendría que leerlo un par de veces más para sacarle el jugo, pero me encantó eso de "en la actualidad la frivolidad se rebela contra la frivolidad...", etc., pero discrepo con que no haya "ningún juego de oposiciones más allá de las simples y ya integradas diferenciaciones de preferencias sexuales". Eso de que las diferenciaciones de preferencias sexuales estén integradas es muy discutible en este país donde está en discusión una ley de unión concubinaria que incluye a gays y lesbianas, pero ojo con que se mencione matrimonio o adopción para estos grupos porque a más de uno le provoca arcadas. Al personaje de Dani Umpi le encuentro gran valor artístico (no como escritor sino como performer) porque en Uruguay presentarse tan desfachatadamente marica es revulsivo de por sí. Recuerdo una obra de él muy sencilla: una remera que decía "Soy puto". Hay que tener valor para salir en Montevideo con eso. Para nada frívolo. Paso el chivo de mi flamante blog: http://ovejasnegrasuy.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Virus (que no esta en el post) podria ser una generacion intermedia entre Puig y Miranda, no?

Anónimo dijo...

lei boquitas pintadas a los doce anios mas o menos, no tengo ni idea de que se trataba pero fue uno de mis libros favoritos, lo ame. ahora no estoy leyendo tanto como antes pero hay un libro de un mexicano, xavier velasco, "diablo guardian" que me alucino. puede ser que tenga un poco de esa onda kitsch y multisexual, maneja el lunfardo mexicano genialmente y al personaje "violeta" le da vida, literalmente. tengo ganas de leer algo que rompa la cabeza ( los otros q recomendas ya los lei tb) si alguien tiene alguna sugerencia dentro de ese estilo...

benito dijo...

mescalito: para mí el problema es, justamente, esa unanimidad. Umpiérrez es un tipo inteligente y su lugar como artista en el ámbito cultural uruguayo es casi, diría yo, necesario. Pero de ahí a los ditirambos que he escuchado respecto a libros que no dejan de ser novelas rosas protagonizadas por dos personas del mismo sexo (o una especie de tour literario light para heteros sobre el mundo gay), déjense de joder. Hace apenas tres años que se murió Bolaño, no se puede desperdiciar tanto las palabras "talento" o "genio".

alonsanfan: lo que pasa es que a mí no me interesa mucho el rol de representación sexual a la hora de valorar a alguien como artista, y de cualquier forma tengo la sensación de que Umpi pelea batallas ya ganadas. Quiero decir, todo bien, sin dudas que sigue habiendo rechazo a los gays, que los legisladores votan las leyes de concubinato de personas del mismo sexo tapándose la nariz, etc. etc. Pero un gay notorio una generación mayor que Umpi (pongamos Petru Valenski) se tuvo que comer (sin chistes de doble sentido) cosas mil veces más feas. Que yo sepa no había unos pibes de la JUP esperando con cadenas a Umpi después de su numerito con la remera de "Soy Puto". Y la otra cosa que señalaba es que en el caso de gente como Perlongher o Puig, su reivindicación general estético-social-política era mucho más amplia que la simple reivindicación de la orientación sexual. Abigail ha conseguido una atención -y oportunidades laborales- en los últimos meses que ninguna bailarina uruguaya debe haber gozado nunca. Umpi, sin tener la menor idea de lo que es cantar, ha conseguido más prensa que cualquier otro solista hetero, o incluso que un gay asumido, mucho más talentoso, pero mucho menos cirquero como Gabo Ferro. Digamos, la discriminación es muy algo relativo en el ámbito artístico, y los demás ámbitos a los artistas les importan una mierda. Así que a bajarse de la cruz.

anónimo: todos los 80 podrían considerarse un paso intermedio.

c: es difícil definir qué sería ese "estilo", es decir, si predomina lo gay, lo kitsch, lo posmoderno... Entre Puig y Perlongher hay muchos puntos en común, y entre Perlongher y Lamborghini (un neobarroso hetero) también. Pero no hay mucho en común entre Puig y Lamborghini. Al mismo tiempo hay decenas de escritores gay, desde Lezama Lima hasta Vallejo que no manejan los mismos recursos expresivos... Si tuviera que nombrar a uno que me recuerde a Puig, elijo al brillante travesti chileno Pedro Lemebel, un escritor de puta madre -el compatriota favorito de Bolaño- que, si bien tiene un éxito considerable, todavía no es muy conocido en Uruguay (y es muy jodido encontrar sus libros).

Anónimo dijo...

Benito: estoy de acuerdo con el post, y traigo un ejemplo porteño a la mesa como modo de agregar o ampliar algunas cosas: hace un mes aprox estuve en El Dorado, tugurio ilegal, de impostura kamp gay, donde se hacía la fiesta Divas y Divos. De este lado del charco (del lado porteño) tal fiesta era la meca de los performers electro pop argentos, casi todos poetas devenidos cantantes en su fascinación por el glamour y la desfachatez, que, sabemos, solo se da en su mejor forma en un escenario con música.

Esa noche desfilaron unos cuantos, gaby bex(erman), unos tales sexy dance, y el más raro de todos: Peter pank, suerte de drag queen sadomasoquista. Lo que sonaba era pobrísimo. Secuencias duras, ritmicas estáticas, malas vocalizaciones. En un momento me avivé que me encontraba haciendo un análisis formalista a propuestas que me pedían otro tipo de pacto. Sin embargo me quedé pensando: ¿porqué hacía este análisis formalista, si se supone q no debería?.

Hasta el día de hoy pienso que tuvo que ver con que la presentación, acaso la única carta que ponen en juego estos performers, me parecía vaciada. Sus actuaciones no me escandalizaban, no me excitaban, no me irritaban. No me producían nada. Y esto, en una propuesta cuya única arma está en concentrar la mirada del espectador sobre el performer, es una debilidad enorme, es un tiro afuera del arco. Creo que no me producían nada porque me resultaban imitaciones filtradas de modelos anteriores, estereotipos masomenos definidos de lo "provocativo": el glamour, lo superficial.

También pienso que tiene que ver con que esta sociedad en la que vivimos, ya ha coptado esas formas de expresión. Miranda! suena en las radios, Dani Umpi en los suplementos culturales.
EL glamour, la revindicación del melodrama, lo "superficial", fueron, paradójicamente, armas con las cuales atacar y desintegrar los cimientos de una cultura pacata, asexuada, basada en "grandes músicas" o "grandes poetas". Pero hoy eso ES el establishment de la cultura, eso es lo que te incentiva la publicidad a que hagas: ser galmoroso, fantástico, liviano, "provocativo". No puedo dejar de pensar que estos performes/poetas, no están haciendo otra cosa que reproducir la lógica de mercado barnizado por el prestigio que otros se ganaron utilizando esas mismas armas antes de que fuesen coptadas por la lógica de mercado.

También está la cuestión de las leyes de juego (no quiero expandirme, porque sería muy off topic), pero, yo a veces escucho argumentos del tipo " miranda es una buena banda, teniendo en cuenta q son melodramas superficiales, que no pretenden más que hacerte bailar, etc etc". Primero: me permito discernir porque, en lo subjetivo, para mi Miranda! apesta para bailar, cualquier tema de Amy Winehouse lo pasa por arriba. Segundo: ¿porque tengo que aceptar indiscriminadamente cualquier premisa? ¿porque no puedo argumentar contra la idea misma de la banda, de melodrama superficial posmo, etc?. ¿Desde cuando las premisas de las propuestas artísticas son algo innamovible?.

Anónimo dijo...

Bueno, yo estoy de acuerdo con lo de necesario e inteligente. No leí sus libros, pero alguna cositas que escribió en Freeway (creo... sino era la Pimba!) eran de lo mas interesante que se podían encontrar en la revista.

Por otra parte, si el tipo sobreactúa su condición de homosexual y hace de su amaneramiento una "performance", me pregunto, ¿Se puede quejar de que le griten, "Ehhhh putooo putooo"?
Bah, de última no se si el se queja de eso.
Aparte no pasaba tanto por la figura del Dani el post, me parece.
Autocensura...

benito dijo...

cité caprichosamente dos estrofas del Cadáveres de Perlongher y no me molesté en poner el link (a veces me gusta que la gente trabaje y no sea perezosa, y otras veces uso eso de excusa para ser perezoso) de una coqueta página que contiene el poema en su integridad, además de otros textos asombrosos del argentino.

http://www.literatura.org/Perlongher/Perlongher.html

Aquí hay algún texto extra, pero con un display más incómodo:

http://www.elortiba.org/perlongher.html

No se pueden imaginar hasta que punto recomiendo leer Cadáveres

Aquí hay algunos textos de Lemebel (y muchas de sus deslumbrantes entrevistas)

http://www.letras.s5.com/archivolemebel.htm

Y si andan con valor aventurero (no es para todo el mundo), aquí están los textos fundamentales del gran Osvaldo Lamborghini.

http://www.literatura.org/OLamborghini/OLamborghini.html

http://galeon.com/elortiba/lambor.html

benito dijo...

Con respecto a los comments:

juan: nada, de acuerdo en todo como de costumbre, pero yo creo que no es un fenómeno único del tecno gay rioplatense esta asunción de estar escandalizando un medio cultural que ya los tiene integrados. Aún más patéticos y desactivados me parecen muchos rockeros de discurso marginal y acciones total y completamente integradas. Pero yo, que soy un optimista (poner emoticón acá), creo que en todos los discursos disidentes hay un núcleo duro que no es cooptable ni integrable a menos que el sistema se modifique profundamente. El asunto es, siempre, identificarlo correctamente.

Hay un elemento de vaciamiento extra en la versión local del concepto warholiano de estrellas y divas instantáneas, y es porque el concepto original era una gran trampa montada por el propio Warhol. Su concepto de "estrellas por quince minutos" y demás cháchara se apoyaba exclusivamente en un cuidadoso traspaso de aura de su parte hacia su entorno, que lo devolvía amplificado. Es decir, más allá de los talentos singulares de algunas de sus estrellas, lo que las legitimaba y ordenaba era la capacidad artística de Warhol, que se dejaba chupar rueda con alegría. El mismo sistema planteado por Juan de los Palotes hubiera sido nulo, y de hecho tal vez haya existido y no nos enteramos.

mescalito: Umpi maneja el tema de su homosexualidad de la misma forma que La Vela Puerca manejaba en sus principios (hay que reconocerles que han dejado de hacerlo) el terma del porro. Es decir, convirtiéndolo en el centro de su imagen y discurso pero renegando del mismo simultáneamente. Lo cual es comprensible ya que es dudoso que a algún artista le guste estar limitado a ser un portavoz temático, pero que también es una renuencia un poco deshonesta, similar a la de esos gatos que salen en bolas en la tapa de Paparazzi y luego se quejan de ser consideradas solo como objetos sexuales.

Florencia dijo...

Totalmente de acuerdo Benito. Hay una línea dentro de la literatura del río de la plata que viene usufructuando la figura de puig para sostener sus poses pop. eso, en sí, y tal como decís vos, no es un problema. el problema, a mi modesto entender, es la falta de sustancia que esas poses demuestran. la "pose vanguardista" con técnicas de la década del 60 no pueden proponerse como vanguardista o moderna, porque eso pasó hace 50 años. de lado dejemos la calidad escrituraria que ya ha quedado demodé. el puto de perlongher podía escribir lo que escribía porque lo hacía de puta madre, si el recontraremil puto de lamborghini era el genio que era, no era precisamente por tragarse el sable, sino por la potencia de su literatura. lo mismo pasa con Aira, que a pesar de no ser puto, podría inscribirse en esa línea. Esta nueva generación no escribe mal, ya nadie sabe qué quiere decir eso, sino todo lo contrario, escriben bien, es decir, correctamente, lo cual para el canon literario de vanguardia (que es con el que intentan filiar) es escribir mal, entonces lo que les queda es la pose vacía. digo, a puig realmente le gustaban las milongas de lepera que usa en sus libros, realmente veía las pelis que comenta, y en serio era fan del radioteatro, no era un afán kitsch lo que lo llevaba a eso, me parece que esa es una primera diferenciación entre ambas oleadas. no digo que sea mentira que a dani umpi le guste rafaela carrá, que sea sólo una pose, pero la mirada irónica, autoconciente como perfectamente la describe Benito, de esta nueva ola kitsch, me parece que le resta valor a su arte, eso es una opinión puramente personal. la ironía posmoderna agregada a la visión pop y kistch hace que la carga reaccionaria (en el sentido de reacción contra algo) del kistch rsulte en un híbrido medio dificil de digerir, por lo menos para mí. como siempre, la literatura, madre de todos los discursos, puede expandir esta prédica hacia casi cualquier terreno del arte, pasa como comentaban algunos en la relación, por ejemplo, virus/miranda, y todas aquellas que se les ocurran. los procesos históricos se repiten, la segunda vez en forma de farsa, como decía el barbón, pero también está mal hablar del barbón así que.... saludos

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

Salvando las distancias, todo este asunto me recuerda a algo que decía Demichelis, sobre el día en que se Picabia & Co. se dieron cuenta de la inminente destrucción del dadaísmo. En una exposición solían contratar a un tipo que apuntaba con un revólver a la gente, mientras que le arrojaba ropa interior notoriamente sucia. Naturalmente, la gente huía espantada, incluso interviniendo la policía, etc. La cosa es que tiempo después, se volvió a hacer el acto y la gente se reía, se sentía espectadora dentro de tal desfachatado espectáculo. Ahí fue el momento en donde todo aquello se cagó, la gente se acercaba a esas exposiciones esperando obtener lo que recibía. Dada debía matar a Dada.
Bueno, como dije, salvando las distancias, lo de Dani Umpi es parecido, intentar impactar donde a nadie ya le impacta nada, donde hay gente que piensa que es una manifestación política en defensa de la homosexualidad, cuando no es otra cosa que otro producto ultradigerido y "entretenido". Si bien la homofobia sigue presente en cierto punto (he visto ser rota una botella de salus en la cabeza de una pareja gay que transitaba por la calle de la mano), creo que en el terreno de la fama o el espectáculo, es algo a lo que se abraza y hasta parece exótico (Abigail no estaría en donde está si no fuera un travesti, digamos la verdad, ese es su trademark).
No me gusta sacar conclusiones tan poco originales, pero no puedo evitar pensar en lo poderoso que es el capital desde su aspecto simbólico, como un kraken devastador de ideologías más potente que la SS y la Gestapo juntas. Vos tirás algo contra el "orden vigente" (por antonomasia) y se te devuelve en forma de producto. La tolerancia encubre uno de los mayores despotismos de la historia: banalizar cualquier rebeldía, haciéndote una remera de ello, un pin, un programa televisivo, una canción.
ME quedo con lo que se dijo una vez en Martes Amargos, que el show irreverente de Umpi es fascista, por la imposición del disfrute único, donde el otro es anulado al dar todo completamente masticado y ser tan poco sutil como divertido (por esa diversión obligada y unidimensional planteada).

No sé si el camino realmente sea impactar (estuve viendo via elbailemoderno algunos videos de accionismo vienés y me parecen un despropósito), creo que cuanto antes se deje este caballito de batalla (bastante travestido en la actualidad) capaz que se abrirán ante nosotros caminos más esclarecedores.

cotox dijo...

Me parece interesante la idea de que el plus de una estética camp-kitsch se pierde cuando ya la cultura mainstream asimila de manera rotunda esa estética. Aquí vale cuestionarse si el valor de una estética de este tipo se mantiene solo cuando se encuentra enmarcado en una relación de oposición ante lo que se percibe como una cultura “dominante” ya sea popular o “alta”. Siempre me parece que en el camp o como se le llame persiste ese impulso a escandalizar a un “otro” homofóbico o culturoso o quien sea y tal vez resulta un poco en detrimento, similar a cuando una estética o propuesta artística se basa exclusivamente en la idea de trasgresión (como el mencionado ejemplo del accionismo). Todo se presta a envejecer muy rápido o a terminar en poses huecas. Ahí ya entraría toda una discusión sobre si deberíamos adscribir el valor de un movimiento o expresión artística en cuanto se opone a “algo” y sea exitoso en ello. Para mí es una limitación muy seria cuando solo se parte de la negación absoluta.
Por otra parte pienso que la frivolidad descarada no es tan absolutamente asimilable como uno podría pensar. Pienso que en muchos elementos de la cultura de masas por más banales que sean siempre hay una búsqueda desesperada por algún aspecto redimible, ya sea el emocionalismo barato y las aspiraciones de felicidad reaccionarias de las telenovelas a cosas como “Bailando por un Sueño” y toda ese espectáculo de la caridad, o las pretensiones de periódicos reaccionarios de hablar por el “pueblo” etc etc etc. Por eso pienso que una buena medida para saber si esta “sensibilidad” que se discute en el post está bien lograda es determinando si esa frivolidad es llevada a sus últimas consecuencias, a esa cosa abstracta y antinaturalista y sin ningún tipo de anhelo por la trascendencia que tal vez se represente en el arte de Warhol (o tal vez no).
Por otro lado está la sensibilidad que se discute en el post pero utilizada como una especie de “universo” de referencias que se utilizan como fondo para temáticas que tienen un componente existencial o emotivo imposible de encontrar en los folletines o melodramas en que se inspiran, lo que podría ser el caso de algunas películas de Almodóvar (con el cual no tengo mucho en contra , aunque se que es práctica común pegarle duro)
En fin da para mucho, el problema en resumen es que como más o menos dice Benito, nadie que lea, escuche música o consuma arte en general durante los últimos 20 años va a pensar que todavía existe la tiranía de una cultura solemne en donde la frivolidad sea un tabú. Es decir ya no hay un “otro” para escandalizar.

basilia dijo...

que a través de tu página pueda comprar entradas para los museos de florecia... attenti dragoni, ni yo me lo creo. espero que google sea rentable para tener que soportare cuasi esto.

sigmur dijo...

Bueno, lo anunciado. Vos lo decís un poco al pasar y groseramente cuando hablás del arte de la segunda mitad del S XX: todo se repite en la forma pero no en el contenido, todo vuelve como comedia, todo es reciclaje barato. Pongamos que afinando fechas podríamos estar de acuerdo. Dentro de ese esquema, ¿qué tanto peor que el promedio es Umpi? Desde este sitio vos has ponderado las virtudes de artistas de los que, con pequeñas adapataciones, se podría hacer una crítica epocal parecida a la que hacés con el pequeño putín valiéndote de Los Grandes Putos. Por ejemplo, comparando al espíritu del 'punk' yorugua actual con el de los 80, por medir productos locales. Tratá de salvarlos de otra manera que no sea diciendo que ahora la forma es el contenido: es muy complicado. (No valen argumentos como 'es la primera banda uruguaya de chicas, es la primera banda de hardcore-fusión').

Txus dijo...

bueno... hoy no tengo ganas de opinar xq me caí de la cama y tengo un chichón en la nunca y me duele la cabeza...
nada más diré que está muy interesante el post y que lo leo cual artículo de revista que no compro xq son caras (grrr!).

A quien le interese, estoy recopilando bastante material de artistas plásticos varios (la mayoría desconocidos para mí hasta el momento). Si quieren ver, pasen por http://www.fotolog.com/nene_muerta

La intención no es pasar "un chivo", sino acercar material que puede llegar a ser sumamente interesante.

Saludos!

Anónimo dijo...

Sobre pelear batallas ya ganadas, hay un gran sketch en "Little Britain" donde Matt Lucas personifica al supuesto único puto de un pueblo chico. El chabón es totalmente frontal con respecto a su homosexualidad, y a nadie le mueve un pelo; quiere ser un mártir de la segregación y todo el mundo lo acepta de una. Y el pueblo está LLENO de putos, obviamente.
Aunque mi sketch favorito es el de la silla de ruedas.

benito dijo...

sebastián: que cosa con Lamborghini que incluso los que lo admiran -Bolaño, yo, vos supongo- no pueden referirse a él sin putearlo. No hay nada como ese volcán, Dennis Cooper es un boy scout al lado de O.L. y de los de ahora ni hablemos.

agustín: claro que sigue existiendo la homofobia, pero creo que hace un tiempo que perdió su corona en el mundo de la discriminación (sinceramente creo que los pobres o los negros son mucho más discriminados), y en algunos ámbitos, como en el del arte, es más una ventaja que otra cosa. Con respecto al accionismo vienés y la cooptación por parte del sistema insisto: se cooptan gestos, especialmente cuando no hay un sistema de pensamiento detrás. Lo que vi de los accionistas me pareció lo mismo que G.G. Allin: un espectáculo autolesivo sin gran cosa detrás. Pero espectáculos similares como las Coum Transmissions (las performances de Genesis P-Orridge, Cosi Fanni Tutti y cía antes de Throbbing Gristle) o los espectáculos de Joe Coleman son otra cosa, que no se puede integrar tan fácilmente porque tienen adheridas, como si fuera un virus, una idea clara y resonante detrás.

sigmur: de hecho yo sí hago esa comparación que decís cuando menciono a Blink 182 en relación a Sex Pistols. Pero ese es el punto específico del post: que en este caso no vale la excusa (dudosa) del valor pionero, sino que se trata -en el mejor de los casos- de un desarrollo estilista sobre modelos mejores (¿en realidad te parece que algún libro de Umpiérrez es comparable a La Traición de Rita Hayworth?) presentado como novedad. Tal vez sí tenga algún carácter pionero si se lo toma exclusivamente como producto uruguayo, pero yo no puedo diferenciar -esa es cosa de políticos y geógrafos- entre artistas rioplatenses.

Anónimo dijo...

Excelentes el post (y el poema).
Coincido en casi todo salvo en la valoración de La Invencion de Morel que hace poco releí y no me gustó.
Hace un tiempo vi un documental increíble que de un director español Ventura Pons (en esa época era bueno) sobre Ocaña, un artista gay español de los 80,inclasificable y para mi superlativo, y cuyo final trágico no lo hubiese bordado tan perfecto ni la pluma más osada.

Anónimo dijo...

Benito, crees que esta es una mala epoca para vivir? es decir, te hubiese gustado haber vivido mas en la epoca de los 60/70s?

No se si es una pregunta que tiene sentido pero bueno...se vienen tiempos interesantes pero horribles con todo este tema del calentamiento global.

Aca hay gente que me parece que idealiza los 70 en su parte militante politica y todo eso, entiendo pero ya hartan, parece que te tenes que joder por no haber estado ahi con los imberbes.

Saludos.

Florencia dijo...

Benito; claro que admiro a O.L.; de hecho sostengo (como toda bandera sé que es abslutamente arbitraria) que es el autor del mejor cuento de la literatura rioplatense contemporánea: la causa justa. y creo que si lo puteamos es precisamente porque nos interpela a tal punto como lectores, como personas, que nos enfrenta a lo peor de nosotros mismos, cosa que sólo la gran literatura puede hacer. Leer la causa justa, o para ser extremistas, Tadeys, es una experiencia de la que no salís indemne, por más abierta que sea tu mente. creo que ahí reside la diferencia con esta nueva ola y no tiene que ver con una nostalgia por pasados no vividos, sino más bien con una profundidad que, en este caso en particular, se ha perdido. creo que es excelente el ejemplo que das de Dani Umpi con la putez y la vela puerca con el porro, son tematizaciones directas y unidireccionales del elemento con el que crean su arte y eso hace que la complejidad de temas con tantas aristas como la putez o la marihuana queden reducidos a una bandera militante, que, encima, a esta altura del partido no tienen mucho sentido. las cuatrocientas páginas de vejaciones ininterrumpidas que conforman Tadeys no habla de lo puto que era lamborghini, ni de lo mucho que le gustaba que le rompan el orto, ni mucho menos de qué escuchaba o leía mientras se lo hacían, hablan de otras cosas, que nos pueden gustar o no, pero que nunca podremos pasar por alto como si nada hubiera sido dicho y esto se debe a la calidad de su prosa por un lado y a la seriedad con que O.L. afrontaba su compromiso por otro. todo esto es una sola cosa, su prosa es tan disrruptiva como los quinientos millones de violaciones que narra, y no porque narrar una violación sea "escandaloso" sino porque está en un contexto en que lo narrado y la forma en que se narra son complementarios, hablan sobre lo mismo. No creo que pase lo mismo con Dani Umpi, quien escribe correctamente cosas que cualquiera que haya tenido una charla con una loca puede saber, y no creo que sea porque hoy todo es peor, sino porque hay cosas que intentan rescatar una sustancia vaciándola de contenido, lo cual no es malo de por sí, pero tampoco da para que se arroben un legado basándose en nada. Saludos,

astllr dijo...

La forma es el contenido, el medio es el mensaje, el significante es el significado, la producción es el consumo, son todas verdades simples y quizá no tan terribles.

La complejidad del mundo cultural en todo caso debe asumir esta superficialidad para lograr, en el sentido deleuziano, cultivar el “pliegue” salvador sobre esa sola superficie textual.

"A distorted reality is now a necessity to be free" (Elliott Smith).

La review del show de Umpi en Martes Amargo es, creo, la de alguien que entiende muy bien un texto en referencia a otro u otros textos y esta actitud crítica y creativa a la vez es mundialmente liderada por el escritor argentino tipo. No existe consagrado porteño que no elabore su propia crítica a la tradición literaria en su propia obra desde Sarmiento en adelante.

Esto no me importa en tanto fenómeno típicamente argentino sino en señalar que el porteño detecta con mucha mayor facilidad que nosotros, lectores uruguayos, las referencias a otros textos y/o discursos en el texto que lee, por eso DU le rompe tanto los ojos al blogger, porque las de DU son referencias demasiado obvias, son guiñadas “referenciales” a todo aquello que domina el triste y empobrecido panorama mediático en el que vivimos más que sumergidos.

En una exacerbación monstruosa de la manida función fática del lenguaje, al performer sólo le interesa mantener abierto el flujo de símbolos referenciales de acuerdo con un mecanismo tomado de la hipnosis colectiva que emplean grandes ídolos hipnotizadores como Xuxa, Susana Giménez y otros engendros.

En el caso de DU son símbolos manoseados hasta el cansancio pero reordenados con formato "arty": insinuaciones de planchismo, de ambigüedad queer, de pobreza tercermundista, de individualismo hedonista, de subjetividad promiscua, y lo hace muy bien, sólo que esto no tiene mucho que ver con el arte sino con referencias al arte, que no es lo mismo.

Que el significante ya no sea la manifestación visible de un significado “latente” que debe ser descifrado en función de un sistema “universal” de significación sino, a lo derrida, de acuerdo a su relación con otros significantes que conviven en el mismo plano, no es suficiente para decir que la multiplicidad de referencias empleadas en cualquier obra sea garantía de arte.

El arte no es sólo el arte de manejar referencias múltiples y simultáneas sino la generación, sea como sea, de estados nuevos de conciencia aquí y ahora y, en lo posible, siempre.

DU y los espectadores uruguayos padecemos de un destape tardío que no se dio a la salida de la dictadura a la manera porteña o santiagueña o brazuca y entonces el discurso de género y todo el papo queer sale a la luz tarde y mal, distorsionado por una provocación desfasada y anacrónica. Esto no sería tan malo sino fuera porque toma como único punto de partida, nada menos, que toda la frivolidad noventas, la cual en su momento habrá tenido su razón de ser pero que hoy está más muerta que un faraón.

Lo molesto de esta performance tardía, repartida hasta el cansancio en compulsivos fotologs y revistas pimbas, es que el performer, en su vanidosa carrera por la “consagración”, en su esmero por el próximo dreadlock, en toda esa sobreactuación de sí mismo, no entienda que existe un momento en la vida de todo artista en que debe abandonarlo todo y quedar, a lo mejor, munido apenas de un lápiz y una libreta durante un buen tiempo donde el mundo todo sea el enemigo, hombres y mujeres, putos y no putos.

Pero yo no veo nada de esto en esta majuga, más bien la veo dependiendo patológicamente de un público "a medida" como de una adicción, embriagados en su propia ironía un poco como aquellas criaturas del almuerzo desnudo que no podían dejar de libar y tener orgasmos, un poco como las hormigas que encontramos de mañana ahogadas en un frasco de miel.

basilia dijo...

dani umpi está muy bien, está bueno que exista para que otra gente hable y polemice; estos tiempos no son del talento. son tiempos de ver que hacés para que los medios te representen talentoso. triste, pero real.

Agustin Acevedo Kanopa dijo...

astllr:
Amen

Anónimo dijo...

Benito, en la edición online del suplemento adncultura del diario La Nación del 21 de septiembre, en la sección Qué pasa en los blogs, se menciona este blog y a vos a raíz de otro artículo sobre Dani Umpi, y hay un link a este post.

Anónimo dijo...

Levrero alucinaba con la novela rosa y su obra es alucinante a mi criterio. Umpi con su carrera musical no es más que un hecho artístico jugando con ilustrar la limitación que existe a la hora de valorar un cantante, que dicho sea de paso, lo logró. Pero evidentemente se le fue de las manos y su obra paso a ser un medio de vida.
Lo mejor de cadáveres es escucharlo, ALUCINANTE!

Anónimo dijo...

queria hacerte una pregunta ya que te gusta boquitas pintadas.
cual es la diferencia entre bolquitas pintadas y el beso del hombre araña. gracias !